la contemplacıón en el islam

7/29/2019 La Contemplacıón En El Islam

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Estambul 1432 / 2011



© Edcones Erkam 2011 / 1432 H

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ISBN: 978-9944-83-329-5

El autor : Osman Nur opbaş

raductor : Abu Bakr GallegoCorrector : Nayat RoszkoEdtor : Yasn GallegoDseño Gráco : Al KAYA (Worldgraphcs)Imprme : Imprenta Erkam



LA CONTEMPLACIÓN

EN EL ISLAM

OSMAN NÛRİ TOPBAŞ

EDITORIAL ERKAM



N5

INTRODUCCIÓN

“No hay mejor acto de adoracón

que la contemplacón”

(Hadth, Bayhak, Shuab, IV, 157)

Las alabanzas y el agradecmento sn n a nues-

tro Señor, el eternamente Benevolente y Muncente,

por habernos conceddo la capacdad de contemplarle

por medo de la sensbldad esprtual (tahassus)1 que

nos abre el camno de Su conocmento.

Un saludo eterno a nuestro Amado Proeta, qué

Allah le bendga y le conceda la paz, a él y a su Famla,

y a sus Compañeros, quenes contemplaron el unver-

so, la humandad y el Noble Qur’an de la manera más

prounda, bella y sensble, y enseñaron a sus segudo-

res a actuar de gual orma contemplando con el ojo

del corazón.

1 Tahassus sgnfca volverse uno delcado y sensble, y lograr un

corazón receptvo.



N6

LA CONTEMPLACIÓN EN EL ISLAM

De entre la entera Creacón solamente a losseres humanos y, hasta certo punto, a los yinn, el

odopoderoso les ha conceddo la capacdad de sus-

traer parte de la sabduría y de la prounddad del

Qur’an, del Unverso y de la humandad; y de sus pro-

unddades, las perlas de la verdad que lumnan consu luz los camnos de la exstenca.

Lo que hace posble que eso ocurra es la contem-

placón y la sensbldad esprtual. Son las condcones

ndspensables para llegar a la verdad y elevar el cora-

zón al nvel que le corresponde. Desde el prmer verso

hasta el últmo, el Noble Qur’an, la únca guía haca

la elcdad, nos exhorta a contemplar y a relexonar

acerca de la sabduría que subyace en la creacón del

hombre, el magníco orden que rena en el Unverso, y

los sgnos de Allah, alabado sea. Nos nvta a aprender

a dscernr los hlos del Poder Dvno, las manesta-cones de la Dvna Majestad, y el absoluto control que

el odopoderoso ejerce sobre el Unverso entero. En

ncontables ocasones, el odopoderoso les pde a los

creyentes, en el Noble Qur’an, que presten atencón a

Sus advertencas y exhortacones: “¿No vas a relexo-nar?”, “¿Acaso no han pensado nunca?”, o ben: “¿Es

que no van a entender?”2

2 Ver al-Anam, 6:50; al-Baqarah, 2:219, 266; Muhammad, 47:24;

an-Nsa, 4:82; Yasn, 36:68.



N7

INRODUCCIÓN ____________________________________________

Hay muchos otros ejemplos de preguntas pare-cdas:

“¿Es que no se han jado en el camello?”3 Donde

se nos pde que observemos atentamente los elemen-

tos de la Creacón;

“¿Es que no se han jado en las nubes, la lluva,las montañas y como la vegetacón desaparece con el

nverno para resurgr con la prmavera?”4 Donde se

pone el énass en los enómenos de la naturaleza;

“¿Es que no han relexonado sobre la suerte de las

comundades anterores a ellos?”5 Donde se destacanlos acontecmentos hstórcos.

3 Dos atrbutos de Allah, al -Bari y al - Musawwir , descrben cómo

crea a los seres en sus derentes ormas, y cómo los provee de las

capacdades necesaras para el ambente en el que vven y que, a

la vez, les acltan el propósto para el que han sdo creados. El

camello es en este sentdo un ejemplo perecto. Su hábtat es eldeserto, con un clma duro y a menudo extremo, con escasez de

agua y comda. El camello es capaz de almacenar en sus jorobas

una consderable cantdad de agua, que puede llegar a durar se-

manas, y almentarse ncluso de vegetacón espnosa, mantenén-

dola resca durante largos perodos de tempo. Es excepconal-

mente resstente a las tormentas del deserto y a su calor nernal.

Sn duda, es un magnfco ejemplo, de entre muchos otros, de lamanestacón del Poder y Arte Dvnos.

4 Ver Qa, 50:6; Yunus, 10:101; al-Ghashyah, 88:17-20; an-Nur

24:43; al-Hayy, 22:63; ar-Ra’d, 13:3; al-Anbyâ, 21:31; an-Nahl,

16:65; ar-Rûm, 30:50.

5 Muhammad, 47:10.



N8


De esta manera el odopoderoso nos nvta acontemplar la Ley Dvna que mpera en el Unversopara poder percbr adatu- Alllah, las normas de Allah,alabado sea, que consttuyen la base y condcón paraque esas Leyes se manesten. De nuevo, pues, nosrecalca la necesdad de observar el Unverso con la

mrada de la percepcón y la prudenca, no con la quees vacía, carente de pensamento. La mencón de losdones conceddos a la humandad se completa con lareerenca a los que contemplen el unverso con el ojodel corazón como “la gente que tene vsón”.6

Allah, glorcado sea, nsste una y otra vezen que nos contemplemos a nosotros msmo y a lanaturaleza, como ejemplos de las manestacones delPoder y la Majestad Dvnos. En cas cento cncuen-ta ocasones el Qur’an mencona conceptos como‘razonar’ ( ), ‘ponderar’ ( ), ‘recordar’ ( ),y ‘contemplar’ (

). Es en el tasawwu donde estos

conceptos alcanzan su verdadera magntud en cuantoa su aplcacón práctca, y son parte undamental delentrenamento esprtual. Tasawwu es el nombre delcamno de la madurez y pereccón, cuyo objetvo esllevar al creyente a la cma de la realdad, según el

grado de capacdad esprtual que cada uno posea,sendo, además, una bendcón de Allah el Altísmo.Así pues, la sabduría que expresa el dcho “el que seconoce a sí msmo, conoce a su Señor” consttuye

6 Ver Al- Imran 3:13; an-Nur, 24:44; al-Hashr, 59:2.



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INRODUCCIÓN ____________________________________________

uno de los prncpos vtales de los creyentes en sucamno haca la pereccón esprtual.

Para alguen que se muestra sempre agracadoy posee un corazón aberto a la realdad dvna, noexste en el Unverso nada que no sea un destello

de su Creador y de Su Arte. Desde la partícula máspequeña hasta la estructura msma del rmamento,todo testca la Majestad Dvna.

La Creacón tene la capacdad de expresarsu grandeza a través de lo que es conocdo comolisanu’ul -hal –una artculacón muda de sus estados

por medo de su naturaleza, algo que concede a cadacosa un papel actvo en la revelacón. Para los queson capaces de comprenderla correctamente, el seconverte en la quiblah de sus corazones, de la msmaorma que la Ka’aba es la quiblah de sus cuerpos. Loarma el Qur’an cuando dce:

“Los que recuerdan a Allah de pe, sentados y acostados y relexonan sobre la creacón de los celosy la terra: ¡Señor nuestro! No creaste todo esto en vano. ¡Glora a ! Presérvanos del castgo del Fuego.”(Al- Imran, 3:191)

El que sea capaz de contemplar debdamente lasmanestacones del Poder y Esplendor Dvnos en elUnverso podrá, de nmedato, reconocer su propadebldad y, de esta orma, completamente subyuga-do y renddo, dedcará cada uno de sus alentos al



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recuerdo –dhikr . De esta manera, el taqwah (el temora hacer algo que desagrade a Allah, o a ncurrr en

una accón prohbda por el Msercordoso) llenará

el corazón y la contemplacón alcanzará su nvel más

sublme.

Ante Allah el valor de una persona no dependede su aspecto ísco n de su stuacón económca,

sno de la madurez de su corazón, de la prounddad

de su esprtualdad y de sus atrbutos y capacdades

esprtuales. Por esa razón, el Noble Qur’an desanma

a que la contemplacón de los creyentes se detenga

en los angostos lechos de la matera y del ego, y lesanma a reorzar su creenca, para luego guarla haca

los horzontes sn límte de la esprtualdad.

En cambo, el que sea ncapaz de perecconar su

esprtualdad quedará atrapado en los aspectos más

bajos y egoístas de la vda, malgastando su capacdadde contemplacón, propa de la naturaleza humana,

en el torbellno de los deseos mundanos. Esclavzado

por los deseos de su ego, su extravado corazón se

sumergrá cada vez más en esos deseos, en vez de

volverse haca lo verdadero y elevado. Nunca se para-

rá a pensar que la mortaja, la prenda que va a llevaren su tumba, está esperándole para envolverle, y que

la muerte pondrá el punto nal a todos sus deseos

y a los brllos decepconantes de los placeres de este

mundo.



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INRODUCCIÓN ____________________________________________

Una contemplacón reorzada por la pround-dad del sentmento esprtual sempre orgna paz y armonía, mentras que el encasllamento en las secasronteras de la razón solamente avva las llamas de laavarca y del egoísmo, sendo la causa del deblta-mento del corazón y de la gnoranca.

De la msma manera que las huellas dactlaresderencan a una persona de otra, la caldad de lacontemplacón del creyente y su sensbldad esp-rtual consttuyen los undamentos de su dentdadesprtual. Un Musulmán que, acorde a su condcón

de ser humano y de la razón msma de su exstenca,ntenta proundzar en sus estados esprtuales, debeentrar, necesaramente, en la esera de la contempla-cón demarcada por el Noble Qur’an. Solamente através de la contemplacón debda podría adqurr elenoque correcto en sus actos de adoracón, desarro-

llará un corazón renado, y sus nteraccones socalesconllevarán beneco para él y para el resto de sussemejantes.

A pesar de la mportanca que Islam otorga a lacontemplacón y la sensbldad esprtual, y debdoa la gnoranca causada por la prordad que tene lo

mundano sobre lo que realmente mporta, los sereshumanos, por lo general, llevan vdas muy alejadasde estos dos preceptos. En consecuenca, olvdan porcompleto la muerte y el hecho de que este mundo seaun mero lugar de pruebas para el hombre.



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Los creyentes, por otro lado, que vven acordesal mandato del taqwah, que contemplan y desarrollan

su sensbldad esprtual –y que desgracadamente

son una mnoría– transcenden su ego, adqurendo

una madurez que les permte reconocer su condcón

humana, con los deectos y vrtudes que ésta conlle-

va. Acomodándose perectamente a esta vda, alcan-

zan, al msmo tempo, la eterna alegría de haber con-

segudo un proundo desarrollo nterno y, abrendo

sus pechos cada vez más, llegan a una sublme orma

de comprensón que transcende los horzontes del

mundo ísco, traspasan el umbral de la e perecta,y consguen la Bendcón Dvna que se encuentra al

nal de este camno.

Un creyente que logra desarrollar estas carac-

terístcas, deja de percbr esta vda pasajera como

algo de lo que depende. Los días, en la percepcón deeste Musulmán, se parecen a una bobna de la que se

desprende constantemente un hlo que se puede aca-

bar en cualquer momento, y que nade sabe cuándo

llegará.

Dcho esto, tenemos que recalcar que esta vdaes un ben valosísmo ya que es el únco medo que

tenemos de ganar la eterndad. Un creyente que

realmente comprende lo que sgnca eso sabe que

su nal puede caer sobre él en orma de un trágco



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INRODUCCIÓN ____________________________________________

remordmento, a no ser que haya sdo, en pala-bras del Noble Qur’an, “recto tal como se le habíaordenado”.7 Para evtar tan deplorable nal, debere-mos tener sempre presentes las sguentes palabrasdel odopoderoso:

“Gastad de la provsón que os damos antesde que le llegue la muerte a cualquera de vosotrosy dga: ¡Señor mío! S me deras un poco más deplazo, podría dar con generosdad y ser de los rectos.Pero Allah no va a dar nngún plazo a nade cuandole llegue su n. Allah conoce perectamente lo que

hacés.”(al-Munaqun, 63:10-11)

Resumendo, Allah el Altísmo desea que el cre-yente asmle el Esplendor Dvno, y los msteros y la sabduría que subyacen detrás de este gran orden.Desea que el creyente lleve una vda mpregnada detaqwah, estando a salvo de la arroganca que acompa-

ña la posesón de las rquezas de este mundo, convr-téndose, de esta manera, en un servo que se mereceun lugar en el Paraíso.

En el modesto lbro que os presentamos a cont-nuacón ntentaremos concentrarnos en la mportanca

de la contemplacón y de la sensbldad esprtual, unlegado de nmenso valor que nos ha dejado el BendtoProeta –qué Allah le bendga y le de la paz– sus bene-cos y la manera correcta de llevarlas a cabo.

7 Ver Hud, 11:112.



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Qusera expresar, así msmo, m agradecmen-to a Dr. Murat Kaya y M. Ak Günay por el trabajoque han realzado durante la preparacón del lbro, junto a m sncero deseo de que su esuerzo ante elodopoderoso se merezca la recompensa que nuncacesa.

¡Qué nuestro Señor una nuestros sentmentos y pensamentos a Su Plan! ¡Qué nos conceda eltrunfo en esta vda pasajera, elevándonos haca lacma de Su conocmento y amor!

Amn.

Osman Nûr TopbaşJuno 2010Üsküdar



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LA CONTEMPLACIÓNEN EL ISLAM

Los límtes de la razón

Un saludo eterno a nuestro Amado Proeta, quéAllah le bendga y le conceda la paz, a él y a su Famla,y sus Compañeros, quenes contemplaron el unverso,la humandad y el Noble Qur’an de la manera másprounda, bella y sensble, y enseñaron a sus segudo-res a actuar de gual orma contemplando con el ojo

del corazón.El Islam nos enseña a través de camnos deren-

tes cómo utlzar correctamente la razón, al tempoque concede una gran mportanca a su uso, cons-derándola una de las dos causas prncpales por lasque somos responsables de nuestros actos.8 A la vez

8 Una de las condcones para ser responsable de los propos actos ante

Allah, glorfcado sea, es haber alcanzado la pubertad, y la otra es la

de estar sano mentalmente, es decr tener la capacdad de dscernr

entre el ben y el mal. Según estos crteros, los nños y los desequl-

brados mentales no se consderan responsables de sus actos.



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se nos recuerda constantemente que la capacdad dela razón no es lmtada, ya que Allah, alabado sea, noha conceddo esta característca a nngún elemento dela Creacón.

Al gual que los sentdos de la vsta y del oído

tenen su límte, tambén lo tene el poder de la com-prensón raconal. Hay nnumerables seres cuya exs-tenca elude nuestro sentdo de la vsta, e ncontablessondos que escapan a nuestro sentdo del oído. Dela msma manera, exsten aspectos de la verdad quetranscenden nuestra comprensón raconal ya que se

stúan uera de sus límtes. Por lo tanto, la razón no essucente para abarcar la realdad en su totaldad.

Los lósoos, cuyas nclnacones son evdente-mente raconales, mantenen que la razón no tene lím-tes y la consderan una uente nagotable de poder. Enrealdad, arrastran a los que lograron convencer de quesean sus segudores a la conusón y el snsentdo.9

9 En la Greca antgua se do un caso emblemátco en cuanto a los

deectos de la razón. Un joven estudaba derecho con un amoso

flósoo. El joven pagó, como acordaron, parte de los honoraros

del maestro por adelantado, mentras que la otra parte la ba a

pagar después de haber concludo con éxto su prmer caso ante

los trbunales, cosa que, como se pensaba, mostraría la eectv-dad de la educacón que había recbdo, sendo la muestra de los

derechos del proesor al resto de los honoraros. Al fnal de sus es-

tudos, sn embargo, el joven solctó que el maestro renuncase al

segundo pago, consderando que el prmero había sdo sufcente.

Debdo a esta dsputa, éste ue su prmer caso ante los trbunales.



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LA CONEMPLACIÓN EN EL ISLAM ______________________

Allah, glorcado sea, Quen conoce los deectosy allos de Sus servos mejor que ellos msmos, haenvado, según las transmsones, más de 124.000 pro-etas –sujetos a la Revelacón Dvna, y reorzados conlas escrturas y los lbros– los medos más poderososde guía haca la verdad, y al msmo tempo una gran

ayuda a la hora de rectcar nuestros conceptos espr-tuales y nuestra creenca errónea.

Por ello msmo, es mperatvo que la razón sesometa al entrenamento del wahy –la RevelacónDvna. La razón no sometda a la guía de la Dvna

Revelacón es como un caballo salvaje que no sola-mente no coopera con el jnete para llegar a su destno,

El joven, drgéndose al jurado, djo: ‘anto s gano, como s per-

do el caso, no pagaré la segunda parte de los honoraros.’ El jurado

quso saber la razón. Djo: ‘S gano, no pagaré debdo a vuestro

veredcto, y s perdo no tendré que pagar según las condcones

establecdas anterormente con el maestro.’ En respuesta, el flóso-o djo: ‘anto s perdo, como s gano, no cogeré la segunda parte

del honoraro.’ El jurado de nuevo quso saber la razón. ‘S gano,

recbré el pago debdo a vuestro veredcto. Y s perdo, lo recbré

de acuerdo con m prevo contrato con este joven.’ Esta claro, que

las dos posbldades parecen lógcas y frmes, lo cual consttuye

la muestra de que la razón y la lógca pueden quedar prsoneras

una de la otra en un callejón sn salda. La razón, que alla ncluso

cuando ntenta soluconar smples casos humanos, no es absolu-tamente capaz de comprender la nfndad de la Verdad Dvna en

todos sus aspectos. La salvacón de estos obstáculos, por lo tanto,

está en el sometmento a la Revelacón y el reconocmento de

someterse a las verdades esprtuales que sobrepasan los límtes

de la comprensón.



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sno que lo lanza por un precpco en el que perece.La mejor manera de domestcar a un caballo salvaje esponerle una brda y entrenarle. De la msma manera,es absolutamente necesaro someter a la razón a unentrenamento esprtual por medo del wahy y suexplcacón –tal ue la sunnah del Bendto Proeta, qué

Allah le bendga y le de la paz– orecéndole de estamanera una dreccón correcta. Hasta que esto ocurra,la razón es como un arma –puede ser utlzada parael ben, y tambén, de manera radcalmente opuesta–para el mal.

El papel del corazón

En el Islam el iman, la e, queda establecdo pormedo de la armacón del corazón y de la declaracónoral. Lo que esto sgnca es que el verdadero lugar enel que se manesta la e no es en la razón sno en el

corazón –el centro de la sensbldad esprtual y delsentmento. Es un punto de suma mportanca, ya quela e es un sentmento sublme, mentras que la razónsumnstra los medos necesaros para salvaguardaruna ase ncal del entendmento y lograr ese sent-mento de la e.

La e no se da hasta que la Verdad Dvna, acep-tada por la razón, recba su vsto bueno en el corazón.Una e no arragada en el corazón no se transorma-rá en actos n drgrá el comportamento del cre-yente, dejando todas sus accones sn valor ante el



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odopoderoso. Es Allah Quen recrmna a los sabosde entre los Hjos de Isral10, a los que compara con

asnos cargados de lbros, por haber allado sus corazo-

nes en asmlar la Verdad Dvna y, en consecuenca,

no haberla puesto en práctca.11

El conocmento de la Verdad Dvna, por lotanto, no supone aprenderla ntelectualmente. Saber

sgnca descrar por medo de la contemplacón y la

sensbldad el mstero del ncreíble orden que rena

en el Unverso y en la exstenca, y actuar acorde con

él. Solamente un corazón lumnado por la luz de la e

puede consegurlo.

Los elementos que utlza la razón a la hora de

contemplar el Unverso y el Noble Qur’an, se pueden

comparar con las materas prmas que extraemos de

la terra. La transormacón de estos materales en

algo que tenga valor, es obra del corazón –centro de lasensbldad esprtual y del sentmento. Su uncón,

sgncatvamente delmtada por los conceptos de

ntucón e nspracón, consste en la uncacón de

las pruebas orecdas por la razón, lo cual lleva a una

comprensón perecta de la Verdad; un proceso com-parable al que tene lugar a la hora de unr las pezas

10 En todos los casos utlzamos la transcrpcón árabe de los nom-

bres propos por ser la últma y revelada por Allah en el Qur’an.

11 Ver al-Yumua’, 62:5.



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de un jarrón roto de manera que se pueda manestarde nuevo su verdadera orma orgnal.

Es obvo, pues, que la manera perecta de alcanzarla verdad y el ben es la de entrenar a la razón con larevelacón, para que después sea el corazón maduroquen pueda realzar su uncón de reparar los deectosde la razón.

El valor de la contemplacón tambén dependedel reuerzo que recba de la esprtualdad. Dcho deotro modo, depende del esuerzo equlbrado y armó-nco de ambos –el corazón y la razón. S la balanza

se nclna haca la razón, el resultado puede ser unbuen ndvduo en térmnos de este mundo, hjo desus propas obras. Sn embargo, para convertrnos enun Musulmán maduro es necesaro que el corazón, elcentro de los sentmentos y de la sensbldad, recbaun entrenamento esprtual que le haga desarrollar las

uncones que le servrán para guar a la razón, ya quees el corazón quen drge el pensamento, mentrasque el pensamento drge a la voluntad. En la práctca,esto sgnca que la ntencón de actuar se orgna enel corazón; de hecho son los sentmentos los que seencuentran ncrustados allí. La rectcacón del cora-

zón según el mandato Dvno tene por lo tanto mayormportanca que el mantenmento del equlbro delas otras partes del cuerpo.

Exste un tpo de seudo-contemplacón basado enlos deseos de naturaleza egoísta, vulnerable a las ener-



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medades del espírtu, como el orgullo y la vandad,carente de la guía del corazón, que se desvía cada vezmás de su curso natural y lleva al hombre a la transgre-són y la depravacón.

Mawlana Rum dce:

Si el amor de Lucier hubiese sido tan grande comosu razón, no sería el Shaytan que es hoy.

Queda claro, pues, que la razón por sí msmano tene valor. Hace alta tomar el tmón y darle unadreccón segura para renar esprtualmente los sen-tmentos que alberga el corazón. En pocas palabras,la verdadera contemplacón empeza en el momentoen el que la razón, nsprada por la Revelacón, seencuentra con un corazón maduro esprtualmente.El uso que damos a la palabra ‘contemplacón’ en estelbro se atene, por lo tanto, a su orma más perecta:contemplacón realzada bajo las Verdades Dvnas y reorzada con la sensbldad del corazón.

La contemplacón (

) mplca sustraer la ense-ñanza de cualquer objeto o experenca, y centrarse enella para lograr su comprensón prounda.

La delberacón ( ) mplca pararse a pensar,

para después nvestgar más a ondo por medo dela contemplacón. Es un proceso delcado del pensa-mento, centrado en el Unverso y sus enómenos conel objetvo de extraer de ellos la enseñanza necesarapara llegar a la esenca del asunto.



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La ponderacón ( ) supone relexonar sobrelas consecuencas de un acontecmento dado.

La mportanca de la contemplacón

anto el Lbro de Allah, alabado sea, como los

dchos del Bendto Proeta, qué Allah le bendga y lede la paz, nssten una y otra vez en la necesdad -másaún, la ordenan- de nvestgar, contemplar y sustraerenseñanzas de nuestro entorno. Ctemos smplementedos de las muchos ayaat que encontramos en el Qur’anreerdas a este hecho:

“¿Es que no han relexonado en su nteror? Allahno ha creado los celos y la terra y lo que hay entreambos sno con la verdad y con un plazo jado. Y escerto que muchos de los hombres negan que habránde encontrarse con su Señor.” (ar-Rum 30:8)

“D: Sólo os exhorto a una cosa: Que os lopropongás por Allah, en pares o de uno en uno, y relexonés: Vuestro compañero no es un poseso snoque es alguen que vene a advertros de un terrblecastgo.” (as-Saba 34:46)

Vemos pues que se le exhorta al hombre a servral odopoderoso, ndvdualmente y en comundad,y centrarse y contemplar su realdad.12 A los que lo

12 Las opnones que una socedad o una mayoría expresan, suelen

ejercer una uerte nuenca sobre la opnón de la gente. Lo que



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hacen se les promete la salvacón, aunque uera elúnco mandamento al que respondesen.

