u1_mta1_temas_de_historia_2011-2 - semana 01.pdf

TEMAS DE HISTORIA DEL PERÚ UPC Online

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En este material revisaremos el concepto de la historia. Para ello, desarrollarás lossiguientes temas…

La historia es, en esencia, la memoria de los pueblos. Conocer y comprender la historiadel Perú nos hace conscientes de lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo y lo quepodemos hacer. Este curso destaca la importancia del conocimiento histórico para eldesarrollo de los pueblos, especialmente para nuestro país.

Pero, antes de ello, empezaremos con algunas nociones básicas. ¿Qué entendemos, porejemplo, por el término “historia”? ¿Qué características tienen los hechos históricos?

Posteriormente, revisaremos los principales postulados de la historia positivista y lascompararemos con la llamada ‘nueva historia’. Analizaremos por qué es importanteestudiar la historia del Perú.

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Para un estudio eficaz, te recomendamos que sigas las siguientes recomendaciones:

Es importante que estudies el material con detenimiento, y que lo relaciones con losconceptos a desarrollar en clase y con tus experiencias previas.

Te sugerimos leer, también, los materiales que te recomendamos al final del material.

Culminada la lectura, elabora esquemas o cuadros sinópticos como este para organizary fijar los conceptos centrales, así como para establecer las relaciones entre los distintostemas trabajados.

Una vez terminado el desarrollo del MTA1, debes realizar las tareas que te solicitamos ypublicarlas en el foro.

Recuerda que tu participación en el foro es parte de tu evaluación. Las diferentesintervenciones que tengas en el foro durante el semestre representan el 5% de tu nota.

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Como todas las tardes, Santiago regresaba de la universidad a su casa en una combi querecorría parte de la Avenida Angamos. Venía pensando por qué Ana Luisa no lo habíasaludado. Antes siempre paraban juntos, habían estudiado en el colegio y compartidopaseos y tonos; sin embargo, al encontrarse, lo había ignorado. Pensaba y pensaba,buscando en su memoria algún hecho que pudiese explicar la actitud de Ana Luisa.Recordaba que, en primaria, habían sido buenos amigos; incluso bailaron marinerajuntos en varias actuaciones. En secundaria también mantuvieron la amistad. Pero algopasó cuando ambos ingresaron a la universidad. Ese ‘algo’, que explicaría el enojo deAna Luisa, era la respuesta que no podía encontrar Santiago en su memoria.

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De pronto, escuchó un grito que lo hizo volver a la realidad. Una combi se había pasadouna luz roja en pleno cruce de las avenidas Benavides y Caminos del Inca. Entre losreclamos de la gente, Santiago pensó: “¿Qué tienen que ver los Incas con Benavides?”.Es más, se dio cuenta de que no sabía quién había sido ese tal Benavides que dabanombre a la avenida que a diario recorría. “¿Qué habrá hecho este pobre hombre paraque una avenida con tanta combi lleve su nombre?”, se preguntaba.

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Entonces, Santiago prestó atención a la conversación de dos señoras que recordabancuando iban a comprar azúcar y arroz a Super Epsa. Ambas comentaban las diferenciasentre aquel antiguo autoservicio y Plaza Vea o Wong. “Hoy en cualquier grifo o tienda seencuentran productos importados; antes esas cosas eran verdaderos lujos”,comentaban.

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Santiago pensó de inmediato: “¿A qué época se referirán?”. Cayó en la cuenta de queera la época de Velasco. Un presidente que a él le sonaba tan antiguo como Prado, queno podía ubicar bien, pero que, sin duda, estas dos señoras, que no se veían tan viejasconocieron habían llegado a conocer. A él, de la época del gobierno militar, solo lesonaba familiar México 70, aquellos años dorados del fútbol peruano.

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Cuando bajaba de la combi, a la altura del Parque Reducto, se quedó mirando el parquey se dijo: “Quién diría que aquí hubo una batalla”. Eso sí, no se acordaba cuál: solo quefue una batalla durante la Guerra del Pacífico.