El Profeta de Allah contemplaba constantemente

El Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz,

amaba el slenco y la contemplacón. Justo antes derecbr la Proecía sntó el deseo de sumergrse en lacontemplacón de orma más ntensa de lo normal.Se quedaba durante días enteros en la Cueva de Hra,a unos 5 klómetros de Mekka. Durante los días quepasaba allí su orma de adorar consstía en la contem-

placón, tambén de la Ka’aba, y la relexón sobre lostesoros de los celos y de la terra, tal como lo hacía suancestro Ibrahm, paz sobre él.13 De esta manera, elodopoderoso le estaba preparando para su sagradamsón. El Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz,contnuó ejerctándose en la contemplacón durante

toda su vda.

Hnd bn Ab Hala, que Allah esté satsecho deél, explca:

mtga esta stuacón y nos ayuda a encontrar el camno haca la

verdad, es rodearse de aquellos que son capaces de nterpretar la

realdad, y pedrles que nos nstruyan en todos los casos. Al ms-mo tempo, debemos pasar tempo a solas con el corazón, entran-

do en la esera de la contemplacón. Cada uno, por lo tanto, debe

expresar su propa opnón y ser crítco en cuanto a la exacttud

de la opnón general.

13 Aynî, Umdatu’l-Qari, Berut, I, 61; XXIV, 128.



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El Mensajero de Allah se encontraba constante-mente en estado de relexión y ponderación. No dabaningún valor a la comodidad. Nunca decía vanidades.Sus silencios eran más largos que sus discursos. Siempreempezaba y terminaba lo que tenía que decir con lamención del nombre de Allah. (Ibn Sa’d, I, 422-433)

Para anmar a los Musulmanes a la contempla-cón, el Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz,decía:

Mi Señor me ha ordenado que mi silencio sea el silencio de la contemplación. (Ibrahm Canan, Encclopeda del

hadiz , XVI, 252/5838)

La mejor orma de adoración es la contemplación.(Bahak, Shuab, IV, 157; Al al-Muttaq, XVI, 121)

Sed en este mundo como un viajero. Qué las mez-quitas sean vuestras casas. Qué vuestros corazones se

acostumbren a la sensibilidad. Contemplad y llorad mucho. No dejéis que los deseos de vuestro ego os cam-bien. (Ebu Nuam, Hlye, I, 358)

El Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz,transmtó varos pasajes de las hojas que le ueron

reveladas a Ibrahm, la paz sobre él:Una persona inteligente debe tener un horario.

Parte de este horario lo debe dedicar a la adoración y asuplicar a su Señor. Otra parte la debe dedicar a la con-templación del sublime Arte y Poder del Todopoderoso.



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Otra parte a la relexión sobre lo que aconteció en el pasado y lo que ha de ocurrir en el uturo, y aún otra parte a ganarse la vida de manera lícita. (Ebu Nuam, Hlye,

I, 167; Ibn Esr, el-Kaml, I, 124)

Luqman, la paz sobre él, solía reclurse muy

a menudo en un lugar apartado para contemplar.Cuando le reprochaban que pasaba demasado temposolo, sugréndole que sería mejor que estuvera con lagente y que hablase con ellos, decía:

Permanecer en soledad durante largos periodosde tiempo es más conveniente para la contemplación; y

permanecer en contemplación durante largos periodosde tiempo nos conduce al Paraíso.14 (Imam Ghazzal, Iha

Ulum’d-dn, Berut, 1990, Daru’l Jar, VI, 45)

Abu Darda, qué Allah esté satsecho con él, solíadecr:

Una hora de contemplación es superior a 40 noches deadoración supererogatoria. (Delem, II, 70-71, nº 2397, 2400)

Le preguntaron una vez a Sad Ibn Musayyab, ungran sabo de la generacón de los tabi’un, qué acto deadoracón valoraba más. Contestó:

La contemplación de la Creación de Allah, y la pro- undización en Su din. (Bursev, Ruhu’l-Baan, an-Nur, 44)

14 Imam Ghazzal, Ihya-u Ulum’d-Dn, Berut1990, Daru’l-Khayr, VI,

45. odavía hoy se puede vstar el lugar, dentro de la antgua mezqu-

ta en arso, donde Luqman, paz sobre él, solía realzar itika .



N26


Bshr bn Jay solía recalcar la mportanca de lacontemplacón de la sguente manera:

Si el hombre hubiese contemplado adecuadamente

la Majestad de Allah, no habría sido capaz de rebelarse

contra Él ni de cometer maldades. (Ibn Kathr, I, 448 - Al-

Imran, 190)

Como hemos explcado anterormente, la con-

templacón que lleva a comprender la Majestad de

Allah, glorcado sea, es un acto de la razón, pero es

el corazón el que pereccona esta actvdad y le da

su orma nal. Dado que el corazón es la parte más

noble del cuerpo, es más que natural que los actos que

surjan de él tengan más valor que aquellos realzados

por otras partes de ese cuerpo. El corazón, después de

todo, es el lugar a donde se drge la Mrada Dvna.

El prmer rayo que lumna el corazón es aquel

que provene de la contemplacón llevada a cabo porla razón bajo la poderosa nluenca de la Revelacón.

Es el prmer y únco medo en el camno que nos con-

duce a la prudenca y a la sabduría. Contemplar estas

característcas es un medo de purcar el corazón de

todo lo que no sea el odopoderoso (masiwa-Allah) y alcanzar, de esta manera, el Amor Dvno.

La contemplacón más benecosa es la que se

centra en la Majestad Dvna, Su Esplendor y Su

Soberanía, ya que almenta en nuestro nteror el deseo



N27


de poner en orden nuestros asuntos y de abandonar loque es dañno para nuestra elcdad eterna.

Contemplar las bendcones, los mandatos, lasprohbcones, los nombres y los atrbutos de Allah,glorcado sea, avva el amor y la sabduría del cora-zón, y nos eleva esprtualmente. Medtar sobre el MásAllá, su magncenca y su eterndad, nos hace vernsgncantes las pruebas de esta vda, al tempo queaumenta nuestro deseo por él y nos hace darle a estemundo el valor que realmente tene –el de una carreradesde la cuna hasta la tumba. El hecho de comprender

que la vda es una precosa oportundad para alcanzarla bendcón de la eterndad, nos permte aumentar su valor y le da un mayor sentdo. Empezamos a tratar eltempo del que dsponemos como un tesoro, hacendotodo lo posble por aprovecharlo al máxmo a travésde las buenas obras. Lo expresa de manera muy bella

Abu’l-Hasan Harakan:Es imprescindible que en cada momento que pasa

al menos un miembro del creyente esté ocupado con el recuerdo del Todopoderoso. Un Musulmán debe recor-dar a Allah o bien con el corazón o bien con la boca, oviendo algo que al Todopoderoso Le gustaría que viese,

o haciendo buenas obras con una mano generosa, ovisitando a la gente utilizando sus piernas, o poniendosu mente al servicio de los demás Musulmanes, u ore-ciendo el salah con toda la irmeza de la e, o contemplando para aumentar su sabiduría, o siendo sincero,



N28


o advirtiendo a la gente de las penalidades del Día del Juicio. La persona que lo hace entrará, con toda seguri-dad, en el Paraíso tan pronto como levante la cabeza desu tumba, arrastrando tras sí su mortaja –os lo puedo garantizar.15

15 Abu’l-Hasan Harakânî, Seyr ü Sülûk Risâlesi, preparado por Sadık

Yalsızuçanlar, p. 107, Suf Ktap, Estambul, 2006.



¡Cómo se queda el hombre impresionado al ver

un lujoso palacio! Esa imagen queda grabada

en su mente, mientras lo describe a los demás,

por el resto de su vida. Sin embargo, y a pesar

de estar constantemente viendo la maestría y

el arte que impregnan el Universo entero, nologra refexionar sobre ellos en proundidad y

apenas se sorprende ligeramente por alguna de

sus maravillas. Raramente dedica un poco de

su tiempo a pensar en ello, y sigue su vida como

si uera algo absolutamente normal. No se le

ocurre que el palacio que tanto admira no esmás que una pequeña mota sobre la supercie

de la tierra que, a su vez, es simplemente una

insignicante mancha en el Gran Universo.

LA CONTEMPLACIÓN

DEL UNIVERSO



N31

LA CONTEMPLACIÓNDEL UNIVERSO

Desde la partícula más pequeña hasta el planeta

más grande, todo en el Unverso es una Obra de Arte

que contene ncontables manestacones de sabdu-ría para que el ntelecto humano pueda aprecar laMajestad Dvna. Para una mente pensante el Unversodesplega una evocadora manestacón del orden crea-

tvo y de la armonía, tal como lo arman numerosasayaat del Noble Qur’an. Ctemos algunas de ellas:

“¿Es que no ven sobre ellos el celo, cómo lohemos edcado y embellecdo, sn que haya en él nn-

guna greta? ¿Y la terra, cómo la hemos extenddo y cómo hemos puesto en ella cordlleras y hemos hecho

crecer toda clase de esplénddas especes? Que son una

evdenca y un recuerdo para todo servo que sólo semre en su Señor.” (Qa, 50:6-8)

“¿Es que no has vsto que Allah hace que cagaagua del celo y que se ltre en los manantales dela terra y que gracas a ella salgan cereales de color



N32


varado que luego se marchtan y los ves amarllentos,convrténdolos después en desecho? Es certo que eneso hay un recuerdo para los dotados de lo esencal.”(az-Zumar, 39:21)

El agua que permanece sobre la superce de la

terra la utlza el hombre –la consume, se lmpa conella, tene para él muchos otros usos. Con el tempo sequedaría contamnada, pero a través de un magnícoproceso de crculacón, el odopoderoso constante-mente purca este agua y se la orece al hombre paraque la use de nuevo. Mawlana Rum nos exhorta a la

contemplacón de este proceso, dcendo:Cuando se queda sucia, embarrada y turbia, el

agua se queda asombrada, como nosotros, por haberseensuciado en la tierra. Eleva su voz desde lo más proundo e implora al Todopoderoso. Entonces Él la vapo-riza y eleva hacia el cielo, la lleva por varios caminos

en los que se puriica completamente. Después, la viertede nuevo sobre la Tierra, a veces en orma de lluvia, aveces como nieve, y a veces como granizo. Finalmente, ladirige hacia el vasto océano.

Después de haber hablado de orma rresstble de

estos enómenos naturales que podemos aprecar encada estacón, Rum añade:

Acércate al Todopoderoso y puriica tu corazón detoda la suciedad, igual que hace el agua. Transórmateen lluvia. Derrama abundancia y misericordia.



N33

LA CONEMPLACIÓN DEL UNIVERSO ___________________

El armonoso vaje del Unverso desde el momen-to de su creacón, su orden sublme tejdo desde laprounddad de la sabduría y el mstero son, encualquer caso, elementos más que sucentes parareconocer que todo lo que contemplamos es la obra deuna Fuerza Únca y Eterna.

Contemplando los celos

La prueba del Poder y de la Majestad delodopoderoso se encuentra en la Dvna Soberaníamanesta en la terra, en los celos y en los astros.

Cuando dejamos de contemplar estas maravllas, seempobrece nuestro entendmento y la sabduría quenos es propa. Comparada con los celos, la erra escomo una gota en un océano, ncluso más pequeña.Práctcamente en todas las surah del Noble Qur’an senos llama la atencón sobre la grandeza de los celos, e

ncluso Allah jura por ellos:

“¡Por el celo de constelacones!” (al-Buruy, 85:1)

“Y juro por el ocaso de los astros, lo cual, s supe-ras, es un gran juramento…” (al-Waqah, 56:75-76)16

La nmensdad del Unverso, su ndependenca y a la vez la nter-relacón de los movmentos de lo quecontene, se releja en los exorbtantes números que

16 Ver tambén ad-Dhâryât, 7; an-Najm, l; at-akwîr, 15; at-arıq, 1;

as-Shams, 1-2, 5.



N34


sobrepasan cualquer magnacón y la comprensónmás penetrante. Incluso los centícos se han vstooblgados a admtr que:

El Universo es más aterrador, más sobrecogedor, y más imponente de lo que nos podamos siquiera imagi-nar, ya que los cuerpos celestes se alejan unos de otros auna velocidad vertiginosa.17

Según sus estmacones, el rado del Unverso es de14 trllones de años de luz. Como es sabdo, la luz vaja,aproxmadamente, a 300.000 km./s (186.411 mllas/s).

Las GalaxasLos telescopos más sostcados han descuberto

alrededor de cen bllones de galaxas. Una galaxaes una ggantesca comundad espacal que conte-ne ncontables cuerpos celestales, cada una de ellasalberga bllones de estrellas, junto con sus materalesy resduos.18 La Vía Láctea, a la que pertenece nuestrosstema solar, es smplemente una de ellas.

Centos o mles de galaxas pueden ormar gruposque llamamos cluster , y a los grupos ormados por varos cluster los llamamos super cluster .19

17 Yûsu al-Hajj, Mawsûatu’l-I’caz’l-Ilm, p. 413.

18 http://www.bltek.tubtak.gov.tr, Evren/Evrenn Yapıtaşları Göka-

dalar, (aberto el día 06.12.2005).

19 http://www.bltek.tubtak.gov.tr, Evren/Gökblm Sözlüğü, (aber-

to el día 06.12.2005).



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Nuestra galaxa, la Vía Láctea, y cerca de 30galaxas a su alrededor, orman un cluster local degalaxas. El cluster Vrgo, bastante cercano ya quese encuentra a la dstanca de aproxmadamente 65mllones de años luz, contene, según se estma, 2000galaxas. Un solo super cluster , podemos añadr, tene

una crcunerenca de unos 100 mllones de años deluz.20

Otra manestacón del Dvno Esplendor en elespaco es el acercamento de las galaxas, cosa queocurre con bastante recuenca. Sus orbtas se pueden

cruzar, o ben puede aumentar su masa en el momentodel acercamento, y entonces la gravedad las atrae entresí. Sn mportar su tamaño, y debdo a las enormes ds-tancas que las separan, se cruzan durante este acerca-mento sn entrar en colsón. Sn embargo, el mpactodel acercamento orgna gases y polvo que colsonan

en certos puntos, dando lugar a la ormacón de lasestrellas. Según las últmas estmacones, un acerca-mento de este tpo es nevtable entre la Vía Láctea y su vecna Andrómeda.21 Las dos galaxas se están acer-cando a la velocdad de cas 500.000 km./h. (310.685mllas/h.). enendo en cuenta que están a la dstanca

20 http://www.bltek.tubtak.gov.tr,Evren/Evrenn, Yapıtaşları/Göka-

dalar / Gökada Kümeler, (aberto el día 06.12.2005).

21 http://www.bltek.tubtak.gov.tr, Evren/Evrenn Yapıtaşları/Göka-

dalar / Çarpışan Gökadalar, (aberto el día 15.12.2005); http://

www.bltek.tubtak.gov.tr/haberler/gokblm/99-08-4.pd.



N36


de 2.2 mllones de años de luz, el encuentro se produc-rá dentro de más o menos 3 bllones de años.22

En la Vía Láctea hay aproxmadamente 200 bllo-nes de estrellas, una de las cuales es el Sol. La VíaLáctea tene una crcunerenca de 100.000 años luz.Su velocdad de orbta es de 630 km. por segundo (391mllas/seg.); se drge haca Vega a una velocdad de900.000 km./h. (559234 mllas/h.). El cluster Hérculescontene 100 pequeñas galaxas y está a 650 mllonesde años luz de la erra.

El sstema solarStuado en el centro de la Vía Láctea, nuestro

sstema solar tene una crcunerenca de 12 bllonesde klómetros (7.566.454.306 mllas). Se cree que elSol, que se encuentra a una dstanca de 30.000 añosluz desde el centro de la Vía Láctea, tene una edad de

4.5 – 5 bllones de años.

Cada segundo, el Sol transorma 564 mllones detoneladas de hdrógeno en 560 mllones de toneladasde helo. Durante este proceso, rrada 4 mllones detoneladas de gas en orma de energía. En cuanto a la

masa, el Sol perde 4 mllones de toneladas de masapor segundo y 240 mllones de toneladas por mnuto.enendo en cuenta que lo hace constantemente y a

22 http://www.newsandevents.utoronto.ca/bn/000414b.asp; http://

www.bltek.tubtak.gov.tr/haberler/gokblm/2000-05-3.pd.



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esa velocdad desde hace 3 mllones de años, habráperddo en total una cantdad de masa equvalente a

400 bllones de mllones. Aún así, esta cantdad equ-

vale a solamente 1/5000 de su masa actual.

La temperatura de la superce solar es de 6000ºC

(10.832ºF). La temperatura de su núcleo llega a los 20mllones de grados C. La temperatura y la crcune-

renca del Sol aumentan constantemente. Exste, por lo

tanto, la posbldad de que por esa razón el Sol llegará

un día a explotar y destrur a los planetas más cercanos,

es decr Mercuro, Venus, la erra y Marte.

Exactamente 324.529 veces más grande que la

erra, el Sol tene la masa de 2 x 10 toneladas a la vgés-

ma séptma potenca, es decr un bllón por un bllón de

veces por un bllón de veces, multplcado por dos, y un

ggantesco rado de 700.000 km. (434.969 m.).23

El Noble Qur’an nos dce:

“Bendto sea Aquel que puso en el celo conste-

lacones y puso una lámpara y una luna lumnosa.”

(al-Furqan, 25:61)

23 Ver, http://www.physcs.metu.edu.tr/~ecevt/blnen_evren_ger-

cekler.ppt, (aberto el día 21. 06. 2007); http://gokyuzu.org(aberto el día 21.06.2007); http://www.ozaltn.8k.com/NN/2.

htm. (aberto el día 16.10.2004); Yûsu al-Hayy, Mawsûatu’l-

I’cazi’l-Ilmi, p. 413 – 417; Akram Ahmed İdrîs, al-Falak wa’t-Tıbb

Amama Azameti’l-Qur’ân, 19 – 112; Pro. Dr. Osman Çakmak, Bir

Çekirdekti Kâinat, p. 66.



N38


El frmamento en constante expansón

Allah, alabado sea, arma que Él expande cons-

tantemente los celos con Su nmenso poder:

“Y el celo lo hemos edcado con soldez, y es

certo que lo estamos expandendo.” (ad-Dharyat, 51:47)

En 1929 los centícos descubreron que las nebu-

losas24 se alejaban constantemente de nuestra galaxa.

Este descubrmento srvó más tarde como base de la

teoría de que el unverso está en constante expansón.25

Según esta teoría, sn duda una de las más sgnca-

tvas en la hstora de la astronomía, las galaxas seestán alejando unas de otras en proporcón drecta a la

dstanca acumulada.26

En 1950, los centícos calcularon la velocdad

a la que esto ocurría. Una galaxa que se encuentra a

10 mllones de años de luz de la nuestra se aleja a 250km./seg., y la que está a 10 bllones de años de luz a

250.000 km./seg.27

24 Las nebulosas son unas manchas ggantescas, derentes a las es-

trellas, que se encuentran en el espaco. Su nombre vene de su

parecdo con las nubes blanquecnas.

25 Celâl Kırca, Kur’ân-ı Kerîm’de Fen Blmler, p. 165; an-Nayyâr,

as-Samâ, p. 82-93; Faruk Yılmaz, Kânâtın Yaratılışı, p. 64 – 67,

255 – 258.

26 Şakr Kocabaş, Kur’ân’da Yaratılış , Estambul 2004, p. 19.

27 Pro. Dr. Osman Çakmak, Br Çekrdekt Kânat , p. 28.



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Los alucnantes hechos de los que estamos hablan-do aquí nos muestran la mposbldad de comprender

en su exacta medda el esplendor del odopoderoso.

A contnuacón ctamos las palabras que expresan el

asombro ante las ncontables manestacones de la

Dvna Majestad:

Grande eres Señor, grande, grande.La grandeza

misma es Tu apariencia. (Al Hadar Bey)

Allah, el que expande constantemente este

Unverso lmtado, alabado sea, nalmente lo enrolla-

rá, gual que un escrba enrolla un plego de papel.28 Y

cuando llegue ese momento, trasormará la erra en

una erra derente, y los celos en otros celos de-

rentes.29 Esto supondrá la creacón de otro Unverso y

el prncpo de una nueva vda.30

Los sete celosEn el Noble Qur’an el odopoderoso mencona

tambén a los sete celos, o nveles del rmamen-

to. Dado que las cras colosales y los asombrosos

enómenos que acabamos de comentar se reeren al

prmero de ellos, ¿podemos esperar que la razón y la28 Al-Anbya, 21:104

29 Ibrahm, 14:48.

30 Ver an-Nayyâr, as-Samâ, p. 82, 105-106, 187-194; http://www.

bltek.tubtak.gov.tr, Evren / Evrenn Kader / Kapalı Evren.



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capacdad cognosctva del ser humano logren desve-lar los msteros de los otros ses?

Allah, glorcado sea, arma:

“El que creó sete celos, uno sobre otro. No verásen la creacón del Msercordoso nnguna mperec-

cón. Vuelve la vsta: ¿Ves algún allo? Vuelve a mraruna y otra vez, la vsta regresará a t derrotada y exhaus-ta. Hemos adornado el celo de este mundo con luceros,dspuestos para lapdar a los demonos. Y a ellos leshemos preparado el castgo del Sar.” (al-Mulk, 67:3-5)

Ahora, levanta la cabeza y vuelve tu mrada hacalos celos. Relexona sobre los ncontables objetos quehay en el espaco que no se desvían n un mlímetro desu ruta, y que son parte de este ncreíble orden, cada unocargado del mstero y sabduría de su movmento.

S la erra no rotase sobre su eje, un lado suyo

estaría sempre lumnado, mentras que el otro seencontraría en perpetua oscurdad. En tal caso nohabría derenca entre las horas de trabajo y las dedescanso.

ambén en el hecho de que la rotacón de laerra sobre su eje dure 24 horas contene una sab-

duría nherente. S uera de más duracón, la errase parecería a Mercuro, donde la derenca entre latemperatura durna y la nocturna excede los 1.000ºC(1.832ºF). Este calor excesvo abrasaría la superce dela erra, y la noche la helaría.



N41


enendo todo esto en mente, jémonos en cómoel odopoderoso ha unddo el día con la noche, ded-

cando aquel al trabajo y ésta al descanso. Pensa en las

manestacones del Poder Dvno y Su Msercorda, y

cómo se unen nnterrumpdamente uno al otro.

S la erra no rotase alrededor del Sol con unanclnacón de 23 grados y 27 mnutos, no habría

cuatro estacones tan vtales para la vda. Más aún, sn

esta nclnacón el agua que se evapora de los océanos

se drgría haca el norte y el sur, transormando los

contnentes en cebergs. S la Luna estuvera 50.000

mllas más alejada de su stuacón actual, las mareasserían tan grandes que los contnentes se nundarían

dos veces al día. Incluso las más altas montañas en

muy poco tempo quedarían anquladas por las nun-

dacones.31

Por lo tanto, no lmtes tu asombro a la nmen-sdad del celo y al número de estrellas que contene.

Da un paso más y relexona sobre su Creador y cómo

ha ormado y mantendo este ggantesco enjambre

exstencal en perecto orden sn nnguna columna n

sustento vsble.

Pensa en el Sol y la Luna –¿se han derrumbado

alguna vez? ¿Alguna vez se han deterorado? ¿Ha hab-

do alguna vez un cuerpo celeste que se haya saldo de

31 Ver İlm-Ahlâk-Îman, preparado por M. Rahm Balaban, Dyanet.



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su orbta o que haya abandonado el recorrdo y el com-portamento trazado para él por el odopoderoso?