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Luego de caminar unas cuantas cuadras, llegó a su casa. Al entrar, distinguió la colecciónde fotos familiares de su madre. Había retratos de la bisabuela, de los abueloscasándose en la Iglesia de La Merced, de su madre muy joven con un look setentero, desu padre acompañado del ex presidente Fujimori. “El tiempo pasa”, pensó al compararlos rostros de su familia con los actuales.

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Santiago andaba muy preocupado, porque tenía que estudiar para un examen parcial.Sin embargo, estaba cansado y decidió ver tele. Ante sus ojos desfilaron Epopeya (undocumental sobre la guerra con Chile) y un especial sobre Jackie Kennedy (cuyopeinado se parecía al de su madre en la foto). En VH1 sintonizó Seven Ages of Rock:conocía a la perfección los tipos de música de los que se hablaba, pero no tenía idea enqué orden se habían dado o a que época pertenecían.

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En eso, sonó su celular: era Álvaro, que le proponía ir al cine en la noche, a ver 300. Esaera una película nueva, pero que trataba de otro siglo, de una época que para él eradesconocida.

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Algo parecía estar pasando. Él, que odiaba la historia, y más la del Perú, se daba cuentade que el pasado lo perseguía. Se preguntó, entonces, cuándo terminaría esapersecución. Intuyó que quizá acabaría si se ponía a estudiar para el examen de Historia.Pero, al leer su cuaderno, no pudo dejar de pensar que muchas calles que recorría adiario llevaban el nombre de personajes de antaño; que las fotos, la televisión, lasconversaciones de la combi y hasta el fútbol se vinculaban con el pasado. “¿Qué pasaríasi nos olvidáramos de todo, si no tuviésemos memoria?, llegó a preguntarse.

Todo parece remitirnos a otro tiempo. Él mismo buscaba en el pasado la explicación dela actitud de Ana Luisa.

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Este es el cruce de dos calles en el límite de San Isidro y Miraflores. Lo interesante esque los nombres de ambas se refieren a dos enemigos de la época de la ConfederaciónPerú Boliviana: Andrés de Santa Cruz y Felipe Pardo y Aliaga.

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Así como este ejemplo, existen muchos más que nos demuestran cómo estamosrodeados de historia; en algunos casos, de forma evidente y en otros, no tanto.

Ahora mira estos videos. El primero ha sido realizado por una alumna de la UPC.

Los otros tres fueron producidos para History Channel y colgados en YouTube. No dejesde verlos. Cada uno dura, como máximo, tres minutos.

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Hemos dicho que vivimos rodeados de historia; no obstante, esta no es un cuento o unrelato interesante. Veamos a continuación qué significa la palabra “historia”.

Detengámonos en la definición que nos da el historiador HenriMarrou (1968)

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¿Por qué decimos “científicamente elaborado”? ¿Es la historia una ciencia?

Todo depende de lo que entendamos por “ciencia”. Si llamamos ciencias a aquellasdisciplinas en las que pueden establecerse leyes o conclusiones de tipo universal, laHistoria no es una ciencia. Pero, si entendemos como “científicas” a aquellas disciplinasque trabajan con orden, rigor, metodología y técnicas que pueden originar nuevasinvestigaciones, entonces la Historia sí es una ciencia.

¿Por qué decimos “del pasado humano”?

La historia se ocupa del pasado, pero en tanto esté relacionado con el hombre. Elhombre es, pues, el sujeto de la historia. Tomemos como ejemplo el terremoto de Limaen 1746. Este hecho puede ser estudiado de diferentes maneras; sin embargo, a unhistoriador le interesa cómo este terremoto afectó la vida de la población en Lima; encambio, le resultan menos importantes los aspectos geológicos o físicos.

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La materia prima del conocimiento histórico son los hechos históricos. Pero, ¿a quéllamamos un hecho histórico? No todos los datos acerca del pasado son hechoshistóricos, ni son tratados como tales por el historiador. Hay hechos más importantesque otros, aunque no siempre es fácil evaluar dicha importancia. Normalmente, elcriterio es su trascendencia; es decir, la cantidad de hechos que se derivan de unoanterior.

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Veamos estos dos ejemplos del pasado:

Ambos son hechos del pasado, pero es evidente que no tienen la misma trascendencia.Podríamos decir que el primero es un hecho histórico y que el segundo no lo es.

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Existen hechos básicos, que son aceptados por todos los historiadores, y queconstituyen la ‘espina dorsal’ de la historia. Por ejemplo, la batalla de Ayacucho, quesucedió en 1824. Es importante saber que se dio en 1824, y no en 1823 o 1825, y que sedesarrolló en Ayacucho, no en otro lugar.

El historiador inglés Edward Carr sostiene que ser precisos en fechas o lugares no es unavirtud, sino un deber del historiador. Sin embargo, también afirma que elogiar a unhistoriador por la precisión de sus datos sería como elogiar a un arquitecto porque unedificio vigas preparadas o cemento bien mezclado. La precisión es una condiciónindispensable de su trabajo, pero no es su función esencial.

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Veamos otras características que tienen los hechos históricos:

• Sonmaterias primas,más que la historia misma.

• Son singulares e irrepetibles.

• No son realidades aisladas, pues están interconectadas entre sí. Un hecho da lugar aotros y estos, a su vez, producen nuevas consecuencias. Los acontecimientos seencadenan entre sí. Es frecuente que un estudiante joven cometa el error de estudiarlos hechos históricos como entidades autónomas y sin relación.

• Los hechos solo hablan cuando el historiador apela a ellos. Muchas veces, es élquien decide qué hechos convierte en históricos y en qué orden y contexto lo hace.

• Los hechos de la historia nunca nos llegan en estado ‘puro’. Pasan por una serie de‘manos’ antes de llegar a nosotros. Una de ellas es la del autor de la fuente histórica;en ella, pudo opinar sobre un hecho, pudo mencionar lo que a su parecer debióocurrir, o quizá expuso ante otros lo que él pensaba (o, peor aún, lo que creyópensar). El historiador, por ende, se vale de testimonios de seres que ya no existen yque pueden ser tremendamente complejos. Recuerda que, por sí solos, losdocumentos no constituyen historia, que la historia no es una simple enumeración dedatos: el historiador debe seleccionar e interpretar. Sobre este tema, Carr hace unaanalogía interesante: compara a los hechos con los peces en el océano; lo que elhistoriador pesque, dependerá de la zona en que decidió pescar.

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Los hechos son siempre deformados por quienes lo presentan: en consecuencia, laverdad histórica objetiva no existe.

Carr sostiene…

Por esto, Carr dice que, al llegar un libro de historia a nuestras manos, primero debemosinvestigar al historiador que lo escribió y no los datos que contiene. Para captar la obrade un autor, debemos conocer la posición desde la cual la aborda, así como su contexto.Recordemos: el historiador pertenece a una época y a un espacio, pero es su debercorregir los errores que produzcan ambas circunstancias. Además, debe tratar decomprender la mente de las personas que lo ocupan: ponerse, aunque sea por unmomento, en el lugar del otro.

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El error más común es pensar que la historia ya está escrita y que no admite revisión.Por el contrario la historia es dinámica puesto que la verdad histórica no alcanza unnivel de certeza absoluto. El conocimiento histórico es continuamente revisado y elloocurre, entre otras cosas, porque se descubren nuevas fuentes y porque a las fuentes yaconocidas se les hacen un nuevo tipo de preguntas.

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En este curso, te darás cuenta de que existen interpretaciones distintas sobre algunostemas, y que hay otros que aún faltan investigar. También notarás que muchas de lascosas que aprendiste en el colegio no son tan ciertas. No es que tus profesores te hayanmentido intencionalmente, sino que, hasta ese momento, era lo que se conocía sobredeterminado tema. Hoy, el conocimiento histórico avanza muy rápido, gracias a losavances tecnológicos. Carr reafirma que la realidad histórica, por ser humana, esinagotable.

Te sugerimos consultar el interesante artículo: QUINTANA, Eduardo (ed.) (1995)Mentiras en la historia oficial, pp. 30 – 49. En: revista Debate, vol. XVII, No. 84. Elartículo lo puedes encontrar en: http://delfos.upc.edu.pe/files/disk1/1/UPC‐985‐QUIN‐2008‐2101‐mentiras‐0.pdf. Se trata de un reportaje, basado en breves entrevistas acatorce especialistas en el que se revisa estereotipos y prejuicios de la historia que seenseña en los colegios.