Abandonar la contemplacón

lleva al fracaso exstencal

¡Cómo se queda el hombre mpresonado al verun lujoso palaco! Su magen permanece gravada ensu mente, mentras se lo descrbe a los demás, por elresto de su vda. Sn embargo, y a pesar de estar cons-tantemente vendo la maestría y el arte que mpregnanel Unverso entero, no logra relexonar sobre ellos en

prounddad y apenas se sorprende lgeramente poralguna de sus maravllas. Raramente dedca un pocode su tempo a pensar en ello, y sgue su vda comos uera algo absolutamente normal. No se le ocurreque el palaco que tanto admra no es más que unapequeña mota sobre la superce de la terra que ésta,

a su vez, es smplemente una nsgncante mancha enel Gran Unverso.

Alguen ajeno a la contemplacón del PoderDvno se parece a la hormga de la parábola que cta-mos a contnuacón:

Una hormga construía su ndo en el palaco real,rodeado de murallas, edcado sobre sóldos unda-mentos, rcamente decorado, rebosante de srventes.Cuando la hormga se encontraba con otras hormgas,no dejaba de hablarles de su ndo, las mgas que reco-



N43


gía y las provsones que almacenaba para el mañana.Vvía totalmente ajena al palaco en el que habíaconstrudo su morada; era nconscente del poder, delesplendor y de la grandeza del rey. Su gnoranca eraaún mayor ya que la hormga n squera era conscen-te de los que allí vvían

Un hombre gnorante actúa con la msma negl-genca al gnorar la dvna maestría del odopoderoso,y de los ángeles y de los hombres rectamente guadosque vven en Sus domnos. No hay manera de con-segur que la hormga relexone sobre el palaco

y las bellezas que contene. Pero nosotros, los sereshumanos, podemos vajar a través de numerosos re-nos por medo de la contemplacón y la magnacón.Como modesto agradecmento al odopoderoso porSus numerosas bendcones, el hombre puede llegar areconocer su pequeñez y vulnerabldad, y postrarse.

Lo puede hacer solamente un ser humano, o dchosea de otra manera, solamente los que logran hacerlopueden consderarse como tales. Es un hecho nnega-ble que el ser humano tene una predsposcón y unacapacdad natural haca la contemplacón. Malgastareste potencal por desuso, es traconar la conanza

Dvna y desprenderse de uno de los atrbutos máshumanos.

Así habla el gran Mawlana Rum de los que danla espalda a ese grande mstero de la eterndad y ala sabduría que es la erra y deambulan despreo-



N44


cupados ante los radantes mensajes Dvnos que seencuentran en la Creacón:

Un buey llegó un día a Bagdad y se paseó por toda la

ciudad, pero entre las vistas maravillosas y obras de arte

que encontró en su camino lo único que le llamó la aten-

ción ue un melón y las peladuras de sandía que vio al ladodel camino por el que deambulaba. Después de todo, lo que

más agrada a la vista de un buey o de un asno es la paja

abandonada en medio del camino, o las hierbas que crecen

en sus laderas. (Mathnawi, v. 4, estroas 2377-2329)

Se dce que un hombre en los tempos de Musa, la

paz sobre él, había adorado tan ntensamente durante

trenta años que una nube llegó a protegerle a la hora

de sus devocones. Pero llegó un día en el que la nube

no aparecó y el hombre tuvo que adorar en plena luz

del Sol. Fue a hablar con su madre para ver s podía

averguar la causa de tal estado de cosas. Este es eldálogo que mantuveron:

-Habrás cometido alguna alta.

El hjo le contestó:

No. No lo creo.

¿Has observado los cielos, las lores? ¿Acaso has

dejado de contemplar el Esplendor de Allah a pesar de

tenerlo delante?

El hombre conesó:



N45


Sí, es verdad. Dejé de contemplarlo a pesar de tener todas estas maravillas a la vista.

¿Crees que existe una alta mayor que ésa? Debes

arrepentirte inmediatamente.

Un creyente jamás puede allar en su oblgacón

de contemplar las maravllas que tene a su alrededor.Cuanto más aprendamos de la grandeza de la Obra de

Arte del odopoderoso y más la contemplemos, más

cerca estaremos de Su Glora y Majestad, y más cerca

tambén de la Verdad.

Al, qué Allah esté satsecho con él, djo en unaocasón:

Aumentar el conocimiento del Qur’an junto con el

conocimiento de los cielos, aumenta nuestra e y nuestra

certeza.

Después ctó el sguente texto del Qur’an:“Verdaderamente en la sucesón de la noche y el

día y en lo que Allah ha creado en el celo y en la terra

hay sgnos para gente que temen (a Allah).” (Yunus, 10:6)

Cada cratura creada por Allah tene un objetvo

especíco dentro del Orden Dvno. Hasta ahora, elhombre ha poddo averguar solamente algunos de

estos objetvos. Los ejemplos de la sabduría todavía

sn descubrr y comprender son más numerosos que

los que han sdo estudados.



N46


Sabemos lo que es sondo porque tenemos órga-nos que lo percben, que son nuestros oídos. Sabemos

lo que es el color gracas a los ojos de los que dspo-

nemos. Puede ser que no podamos conocer todas las

ncontables manestacones Dvnas en este nnto

reno exstencal debdo a que carecemos de los órga-

nos adecuados de percepcón.32

¿Cómo puede el hombre comprender a Allah,

glorcado sea, cuando, restrngdo por el lmtado

poder de la razón, no es capaz de abarcar a todas las

craturas y sus característcas especícas? Los sabos

Musulmanes, que han logrado percbr un pequeño

destello del Esplendor de Allah y de la manestacón

de Sus Atrbutos, han tendo que reconocer con asom-

bro y humldad:

Comprenderle signiica comprender que no puede

ser comprendido.

32 El Unverso, según los sabos Musulmanes, consste en substan-

cas y accdentes. Las substancas son entdades materales. Los

accdentes, por otro lado, son las cualdades perceptbles de una

entdad materal. El color y el olor, por ejemplo, son accdentes

perceptbles solamente a través de la exstenca de lo materal. al

como lo menconamos, el color no podría ser percbdo sn la vs-ta, n el olor sn el olato. Dado que en el Más Allá empezaremos

la vda de carácter únco, el asumr que entonces percbremos los

accdentes de naturaleza totalmente derente es tan concebble

como asumr que hay muchos accdentes en la vda de la erra

uera de nuestra percepcón.



N47


Es así porque los seres creados no relejan nmanestan la Realdad Esencal de Allah. oda la

Creacón de Allah, glorcado sea, se caracterza por

la combnacón de los Atrbutos Dvnos. El hecho de

que no exsta un solo espaco que pueda soportar la

Manestacón Esencal de Allah, alabado sea, se des-

prende de la respuesta Dvna que recbó Musa, paz

sobre él, cuando le pdó al odopoderoso que le per-

mtera verle: ( ) – “nunca Me verás”.33 No pudo

ser y quedó ulmnado, perdendo el conocmento, ya

que el hombre está lmtado por su nsucenca en su

comprensón de la realdad de los Atrbutos de Allah,y mucho más de Su Realdad Esencal. Lo comenta de

la sguente manera Necp Fâzıl:

Los átomos estivos, adornados,Rodeados de luz por

todos los lados,Una arquitectura entrelazada sobre sí

misma,Te identiico, Señor, el Famoso No-Identiicado.

La atmósfera

El are que rodea a la erra contene numerosos

secretos. En él subyace una prounda sabduría. Las

nubes que aparecen de repente en el celo, la brsa que

lo atravesa, a veces suave, a veces más uerte, los ru-

dosos relámpagos, el sondo de la lluva, la neve que

cae slencosamente –cada uno de ellos es una abu-

33 Al-Ara, 7: 143.



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losa manestacón que tene lugar según una meddaespecíca.

El Noble Qur’an nos exhorta a que contemplemoslas manestacones que tenen lugar entre la erra y los celos como las pruebas que conrman el Poder

de Allah:“Certamente en la creacón de los celos y de la

terra, en la sucesón de la noche y el día, en la naveque navega en el mar y de la que los hombres se bene-cen, en el agua que Allah hace descender del celocon la que vvca la terra después de haber estado

muerta, en cómo se han dsemnado por ella toda clasece craturas y en el cambo de dreccón de los ventosy de las nubes sometdas entre el celo y la terra, hay sgnos para una gente que entenda.” (al-Baqarah, 2:164)

La atmósera que abraza amorosamente a la

erra es una de las maravllas del odopoderoso,uente de ncontables benecos par la humandad.El 77 % es ntrógeno, el 21 % es oxígeno y el 1 % unacombnacón de dóxdo de carbono, argón y de otrosgases. El oxígeno es muy nlamable. Se calcula que elaumento de una centésma por encma de ese 21 %

real aumentaría la probabldad de que se produjera unncendo causado por un relámpago en un 70 %. Porotro lado, s su cantdad excedese el 25 %, sería másque sucente para que la mayoría de las verduras queconsummos quedasen abrasadas.



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En otro orden de cosas –a pesar del uso constantedel oxígeno y del dóxdo de carbono, su proporcónen el are es sempre la msma. Los hombres y losanmales que vven sobre la erra habrían acabadoen muy poco tempo con el oxígeno, transormándoloen dóxdo de carbono. Sn embargo, por Su Poder y

Grandeza, Allah tambén ha creado la vegetacón, dán-dole la capacdad de procesar el dóxdo de carbono y de transormarlo en oxígeno, le ha dado al Unversoun magníco equlbro y una vda que no cesa.

La corteza de la erra ha sdo creada en base a

una medda tan exacta que s uera un poco más grue-sa habría absorbdo todo el dóxdo de carbono y eloxígeno, acabando con la vegetacón.34

El oxígeno tene una mportanca vtal para lasuncones boquímcas que realza nuestro cuerpo entodo momento. Constantemente nhalamos el are

por medo de los pulmones para luego exhalar esemsmo are. El hecho de que haga alta una adecuadacantdad de oxígeno en la atmósera para que se man-tenga correctamente el cclo de nhalacón-exhalacón,muestra que no se puede hablar de concdenca. Allah,alabado sea, al hacer que nuestros cuerpos dependandel oxígeno, nos ha provsto, a la vez, de abundantesreservas de este elemento de prmera necesdad. Y nosolamente eso, tambén ha hecho que exsta en el are

34 Ver İlm-Ahlâk-Îman, preparado por M. Rahm Balaban, p. 187.



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en la proporcón dónea. Cada respro nuestro es, porlo tanto, un complejo y sgncatvo ejercco, al tem-po que un excepconal don Dvno.

Cuando vajamos en los modernos avones de hoy, justo antes de despegar se nos adverte de que en caso

de una caída de presón en la cabna nos pongamos lasmascarllas de oxígeno que se desplegarán automát-camente. Y sn embargo, en la vda cotdana, nuncanos paramos a pensar que haría alta r correndo aconsegur unas mascarllas en caso de que la cantdaddel oxígeno en el are aumentase hasta, por ejemplo,

un 25% o cayese hasta el 18%. Creyente o no, todoel mundo depende plenamente del Orden Dvno. La vda sería nsoportable s tuvéramos que pensar entodos los posbles actores de pelgro.

El are es como un espejo que lumna nuestroentorno. La luz no puede vajar sn entrar en contac-to con la matera. La que choca con una partícula sedesparrama, como un uego artcal, en orma de luzy calor. Dado que en el espaco, uera de la atmósera,no exsten partículas tales como las moléculas o losátomos, no exste allí luz a pesar de que llega constan-

temente la del Sol.La Luna, por ejemplo, que carece de atmósera,

no tene una capa de gas que pueda dspersar la luzsolar que llega hasta ella, lumnando el entorno. Poresa razón, mentras la superce de la Luna está lum-



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nada, la parte superor permanece sempre oscura, y eso a pesar de recbr una luz abundante.

Estas maravllosas manestacones consttuyenpruebas claras de que la erra ha sdo creada con unclaro propósto –preparar la llegada de la vda, sendo

este delcado equlbro una excepconal bendcónque el odopoderoso ha otorgado a Sus servos a la vezque prueba Su exstenca y Poder sn límte. El hechode que cada elemento del Unverso se mueva según elpremedtado Programa Dvno, y de que todo a nues-tro alrededor maneste este Programa, su medda

y orden, ndca que debe exstr necesaramente unPoder plancador que ordene, mda y planque esteasombroso equlbro. Por ello, las armacones de losateos de que la vda y el Unverso son el producto de lacasualdad, consttuyen un rdículo snsentdo.

İsmal Fennî Ertuğrul (1855-1946) lo comenta de

la sguente manera:

Al apreciar la razón, en cualquier circunstancia,medida y orden, debe inerir necesariamente la existen-cia de un poder que los ejecuta y ordena.

Imagínate que tenes un jardín en el que tu jardne-

ro ha plantado varas especes vegetales. Un día, ves quealgunos brotes han sdo arrancados desordenadamente,aquí y allá. Le preguntas al jardnero y éste te normaque la causa de tal suceso ue una tormenta. Aceptas suexplcacón. Un tempo después vuelves a nspecconar



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tu jardín y ves los brotes; esta vez, han sdo arrancadossegún un patrón precso. Ves, por ejemplo, que cadacnco brotes en cada hlera yace uno en el suelo, men-tras que los otros cuatro permanecen ntactos. Estepatrón lo puedes aprecar en todo el jardín. De nuevo lepreguntas al jardnero, y él de nuevo te norma que ha

sdo una tormenta. ¿Le creerás? Por supuesto que no.Más ben pensarás en la accón malcosa de alguen.Aunque el prmer caso se podría explcar por la casua-ldad, el segundo no, ya que han obrado en él el cálculoy la medda.35

Nade en sus trece puede dsputar el hecho de que elUnverso mantene su exstenca debdo a un metculo-so cálculo y al más sostcado equlbro. Menconemosalgunos de los elementos de este equlbro.

La presón atmosférca

Los gases de los que se compone la atmósera ejer-cen una presón de aproxmadamente 1 kg. por cada cmcuadrado (14,22 lbras por una pulgada cuadrada). Esdecr, el cuerpo humano está en todo momento bajo lapresón de 15 toneladas de peso. Allah, glorcado sea,

tambén en este caso plancó un exqusto equlbro.Sn mportar la presón exteror, nuestros cuerpos tansólo soportan la presón aplcable a ellos. La derenca

35 Îman Hakîkatler Etraında Suallere Cevaplar, p. 21-22, Edtoral

Sebl, Estambul, 1978.



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drástca en la presón atmosérca se manesta, porejemplo, en el sangrar de la narz, cuando la personaha ascenddo a consderables alturas. Por su parte, losastronautas que se encuentran uera de la atmóserasolamente pueden unconar llevando unormes conla presón ncorporada.

La armonía entre el frío y el calor

La capacdad de retencón del calor de las molé-culas de dóxdo de carbono y las de vapor dspersasen el are, ayuda a mantener una perecta armonía. Al

absorber parte de los rayos de la luz solar durante eldía, estas moléculas evtan un exceso de calor. Cuandollega la noche y la luz del Sol desaparece, estas molécu-las sguen retenendo el calor como s ueran nverna-deros. La Luna, que carece de este tpo de proteccón,queda abrasada por el excesvo calor durante el día, y

helada durante la noche.

Los ventos

En cuanto al propósto relaconado con el calor,presón, nvel de humedad y otros enómenos, pode-mos dvdr a la atmósera en derentes estratos. La

troposera, el prmero de ellos, hace posble la lluva,la neve y el vento. Este estrato tene una altura de cas16 km. (10 mllas), desde la superce de la terra, y sutemperatura gradualmente baja hasta -56ºC (-74ºF).Este estrato alberga un cclo natural nalble.



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Dado que el eje de la erra tene una lgeranclnacón, no es solamente la regón ecuatoral laque recbe los rayos del Sol en trayectora drecta. Estehecho aclta la dstrbucón del calor haca la regóntropcal. Dadas las temperaturas de estas regones, queson más altas, se acumula allí el calor, lo cual hace

posble el mantenmento de la uerza y energía nece-saras para la generacón de los ventos.

Mllones de toneladas de agua evaporadas de losmares y océanos se elevan tranqulamente en el are.Desde allí, los ventos las llevan haca las terras quenecestan el agua. Como consecuenca de este procesocíclco ejecutado a la pereccón, todas las terras, nosolamente las húmedas, recben su parte de lluva.

El perecto movmento de la atmósera acltael traslado del calor. Con la ayuda de los sstemas depresón baja y alta desde el norte haca el sur y de las

correntes, el are río del norte se traslada al sur, men-tras que el del sur se eleva haca el norte.

El hecho de que el Sol sumnstre a la erra de-rentes ntensdades de calor ayuda a las masas atmos-ércas a calentarse a derentes nveles. El are calente,sguendo el mandato Dvno, se eleva nmedatamen-

te. De esta manera se orman uentes actvas de are,conocdas como centros de baja presón en clmascalurosos, y de alta en clmas ríos. En consecuenca,las pequeñas partículas de are se ponen en movmen-to en orma de vento, y por medo de ellas se esparcen



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a sus lugares de destno la humedad, el calor, la presóny la energía que se encuentran en el are, a la vez que elpolen necesaro para la reproduccón de las plantas.

El Noble Qur’an arma:

“Y envamos los ventos ecundadores, hacemos

que caga agua del celo y con ella os damos de beberpero vosotros no tenés sus depóstos.” (al-Hyr, 15:22)

Los ventos, gual que los otros elementos de laCreacón, están sometdos plenamente al domno delodopoderoso. Es una bendcón de nuestro Señor,pero tambén puede llegar a ser una manestacón desu ra destructva cuando así lo decrete.

Una lustracón de este hecho la encontramos enla descrpcón de cómo ueron destrudos los Ad:

“Y envamos contra ellos un vento helado en undía neasto y sn n. Se llevaba a los hombres comopalmeras arrancadas de cuajo.” (al-Qamar, 54:19-20)

Otros benefcos del are

Aparte de transportar en sus benecosas espal-das mllones de toneladas de agua, el are tambén lleva

avones cargados de centos de pasajeros. Dstrbuye laluz y el calor. rae, haca nuestros oídos, los sondosy recuencas de centos de ondas, de las cuales losteléonos móvles pueden ser, quzás, el ejemplo másnotable.



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ambén nos trae todo tpo de olores y ragan-cas, sn mezclarlas. S no uera por la atmósera, nopodríamos comuncarnos con alguen que tuvéramosen rente n tampoco producr luz para ver lo quetenemos a nuestro alrededor en el momento de apretarel nterruptor. Al crcular por nuestros pulmones, el

are realza una tarea vtal para nosotros. Solamente loque acabamos de comentar sería sucente para quelos creyentes puderan vslumbrar la nnta Glora,Poder y Msercorda de Allah, glorcado sea.

Un fltro Dvno

El estrato por encma de la troposera, que alcan-za una altura de 50 km. (31 mllas) desde la supercede la terra, se llama estratosera. La estratosera pro-tege a la erra del exceso de energía. Encontramosallí la capa de ozono que uncona como el ltro de los

aspectos dañnos de los rayos solares.Los rayos ultravoleta emtdos por el Sol retrasan

el crecmento de las plantas, son la causa del cáncer depel en los seres humanos, dañan los ojos y avorecenla transmsón de enermedades contagosas. Lo quehace la estratosera es, en el proceso de una mpe-

cable reaccón químca, captar los rayos ultravoletaque llegan desde el Sol, relejarlos e nmedatamentetransormarlos en oxígeno. De hecho, el ozono es tanpelgroso que solamente el 1/200 de un gramo seríasucente para matar a una persona. Es un magníco



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ejemplo de la msercorda del odopoderoso, Quenhzo del estrato de ese veneno un ltro que unconacomo un elemento que mantene el equlbro clmát-co, aparte de prevenr el eecto de los rayos ultravoletaque sería mortal para los seres humanos.

Un techo protector

El estrato que se extende hasta los 80 km. (49,7mllas) desde la superce de la erra es conocdocomo la capa meda de la atmósera y se llama mesos-era. Su uncón es la de proteger la erra de los

mpactos de los meteortos.Una vez pasados los obstáculos de Júpter, Saturno

y la Luna, los meteoros son captados por la uerza gra- vtatora de la erra, entrando en la atmósera a una velocdad nmagnable. Lo que comúnmente llama-mos ‘estrella ugaz’ es de hecho un meteorto que ha

entrado en contacto con la atmósera y se ha convert-do en polvo en la mesosera. S esa capa protectora noenvolvese la erra, o s uese una raccón más na,mllones de meteortos habrían alcanzado la erra,sembrando la destruccón, y llenando su superce dempactos, de la msma orma que ha ocurrdo en la

Luna. Por la msercorda de Allah, alabado sea, estosggantescos proyectles se converten en polvo antesde llegar a la superce terrestre. Poco después, cadapartícula de este polvo se converte en el núcleo de unapequeña gota de lluva.



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La ormacón de las nubes depende de la com-bnacón de dmnutas partículas de polvo terrestrey espacal. Más aún, hace alta que estas partículaslleguen a los nveles más altos de la atmósera. Los ventos húmedos que soplan allí dan la ntensdad a losnúcleos, ormando una partícula de la nube. Según un

plan ísco y matemátco, estas partículas, a su vez, seconverten en pequeñas gotas de agua que caen sobrela erra en orma de lluva.

Mucho antes de que supésemos algo sobre laatmósera, el odopoderoso, el Dueño de la erra y

de los Celos, ha dcho:“E hcmos del celo un techo protegdo. Sn embar-

go ellos se apartan de Sus sgnos.” (al-Anbya, 21:32)

Las ondas de rado

La capa de la atmósera que empeza a los 500km. (310 mllas) desde la superce de la erra y llega hasta los 1.000 km. se llama onosera. Allí, losátomos y las moléculas no se descargan sno que seonzan, es decr se cargan de electrcdad al capturaro perder electrones. Como consecuenca de su onza-

cón por medo de la absorcón de los rayos solares degran energía, el calor en esta capa puede llegar a los2.000ºC. Para la atmósera, la onosera es como unespejo construdo de ones. Las ondas electromagné-tcas lteralmente bombardean este espejo y se elevan



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en el espaco de modo que algunas de ellas vuelven arelejarse en la erra. Estas ondas relejadas llegan atodos los rncones de nuestro planeta, hacendo pos-ble, y relatvamente ácl, la transmsón por rado.

Como podemos ver, Allah, glorcado sea, hahecho de la erra, que es un cuerpo ggantesco quenavega en el oscuro espaco exteror a una velocdadnmagnable, un agradable hogar lleno de vda y provsto de la temperatura deal. N una gota de lluvacae nnecesaramente o sn razón, n un soplo de brsase mueve sn que sea necesaro. Cada elemento dela Creacón, pequeño o grande, es un ejemplo de laDvna Maestría, y una muestra de la nmensa sabdu-ría que contene.

El odopoderoso ha dcho:

“¿Es que no ves que Allah os ha subordnado todolo que hay en los celos y en la terra y os ha colmado de

Su avor tanto externa como nternamente? Hay hom-bres que dscuten sobre Allah sn nngún conocmenton guía n Lbro lumnoso.” (Luqman, 31:20)36

Qué gran bendcón es poder leer las págnas delLbro del Unverso, llenas de sabduría y verdad, y

entenderlas para luego sumergrnos en su proundacontemplacón.37

36 Ver tambén al-Yathya, 45:13.

37 Ver Pro. Dr. Osman Çakmak, Br Çekrdekt Kânat, Estambul

2005, p. 118-131.



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Nubes, lluva y nevePensa por un momento en las nubes, esos buques

ggantes que surcan los celos. Una de sus uncones esproteger la erra del exceso de calor. Cuando aumen-ta la temperatura, el agua se evapora más rápdamen-te, generando más nubes. Los rayos del Sol rebotanentonces en la msma dreccón en la que vneron,ayudando de esta manera a preservar el equlbrocalórco de la erra.

Allah, el Más Compasvo, envía a las nubescomo los heraldos de las lluvas. Los ventos, según el

Mandato Dvno, mueven las montañas de nubes y lasdrgen haca sus lugares de destno. El odopoderoso,que dstrbuye las nubes en el celo según Su Plan, y las apña unas alrededor de otras, extrae entonces lasgotas de su nteror en orma de lluva, hacendo quecrezcan con su ayuda en la erra rutos de todo tpo.

Nos avsa que de esa msma manera serán resuctadoslos muertos, y espera que tomemos nota de tan tras-cendental notca.38

El odopoderoso otorga Su Msercorda a quenquere. Los que más se regocjan por la lluva sonlos que suren la sequía. Su desesperacón se converte, en un nstante, en regocjo.39 Es así porque elodopoderoso es “Quen hace que caga la lluva cuan-

38 Ver al-Ara, 7:57; Fatr, 35:9.

39 Ver ar-Rum, 30:48.



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do ellos ya han perddo la esperanza y hace que SuMsercorda se maneste. Y Él es el Amgo, el Dgnode Alabanza.” (al-Shura, 42:28)

El odopoderoso a veces hace que la sequía y otras veces la lluva o el granzo sean ormas de castgo para Susservos rebeldes, golpeando a quen quere y protegendoa quen ha perdonado.40 En otras palabras, adhere larelacón entre los celos y la erra al comportamentohumano y el mundo nteror del hombre.

La lluva la envía el odopoderoso en orma degotas. Cada una de ellas tene su propo curso, y no

se mezcla con las demás. Cada una de ellas cae ensu lugar precso, sn desvarse lo más mínmo. No seretrasa n tampoco se da prsa para adelantar a la gotaanteror a ella. Incluso s todos los hombres y todos los yinn unesen sus uerzas para hacer una gota de agua,o ntentasen smplemente contar las gotas que caen en

un determnado lugar en un momento determnado,no podrían hacerlo. Solamente su Creador conoce elnúmero exacto.

enemos otro ejemplo de la sabduría nconmen-surable del Creador en las gotas heladas del granzo y en

los copos de neve que caen como s ueran troctos dealgodón; y en ambos casos se trata de derentes ormasde agua. ¿Quén eleva las gotas de la lluva y de la neveque caen al suelo y se desparraman por las ramas más

40 Ver an-Nur, 24:43.



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elevadas de los árboles? El agua está dstrbuda portoda la superce de cada hoja, y sn embargo es nv-

sble. A través de las venas caplares cada mlímetro de

una hoja, y de todo el árbol después, recbe su parte de

agua. ¿Cómo es posble que el agua, que se supone que

luye haca abajo, encuentre el medo de subr hasta la

cma del árbol?41

S las gotas de agua cayesen sguendo las leyes

de la gravedad, cada una de ellas sería atraída haca la

superce de la erra a la velocdad de una bala, lo cual

sgncaría que los seres humanos quedarían elmna-

dos por estas “balas de agua”. Sn embargo, cada gotade lluva cae en la terra a una velocdad determnada,

despaco, sn causar a nade el más mínmo daño.

Formada pues según una medda especíca, el

agua adquere la orma de pequeñas gotas de lluva,

y por medo de la uerza transportadora del are y dela ludez de las gotas, queda equlbrada la uerza de

gravedad, lo cual permte que las gotas cagan sobre el

suelo a una velocdad constante.

Esto msmo debería bastar a los que mran con

sabduría y aprecan lo magnco que es el Orden

Dvno en el que vvmos, y que podemos aprecar en

todos los aspectos de la Creacón. Y de la msma orma,

debería bastarles para que puderan aprecar el nnto

41 Ver Imam Ghazzal, Iha, VI, 67-68.



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Conocmento, Poder y Sabduría del odopoderoso,por medo de la observacón.

Contemplando el suelo

Los servos rectamente guados contemplan pro-

undamente los sgnos que les rodean. Se amlarzancon el lenguaje de las lores, de los pájaros y de los

árboles rutales, consguendo que su vda esprtual

releje la eleganca y belleza que ven. Adqueren un

espírtu ragante como el de las lores, y generoso

como el de los árboles cargados de rutos. Son los

agracados a los que Allah, glorcado sea, alaba en elNoble Qur’an.

El odopoderoso ha adornado la superce de la

erra de la mejor manera y ha hecho que sea acoge-

dora para las necesdades del hombre. Al poner en ella

camnos y pasos montañosos ha hecho que sea posble y llevadero vajar por ella. El Noble Qur’an arma:

“Él ha hecho para vosotros de la erra un lecho

y del celo un techo, y hace caer agua del celo y que

gracas a ella broten rutos, que son para vosotros pro-

vsón. Así pues, no atrbuyás guales a Allah una vezque sabés.” (al-Baqarah, 2:22)

“¿Acaso no hemos hecho de la terra un lecho,

hemos puesto las montañas como estacas?” (an-Naba,

78:6-7)



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“El es Quen ha hecho la terra dócl para voso-tros, camnad pues por sus connes y comed de Suprovsón. A Él es el retorno.” (al-Mulk, 67:15)

Allah, glorcado sea, ha hablado en su SagradoLbro del suelo terrestre para que los hombres puedanrelexonar sobre la sabduría que contene. Lo que estápor encma de él es para los vvos, y lo que hay pordebajo de él –para los muertos. El odopoderoso dce:

“¿Acaso no hemos hecho de la erra un lugarcomún para vvos y muertos?” (al-Mursalat, 77:25-26)

Mra cudadosamente la terra cuando está reseca.

Parece que está muerta y, sn embargo, cuando recbeel agua del celo, vuelve a la vda y recobra su verdor;produce plantas mult-colores; desde su nteror sur-gen ncontables ormas de vda. Ahora toma nota decómo el odopoderoso reorzó el suelo con las pode-rosas montañas. Pensa en cómo ha almacenado deba-

jo de ellas reservas de agua; cómo hace surgr de ellasuentes que luego orman grandes ríos; cómo produceagua dulce y pura de una roca seca y barro enturba-do; cómo hace que esta agua de vda a todo cuantotoca. Por medo de esta agua hace crecer el trgo, los vñedos, los olvos, las palmeras, los árboles rutales e

ncontables especes más. Cada una tene una orma,un color, un sabor y un aroma derentes; cada una deellas es portadora de una belleza especíca, que pro-duce en quenes las observan un placer determnado.Algunas superan a otras en cuanto a su valor nutrtvo,



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pero todas han sdo regadas por la msma agua que hasurgdo del msmo suelo.42

Las plantas

Una vez que la semlla cae al suelo y entra en

contacto con la humedad que éste alberga, empezaa desarrollar tanto su parte superor como la neror.De su parte superor surge un árbol, y de la neror laraíz que comenzará rápdamente a extenderse por laterra. Es un espectáculo asombroso pues aunque lasemlla tene una únca naturaleza, es una sola undad,

da orgen a dos partes derentes, una que se desarrollahaca arrba, y otra que lo hace haca abajo. Este hechose debe claramente a la Voluntad y el Decreto delCreador Únco, Quen da muestras de Su sabduría entodos Sus actos.

Una parte del árbol que emergó de esta semlla

se converte en madera y la otra en hojas. Más ade-lante, algunas partes ormarán lores que luego seconvertrán en rutos tan benecosos para el cuerpohumano.

De nuevo podemos decr que una smple ruta

contene numerosas característcas. Mentras que lassemllas que encontramos en la uva son rescas y secas,su parte carnosa es calente y jugosa. El hecho que laruta, que provene de una únca semlla, contenga

42 Ver Imam Ghazzal, Iha, VI, 63.



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característcas tan derentes es, sn duda alguna, laobra de un Creador nntamente poderoso y sabo.

Allah, glorcado sea, ha hecho que la vegetacón seauna armaca con numerosas medcnas para todo tpode enermedades. Algunas plantas curan, otras nutren, y aún otras vgorzan el cuerpo. De la msma orma, certostpos de estas plantas contenen poderosísmos venenosque pueden matar s se ngeren nadecuadamente.

Una vez consumda, la planta se transorma en unelemento muy derente. Muchas tenen la capacdadde purcar la sangre. Otras son energétcas. Otras

calman, e ncluso tenen un eecto somníero.¿No es acaso asombroso que por medo de las plantas

el agua y el ácdo de carbono se transormen en azúcar y madera, emtendo oxígeno que utlzamos para resprar?

No exste n una hoja, n una brzna de herba que

no tenga benecos para el hombre, muchos de ellostodavía desconocdos para él. Por otra parte, la varedadde colores, olores, sabores y hojas de ormas tan dversasque caracterzan a estas modestas plantas es tan asom-brosa que nngún químco se atrevería a mtarlas.

La armonía y el orden que prevalecen durante

el crecmento de las plantas es otra de las manes-tacones de la Majestad Dvna. Un smple árbol, porejemplo, produce mllones de semllas cada año. Paraque puedan esparcrse por su entorno, estas semllasestán provstas de medos de locomocón; por ejem-



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plo, transparentes paracaídas que hacen posble queel vento las lleve a lugares muy remotos. S todas lassemllas lograsen prosperar hasta convertrse en unárbol, no habría en el mundo sto para nada más. Laerra entera no bastaría para albergar a una sola espe-ce de árbol. Lo msmo podemos decr de cualquer

otro ser vvente.

Hace años, en Australa, se empezó a utlzar paralos setos una espece de planta llamada kakto. Debdoal hecho de que en Australa no había nsectos u otrotpo de anmales que la comesen, la planta empezó a

prolerar hasta el punto que llegó a cubrr áreas deltamaño de Inglaterra, destruyendo el resto de la vege-tacón. Fnalmente, los habtantes de aquellas regonesse desplazaron a otros lugares, dejando tras de sí pue-blos antasmas. Después de muchos esuerzos y de unaexhaustva búsqueda, los centícos descubreron un

nsecto que solamente se almentaba de kakto y ade-más no tenía enemgos n entre la auna n entre la loraaustralana. Como era de esperar, el nsecto acabó conkakto en un corto perodo de tempo. Hoy, los kaktossolamente sobrevven en una parte determnada delpaís, y están lejos de suponer un pelgro. En cuanto a losnsectos que ueron mportados para luchar contra estasplantas, solamente han sobrevvdo los sucentes paramantener a raya a los kaktos que aún quedan.43

43 İlm-Ahlâk-Îman, preparado por M. Rahm Balaban, p. 190.



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Este caso nos muestra claramente que exsteen todo el Unverso un desconcertante, y a la vezarmonoso, equlbro ecológco. Nnguna mente sanapodría, por lo tanto, desaar la exstenca de un Podercapaz de prevenr que especes de plantas y anmalescrezcan en exceso, convrténdose en una plaga.

Otra maravlla que contemplamos daramente laconsttuye el hecho de cómo surgen del suelo mllones deplantas y rutos derentes. Nuestro Señor, el Razzak, elProveedor Absoluto, ha preparado derentes provsonespara derentes especes. Un ser humano, por ejemplo, no

puede comer lo msmo que come una oveja, y vceversa.Las provsones, como vemos, se dstrbuyen entre laCreacón según un equlbro muy delcado. La cta delQur’an que vene a contnuacón, y que nos habla delPoder que provee y dstrbuye, es muy sgncatva:

“¿Y a cuántos anmales que no llevan consgo prov-

són, Allah los provee, al gual que hace con vosotros? Éles Quen oye y Quen sabe.” (al-Ankabut, 29:60)

Pensemos en las grandes manestacones de laMsercorda Dvna, según la cual unos seres vvosaseguran la supervvenca de otros, hasta el punto que

un pájaro almenta a otro que está herdo llevándole alpco pedactos de comda.

El hecho de que ncontables provsones Dvnashayan exstdo sn nterrupcón desde el prncpo delmundo y sn descudar n a un solo ser vvo, enómeno



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éste que contnúa manestándose mentras estamoshablando de ello, es otra de las pruebas rreutablesde la exstenca de un Creador-Plancador, de podery sabduría nconmensurables. res cuartas partes dela superce terrestre están cubertas por el agua. Lamayor parte de la superce restante son desertos y

terrenos rocosos carentes de vegetacón. Solamenteuna parte de lo que queda es terra értl, pero por elPoder de Allah, glorcado sea, y por medo de cons-tantes metamoross, esta terra es la uente de almen-tacón para todos los seres vvos.

Los vastos mares

El agua cubre tres cuartas partes de la supercede la erra. Debdo a ello, n las heladas de los PolosNorte y Sur, n el abrasador calor tropcal, logranaectar a la erra. Su superce, calentada durante el

día por los rayos solares, rrada este calor gual quelo haría un radador. En cuanto a los mares, estos, apesar de estar recbendo mllones de calorías de la luzsolar, solamente se calentan hasta un certo grado, y una vez calentados, no perden áclmente el calor. Deesta manera, unconan como reguladores térmcos,

actuando como termóstatos para el exceso del caloro del río. Esta es la razón de que su superce seamucho mayor que la de la terra rme. De la msmamanera, su vaporzacón contrbuye al sumnstro deagua para todas las terras rmes. S uera su super-



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ce más pequeña, habría mucha menos vaporzacóny esto podría causar una contnuada sequía que, a lalarga, llevaría a la desertzacón de toda la terra.

La lora y la auna marítma tenen la msmamportanca para el hombre que la terrestre. Por otra

parte, los mares le sumnstran al hombre muchostpos de adornos, como perlas y corales, que tanto valor tenen par él.

El agua

La supervvenca de la humandad en la erra

depende del agua. Una persona que estuvera deses-peradamente sedenta, no duraría n un segundo encambar todos los tesoros de la erra por un vaso deagua resca; y los msmos tesoros daría para poderevacuar este agua de su cuerpo. El hombre no deja deser causa de asombro. ¿Cómo puede dar tanta mpor-tanca al oro y a la plata y olvdarse por completo de lasenormes bendcones que el odopoderoso ha puestoen un smple vaso de agua?44

No hace alte mucho tempo para que alguen quecontempla de orma adecuada toda esta sabduría se decuenta del hecho de que la supervvenca de todos los seres

44 Imam Ghazzal, Iha, VI, 65-66.



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vvos de la erra depende de la proteccón, conocmentoy poder de su Creador, ya que su hábtat es realmente algoperecto, maravlloso, algo que ellos msmos de nngunamanera podrían mantener. Por ello, n la razón n la cons-cenca deberían rebelarse contra Allah, glorcado sea, elCreador y el Regulador del Unverso.

La sabduría en el reno anmal

Mrando atentamente, y vendo las ncreíbles par-tculardades de los pájaros que surcan los celos, delos anmales –tanto los doméstcos como los salvajes,

de los dmnutos, y cas nvsbles, nsectos, nos que-damos atóntos ante el Esplendor, Poder y Sabduríadel odopoderoso. De hecho, queda uera de nuestropoder de comprensón su capacdad y la pereccóncon la que desarrollan sus uncones.

Los anmales, de tan dversas ormas y naturale-zas, nos proveen de peles, carne y leche. Allah, glor-cado sea, le ha dado a cada espece una pel especícaque les protege del río, unas uñas especales que pro-tegen sus patas, y muchas otras característcas que lesayudan a vvr y a adaptarse a su medo.

Por ejemplo, las marposas, otra de las maravllasDvnas, que aletean ante nosotros y desplegan suncreíble colordo, nos muestran con el lenguaje de suscuerpos, y a pesar de que sus vdas no duran más dedos semanas, numerosos msteros de la Creacón.



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El Noble Qur’an llama nuestra atencón para queobservemos atentamente al camello, nvtándonos aque pensemos en cómo ha sdo creado:

“¿Es que no se han jado en los camellos y cómohan sdo creados? ¿Y en el celo y cómo ha sdo eleva-

do? ¿Y en las montañas y cómo han sdo eregdas? ¿Yen la terra y cómo ha sdo extendda? Así pues, llamaal Recuerdo, pues sólo eres alguen que desperta elrecuerdo.” (al-Ghashya, 88:17-21)

Así, las manestacones del Esplendor Dvnoestmulan la observacón de la estructura de los an-

males y de otros organsmos. El odopoderoso haprovsto a todos los seres vvos con las característcasque hacen posble que produzcan cosas derentes, apesar de que ngeren la msma comda. Por ejemplo,el ganado o las ovejas que comen hojas de una moreraproducrán carne, leche y lana. Sn embargo, el peque-

ño gusano de seda produce de las msmas hojas, hlosde seda. La capacdad con la que la abeja produce lamel del polen es absolutamente asombrosa.

Mentras un anmal es capaz de transormar laherba en carne y leche, el hombre, lo más elevado

de la Creacón, jamás producría una gota de leche,aunque utlzase toneladas de esa msma herba, encluso s se lo propusese utlzando los laboratorosmás sostcados.

El odopoderoso nos dce:



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“Y por certo que en los anmales de rebaño tenésun ejemplo. Os damos de beber de lo que hay en sus ventres, entre qumo y sangre: una leche pura, ácl dengerr para quen la bebe.” (an-Nahl, 16:66)

La abeja

Allah, glorcado sea, ha dcho:

“Y tu Señor le nspró a la abeja: oma en lasmontañas morada y en los árboles y en lo que cons-truyen. Luego, come de todo tpo de rutos y ve por lossenderos de tu Señor dóclmente. De su ventre sale un

jarabe de color dverso que contene una cura para loshombres.” (an-Nahl, 16:68-69)

El Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz, hadcho:

Un creyente es como una abeja. Come lo que es

puro, produce lo que es puro, está en lugares puros y allí donde reside no rompe nada ni daña. (Ahmad, II, 199;

Hakm, I, 147)

Menconando las característcas del creyente, elProeta, qué Allah le bendga y le de la paz, alaba a la vez a la abeja y la Sabduría que la ha creado.

Husen Kash comenta:

Los creyentes que contemplan saben que Allah, el Omnipotente y Omnisciente, ha creado a la rágil abejasegún un conocimiento sin par.



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La abeja obedece y nunca se desvía de su camino.

Come tanto lo dulce como lo amargo de los rutos,

y luego produce una miel dulce.

Es tan obediente que no come más que lo puro y

nunca deja de obedecer el mandato del Todopoderoso.

Es leal –viaja a lugares muy remotos pero siempre

vuelve a su casa.

Es tan hábil que ni siquiera los arquitectos e inge-

nieros podrían imitar sus construcciones.

En la miel que produce hay propiedades medicina-les para el cuerpo, y su contemplación es una cura para

la ignorancia, que es una enermedad del corazón.

La maravlla del nstnto

En la sguente cta, İsmal Fennî Ertugrul recal-ca cómo los anmales vven sguendo el Programa

Dvno, llamado subconscenca o nstnto:

Los animales saben, sin que nadie les haya ense-

ñado nunca, todo lo necesario para sobrevivir, cuidar

de su descendencia y reconocer la comida que les esbeneiciosa. Las aves migratorias se reúnen en un día

determinado antes de empezar la migración. Las abejas

tienen la habilidad de determinar el sexo de las larvas

por medio del cambio de comida. De esta manera pue-



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den hacer que una larva se convierta en la reina en casode necesidad.45

El avspón nutlza a los saltamontes para almen-tar a sus crías. Prmero cava un agujero en la terra y luego le clava el agujón al saltamontes de tal maneraque éste perde el conocmento pero no muere. Acontnuacón, el avspón pone los huevos al lado delagujero en el que se encuentra el saltamontes. Cuandolos pequeños salen de los huevos se almentan de sucarne resca. En cuanto al avspón, vuela haca algúnlugar remoto, lejos de los recén nacdos, y muere. Este

comportamento no tene explcacón en térmnosde adaptacón o entrenamento. Provene del conoc-mento transmtdo por el odopoderoso.46

Después de haber pasado años en el mar, elsalmón vuelve a sus aguas natvas –el río. Más aún, vuelve al lugar exacto de su nacmento, la parte donde

el rachuelo entra en el río. ¿Quén se lo enseñó? S lepuséramos en algún otro rachuelo que desembocaseen el msmo mar, nmedatamente se daría cuenta deello y volvería, contra corrente, a su orgen.

Aún más msterosa es la angula. Cuando seacerca la temporada de ncubar, estas asombrosascraturas abandonan los ríos y lagos del mundo y sedrgen, desde dstancas a veces ncreíbles, haca los

45 Îman Hakîkatler Etraında Suallere Cevaplar, p. 58-59.

46 Ver İlm-Ahlâk-Îman , preparado por M. Rahm Balaban, p. 189.



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hoyos que se encuentran cerca de las Islas Bermudas,47 donde ponen los huevos y mueren. Las angulas recénnacdas, y que por lo tanto podríamos suponer queno saben nada de nada, abandonan los hoyos en losque han nacdo y se drgen sn demora y sn pausahaca los lugares exactos de los que habían vendo sus

padres, por muy lejanos que sean. No se ha observadola presenca de una angula de orgen amercano en lasaguas europeas, y vceversa. Más aún, debdo a que laseuropeas son las que más tenen que vajar, Allah, glo-rcado sea, hzo que su vda uese un año más largaque la de las demás especes de angulas. ¿Podemosexplcar esa ncreíble orentacón suya sn hacer men-cón a un Creador Omnscente?48

Las asombrosas característcas de estos anmalesmuestran que n su vda n su comportamento estánbasados en una concdenca o casualdad, sno que

sguen un plan y un programa dseñado por el Poderque los ha creado.

Una de las pruebas más claras de la Exstenca, delPoder y Esplendor de nuestro Señor es el hecho de quencluso los anmales son guados por una conscenca

superor. Mostrándonos estas pruebas, el Señor expo-ne la Verdad ante los que están dspuestos a aceptarla,

47 Un archpélago en el Océano Atlántco, al norte de la costa car-

beña, al este de los Estados Undos.

48 İlm-Ahlâk-Îman, preparado por M. Rahm Balaban, p. 188-189.



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en contra de aquellas personas que tozudamente pre-tenden que lo que ven no tene nada de especal. ElNoble Qur’an arma:

“Allah no se avergüenza de utlzar un ejem-plo cualquera, ya sea un mosquto o algo de más

mportanca. Los que creen, reconocerán la verdadprocedente de su Señor, pero los que se negan acreer, drán: ¿Qué pretende Allah con este ejemplo?Extravar con él a muchos y guar a muchos, perosolo los que se aparten de la obedenca se extrava-rán.” (al-Baqarah, 2:26)

La creacón en parejas

Allah, glorcado sea, que tene el Atrbuto de laUncdad, ha creado a los seres en parejas. El NobleQur’an nos dce:

“Y de todo hemos creado parejas para que tal vezrelexonaras.” (ad-Dharyat, 51:49)

“Creó los celos sn plares que puderas ver y puso en la terra cordlleras para que no se movera con vosotros y repartó por ella todo tpo de seres vvos. Y

hacemos que caga agua del celo con la que hacemoscrecer todo tpo de especes nobles.” (Luqman, 31:10)

La creacón por parejas, algo que la cenca ha des-cuberto muy recentemente, se mencona en el Qur’anhace 14 sglos como un don para la humandad.



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Nuestro Unverso ha sdo dseñado para nosotrossegún un conocmento más allá de nuestra magna-cón, como una exqusta cámara nupcal, y está sujetoa una ley especíca que tene en cuenta las caracterís-tcas de todos sus elementos, desde las células de lasplantas y anmales hasta los msterosos protones y

neutrones que habtan armonosamente en la matera.odo ello nos abre unos magnícos horzontes con-templatvos.

La contemplacón de las bendcones

del TodopoderosoEl avor más grande que Allah, alabado sea, nos ha

conceddo es que dentro de todas las posbldades de laCreacón hemos sdo creados como hombres, y dentrode esta posbldad hemos llegado a este mundo en elentorno musulmán. Un avor todavía más grande es el de

haber sdo sometdos al Noble Qur’an como segudoresdel Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz.

Para nosotros, el Proeta Bendto es el NobleQur’an personcado. Nos enseña el Lbro y la sab-duría y hace que nuestro mundo nteror sea lmpo

como un crstal. La comprensón total de esta verdadnos haría postrarnos de nmedato, agradecdos pro-undamente, y no levantar las cabezas nunca más.

Es evdente que los avores de Allah, glorca-do sea, van más allá de eso. En cada momento se



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derraman, ncontables, sobre nosotros, Sus servos.El Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz, nos ha

transmtdo:

Allah ha dicho: ‘Proveed, y Yo os proveeré.’ Los

tesoros de Allah son vastos. La provisión que concede a

Su entera Creación no los disminuye en absoluto. Proveeininterrumpidamente, día y noche. ¡Pensad en lo que

nos ha concedido desde que ueron creados los cielos y la

Tierra! Todo eso no ha reducido en nada su Soberanía.