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En 1991, Peter Burke editó un libro sobre las nuevas formas de hacer historia. En elprimer capítulo, discutió el origen de la llamada ‘nueva historia’ y sus diferencias con lahistoria positivista. No vamos a entrar, en detalle, en esa polémica; lo que sí esimportante es que puedas diferenciar ambas corrientes y que compruebes que existenmuchas formas de hacer historia.

Burke 2001. Revisa las primeras seis páginas del texto, ingresando a esta dirección web: (http://www.amazon.com/Perspectives‐Historical‐Writing‐Peter‐Burke/dp/0271021179/ref=sr_1_8?s=books&ie=UTF8&qid=1298911729&sr=1‐8).

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La expresión ‘nueva historia’ está vinculada a la escuela francesa de los Annales. Uno desus representantes, Jacques Le Goff, patentó este término en los años setenta paradistinguir la producción de los historiadores de esta escuela.

La Escuela de los Annales surgió en Francia a partir de una revista llamada Annalesd'histoire économique et sociale, publicada por Marc Bloch y Lucien Febvre a partir de1929.

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Burke sostiene que es difícil definir qué es la ‘nueva historia’, dada la variedad deestudios asociados a este término. Lo que sí podemos establecer es que la ‘nuevahistoria’ se opone diametralmente a la llamada ‘vieja historia’, ‘historia rankeana’ o‘historia positivista’, vinculada con el alemán Leopold Von Ranke (1795 – 1886).

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Burke plantea las siguientes diferencias.

Para la ‘vieja historia’, el objeto esencial de estudio es la política. No excluye del todo aotros tipos de historia, pero los considera periféricos. En el caso de la ‘nueva historia‘, suobjeto de estudio es mucho más amplio: sostiene que toda actividad humana essusceptible de ser investigada por el historiador. Así, pueden estudiarse temas tandiversos como la niñez, la muerte, la locura, el clima, los gustos, la suciedad y lalimpieza, la gesticulación, el cuerpo, la feminidad, la lectura, entre muchos.

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Para el paradigma tradicional, la historia es una narración de acontecimientos; para la‘nueva historia’, es el análisis de las estructuras . Fernand Braudel, historiador de laescuela de los Annales, sostenía que los acontecimientos eran la espuma sobre las olasdel mar, que era la historia. Para él, lo que verdaderamente importaba eran los cambioseconómicos, sociales a largo plazo y los cambios geohistóricos a muy largo plazo.

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La historia tradicional se centra en las hazañas de los ‘grandes hombres’: gobernantes,militares, religiosos, etcétera. Al resto de la humanidad, en cambio, le otorga un papelmenor. Por eso se la acusa de escribir una “historia desde arriba”. En contraste, la‘nueva historia’ busca desarrollar una “historia desde abajo”, enfocada en la gentecomún.

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La vertiente tradicional plantea que la investigación se centre en los documentosoficiales; es decir, aquellos emitidos por los gobiernos y conservados en los archivospúblicos. Por su parte, la ‘nueva historia’ manifiesta las limitaciones de este tipo dedocumentación, pues suele expresar solo el punto de vista oficial. Recalca, por lo tanto,la necesidad de buscar otro tipo de fuentes (por ejemplo, visuales, orales, estadísticas,etc.).

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Mientras que la historia tradicional se orienta a las motivaciones personales de lossujetos históricos, la ‘nueva historia’ busca explicaciones no solo en las accionesindividuales, sino también en los movimientos colectivos.

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El paradigma tradicional sostiene que la historia debe ser objetiva: es decir, la tarea delhistoriador es contar los hechos como ocurrieron realmente. La ‘nueva historia’, encambio, sostiene que la objetividad es un “ideal quimérico”: siempre miramos al pasadodesde una perspectiva particular.

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Una vez terminado el desarrollo del MTA1, debes realizar las tareas que tesolicitamos y publicarlas en el foro. Recuerda que tu participación en el foro esparte de tu evaluación. Las diferentes intervenciones que tengas en el forodurante el semestre representan el 5% de tu nota.

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