(Bujar, asr, 11/2, awhd, 22)

odas estas extraordnaras bendcones merecenser contempladas; de su contemplacón deberíamos

nerr la exstenca de su Creador para, nalmente,

caer postrados en agradecmento por Su Poder y

Generosdad.

Umar bn Abdulazz, qué Allah le tenga en Su

Msercorda, djo en una ocasón:

En el recuerdo de Allah durante una conversación

hay una belleza excepcional. Pero la contemplación de

Sus bendiciones es un acto más virtuoso. (Abu Nuaym,

Hlya, V, 314; Imam Ghazzal, Ihya, VI, 45)

La ngrattud o alta de aprecacón por estas ben-

dcones es algo que dcta el ego, algo que nos aleja de

su uente –el odopoderoso.

El agradecmento debe ser de tres tpos:



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1. El agradecmento del corazón: pensar en las ben-dcones.

2. El agradecmento de la lengua: pronuncar lasalabanzas a Allah, glorcado sea, por estas ben-dcones.

3. El agradecmento del cuerpo: responder a lasbendcones dsrutando de ellas.

Se ha dcho, por otro lado, que “a cada bendcón,su propo agradecmento”. Es decr, sea lo que uere quehayamos recbdo del odopoderoso debemos exten-derlo a los necestados. Así lo arma el Noble Qur’an:

“Busca en lo que Allah te ha dado la morada de laÚltma Vda sn olvdar tu parte en ésta, y haz el bengual que Allah hace contgo y no busques corromperla terra, es certo que Allah no ama a los corruptores.”(al-Qasas, 28:77)

Cualquer oportundad es buena para

contemplar

Zya Pasha ha escrto:

La sabiduría de mil lecciones en cada página

Del Universo, oh Señor, ¡qué escenario tan bello! En lo que podemos consderar como una elabora-

cón de los versos que acabamos de ctar, el gran saboMusulmán, Suan bn Uana, qué Allah le tenga en suMsercorda, solía decr:



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Si un hombre es contemplativo, aprenderá de todo.

Ésta debe de ser la lógca detrás del proverbo

árabe “hay tantas cosas de las que aprender, y tan

pocos que lo hacen”.

Cada partícula habla del TodopoderosoUna vez que sepamos cómo leer el Lbro que es el

Unverso por medo de la contemplacón, cada partí-

cula a nuestro alrededor nos mburá de la Majestad de

Allah, alabado sea, y aumentará nuestro conocmento

de Él. Fazul habla de ello de manera muy bella:Para un hombre que ha comprendido la Revelación

Divina,

Cada partícula se convierte en la personiicación

de Yibril.

Allah, glorcado sea, ha dcho en Su Lbro:

“Y juro por lo que ves y por lo que no ves que es

de verdad la palabra de un noble Mensajero.” (al-Haqqa,

69:38-40)

Una parte de la sabduría de los juramentos queencontramos en el Noble Qur’an es llamar nuestra

atencón sobre una enseñanza esprtual, beneco

para los sentmentos y penetracón en el objeto sobre

el que Allah jura.



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Así pues, todos los seres, tanto los vsbles comolos nvsbles, consttuyen la evdenca del Poder y Señoría de Allah, alabado sea, merecéndose unarelexón y una contemplacón constantes.

La sabduría y entendmento de los msteros que

adqurmos como resultado del reorzamento de nues-tra sensbldad y habldad contemplatva con el empujedel Qur’an son tan magnícos como lo es un ggantescoárbol comparado con la semlla de la que surgó.

El odopoderoso ha dcho:

“En los celos y en la erra hay sgnos para loscreyentes. Y en vuestra propa creacón y en la de lascraturas que ha repartdo, hay sgnos para gente quetenga certeza. Y en la sucesón de la noche y el día, enla provsón que Allah hace bajar del celo con la quele da vda a la terra después de muerta y en el cambo

de los ventos, hay sgnos para gente que razona.” (al-Yazya, 45:3-5)

Centrar el corazón y la mente en este tpo decontemplacón nos lleva a tener taqwah. Igual quela exstenca de las lores depende del agua, del are,de la terra y de la luz, el alcanzar el nvel deseado de

contemplacón depende de la conexón que tengamoscon la pedad. El odopoderoso desea que Sus servostengan pensamentos elevados, rebosantes de com-prensón. Cada Musulmán debe, por lo tanto, aprovechar cualquer oportundad para la contemplacón,



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acompañándola de un ardente sentmento de adora-cón. Las palabras de Rab’a, qué Allah la tenga en SuMsercorda, la esposa de Ahmad bn Hawar, son unesplénddo ejemplo de lo que acabamos de decr:

Siempre cuando oigo el adhan, me acuerdo de la

llamada del Día del Juicio Final…La nieve que cae tiene el aspecto de los Registros de

nuestros actos que vuelan al cielo…

Un enjambre de saltamontes me hace recordar laResurrección…

Se ha transmtdo que un día, en los baños públ-cos, un srvente le echó por error al Cala Harun ar-Rashd un jarro de agua hrvendo. Inmedatamenteel Cala, con graves quemaduras que le producíanun ntenso dolor, saló a la calle y empezó a dstr-bur grandes cantdades de dnero como sadaqah,

dcendo:

Hoy no he soportado el calor del agua hirviendo… ¿qué será de mí si en el Más Allá merezco el Fuego?

El Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz,tomaba nota de todo lo que veía, volvéndose haca su

Señor y agradecéndole. ambén nosotros debemosntentar percbr el Esplendor Dvno en todo lo quenos rodea, buscando el almento esprtual que sosten-ga nuestro mundo nteror, nuestro corazón y nuestramente. Dondequera que un Musulmán drja su mra-



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da, sea al Sol, a la Luna, a la atmósera, a él msmo, asus ancestros o hjos, debe leer el mensaje Dvno quese encuentra allí gravado y que le es reconocble pormedo del ojo del corazón. Relexonando sobre suorgen y destno, sobre cómo vve y la duracón desu vda, sobre Quén le do la orma, debe reconocer

que nada ha sdo creado en vano y que en nngúnmomento el hombre se encuentra solo n desprovs-to de medos, y que todo eso es la Obra del Poder y Majestad Dvnos.

¿Por qué el odopoderoso ha creado el Unverso?

Allah, glorcado sea, dce:

“Y no hemos creado los celos y la erra y lo queentre ambos hay para jugar. No los creamos sno conla verdad, sn embargo la mayoría de ellos no sabe.”(ad-Dukhan, 44:38-39)

La contemplacón del Unverso le lleva al hombrea la aprecacón de la Voluntad del odopoderoso y al hecho de que todo ha sdo creado para el dsrutey uso del hombre. Esto conlleva responsabldades y oblgacones que el hombre tene con su Creador. La

nsensbldad e ngrattud consttuyen una lagrantegnoranca, mpropa de un ser humano.

No debemos olvdar que tendremos que dar cuen-tas de todas las bendcones recbdas. Así lo anunca elodopoderoso:



N85


“Y ese día, se os preguntará por los momentos dedcha que hayás tendo.” (at-akazur, 102:8)

Estamos, pues, eternamente en deuda con nues-tro Señor por las bendcones que ha derramado sobrenosotros, tanto por aquellas de las que somos cons-centes como por las que no lo somos. ¡Qué maravllo-sos los corazones sabos que, plenamente conscentesde esta deuda, se esuerzan por ser agradecdos!



Piensa por un momento que el sueloque pisas está lleno de los cuerpos de

billones de seres humanos que ya hanmuerto, cuerpos que ya son polvo…

como billones de sombras, unaencima de otra. Mañana, tambiénnosotros ormaremos parte de estassombras. Desde allí, empezaremos

la vida eterna, un viaje sin n.Piensa de nuevo: ¿Qué clase demente cambiaría un instante por la

eternidad?

LA CONTEMPLACIÓN

DEL HOMBRE



N89

LA CONTEMPLACIÓN DEL HOMBRE

La maravllosa sutleza de la Creacón


.

“En la erra hay sgnos para los que tenen cer-

teza. Y en vosotros msmos. ¿Es que no vas a ver?”

(ad-Dharyat, 20-21)

an magníca es la creacón del hombre que

ncluso la cenca y la tecnología más modernas, apesar de los sorprendentes descubrmentos realza-

dos en todos los campos del saber, no han logrado

descrar adecuadamente su mstero. El Noble Qur’andce:

“¡Hombre! ¿Qué te engañó apartándote de tuSeñor, el Generoso? El que te creó, te conormó, y te

equlbró, dándote la orma precsa” (al-Intar, 82:6-8)



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Recordándoles su orgen, Allah, glorcado sea,urge al hombre a que relexone sobre su propa crea-

cón, sobre el hecho de que a pesar de ser la cratura

más elevada de entre todos los seres, se orgnó de una

acuosa e nsgncante sustanca.49 Qué nsensatez por

parte del hombre conar en esta exstenca temporal,tan vulnerable, tan eímera, y rebelarse contra su

Señor, el eternamente Poderoso y Sabo, Quen de una

gota nsgncante hzo un ser magníco.

El Noble Qur’an descrbe de la sguente manera

las etapas de la gestacón de un ser humano; etapas quela medcna moderna ha descuberto recentemente:50

49 Ver Abasa, 17-22; ar-Rûm, 20; al-Qyâmah, 36-38; al-Mursalât,

20-22; Yâsîn, 77; al-Insân, 2.

50 A lo largo de los últmos 1400 años el Qur’an se ha adelantado

a los descubrmentos centífcos. Que un Lbro, traído a la hu-mandad por el Proeta Iletrado, contenga normacón acerca de

las leyes del Unverso y que esta normacón no haya sdo des-

acredtada por la más moderna nvestgacón es en sí msmo una

prueba ncontestable de su orgen Dvno. Muchos ntelectuales

occdentales, lo sufcentemente prudentes como para dejar de

lado los prejucos ant-slámcos, han poddo ver claramente la

conexón entre los ayaat del Qur’an, reveladas hace 1400 años, y

los descubrmentos centífcos más modernos y, en consecuen-ca, han adoptado la guía, admrados y asombrados. Uno de ellos

es el embrólogo rancés Pro. Maurce Bucalle, quen se hzo

Musulmán por esta razón. Sus lbros “La Bbla, el Qur’an y la

cenca” y “Musa y el Faraón” son especalmente recomendados

por su nterés y contendo.



N91

LA CONEMPLACIÓN DEL HOMBRE ______________________

“En verdad, creamos al hombre de una esencaextraída del barro. Luego hcmos que uera una gotade esperma dentro de un receptáculo seguro. Luegotransormamos la gota de esperma creando un coágulode sangre y del coágulo de sangre creando un trozo decarne hacendo de ello otra cratura. Bendto sea Allah,

el mejor de los creadores. Y luego, después de esto,tendrés que morr. Después, el Día del Levantamento,serés devueltos a la vda.” (al-Mumnun, 23:12-16)

Igual que su creacón, los órganos del cuerpohumano, los ojos, los oídos, las pernas, el corazón,

que hablan su propo doma, deben ser un objeto decontemplacón para el hombre. Nos dcen:

Mra cudadosamente cómo el odopoderoso haconormado tus membros, reorzados por los mús-culos, nervos y venas, y cómo los reunó e hzo queormasen un sstema ncreíblemente armonoso. Ha

hecho que la cabeza sea redonda, y colocó en ella losojos, la narz y la boca. Ha hecho que los brazos y las pernas sean largos, y dvdó sus termnaconesen dedos. En cuanto a los órganos nternos, comoel corazón, los pulmones, el hígado, los ntestnos…los conormó de una manera absolutamente perec-

ta. Nnguno sobra, nnguno es ndependente de losdemás, cada uno de ellos cumple con una uncónespecíca, y está creado de la mejor manera para quepueda cumplr esa uncón. Más aún, cada órganotene sus propos componentes. El ojo, por ejemplo,



N92


tene capas y cada una de ellas tene una orma y unobjetvo propos. En caso de que una de estas capasquede dañada o perda sus propedades, el ojo perderácompletamente su capacdad de vsón.

Los huesos

La ormacón de los huesos es otra de las muchasmaravllas dgnas de mencón. ¿Cómo es posble quesean tan uertes y resstentes cuando el odopoderosolos ha creado de una gota de esperma? A pesar de ello,y en vrtud de sus propedades, realzan la uncón de

estructurar a todo el cuerpo, son su esqueleto, equ-lbrado y uerte, compuesto de muchos elementos de varas ormas, tamaños y densdades. Los huesos estánundos entre sí por medo de lexbles artculaco-nes, cada una de ellas con la orma que correspondeal movmento que debe realzar. El mecansmo de

lubrcacón de estas artculacones es tan asombrosoque han allado todos los ntentos de explcarlo entérmnos conocdos.

Consderemos por un momento las dcultades alas que tendríamos que enrentarnos en caso de rup-tura de una de las artculacones. S Allah, alabado sea,

hubese hecho que nuestro cuerpo tuvese solamenteun hueso más de los que tene, este hueso tendría queser extraído por medo de la crugía. Por otro lado, stuvéramos un hueso de menos, tendríamos que hacerun tremendo esuerzo para compensar esta carenca,



N93


y lo más probable es que todos nuestros esuerzos notuveran nngún eecto. Imagnemos por un momentoque carecéramos del dedo pulgar. No es dícl vslum-brar la dcultad que eso supondría.

Algunos de nuestros dentes son planos, adecua-

dos para mastcar. Otros son puntagudos y alados–para cortar y repartr la comda.

Para mover los huesos el odopoderoso ha creadolos músculos. Su masa y orma varía según su lugarespecíco dentro del cuerpo. ambén el ojo contenemuchos músculos. El allo de uno de ellos es muy

perjudcal para la uncón que tene que desarrollareste órgano.

Las maravllas de las que estamos hablando sonlas que vemos. Pero coexsten con ellas en el hombreunas cualdades esprtuales mperceptbles para los

órganos sensorales, como el temperamento, el carác-ter, la personaldad y la conscenca, cuya naturaleza esaún más asombrosa.

Las maravllas del cuerpo humano se deben alArte del odopoderoso de dseñar a partr de unagota de agua. Al ver un maravlloso cuadro uno nor-

malmente se pone a admrar el arte y la habldad delpntor. Puede que su reputacón de repente aumentedesmesuradamente. Y sn embargo, lejos de crear algode la nada, lo que hace el pntor es mezclar derentescolores por medo de un pncel y relejar en el lenzo



N94


sus mpresones de las cosas vsbles, todas ellas crea-das por el odopoderoso.

En tal caso, y tenendo en cuenta cómo nosadmra la obra del pntor, ¿no deberíamos más bencontemplar la maravlla que es el ser humano, unaespecal obra de arte, creada por el Artsta Absoluto–de una nsgncante gota de agua?

Los membros del cuerpo

Pensemos en la estructura de los oídos, en losbenecos que nos proporcona la narz, en las un-

cones de la lengua y la manera especíca que tenede pronuncar cada sondo, en los dentes que ador-nan nuestras bocas con un dseño que recuerda a lasperlas, en la sensble estructura de las cuerdas vocales–tan excepconal que podemos ser reconocdos por lacaldad de nuestra voz.

Pensemos en nuestro pelo, barba, cejas y pes-tañas… en el estómago, hígado, rñones y venas…todos ellos llevan el sello de la Suprema Intelgenca y Sabduría, y trabajan al unísono uno con otro… cadauno se merece una larga relexón.

Nuestros rñones son smplemente unos peque-ños trozos de carne, y sn embargo pueden dstngurlo dañno de lo saludable, elmnando lo prmero y asmlando lo segundo. ¿Acaso tenen una mente pro-pa con acceso a los ordenadores y laboratoros? odos



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sabemos las dcultades que causa un pequeño alloen su uncón. Enormes máqunas no pueden realzarplenamente lo que estos trozos de carne de 50 gr. depeso hacen con absoluta acldad.

Mremos ahora nuestros brazos. Son largos paraque podamos alcanzar las cosas que necestamos.enen una palma plana, dotada de cnco dedos.Cuatro de ellos están drgdos haca un lado y el pul-gar, que puede ayudar a los demás, haca el otro. Stodos los seres humanos que han exstdo hasta ahorapuderan reunrse e nventar una orma mejor, másadecuada para la mano –no podrían hacerlo.

S el hombre tuvera que vvr sn alguna parte desu cuerpo aparentemente nsgncante –por ejemplo,las uñas– se daría cuenta entonces de lo necesara queera y de la mposbldad de susttur su uncón –en elcaso de las uñas, por ejemplo, no podría rascarse, n

raspar, n extraer pequeños objetos, n muchas otrascosas. S quséramos pedrle a alguen que nos qutaseese molesto pcor, resultaría que esta persona tendríagrandes dcultades para localzarlo. Y sn embargo,nuestra propa mano nunca alla en encontrar el lugarque busca, ncluso cuando estamos proundamente

dormdos.Los, aparentemente, sencllos movmentos

que realzamos con nuestros brazos, manos y dedosrequeren, de hecho, una compleja y muy ben dse-ñada operacón. Cuando somos conscentes de que



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los movmentos de los robots de alta tecnología másmodernos n squera se aproxman a esta pereccón,y aún así no reconocemos el eterno Poder y Sabduríaque el odopoderoso nos muestra día a día por medode nuestros membros, estamos mostrando una tre-menda nderenca haca nuestro Creador.

El hombre, como el resto de la Creacón, expresaen su propa lengua la alabanza del Arte Absoluto –paralos ojos que queren ver y los oídos que queren oír:

Mi existencia es el testimonio de la del Creador,Sobran otras prueba, aunque de hecho existen.

(Şnâsî)

La Compasón y la Msercorda

del Todopoderoso

Pensemos ahora en la msercorda y la compa-

són de Allah, Quen aplaza hasta los dos años de vdala plena dentcón del nño. Durante los prmeros dosaños de su vda los nños no pueden tomar almentos‘normales’ y por lo tanto dependen de la leche de lamadre. Por ello, no necestan en esa época dentes. Losdentes desarrollados plenamente serían muy dolo-

rosos para el amamantamento. Mentras el nño sedesarrolla, crece su necesdad de almentacón, y llegael momento en el que la leche ya no es sucente paracumplr con esa necesdad. Hacen alta ahora otrostpos de almentos, y con ello la necesdad de mastcar



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y tragar. Así pues, el pleno crecmento de los dentes vene en el momento precso. S ocurrese antes, mpo-sbltaría el amamantamento. ¿Acaso no nos deberíaasombrar que Allah, alabado sea, haya hecho que nosolamente salgan de las blandas encías pequeños tro-zos de hueso, sno que tambén salgan en el momento

precso?

El odopoderoso ha provsto a los padres deun excepconal sentmento de compasón a la horade crar a sus hjos. ¿Quén, s no, podría soportarel trabajo que supone el cudado de un hjo s el

odopoderoso no hubese colocado en los corazonesde sus padres una gota de Su propa Msercorda?

El cuerpo humano nos orece un ncreíble objetode contemplacón, sendo un testgo excepconal dela exstenca del Creador. Sn embargo, alguen quegnora este hecho, está constantemente preocupado

por los deseos de su ego. Eso msmo hacen los an-males, y en este sentdo están al msmo nvel quelos hombres. Lo que separa al anmal del hombre,lo que conere a éste últmo la capacdad de ser lomás elevado de la Creacón, es la sabduría adqur-da por medo de la observacón de las maravllas de

los celos y de la erra con el ojo de la percepcón,contemplando el Arte Dvno, tan evdente en todoel Unverso y en él msmo. Con la proundzacón deesta sabduría, el hombre se puede elevar al nvel delos ángeles, ncluso más alto, pudendo resuctar en el



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estado de amor del odopoderoso, entre los Proetasy los rectamente guados. Este honor y prvlego no

están al alcance de los encadenados por su sed de lo

mundano, más nconscentes de la realdad que los

propos anmales.51

La cara y las huellas dactlares

Un día, alguen le comentó a Umar, qué Allah esté

satsecho con él: “El ajedrez es realmente algo asom-

broso. Aunque el tablero tenga meddas tan pequeñas,

se podrían hace en él quzás un mllón de derentes

movmentos, sn que nnguno se parezca al otro.”

Umar contestó: “Hay algo aún más asombroso. El

tamaño de la cara es aún más pequeño, y todos tene-

mos en ella ojos, narz, boca, cejas y pestañas, pero

no encontrarás en todo el mundo a dos personas que

tengan el msmo aspecto. ¡Qué grande es Allah, Quenmuestra en un pequeño trozo de pel derencas n-

ntas! (Râzî, asîr, IV, 179-180 [al-Baqarah, 164])

Llamando nuestra atencón sobre esta Sabduría,

el poeta dce:

¿Qué Maestro ha dibujado esta cara? ¿Quién mirará al espejo y se lo preguntará?

(Necp Fâzıl)

51 Ver Imam Ghazzal, Iha, VI, 58-62.



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odavía más sgncatvas son las puntas de nues-tros dedos. Hoy, tenemos ordenadores y puertas que se

abren en base a un códgo de segurdad basado en las

huellas dactlares, que son úncas para cada persona que

exste. Incluso hay derencas entre las huellas de cada

mano. Este hecho ue descuberto a nales del sglo 19, y

en seguda se empezaron a utlzar para la dentcacón

de las personas, sobre todo en la crmnología. Hoy, la

cenca de la dermatograía se dedca exclusvamente al

estudo de las huellas dactlares.

Este hecho excepconal lo mencona el Noble

Qur’an hace 1400 años. Dce que en la Resurreccónncluso se reconstrurán de manera exacta las puntas

de los dedos:

“¿Es que pensa el hombre que no vamos a recom-

poner sus huesos? Muy al contraro. Fumos capaces

de conormar las msmas puntas de sus dedos.” (al-Qyamah, 75:3-4)

Como podemos ver, el Noble Qur’an, como sem-

pre, se adelanta a la cenca, que corrobora, mucho

más tarde, todas sus aseveracones.

ambén los ojos son derentes en cada persona,y se están construyendo ahora ordenadores y mecans-

mos en las puertas que reconocen al usuaro no según

los códgos dgtales, algo que está ya pasado de moda,

sno por las cualdades especícas de sus retnas.



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Alabado sea Allah, Quen crea nndad de vare-dades en una superce que no sobrepasa un centíme-tro cuadrado.

La maravlla que es el gen

Los descubrmentos más recentes apuntan alhecho de que cada persona lleva un códgo genétcopartcular, exclusvo. Más aún, se ha estmado que losgenes son tan dmnutos que los genes de todos losseres humanos vvos, que actualmente sobrepasan losses ml mllones, no podrían llenar algo tan pequeño

como un dedal. Invsbles ncluso para los mcros-copos, están sn embargo en las células de todos losorgansmos vvos y determnan sus característcas.

¿Cómo puede esta pequeña entdad llamada genser responsable de la nndad de característcas queconorman a todo ser vvo? ¿Cómo puede determnar,

sendo tan pequeña, todo eso, ncluso los elementosscológcos de cada persona?

El hecho de que mllones y mllones de átomosncrustados en un gen, nvsble ncluso para un mcros-copo, vrtualmente gobernen la vda en la erra sola-

mente se puede deber a la ntervencón de un Creadornntamente sabo. No cabe en este caso la más mínmaespeculacón al respecto.52 El odopoderoso nos llamala atencón sobre ello de la sguente manera:

52 Ver İlm-Ahlâk-Îman , preparado por M. Rahm Balaban, p. 189-190.



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“Y cuando tu Señor sacó de las espaldas de loshjos de Adam su propa descendenca y les hzo quederan testmono: ¿Acaso no soy yo vuestro Señor?Contestaron: Sí, lo atestguamos. Para que el Día delLevantamento no puderas decr: Nade nos habíaadvertdo de esto.” (al-Ara, 7:172)

Esta y otras manestacones del Poder y ArteDvnos, descubertos hace relatvamente poco tem-po, acallan la razón. Insprado por tales sentmentos,Zya Pasha escrbó ya en el sglo 19:

Gloriico a Aquel que hace que la mente se someta

Cuyo Poder deja a los sabios sin habla.

¿Quén maneja esta complcada ábrca que esel cuerpo humano? El hombre debe tener la cons-cenca de que todos los seres, los que están en loscelos, en el mar y en la erra, ncluyéndole a él,

dependen en cada momento del odopoderoso. Aun nvel más sencllo debería admtr los hechosque son obvos.

Práctcamente toda la actvdad que desarrollanuestro cuerpo es ndependente de nuestra voluntad.Se reere esto al latdo de nuestro corazón, a la resp-

racón, a la accón de todos nuestros órganos, nclu-yendo la que tene lugar dentro de las células, y todaslas comunicaciones que se dan entre ellos. ¿Quénpuede saber el mal que se habría hecho s la actvdadde solamente uno de esos elementos, o algún tpo de



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reaccón boquímca dentro de una célula, quedasedrgda y controlada por nosotros msmos durante unsolo día?53

Qué ncreíble leccón tenemos en el hecho de queun nño de 10 años pueda domnar a un eleante de 10toneladas, mentras que un pequeño vrus, nvsblepara el ojo humano, puede derrumbar a un hombre degran corpulenca?

Por eso, nunca debemos consderar que la uerzaque tenemos provene de nosotros msmos; nuncadebemos dejar que nos venza la arroganca, y sempre

debemos recordar que su Verdadero Dueño es Allah,alabado sea. Debemos estar constantemente agrade-cdos, buscando reugo en el odopoderoso y reco-nocendo snceramente que comparados con el PoderDvno no somos n una mota de polvo.

Acabamos de menconar, muy brevemente, algu-nos de los ejemplos del Poder y de la SabduríaDvnos que tan abundantemente se manestan en losseres humanos. Una relexón un poco más proundanos llevaría al descubrmento de muchos otros, y spudéramos escrbr un lbro sobre cada célula delcuerpo humano, sería sn duda alguna una empresa delo más loable y benecosa.

53 Ver Şâkr Kocabaş, Kur’ân’da Yaratılış, p. 115.



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¿Por qué fue creado el hombre?¿Cuál es el verdadero objetvo de la exstenca

del hombre –un ser noble, creado en el mejor de losmoldes, dotado de ncontables bendcones Dvnas?¿Cuáles son sus responsabldades?

Allah, glorcado sea, nos dce:“¿Acaso pensastes que os hemos creado únca-

mente como dversón y que no habrías de volver aNosotros?” (al-Mumnun, 23:115)

“Y no he creado a los genos y a los hombres sno

para que Me adoren.” (ad-Dharyat, 51:56)

El hombre debe agradecer proundamente porcada célula de su cuerpo con actos de adoracón, mos-trando generosdad con sus semejantes, realzandobuenas obras y sendo pacente ante las adversdades–por no ctar sno algunas de las acttudes más reco-

mendables. Cada bendcón tene su preco y cada unade ellas requere grattud.

El Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz, hadcho:

El hombre debe realizar un acto de generosidad al

día a cambio de cada una de sus articulaciones. Ayudar al jinete a montar o a colocar su carga en la montura esun acto de generosidad. Una palabra amable es un actode generosidad. Cada paso dado en el camino hacia lamezquita para orecer el salah es un acto de generosi-



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dad. Indicar el camino a alguien también es un acto de generosidad. (Bujar, Yhad, 72; Muslm, Zakat, 56 )

La generosidad es una obligación diaria por vues-tras articulaciones y huesos. Cada tahll es generosidad.Cada takbr es generosidad. Exhortar al bien es gene-rosidad. Prevenir el mal es generosidad. Y dos rakat del salah a media mañana equivale a todo ello. (Bujar, Sulh,

11; Yhad, 72, 128; Muslm, Zakat 56)

En otras transmsones se mencona: “hacer dentermedaro justo entre dos personas” y “apartar delcamno lo que pueda molestar a los transeúntes”. (Bujar,

Sulh, 11; Yhad, 72, 128; Muslm, Zakat, 56)

Queda entonces absolutamente clara la necesdadde que seamos servos dgnos del odopoderoso, asícomo la prordad de aprovechar cada momento, ded-cándolo a los actos de adoracón y buenas obras comopreparacón para la vda eterna.

El mstero de la muerte, soluconado

Muhammad bn Kab al-Quraz ha transmtdo:

Una vez me encontré con Omar ibn Abdulaziz en Medina, que por aquel entonces era un hombre joven,

bastante apuesto y además rico. Años más tarde, yasiendo Calia, ui a verle. Después de haber recibido su permiso, entré en la estancia calial. Al verle, me quedé atónito y no pude por menos que mirarle ijamente. Me preguntó:



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-¿Por qué me miras de esta manera, Muhammad?

Le respondí:

-Estás pálido, has envejecido prematuramente, has

perdido casi todo el pelo, y lo que queda de él son canas.

No he podido contener mi sorpresa al verlo, Calia.

Me djo:

-¡Qué sorpresa te ibas a llevar al verme tres días

después de haber sido enterrado! Las hormigas habrán

sacado mis ojos de sus órbitas, habrán invadido mis

mejillas, y la nariz y la boca estarán llenas de pus.

Entonces sí que estaría justiicada tu sorpresa. (Hakm,

IV, 300/7706)

Más que cualquer otra cosa, cualquer ser umano

debe contemplar su nal. ¿Cómo exhalará su últmo

alento? ¿Con qué se encontrará en la tumba? ¿Cuál

será su poscón en el Más Allá? Son los msterosmás grandes que todo hombre tendrá que arontar

–comprender el secreto del vaje desde la cuna hasta

el ataúd, la sabduría que subyace en su exstenca y,

como consecuenca de ella, su paso al Otro Mundo.

Cada uno de nosotros debería esorzarse en soluconar

estas ncógntas y alcanzar de esta manera la elcdad

eterna.

En prmer lugar, debemos hacernos preguntas

acerca de la muerte, ya que es un hecho neludble que:



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bllones de sombras, una encma de otra. Mañana,tambén nosotros ormaremos parte de estas sombras.Desde allí, empezaremos la vda eterna, un vaje eter-no. Pensa de nuevo: ¿Qué clase de mente cambaríaun nstante por la eterndad?

Hablando de la muerte, el odopoderoso declaraen el Noble Qur’an:

“El día que la vean les parecerá que no perma-neceron (en la tumba) sno una tarde o su mañana.”

(an-Nazat, 79:46)

ambén los sguentes versos hablan de esta ver-dad –de la brevedad de la vda:

Es delicada, rápida, como un pestañeo,Un pájaro levantó el vuelo, no lo oímos, pero pasó.

(Âşık Paşa)

¿Puede exstr una nsensatez mayor que tratar aesta vda como s uera eterna, olvdando el tesoro que vene después?

La contemplacón de la muerte

El Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz,solía recalcar a menudo la necesdad de recordar lamuerte y ser conscentes del pelgro de perderse enlos asuntos de este mundo.54 Decía: “Es asombroso ver

54 Ver rmdh, Zuhd, 4; Nasâî, Yanaz, 3.



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cómo una persona solamente se esuerza por la vidaengañosa de este mundo, a pesar de creer en la vida del

Más Allá.” (Quda, Shhab’ul-Akhbar, n. 383)

Pensar en la nevtable partda de este mundo,

en el hecho de tener que arontar después lo que cada

uno se haya ganado en ella, lo bueno y lo malo, conel castgo y la recompensa, nos aleja del error y de la

tentacón, y nos aclta hacer buenas obras. La con-

templacón de la muerte es, por lo tanto, un medo de

aumentar la conscenca, enderezar la vda y trabajar

por el ben de nuestra condcón en la vda eterna. El

Proeta, qué Allah le bendga y le de la paz, ha dcho:

Acordaos con recuencia de la muerte, porque este

recuerdo os puriica de la maldad y aumenta el desape-

go hacia este mundo. Si piensas en la muerte siendo

rico, te protegerá del desastre que supone la riqueza. Si

piensas en la muerte siendo pobre, estarás satisecho contu vida. (Suyut, Yam’us-Saghr, I, 47)

Y tambén ha dcho:

Os he prohibido visitar las tumbas. Pero ahora os

digo que lo hagáis porque estas visitas os recordarán el

Más Allá. (rmdh, Yanaz, 60; Muslm, Yanaz, 106)

Recordad la muerte y los cuerpos y los huesos en

descomposición. El que desea el Más Allá abandona el

brillo de este mundo. (rmdh, Qyamah, 24)



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Allah ama a los que se acuerdan mucho de lamuerte. (Hazam, X, 325)

En una ocasón, un Compañero le preguntó alProeta, qué Allah le bendga y le de la paz:

- ¿Quién es el creyente más avisado?

Le contestó:

- Aquél que se acuerda a menudo de la muerte se prepara para lo que tiene que venir de la mejor manera.Esos son, verdaderamente, los creyentes más avisados. (Ibn Mayah, Zuhd, 31)

Cómo contemplaban

la muerte los Compañeros

Abu Bakr, qué Allah esté satsecho con él, djouna vez en un jutba:

¿Dónde están esos apuestos galanes, tan elegantes y admirados por todos en su momento? ¿Dónde estánlos jóvenes –hombres galantes y presumidos? ¿Dóndeestán los reyes que sitiaban a las imponentes ciudadesrodeadas de altas murallas? ¿Dónde están los héroesinvencibles en numerosos campos de batallas? El tiempo

se los ha comido y los ha hermanado con el polvo. Todosestán en la oscuridad de sus tumbas. Volved en sí antesde que sea tarde, y empezad las preparaciones para loque viene tras la muerte. ¡Salvaos! ¡Salvaos! (Ibn’ul-Jawz,

Zamm’ul-Hawa, p. 668; Nadrat’un-Nam, III, 960)



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Si pudiera retener el estado en el que estoy en cadauna de esas tres ocasiones, seguramente merecería el Paraíso: mientras estoy leyendo el Qur’an o escuchandosu recitación; oyendo las palabras del Mensajero de Allah, qué Allah le bendiga y le de la paz; y viendo un uneral. Sí, desde luego… siempre cuando veo un une-

ral, siento como si me aconteciera a mí lo que le aconteceal muerto… me llevan a donde le llevan a él. (Hakm, III,

326/5260)

Los benefcos de contemplar la muerte

Como lo anunca el hadz: “la muerte basta comoconsejo.”55 Hay una prounda enseñanza para los quecontemplan este enómeno.

El excesvo amor haca los placeres de este mundo,y el deseo de ama y ortuna son síntomas de la ener-medad esprtual. Algunas de las neastas consecuen-

cas del excesvo amor por este mundo son la envda,el orgullo, la hpocresía y la avarca. El remedo máseectvo para protegernos contra estos deectos lo tene-mos en la contemplacón de la muerte, de la tumba y de los acontecmentos del Más Allá.

El prncpal objetvo del tasawwu es la luchacontra el ego, la lberacón de su dañna domnacón y la purcacón del corazón del amor por el mundo. Lacontemplacón de la muerte, de cnco a dez mnutos

55 Hatham, Majmau’z-Zawâd, Berut 1988, X, 308.



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en el wird de cada día, ha sdo parte de la práctca denumerosas tariqah.

La costumbre otomana de tener los cementeros

dentro de la cudad, a lo largo de los camnos, y en los

patos de las mezqutas, tenía en su orgen el ncentvo

de la contemplacón de la muerte. Un vajero occden-tal que no pudo evtar un comentaro sobre este hecho,

djo: “Los turcos vven con sus muertos.”

La preparacón para el Más Allá por medo del

recuente recuerdo de la muerte, y el apartarse de

los deseos del ego, ayudan a lbrarse del remord-mento atal que puede llegar con el últmo alento.

El odopoderoso nos ha hablado de que alguen que

durante la agonía tene un momento de lucdez, nev-

tablemente drá, proundamente arrepentdo:

“¡Señor, mío! S me deras un poco más de plazo,podría dar con generosdad y ser de los rectos.” (al-

Munaqun 63:10)

Para evtar semejante ordalía debemos abrr ben

los ojos mentras todavía nos queda tempo y oportu-

ndad, y empezar la preparacón para la vda eterna,

mucho más cercana de lo que pensamos.

Hasan Basr, qué Allah lo tenga en Su msercor-

da, después de haber atenddo un uneral, le preguntó

a alguen que tenía a su lado:



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- ¿No te parece que el muerto se estará ahoralamentando de no poder volver a este mundo para hacer

más obras buenas, más actos de adoración y de arrepen-

timiento por las malas acciones?

-Con toda seguridad , respondó el hombre.

Entonces, ¿qué nos impide a nosotros pensar de lamisma manera? , respondó Hasan Basr. (Ibn’ul-Yawz,

al-Hasan’ul-Basr)

Preparándose para

el estremecmento de la muerteHasan Basr, qué Allah le tenga en Su Msercorda,

djo en una ocasón:

Hay dos noches y dos días que no tienen par entre

las otras noches y los demás días. La primera de estas

noches es la que pasas en la tumba entre los muertos.Nunca antes has estado con ellos. La segunda de estas

noches es justo la anterior al Último Día, que es el día

que no va a ser seguido por ninguna noche. En cuanto

a los días, el primero de ellos es cuando llega el emisario

de Allah y te dice si Él está complacido contigo o no, si

estás destinado al Paraíso o al Fuego. El segundo díaes cuando recibes tu Libro de Obras, por la derecha o

por la izquierda, y luego eres llevado ante la Presencia

de Allah. (Ver Ibn’ul-Yawz, az-Zahr’ul-Fath, p. 25; Abu’l-Faray

Abdurrahman, Ahwal’ul-Qubur, p. 154)



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Shej Sad ha dcho:

Finalmente te convertirás en polvo, hermano, así que antes de que esto ocurra, procura ser tan humildecomo él.

Umar, qué Allah esté satsecho con él, ha dcho:

Dad cuentas de todo ante vosotros mismos antes deque seáis llamados a hacerlo ante Allah. Adornaos anteel tribunal más grande con buenas obras. El juicio deaquellos que solían hacer cuentas ante sí mismos será ácil en el Más Allá. (rmdh, Qyamah, 25/2459)

Mentras están colocando nuestros cuerpos sn vda en la tumba, nuestros hjos y rquezas se quedanatrás. Solamente nuestros actos nos acompañarán enla prounddad de la terra. Allí, nuestros cuerpos seconvertrán en polo, gual que nuestras mortajas, y noquedará otra cosa que nuestras buenas obras.

Imam Ghazzal, qué Allah le tenga en SuMsercorda, ha dcho:

Tres cosas solamente nos acompañan en la hora dela muerte:

1) La pureza del corazón, es decir un corazón purii-

cado de los residuos de este mundo. Allah ha dcho:

2) ‘Habrá trunado el que la purque…’ (as-

Shams, 91:9)



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Familiaridad con el recuerdo de Allah, gloriicadosea, Quien ha dicho:

‘Pues es con el recuerdo de Allah con lo que se

tranqulzan los corazones.’ (ar-Rad, 13:28)

3) El amor por Allah, alabado sea. Él ha dicho:

‘D: S amás a Allah, segudme, que Allah os

amará y perdonará vuestras altas. Allah es Perdonador

y Compasvo.’ (Al- Imran, 3:31)

La purcacón del corazón es solamente posblea través de mariah, conocmento de Allah, glorca-

do sea, por medo del corazón. Mariah, en cambo se

adquere con la dedcacón al dhikr y a la contempla-

cón. Así pues, estos tres actores son nuestros salvav-

das.” (Ruh’ul-Bayan, XI, 274)

S sabemos cómo hacer las preparacones adecua-

das para “el mañana”, la muerte se convertrá en algo

bello –dejaremos de temerla.



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Bshr bn Harth, qué Allah le tenga en SuMsercorda, arma: ¡Qué bella morada es la tumba para alguien que obedece a Allah! 56

ambén Mawlana Rum son aconsejó contem-plar la muerte sn medo con estas bellas palabras:

El color de la muerte, hijo, está en el ojo del quela mira. Aparece como un enemigo temible y hostil alos ojos de los que la odian, sin pensar que es ella quienles unirá con el Señor. A los que la aman se les aparececomo un amigo.

¡Oh alma que huyes aterrorizada de la muerte! Siquieres oír la verdad, no la temes realmente. Te temes ati mismo.

Porque no es la cara de la muerte la que ves en el espejo, sino tu propia y ea cara. Tu espíritu es como unárbol, y la muerte es como una hoja en él. Y cada hoja

pertenece al tipo de árbol en el que crece.

Resumendo, nuestra muerte y la experenca dela tumba, que durará hasta la Resurreccón, tendrán elaspecto de la manera en la que hemos vvdo y de losactos que hemos cometdo. Por esa razón, Allah, glor-

cado sea, nos explca en numerosos versos del NobleQur’an la esenca de la vda de este mundo y del Otro,nos urge a no sucumbr ante los brllos y engaños del

56 Te Commsson, Nadratu’n-Naîm, III, 963; Abu’l-Faraj Abdu-

rrahman, Ahwâlu’l-Qubûr, p. 155.



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prmero, y nos exhorta a pensar mucho en su nevta-ble nal. Quere que nos volvamos conscentementehaca la vda eterna, una vda que se acerca con cadamomento que pasa.

Es necesaro, por lo tanto, que antes de la muerte la

persona se arrepenta snceramente de todos sus actosreprobables y remede todos sus deectos obedecendoel mandato y las prohbcones del odopoderoso. De lamsma manera, es necesaro que resttuya los derechos atodas aquellas personas a quenes perjudcó njustamen-te. Es decr, antes de morr debe obtener el perdón de la

gente a la que haya poddo, verbal o íscamente, herr ocalumnar; de aquellos contra los que actuó de maneramalcosa. Así msmo, debe estar lbre de cualquer deudapersonal, sea ísca o esprtual.

Un hombre gnorante puede regocjarse por habernrngdo los derechos de los demás, vendo en sucorrupto comportamento una causa de satsaccón.Sn embargo, será nconmensurable su remordmentoel día en el que se establezca la Balanza de la Justca,y se le dga: “Eres un hombre perddo, vl, arrunado.Ahora ya no puedes resttur nngún derecho n tam-

poco pedr el perdón de nade.”Mentras se acercaba su muerte, Abdulmalk

bn Marwan, el Cala Omeya, vo en las aueras deDamasco cómo una lavandera se enrollaba un manojode ropa en la mano y golpeaba con él la pedra de lavar.



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Con un suspro lastmero al evocar el terrble trbunaldel Más Allá, el Cala se djo a sí msmo:

¡Ojala uera yo una lavandera! ¡Ojala me hubiese ganado la vida con mis propias manos y no hubiesetenido nada que ver con los asuntos del mundo! (Ghazzal,

Ihya, VI, 114)

Al msmo tempo que nos preparamos para lahora de la muerte, es gualmente necesaro no perderla esperanza de la Msercorda de Allah, alabado sea.

Uqba al-Bazzar ha dcho:

Un Beduino que miraba el paso de un uneral a milado, comentó cuando pasaba el ataúd junto a nosotros:‘¡Enhorabuena, tienes toda la alegría del mundo!

- ¿Por qué le elicitas? le pregunté.

- ¿Cómo no elicitar a alguien al que llevan ante unGuardián Eternamente Generoso, que trata espléndi-damente a Sus invitados, y cuya Misericordia no tienelímites?

Tuve la sensación de que habían sido las pala-bras más bellas que había escuchado nunca. (Abu’l-Faray,

Abdurrahman, Ahwal’ul-Qubur, p. 155.)



Para los creyentes, el Noble Qur’an es una

majestuosa puerta hacia las proundidadesdel reino de la contemplación, un horizonteinmenso de refexión. Es el idioma de los

Cielos y de la Tierra. Sus sabias palabras, el único alimento del espíritu, constituyen una

inagotable uente de inspiración, un milagro deelocuencia concedido a los seres humanos.

Fue el objetivo de miles de libros escritos en el mundo islámico durante los últimos 1400 añoscomprender y sumergirse en las proundidadesde “el Libro” y alcanzar un conocimiento más

proundo del Uno, aniquilándose en Él.

LA CONTEMPLACIÓN

EN EL QUR’AN



N121

LA CONTEMPLACIÓNEN EL QUR’AN

Los seres humanos tenen una predsposcón

natural haca la contemplacón, pero necestan un

guía para conducr la mente a través de los estrechos y angostos valles del ego, drgéndola haca la Verdad y el Ben. La guía más segura es la del Noble Qur’an, laPalabra del odopoderoso, y su personcacón y cla-

rcacón es el Bendto Proeta, qué Allah le bendgay le de la paz.

Para los creyentes, el Noble Qur’an es una majes-tuosa puerta haca las prounddades del reno de la

contemplacón, un horzonte nmenso de relexón.Es el doma de los Celos y de la erra. Sus sabas

palabras, el únco almento del espírtu, consttuyen

una nagotable uente de nspracón, un mlagro deelocuenca conceddo a los seres humanos.

El Noble Qur’an es la elucdacón del hombre y

del Unverso. El Unverso, el hombre y el Qur’an sontres planos conectados que se lumnan entre sí. Una



N122


persona que conoce ben el Qur’an puede empezar aleer las bendcones Dvnas tanto en sí msma comoen el Unverso, y comenzar a pasar las hojas del lbrode la sabduría. Se manestan ante ella numerosossecretos Dvnos y se abren ante su corazón nconta-bles ventanas haca el Más Allá.

El remedo para controlar los deseos del ego queempujan a la humandad por el camno de la des-truccón, es el Qur’an. ambén es una cura para ladepravacón moral que puede arrastrar al hombre aun nvel más bajo que el de las bestas, por la ncon-

trolable opresón que supone. Es ndudable que elNoble Qur’an es la medcna más potente que puedatomar el hombre para curar todas las enermedadesdel corazón.

Allah enseñó el Noble Qur’an

El Noble Qur’an es el regalo más grande que harecbdo la humandad del odopoderoso. En él se nosdce:

“El Msercordoso ha enseñado el Qur’an, ha crea-do al hombre, le ha enseñado a hablar.” (ar-Rahman, 55:1-4)

La enseñanza que contene el Qur’an y la aclara-cón de numerosos msteros, consttuyen una ncreí-ble manestacón de Su eterna Msercorda. Con ellase exhorta a la humandad a estudarlo, a desarrollarsu mundo nteror y a ponerlo en práctca, en todos



N123

LA CONEMPLACIÓNEN EL QUR’AN ____________________

los actos de nuestro comportamento, para nalmentecomuncarlo al resto de la humandad de la manera

más eectva.

Todos los lbros son Un Lbro

Mles de lbros han sdo escrtos en el mundoslámco durante los últmos 1400 años con el pro-

pósto de entender las prounddades de un “Lbro”,

y de ahondar en la relacón con un “Hombre”, para

ser menos nosotros msmos y parecernos más a él. S

todos los árboles del mundo ueran a convertrse en

plumas y los mares en tnta, sería mposble enumerar

la sabduría y verdad contendas en el Noble Qur’an.57

En él tenemos codcado todo el conocmento y la

sabduría, junto a la guía que lleva a la elcdad tanto

en este mundo como en el Más Allá.

El Noble Qur’an le lleva la delantera a la cencaen todos los campos del saber. Cada descubrmento

centíco conrma y descubre la verdad del Qur’an.


“Les haremos ver Nuestros sgnos en el horzonte

y en ellos msmos hasta que se les haga evdente que

es la verdad. ¿Es que no basta con que u Señor es

estgo de todas las cosas?” (Fusllat, 41:53)

57 Ver Luqman, 31:27.



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Cada vez que proundzamos en el texto delQur’an, descubrmos nuevos mlagros. El Proeta, queAllah le bendga y le de la paz, nos ha normado, dehecho, de que ncluso para los más sabos jamás seagotará el beneco de su lectura, ya que el Qur’annunca perde su rescura, ncluso s es rectado cont-

nuamente. Cada letra, cada palabra, cada rase… nosllenan de admracón y nos conducen a una sabduríannta.58

La lectura contemplatva del Qur’an

Los grandes sabos Musulmanes han dendoel propósto de la rectacón del Noble Qur’an comocontemplacón de sus sgncados, de su sabduríanterna, para después actuar acorde a su mandato.

Para la estmulacón del pensamento no exstenada mejor que el Qur’an ya que es la Palabra del

odopoderoso, Quen conoce a la pereccón lo ntr-cado de la condcón humana. En otras palabras, elNoble Qur’an pone delante de cada uno un espejoque le permte verse a sí msmo exactamente comoes. Por eso msmo, cada Musulmán debe rectar re-cuentemente el Qur’an y relexonar sobre lo que el

odopoderoso expone en cada uno de los versos.

Dado que cada palabra del Qur’an contene ncon-tables secretos, es preerble leer un ayah de manera

58 Ver rmdh, Fadâlu’l-Qur’an, 14; Dârmî, Fadâlu’l-Qur’an, 1.



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contemplatva, que leer el Qur’an entero de ormamecánca. No obstante, solamente un corazón puro y un espírtu renado por una prounda contemplacón,buenas obras y recttud de comportamento puedenobtener acceso a la verdad de esos msteros.


“Es una surah que hemos hecho descender,hacendo de ella un precepto y revelando en ella sgnosclaros para que podás recordar.” (an-Nur, 24:1)

“Es un lbro bendto, que te hemos hecho descen-der, para que medten sus sgnos y para que recuerdenlos dotados de lo esencal.” (Sad, 38:29)

“¿Acaso no medtan el Qur’an o es que tenencerrojos en el corazón?” (Muhammad, 47:24)

Le preguntaron una vez al Bendto Proeta, queAllah le bendga y le de la paz, acerca del mejor tono

de voz y la mejor manera de rectar (qiraah) el Qur’an.Djo:

Es la recitación de aquel que, por medio de su voz, tehace sentir el temor de Allah. (Darm, Fadal’ul-Qur’an, 34)

La lectura del Qur’an es uno de los actos más

expuestos al susurro del shaytan ya que la persona quelo hace, relexona sobre lo que promete, sobre lo queadverte, sobre sus sgnos y explcacones claros, se daráa las buenas obras con gran entusasmo, y se alejará delo prohbdo y de lo dudoso con más determnacón.



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Sendo así, el shaytan no dejará de hacer todo lo que estéa su alcance para alejar a la gente de la Palabra de Allah,

glorcado sea. Por eso se nos ha ordenado buscar reu-

go en el odopoderoso antes de empezar la lectura del

Qur’an, dcendo “ ”, tal como

lo dce la ayah:“Y cuando vayas a rectar el Qur’an pde reugo

en Allah del Shaytan lapdado.” (an-Nahl, 16:98)

¿Cómo leía el Qur’an el Proeta de Allah?

El Proeta, que Allah le bendga y le de la paz, solía

rectar el Noble Qur’an despaco, con un proundo sen-

tmento. Contemplaba los sgncados de cada verso

e nmedatamente ponía en práctca sus mandatos.

Cuando rectaba una ayah que ordenaba la glorcacón

(tasbih) del odopoderoso, solía decr subhan- Allah,

negando de esta manera cualquer decenca en elCreador; y cuando leía una ayah que hablaba de la

súplca, solía suplcar; y al leer una ayah que sugería

buscar reugo en el odopoderoso, lo hacía.59 A veces

se concentraba tan ntensamente en alguna ayah que su

contemplacón duraba hasta el amanecer.

Abu Dharr, que Allah esté satsecho de él, ha

transmtdo:

59 Ver Muslm, Musâfrîn, 203; Nasâî, Qıyâmu’l-Layl, 25/1662.



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“Una vez, el Mensajero de Allah, que Allah lebendga y le de la paz, se quedó reptendo la sguenteayah del salah hasta el amanecer:

“S los castgas… son us servos. Y s los perdo-nas… ú eres certamente el Poderoso, el Sabo.” (al-

Madah, 5:118) (Nasa, Itah, 79; Ahmad, V, 156)

El Bendto Proeta, que Allah le bendga y le de lapaz, añadó una vez a la ayah anteror la sguente:

“¡Señor mío! Es certo que ellos extravían amuchos hombres. Quen me sga será de los míospero quen me desobedezca… Realmente ú eresPerdonador, Compasvo.” (Ibrahm, 36)

Después elevó sus brazos y suplcó con lágrmas

en los ojos: ¡Oh Allah! ¡Mi ummah! ¡ Mi ummah!’

Allah, glorcado sea, le djo entonces a Ybrl,sobre él la paz: ‘Ve y pregunta por qué Muhammadestá llorando, para que los hombres lo sepan ya que escerto que tu Señor sabe por qué.’

Ybrl, sobre él la paz, hzo lo que Allah le habíaordenado, y cuando volvó Le normó al odopoderosoque Su Mensajero lloraba a causa de la preocupacónque sentía por su ummah. Entonces Allah, glorcadosea, le envó una vez más con la orden de transmtrle



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a Muhammad la buena nueva de que le complaceríaen cuanto a su petcón y que nunca le causaría dolor.”

(Muslm, Iman, 346)

al ue la compasón y el amor que sentía el

Proeta, que Allah le bendga y le da la paz, por su

ummah. Debemos relexonar constantemente sobre loque acabamos de ctar y honestamente valorar el grado

de nuestro amor por el Proeta, que Allah le bendga y

le de la paz, y tambén hasta qué punto somos capaces

de segur su sunnah, como muestra de este amor.

Abdullah bn Masud, que Allah esté satsecho

con él, ha transmtdo:

Un día, el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga

y le de la paz, me preguntó:

- ¿Puedes recitarme algo del Qur’an?

- ¿Cómo te lo voy a recitar cuando es a ti a quien sele ha revelado?’

- Me gusta oírlo de los demás.

Entonces empecé a recitar surah an-Nisa, y cuando

llegué a la ayah que dice

“¿Y qué pasará cuando tragamos a un testgo de

cada comundad y te tragamos a t como testgo sobre

ellos?” (4:41)

Entonces me dijo que era suiciente por el momento.



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Cuando le miré, vi que sus ojos rebosaban de lágri-mas. (Bujar, asr, 4/9; Muslm, Musarn, 247)

Asha, que Allah esté satsecho con ella, nos hadescrto una stuacón en la que podemos vslumbrarla sensbldad del corazón del Proeta, que Allah le

bendga y le de la paz, y la prounddad de su contem-placón:

Una noche el Mensajero de Allah, que Allah lebendiga y le de la paz, me dijo:

-Con tu permiso, Aisha, me gustaría pasar la nocheadorando a mi Señor.

Le contesté:

- Me encanta estar contigo pero aún más me gustalo que te hace eliz.

Entonces se levantó, hizo wudu completo y empezó

la salah. Estaba llorando. Lloraba tanto que se empa- paron sus ropas, su barba e incluso el suelo sobre el quese postraba. Mientras lo estaba haciendo, llegó Bilal para llamarle al salah de ayr. Viendo su estado, Bilal le preguntó:

- ¿Por qué estas llorando, oh Mensajero de Allah, cuan-

do Allah te ha perdonado tus altas pasadas y uturas?

Contestó:

¿Acaso no debo ser entonces el siervo más agrade-cido? Me han sido reveladas esta noche unas ayaat que



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quien las recite sin la debida contemplación deberíasentirse avergonzado.

Y recitó:

“Es certo que en la creacón de los celos y la erray en la sucesón del día y la noche, hay sgnos para los que

saben reconocer la esenca de las cosas. Los que recuer-dan a Allah de pe, sentados y acostados y relexonansobre la creacón de los celos y la erra: ¡Señor nuestro!No creaste todo esto en vano. ¡Glora a ! Presérvanosdel castgo del Fuego.” (Al- Imran, 3:190-191)

La noche en la que le ueron reveladas estas

ayaat el Proeta, que Allah le bendga y le de la paz,lloró hasta el amanecer. Las lágrmas de los creyentesdurante la contemplacón del Poder y del EsplendorDvnos, con la bendcón del odopoderoso, adornanlas noches, lumnan la oscurdad de la tumba y reapa-recen como gotas de rocío en los jardnes del Paraíso.

Hablando de la necesdad de la lectura del Qur’ande manera pensatva y contemplatva, y de la recom-pensa por ello, el Proeta, que Allah le bendga y le dela paz, djo:

Si un grupo de personas se reúne en una de las

casas de Allah, lee el Libro de Allah y habla de él, des-cenderá sobre ellos la serenidad; les envolverá la mise-ricordia y les rodearán los ángeles. Y Allah, gloriicadosea, los mencionará en Su Presencia. (Muslm, Dhkr, 38; Abu

Dawud, Wtr, 14/1455; rmdh, Qraah, 10/2945)



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Alguien que completa la lectura del Qur’an enteroen menos de tres días no puede comprenderlo correcta-mente ni tampoco contemplarlo. (Abu Dawud, Wtr, 8/1390;

rmdh, Qraah, 11/2949; Darm, Salat , 173)

Recitad el Qur’an de manera que os aparte del mal.

Si vuestra lectura no os aparta del mal, entonces no lohabéis leído. (Ahmed bn Hanbal, Zuhd, p. 401/1649)

La lectura del Qur’an de los Compañeros

Los Compañeros se concentraban en la contem-placón del Noble Qur’an y en la medtacón de la

Palabra de Allah, glorcado sea, para luego ponerloen práctca. Un ejemplo perecto de esta acttud sonlas palabras de Umar, que Allah esté satsecho con él:

He completado la surah al-Baqarah en doce años, y he sacriicado un camello para agradecer. (Qurtub, I, 40)

ambén se nos ha transmtdo que Abdullah, elhjo de Umar, que Allah esté satsecho de ambos, estu-dó la surah al-Baqarah durante ocho años para poderponer en práctca su mandato. (Muwatta, Qur’an, 11)

Leían el Qur’an estudando cada uno de sus pre-

ceptos y prohbcones, y la prounddad de este estu-do hzo posble su puesta en práctca. (Kattan, aratb,

II, 191)

Un hombre ue una vez a ver a Zad bn habt, queAllah este satsecho de él, y le preguntó su opnón en



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cuanto a la lectura completa del Qur’an en una semana.“Es bueno,” respondó aquel Compañero, añadendo:

Pero a mi me gusta leerlo en quince días, incluso en

veinte. Si me preguntas por qué, te diré que es porque de

esta manera puedo relexionar cuidadosamente y enten-

der mejor los signiicados. (Muwatta’, Quran, 4; Ibn Abdlbarr,Istdhkar, Berut, 2000, II, 477)

Abdullah bn Masud, que Allah esté satsecho de

él, ha transmtdo:

El que busca el conocimiento debe contemplar los

signiicados del Qur’an y centrarse en su interpretación y recitación, porque el Qur’an contiene el conocimiento del

pasado y del uturo. (Haytham, VII, 165; Bayhak, Shuab, II, 331)

Un Beduno oyó una vez al Proeta, que Allah le

bendga y le de la paz, rectar:

Y el que haya hecho el peso de una brizna de bien,

lo verá. Y el que haya hecho el peso de una brizna de

mal, lo verá. (az-Zalzala, 99:7-8)

Le preguntó asombrado:

¿El peso de una brizna, oh Mensajero de Allah? Sí.

El Beduno se puso páldo y empezó a lamentarse:

¡Cuánto me avergüenzo de mis altas!



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Lo repetía sn cesar, y luego repetía las ayaat delQur’an, y nalmente desaparecó. Entonces el Proeta,

que Allah le bendga y le de la paz, comentó:

Hoy ha entrado la e en el corazón del beduino.

(Suyut, ad-Durr’ul-Mansur, VIII, 595)

La lectura del Qur’an

de los rectamente guados

Fudal bn Iyad, que Allah esté satsecho de él, djo:

El Qur’an ue revelado para ser practicado. Pero el

hombre solamente puso en práctica su lectura.

Entonces alguen le preguntó:

¿Cómo se pone en práctica el Qur’an?

Aceptando sus airmaciones en cuanto a lo permi-

tido y lo prohibido, poniéndolo en práctica, siguiendosus mandatos, evitando las prohibiciones, y parándose

a pensar en su asombrosa sabiduría. (Khatb al-Baghdad,

Iqtda’ul-Ilm’l-Amala, p. 76)

Incluso la ayah más corta del Noble Qur’an con-

tene numerosos sgncados. Imam Sha’, que Allah

esté satsecho de él, djo:

La surah al-Asr sería suiciente si la gente relexio-

nase sobre ella y la contemplase adecuadamente. (Ibn

Kathr, asr, ‘al-Asr’)



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Asma, un gran sabo Musulmán, nos recuerda losguente acerca de la contemplacón del Qur’an:

Un Beduino se le acercó una vez al Calia Hishamibn Abdulmalik.

-Dame un consejo, le dijo al Calia.

El Qur’an es el mejor consejero. Busco reugio en Allah del Shaytan lapidado. En nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso:

“¡Perdcón para los deraudadores! Que cuandole compran a al gente le exgen la medda y el peso

cumpldos, pero cuando son ellos los que mde opesan, cometen raude. ¿Es que no tenen certeza deque serán devueltos a la vda para un día transcenden-te? El día en el que los hombres se levantarán ante elSeñor de los mundos.” (al-Muttan, 83:1-6)

Luego dijo:-Este es el castigo, mi Calia, para los que engañan

cuando miden y pesan para los demás. Eres tú quiendebe procurar el castigo para los que se apropian delo que no es suyo. (Ibn Abdrabbh, Bedevî Arapların Özdeyiş ve

Âdetleri, Estambul 2004, p. 57)

El amoso sabo otomano, Muhammad Hadm,djo:

La única manera de salvarse de los problemas,

tribulaciones y desgracias que nos asolan por doquier,



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es abrazar el Qur’an y actualizarlo en nuestras vidas;realizar actos de adoración, sobre todo la lectura del Qur’an de manera contemplativa –es el mejor de losactos. Leerlo de esta manera es hablar con Allah, glori- icado sea. (Ver Hadm, Majmuat’ur-Rasal, p. 112, 194, 200)

Ejemplos de la contemplacónen el Noble Qur’an

La contemplacón del conocmento de Allah,glorfcado sea

En numerosas ayaat el Noble Qur’an habla de lonnto que es el conocmento de Allah, glorcadosea, e nvta al hombre a la contemplacón. Por ejem-plo:

“Él tene las llaves del No-Vsto y sólo Él lo cono-ce, y sabe lo que hay en la erra y en el mar. No caeuna sola hoja sn que Él no lo sepa, n hay semlla enla prounddad de la terra n nada húmedo o seco queno esté en un lbro claro.” (al-An’am, 6:59)

Leyéndolo, el creyente debería pararse a pensar:Hay tantos tesoros que desconocemos, cuyas llaves

están junto al odopoderoso, nunca antes vstos, uerade la comprensón del hombre. Nade, salvo Allah,glorcado sea, los conoce. Aparte de tener el cono-cmento nnto de estos tesoros del No-Vsto, elodopoderoso tene el conocmento de cada ser vvo,



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hasta de los detalles más nsgncantes. N squerauna hoja cae sn Su conocmento; Él sabe cuándo y

dónde ha caído, y sabe tambén cuántas veces do vuel-

tas en el are antes de caer, nalmente, al suelo.

El odopoderoso sabe cuándo un grano que ha

caído en la terra va a brotar y quén lo va a comer.odo lo vsto y lo no-vsto, sentdo o no sentdo, gran-

de o pequeño, conocdo u oculto, cada acontecmento

que ha ocurrdo o va a ocurrr –los conoce Allah, glo-

rcado sea, hasta el más mínmo detalle.60

La lectura de la ayah ctada estmula la magna-cón, abre nuevos horzontes y regones desconocdos;

hace que la magnacón se desplace a los rncones más

recóndtos de la erra y hasta las más nsondables

prounddades de los mares. Con cada una de estas

experencas la mente contempla el Conocmento y el

Arte de Allah, glorcado sea, y cómo se manestanen cada rncón del nconmensurable espaco y más

allá del Unverso vsble. Contempla las ncontables

hojas que caen de todos y cada uno de los árboles que

pueblan la erra, plenamente conscente de que el

odopoderoso las ve todas mentras caen aquí y allá.Se da cuenta de que n una sola semlla escondda en la

prounddad de la terra puede eludr la Vsta Dvna, y

60 Ver Muhammed Hamd Yazır, Hak Dîn , III, 1947; Abû Hayyân,

IV, 145-146, (al-An’am, 6:59).



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que cada partícula, sea húmeda o seca, se mueve segúnSu Mandato.

Este vaje mental a través de la exstenca nos

lleva, nevtablemente, al asombro. Es una exped-

cón haca las ronteras del empo, a los más leja-

nos horzontes del espaco, haca los mundos lejanos,conocdos y desconocdos. El vaje es tremendamente

largo, la dstanca nmagnable; todo queda uera de la

comprensón humana. Sn embargo, todo esto ha sdo

descrto con perecta sencllez en unas pocas palabras,

en la ayah anterormente ctada. (Sayyd Qutub, F Zlal, II,

1111-1113, al-An’am, 59)

Cuando contemplamos el Noble Qur’an de esta

manera, empezamos a vslumbrar algo del Poder y

del Conocmento del odopoderoso. Alguen que,

por otro lado, está alejado de la contemplacón, queda

arrastrado por los remolnos del ego, prvado de laSabduría y Majestad Dvnas, ocultas y, sn embargo,

expuestas a la vsta de todos.

Sad Shraz ha dcho:

Para los sabios cada hoja de un árbol es un Libro

que contiene la Sabiduría Divina. Sin embargo, para los

ignorantes, todos los árboles juntos no tienen el valor de

una hoja.

En otra ayah el odopoderoso, dce:



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“Sabe lo que entra en la terra y lo que sale de ella,lo que baja desde el celo y lo que a él ascende. Él es elCompasvo, el Perdonador.” (Saba, 34:2)

Al leer estas palabras, la mente recbe la vsónde ncontables objetos, movmentos y ormas que

la magnacón no es capaz de acomodar. Incluso ladentcacón y la cuenta de una nntesmal parte deestos enómenos está uera de nuestro alcance. S todala humandad pudera reunrse y dedcar la vda enteraa esta tarea, quedaría exhausta vendo su mpotenca ala hora de cumplr con ella.

¿Qué cosas penetran en la terra? ¿Qué semllascaen en ella? ¿Qué especes de nsectos y anmales vven bajo nuestros pes? ¿Quén conoce el agua, lasmoléculas de gas y rayos radoactvos que se ltran enel nconmensurable suelo? De hecho, muchos –todos

con el permso de Allah, glorcado sea.Por otro lado, ¿qué es lo que sale de la terra?

¿Cuántas plantas brotan de ella? El Noble Qur’anarma:

“¿Es que no ven la terra y cuántas nobles especes

hemos hecho crecer en ella?” (as-Shuara, 26:7)

“Es certo que hacemos que caga agua en ormade precptacones y segudamente hendmos la terraen surcos, y hacemos que en ella broten granos, vñe-dos y herbas comestbles, olvos y palmeras, rondosos



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vergeles, ruta y pastos. Como dsrute para vosotros y vuestros rebaños.” (Abasa, 80:25-32; tambén Qa, 50:7-11)

¿Y las ncontables uentes? ¿Cuántos volcanesentran en erupcón, vomtando lava? ¿Cuántos tposde gas se vaporzan? ¿Cuántos nsectos salen a la

superce de la erra de sus escondtes? ¿No es acasoasombroso que cuando la neve cubre la superce dela erra ncontables seres buscan reugo en su seno y,gracas a la proteccón Dvna, permanecen allí duran-te semanas, ncluso meses? El odopoderoso ha hechode la terra una verdadera cuna para ellos. Cuando la

neve se derrte, no aparecen ante nuestros ojos mon-tones de cadáveres de estos seres e nsectos. Otra vezsalen a la superce como s nada hubese pasado y suexstenca empeza de nuevo.

S nos paramos por un momento a pensar en lasuerzas, angelcales e esprtuales, y las voces y súplcasque se elevan hasta el celo… de ncontables seres,perceptbles e nvsbles, vvos e nertes, desconocdospara el hombre, y otros totalmente uera de su cono-cmento, vslumbraremos un dmnuto retazo de lagrandeza del odopoderoso.

Qué es lo que baja del celo, nos podemos pregun-tar. Las gotas de lluva, los meteortos, los rayos quelumnan y abrasan… odo ello en el mundo ísco,pero después están las lechas del destno, las dec-sones predestnadas y los soplos de la Msercorda



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Dvna. Algunos de ellos para todos los seres vvos, y otros solamente para unos pocos.

odo esto ocurre en un abrr y cerrar de ojos.¿Puede la comprensón humana entender estos acon-tecmentos que ocurren a escala mundal en unaraccón de segundo? Mles de vdas no bastarían paralograrlo, pero el Conocmento Dvno, algo uera denuestra comprensón, sn límte de nngún tpo, abarcatodos los enómenos en todos los nveles de la exsten-ca. Por eso, hace alta tener en cuenta que cada latdodel corazón, cada ntencón oculta en él, está bajo la

supervsón de Allah, glorcado sea. (Ver Sayyd Qutub, FZlal, V, 2891-2892, Saba, 2-3)

Surah al-Waqah

Sabemos que es vtal relexonar proundamentesobre cada ayah del Noble Qur’an, pero ahora nos

vamos a centrar en algunas ayaat de la surah al-Waq-ah, an-Naml y ar-Rum.

El odopoderoso empeza la surah al-Waqah conla descrpcón del terrble Día del Juco, un día en elque algunos hombres serán elevados y otros rebajados.

Después de haber dado cuenta de sus accones, losseres humanos serán dvddos en tres grupos.

Luego, con una ascnante elocuenca, elodopoderoso explca las bendcones que recbránlos servos rectamente guados que habían llevado



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una vda pura y que ahora recben el Lbro de SusActos por la derecha. Acto segudo tenemos la lus-tracón de un terrble y doloroso castgo que recbrántodas aquellas personas a quenes se les de el Lbrode Sus Actos por la zquerda. Con esta descrpcónaterradora, el odopoderoso dsuade a Sus servos de

cometer maldades, alejándolos de tan deplorable nal.A contnuacón adverte a Sus servos y los nvta a lacontemplacón, menconando:

La creacón del hombre

“¿No os hemos creado? ¿Por qué entonces no dase? ¿Os habés jado en lo que eyaculás? ¿Sos voso-tros los que lo creás o somos Nosotros los creadores?”(al-Waqah, 56:57-59)

¡Qué grande es el Arte Dvno para crear de unagotta de agua una compleja y armonosa cratura

como el ser humano!

La muerte y la resurreccón

“Hemos decretado que exsta la muerte entre vosotros y no podés mpedrnos a Nosotros quepongamos en vuestro lugar a otros semejantes a

vosotros n que os creemos como no conocés.” (al-

Waqah, 56:60-61) Ésta es la realdad de la muerte nevtable para

todos. S el odopoderoso qusera, destruría a todoslos que negan la Verdad y crearía una gente nueva.



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“Ya habés conocdo vuestra prmera creacón.¿No vas a recordar?” (al-Waqah, 56:62)

Habendo creado al hombre de manera perectauna vez, es ndudable que el odopoderoso tene elpoder de volverlo a crear. La contemplacón de estehecho es vtal s queremos prepararnos adecuada-mente para el Día de la Resurreccón, el Día en el quenaceremos después de haber estado muertos.

Las semllas y las plantas

“¿Os habés jado en lo que plantás? ¿Sos voso-

tros la causa de su crecmento, o lo somos Nosotros?S quséramos los convertríamos en rastrojo y osquedarías lamentándoos: ¡Estamos adeudados! ¡Notenemos nada!” (al-Waqah, 56:63-67)

Hace alta que mremos a nuestro alrededor

–las cosechas, los árboles y todo tpo de vegetacón,con admracón por las ncontables bendcones delodopoderoso y de Su nmtable Arte de creacón.Sn la actuacón de Allah, glorcado sea, todos losesuerzos del hombre serían vanos –no podría cultvarn la herba mala.

Imagnemos por un momento que toda la vegeta-cón desaparecera de repente. ¡Qué trste sería nuestra vda!



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El agua fresca

“¿Os habés jado en el agua que bebés? ¿Sos

vosotros los que la hacés caer de la nube o somos

nosotros? S hubésemos querdo, la habríamos hecho

salobre.” (al-Waqah, 56:68-70)

El agua resca que nos traen las nubes es un enor-me regalo del odopoderoso. S uera salobre, nade

podría hacerla dulce. Y s hubera una prolongada

sequía, ¿quén tendría el poder de unr las nubes y

hacer que llovese?

El fuego

“¿Os habés jado en el uego que encendés?

¿Sos vosotros los que habés creado el árbol que le

srve de leña o somos Nosotros los Creadores? Lo

hemos hecho un recuerdo y beneco para los vaje-

ros.” (al-Waqah, 56:71-73)

Debería bastarnos el consderar cómo surge uego

de los árboles verdes, para ver el Poder de Allah, glo-

rcado sea; y tambén contemplar la naturaleza del

uego –cómo produce luz y calor mentras se quema el

árbol. Los que vajan por el deserto buscan en él reu-go del río y de la oscurdad de la noche. Es para ellos

un medo ndspensable para calentarse, para cocnar

y alumbrarse. Es uno de los elementos esencales en la

vda de todo ser humano, al gual que la terra, el agua



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El odopoderoso drge nuestra atencón hacala nndad del Esplendor Dvno. El espaco, en rea-ldad, ha sdo levantado sn plares, es un océano snlímte. La ayah que acabamos de ctar llama nuestraatencón sobre el amanecer, que empeza después de ladesaparcón de los astros, y sobre los actos de adora-

cón que los creyentes realzan por la noche.

ambén aquí hay una reerenca a la Revelacónque había recbdo el Bendto Proeta, que Allah lebendga y le de la paz. Cada parte de ella podía seruna ayah, o varas, o podría ser una surah entera, por

lo cual todas ellas se podrían llamar tambén naym, oestrella.

El Noble Qur’an

“Es una Rectacón noble, en un Lbro Protegdo,que no tocan sno los purcados.” (al-Waqah, 56:77-79)

Es absolutamente necesaro mostrar un gran res-pecto por el Noble Qur’an. Incluso el tocar su tapasn tener wudu se consdera como algo ncorrecto. Sla persona no tene wudu, no debe tocarlo ncluso sutlza para este n un pañuelo o un trozo de tela. Es

así porque es:“Revelacón descendda por el Señor de todos

los mundos. ¿Sos capaces de tomarlo a la lgera? ¿Oes que habés hecho de la negacón de él un medo desubsstenca?” (al-Waqah, 56:80-82)



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El que seamos destnataros del Noble Qur’an esuna de las mayores bendcones que se nos han otorga-

do. Con nuestro agradecmento por él y la puesta en

práctca de sus preceptos, reconocemos su valor.

La muerte

“Acaso cuando el alento vtal llega a la garganta y

estás pendentes, mrando…” (al-Waqah, 56:83-84)

Cuando llegue la hora y el Mandato del

odopoderoso, y con ellos la muerte, el hombre no

podrá hacer nada por aplazarlo.“… ¿no estamos Nos más cerca de él que vosotros,

aunque no lo veás? ¿Por qué, entonces, s es verdad

que no vas a rendr cuentas, no lo devolvés a la vda,

s sos veraces?” (al-Waqah, 56:83-85)

al es el Poder de Allah, glorcado sea y lampotenca del hombre. oda la humandad tene

que someterse al Decreto Dvno, de buen grado o a

la uerza. En el momento de la verdad, los acérrmos

opresores que habían dedcado toda su vda a la rebel-

día contra el Mandato Dvno, no podrán squera

subr el tono de voz. Despojados de los ncontables velos de la gnoranca que cubrían su conocmento,

el hombre por n verá y entenderá claramente, de una

vez por todas, que la verdadera soberanía es de Allah,

alabado sea.



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A los muertos les espera unade estas tres stuacones

“Y s ue de los próxmos; alvo, generosa pro- vsón y un jardín de delcas. Y s ue de los compa-ñeros de la derecha: Paz a t entre los compañeros de

la derecha. Pero s ue de los que negaron la verdad,de los extravados: Un hospedaje de agua hrvendo y abrasarse en el Yahm.” (al-Waqah, 88:94)

Los que no creen y los Musulmanes corruptosestán ncludos en este últmo grupo.

“Esto es, con certeza, la pura verdad.” (al-Waqah, 95)

Buscando refugo en el Todopoderoso

“Glorca, pues, el Nombre de tu Señor, elInmenso.” (al-Waqah, 95)

Surah an-Naml

Esta surah empeza con la armacón de que elQur’an ha sdo envado por Allah, el nntamenteSabo y Conocedor. Su Majestad, glorcado sea, estáuera de toda medda e magnacón. La surah nos

dce que los mlagros y el apoyo que Él concede a SusProetas son nvencbles, y nos da la buena nueva deque el Bendto Proeta, que Allah le bendga y le de lapaz, el últmo Mensajero, es el medo por Él elegdopara proporconar un tremendo avance a la human-



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dad, aclarando que es la contnuacón de la msón delos Proetas Musa, Daud, Suleyman, Salh y Lut, paz

sobre todos ellos.

Los relatos hstórcos consttuyen pruebas del

Poder y de la Pereccón del odopoderoso. Dado que

los dólatras no se avneron a ellos, el odopoderosolos reta con pruebas más generales, menconando su

capacdad de comprensón:

“¿Acaso Quen ha creado los Celos y la erra,

y hace que del celo caga agua para vosotros y que

con ella crezcan jardnes esplénddos cuyos árboles vosotros nunca huberas poddo hacer crecer…?

¿Puede haber otro dos con Allah? No, y sn embar-

go, son gente que equpara (otras cosas con Allah).”

(an-Naml, 27:60)

Inmedatamente después de haber rectado estaayah, el Proeta, que Allah le bendga y le de la paz,

solía decr:

“No, Allah el odopoderoso es (nntamente)

mejor, más duradero, más sabo, más generoso y subl-

me, y más grande que todo lo que Le asocan.” (Bahaq,

Shuab, II, 372)



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La surah nos nvta a la contemplacón de los seresy de los acontecmentos, todos ellos sgnos del PoderDvno, y contnúa:

“¿Acaso Quen ha hecho de la terra un lugarpara vvr y ha ntercalado en ella ríos y le ha puesto

cordlleras y ha puesto entre los dos mares una barre-ra…? ¿Es que hay acaso otro dos con Allah?” No, snembargo la mayoría de ellos no sabe. ¿Quén respondeal que se ve en necesdad llevándose el mal y os hahecho sucesores en la erra? ¿Puede haber algún doscon Allah? Qué poco recapactás. ¿Quén os guía en

las tneblas de la erra y del mar, y quén envía los ventos como preludo de Su Msercorda? ¿Puedehaber algún dos con Allah? ¡Sea exaltado Allah porencma de lo que Le asocan! ¿Quén puede crear una vez prmera y luego volver a crear, y quén os proveedesde el celo y desde la erra? ¿Hay algún dos con

Allah? D: raed la prueba que tengás s sos de losque dcen la verdad.” (an-Naml, 27:61-64)

Surah ar-Rum

Allah, glorcado sea, de nuevo llama a Sus ser-

vos a la contemplacón:“¿Es que no han relexonado en su nteror? Allah

no ha creado los Celos y la erra y lo que hay entreambos sno con la verdad y con un plazo jado. Y escerto que muchos de los hombres negan que hayan



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de encontrarse con su Señor. ¿Es que no han do porla erra y han vsto cómo acabaron los que les pre-cederon? Eran más uertes que ellos en poderío y cultvaron la terra y loreceron en ella más de lo queellos han lorecdo y vneron a ellos sus Mensajeroscon las pruebas claras. Pero Allah no ue njusto con

ellos en nada sno que ueron ellos los njustos consgomsmos.” (ar-Rum, 30:8-9)

Un poco más adelante, encontramos, una trasotra, las pruebas de la Uncdad, del nnto Poder y de la Majestad de Allah, glorcado sea:

“Hace salr lo vvo de lo muerto y lo muerto delo vvo, y le da vda a la erra después de muerta.Y así será como saldrés vosotros (de las tumbas). Yparte de Sus sgnos es que os creó esposas sacadasde vosotros msmos para que encontraras sosegoen ellas y puso entre vosotros amor y msercorda.

Realmente en eso hay sgnos para gente que relexo-na. Y parte de Sus sgnos es la creacón de los Celosy de la erra y la dversdad de vuestras lenguas y colores. Realmente en eso hay sgnos para las cratu-ras. Y parte de Sus sgnos es vuestro sueño de nochey de día, y vuestra búsqueda de Su avor; realmente

en esto hay sgnos para la gente que escucha. Y partede Sus sgnos es que os hace ver el relámpago contemor y anhelo y hace que caga agua del celo conla que vvca la terra después de muerta; realmenteen eso hay sgnos para gente que entende. Y parte



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de Sus sgnos es que el Celo y la erra se sostenenpor Su mandato. Luego, cuando se os llame una vezdesde la terra, saldrés. Suyos son quenes están enlos Celos y en la erra, todos están sujetos a Él.” (ar-

Rum, 30:19-26)

La neglgenca en la contemplacónde las ayaat del Qur’an

Clascando a Sus verdaderos servos, Allah, glo-rcado sea, arma:

“Y los que no permanecen nadvertdos (ni abu-

rridos) al recbr la admoncón de los Sgnos de suSeñor.” (al-Furqan, 25:73)

Cuando leen el Qur’an o recben de él un consejo,los creyentes escuchan atentamente; escuchan consus corazones, pensan en lo que oyen y obedecen la

llamada.Leemos en otra ayah:

“Los creyentes son aquéllos que cuando se recuer-da a Allah, se les estremece el corazón y que cuando seles rectan Sus sgnos les aumenta la creenca y en Su

Señor se conían.” (al-Anal, 8:2)

En cambo, los que se muestran neglgentes conla nspracón que da el Qur’an e gnoran sus sgnosy secretos, no pueden sumergrse en la verdad de susmsteros, n pueden acatar sus mandatos n evtar sus



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prohbcones. Es una pérdda total. El odopoderosoha dcho:

“Alejaré de ms Sgnos a quenes se llenan desoberba en la erra sn razón, ésos que aunque veantodo tpo de sgnos, no creen en ellos y aunque veanel camno de la guía recta no lo toman como camno,pero que s, en cambo, ven el camno de la perdcón,lo toman como camno. Eso es porque han negado la verdad de Nuestros sgnos y son nderentes a ellos.”(al-Ara, 8:146)

Los que se comportan de manera arrogante

con los demás y se senten poderosos, no pue-den relexonar sobre los sgncados del Qur’any por eso no pueden recbr la guía de su luz. Elodopoderoso ha negado a los opresores la opor-tundad de entender la sabduría del Qur’an y am-larzarse con las manestacones del Poder Dvno,

hacendo, de esta manera, que perdan el regalode la Revelacón ya que no procede que el NobleQur’an, el tesoro de la sabduría Dvna, esté enmanos de estos mserables. Solamente puede entraren los corazones de los rectamente guados, y paraellos se converte en la luz que les guía.

La trste condcón de los que carecen por comple-to de recttud se debe a su ncapacdad para contemplarla sabduría que contene el Qur’an. El resultado de estastuacón es que quedan totalmente domnados porlas extravagancas de sus egos. S puderan relexonar



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debdamente sobre el Qur’an y segurlo, no se queda-rían mudos ante el Mandato Dvno. Por el contraro,

lo aceptarían como la Verdad y, adoptando la acttud

correcta, obtendrían su parte de los secretos y de la

sabduría Dvna, abréndose para ellos, de esta manera,

las puertas de la eterna paz y elcdad.

Es evdente que, según lo que venmos comentan-

do hasta ahora, la neglgenca en la contemplacón y la

pérdda que esto supone son para el creyente mpensa-bles. El odopoderoso ha dcho a modo de advertenca

contra tal eventualdad:

“¡Por el empo! Que es certo que el hombre está

en pérdda. Pero no así los que creen, llevan a cabo las

accones de ben, se encomendan la verdad y se enco-

mendan la pacenca.” (al-Asr, 103:1-3)

Por lo tanto, la mrada de un creyente debe ser

prounda y su slenco debe ser el de la contempla-

cón. Debe esorzarse especalmente en proundzar

en la contemplacón de las Verdades Dvnas trans-

mtdas por el Qur’an y en adqurr el conocmentode Allah. El creyente debe percbr el Qur’an como

una carta envada por el odopoderoso a Sus servos

y abrazar esta uente eterna de elcdad con la uerza

de la e.



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Permanecer contnuamenteen estado de muraqabah

Muraqabah sgnca nspeccón del mundo nte-ror, supervsón y atencón. Muraqabah se ha den-do en tasawwu como la espera de una nspracón o

lumnacón esprtual, a la vez que la proteccón delcorazón de lo que es dañno, con la conscenca deque Allah, glorcado sea, nos ve en cada momento y en cada momento mra nuestros corazones. Dcho enpocas palabras, muraqabah es volverse haca el mundonteror de cada uno para relexonar constantemente

sobre nuestra condcón y dar cuenta de ella, adqu-rendo de esta orma un corazón desperto y el estadode la mente necesaro para buscar correctamente reu-go en el odopoderoso.

El camno más corto haca Allah

El reno del corazón, lo nterno y lo externo, nosaporta lmtados motvos para la contemplacón. Laparábola de Mawlana Rum, que Allah le tenga en SuMsercorda, que ctamos a contnuacón, recalca demanera muy bella la mportanca de muraqabah –la

contemplacón del mundo nteror:Un creyente entró en un hermoso jardín para vivi-

icar su espíritu y poder, de esta manera, contemplar más proundamente. Se quedó inatuado con el vibrantecolorido de aquel jardín. Cerró los ojos y se entregó a



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muraqabah y a la contemplación. Un ignorante que pasaba por allí pensó que estaba dormido. Molesto y disgustado, le recriminó:

-¿Por qué estás durmiendo? Abre los ojos y observalas viñas, los árboles en lor y el verdor de la hierba. Admira la obra de la Misericordia de Allah.’

El creyente le contestó:

-Has de saber, hombre ignorante, que el corazón esla más grande de estas obras. Las demás son como sussombras. Un arroyo luye en medio de los árboles. En suagua cristalina puedes ver el relejo de los árboles a cadauno de sus lados. Lo que se releja en el arroyo es un jardín de sueños. El verdadero jardín está en el corazón, porque está en el centro de la Mirada Divina. Sus bellosrelejos se encuentran en la vida de este mundo, hechode barro. Si las cosas de este mundo no uesen el relejode los cipreses de la alegría del corazón, el Todopoderosono habría llamado a este mundo de sueño un lugar dedecepción. Se dice en el Qur’an:

oda alma probará la muerte. Y el Día delLevantamento se os pagará cumpldamente la retrbu-cón que os corresponda. Quen sea alejado del Fuego

e ntroducdo en el Jardín, habrá trunado. La vda deeste mundo no es sno el dsrute engañoso de lo quese acaba. (Al- Imran, 3:185)

Los ignorantes que pretenden que el mundo sea el Paraíso y proclaman altaneros “¡aquí está el Paraíso!”



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son los que se dejan engañar por el destello del arroyo.Los que están lejos de los verdaderos jardines, se incli-nan hacia este lado y quedan atrapados en el más sutil de los engaños. Vendrá un día en el que el sopor de laignorancia llegará a su in. El ojo se abrirá, la verdad semaniestará resplandeciente. Pero, ¿qué valor tiene verlo

en el momento en el que exhalemos el último aliento? Una gran alegría para alguien que ha muerto antes demorir y cuyo espíritu ha inhalado la ragancia de laverdad de este jardín.

Muraqabah conorma un camno de vtal mpor-tanca para acercarse al odopoderoso y adqurr elconocmento, la sabduría y las llaves de los msteros.Es, en el Islam, uno de los camnos más precosos y demayor nspracón haca el progreso esprtual.

Un Musulmán que desea hacer muraqabah debeprmero preparar su corazón para ello. Sentado como

en el salah, debe nclnar la cabeza haca las rodllas.A contnuacón, y con toda la ntensdad que pueda,debe volverse haca el odopoderoso. Adqurendoeste estado mental, contempla la verdad de que “Allahme ve constantemente; está conmgo constantemente;más cerca de mí que yo msmo.” Como resultado, la

luz Dvna que abarca todas las cosas empeza a entrarpoco a poco en su corazón.

La gente de amor consdera que muraqabah es elcamno más corto haca el acercamento a Allah, glo-rcado sea. Volverse al odopoderoso con el corazón



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es mucho más eectvo e mportante que volverse a Élcon otras partes del cuerpo. Cualquera puede volver

el corazón haca el Señor en cualquer momento, ácl-

mente, mentras que mover otras partes del cuerpo

para realzar los actos de adoracón puede llegar a ser

dícl a causa de algún daño ísco, o de encontrarnos

en una edad avanzada.

Según el dcho: “el tranqulo soplo de muraqa-

bah ante Allah es mejor que poseer los tesoros de

Suleyman”.

al como lo ha transmtdo el Proeta, que Allah le

bendga y le de la paz, habrá personas que se resguar-

darán en la Sombra del rono el Día del Juco Fnal

–cuando no haya nnguna otra sombra. Pertenecerán

a este grupo aortunado los que hayan recordado a

Allah, alabado sea, en soledad, en lugares aparta-

dos, llorando lágrmas de emocón. (Ver Bujar, Adhan, 36;Muslm, Zakat, 91)

Alcanzando muraqabah

Muraqabah mplca la reconstruccón de la cons-

cenca de ihsan, tal como lo dene Ybrl, sobre él lapaz, en el hadiz :

“Ihsna es servrle a Allah como s Le estuveras

vendo. Incluso s tú no Le ves, Él sí te ve.” (Muslm, Iman,

1, 5; Bujar, Iman, 37)



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Alcanzar la madurez de Islam y de la e dependede alcanzar certo estado de ihsan; y para vvr segúnihsan, conscentes de estar en cada momento bajo lasupervsón del odopoderoso, necestamos realzaruna auto-evaluacón por medo de muraqabah. Elhecho de que Allah, glorcado sea, esté más cerca

de nosotros que nosotros msmos debe ncrustarse ennuestros corazones como una rme convccón.

Una persona habrá alcanzado ihsan a través deliman cuando su corazón lata por su causa. A partrde este momento, la persona orece todas sus buenas

obras con un corazón lleno de esprtualdad, nmersaen el acto de contemplar el Qur’an, el Unverso y lahumandad.

Para leer de manera contemplatva el Qur’an,debemos empezar con algunos versos. Elegmos paraeste propósto ayaat que contengan el mayor eecto

para el corazón y reuercen más la sensacón de laPresenca del odopoderoso y de Su amor. Este proce-so de nmersón en la contemplacón de estas ayaat sellama muraqabah. Consste en cuatro etapas:

1. Muraqaba-i ahadiyya(La contemplacón de la Uncdad de Allah)

Se contempla en ella la surah al-Ikhlas y ahadi- yyah, es decr la Uncdad de Allah, glorcado sea,Quen, Poseedor de los atrbutos más perectos, está



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lbre de cualquer decenca. Durante esta etapa lanspracón empeza a lur al corazón.

Los sgncados de las ayaat se deben vsualzaren la mente pero sn recurrr a las analogías y snntentar atrburle al odopoderoso cualdades ís-

cas. Solamente se consderan aquellos atrbutos conlos que el odopoderoso se dene. Cuando la vsónse hace borrosa, la ayah se repte y la contemplacónempeza de nuevo. Mentras esto contnua, el sent-mento de ihsan del creyente aumenta, y empeza arecbr el conocmento de Allah.

El contendo de la surah al-Ikhlas nos recuerda,en su esenca, que Allah, glorcado sea, es Uno y Únco. La Uncdad Le pertenece exclusvamente a Él.

El odopoderoso no manesta Su Esenca eneste mundo. Suyo es el atrbuto de mukhalaatun’lil -

hawadis –que no se parece a nngún elemento de SuCreacón. Nuestro Señor es ranscendente –es nn-tamente más grande que lo que de Él podamos conce-br. Su Pereccón no la podemos magnar. Dado queno tene parecdo n opuesto, es mposble concebrSu Esenca.

El odopoderoso es Samad . No tene necesdadde nada, pero todo y todos tenen necesdad de Él.odas las uerzas del Unverso le pertenecen a Él. Elhombre debe relexonar sobre el Poder y la Majestadde Allah, glorcado sea, y, comprendendo su propa



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debldad, someter su entera exstenca a su Creador,desprendéndose del ego, e ntentando ser un recn-to donde se manesten los atrbutos de la belleza( yamal ) del odopoderoso.

Ahadiyya, o Uncdad, no admte nnguna dv-

són, segregacón en partes, n tampoco nnguna aso-cacón. El odopoderoso no ha nacdo n ha engen-drado, nunca ha habdo nada gual a Él. No es padre,madre o hjo –como arman los crstanos. La creen-ca en la Uncdad de Allah, glorcado sea, no admtennguna nocón de asocacón o nacmento, porque

lo que nace, segrega; y lo que segrega, está destnadoa perecer –el msmo destno que lo que engendra.Engendrar es la característca de la raza humana. Unanecesdad de este tpo sería una decenca en caso deAllah, el Uno, Samad , el Ser Necesaro, carente de todotpo de allos y deectos.

El corazón, el centro de la contemplacón y dela esprtualdad, debe sentr en su prounddad lasmanestacones y el lujo de la Majestad y del PoderDvnos, y estar en un contnuo estado de agradec-mento.

2. Muraqabah-i Mayiyya

(La contemplacón del Acompañamento Dvno)

En esta etapa se contempla en prounddad elsgncado de “(Él) está con vosotros dondequera que



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estés” (al-Hadd, 57:4), alcanzando la comprensón de lacompañía que uno debe guardar y este estado mentalse converte en la conscenca del corazón.

El ser humano no puede de nnguna manerapermanecer uera del conocmento y la soberanía

de Allah, alabado sea, ncluso s se esconde bajo laterra o en lo más proundo del océano. Cada latdodel corazón, cada respracón que realza, cada objetoque ve y cada sondo que oye son la prueba de que elodopoderoso está constantemente con Sus servos.Cuando llega su hora y expran su últma alento, el

odopoderoso, de hecho, pone n a estas capacdadesde las que hasta entonces se servía.


“¿Es que no ves que Allah conoce lo que hay en losCelos y lo que hay en la erra? No hay condenca de

tres en la que Él no sea el cuarto, o de cnco en la queÉl no sea el sexto, n de menos o más que eso sn queÉl no esté con ellos dondequera que estén. Luego, elDía del Levantamento les hará saber lo que hceron.Es certo que Allah es Conocedor de todas las cosas.”(al-Muyadl, 58:7)

El odopoderoso es el Amgo más querdo delhombre, más cercano que sus amlares íntmos, unaPresenca que es aparente por medo de Su Poder ensí msmo y la obra de Sus ángeles. Los demás, únca-mente pueden conocer su condcón externa. No sola-



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al como lo surgere la palabra aqrabiyya, es decrla “proxmdad” con Allah, glorcado sea, su mplca-

cón es que está más cerca de nosotros que nosotros

msmos. Conoce nuestros pensamentos, ntencones

y sentmentos. Lo que está oculto ncluso a los ángeles

encargados de apuntar cada una de nuestras palabras,

cada uno de nuestros pensamentos y decsones que

nos venen a la mente, ncluso s son transtoros,

nunca está oculto ante el odopoderoso ya que es

Él Quen ha creado los pensamentos, como todo lo

demás.61

Es mposble que alguen que relexone sobre

ello adecuadamente no se estremezca ante la cuenta

que tendrá que dar. La vsualzacón de solamente esta

ayah bastaría para nundrnos el temor sucente que

nos prevnera de pronuncar una palabra que pudera

dsgustar al odopoderoso, o de que nos vnera unpensamento malcoso que nos mpdera mantener-

nos rmes en el camno de recttud y alerta.

61 Allah, glorfcado sea, se manfesta con el Atrbuto de Jalq, Crea-

dor, tanto en el caso del ben como del mal. Cuando alguen tene

la ntencón de cometer el mal, el odopoderoso manfesta Su

Atrbuto y, o ben le permte a esa persona realzar este acto, oben se lo mpde. Lo msmo ocurre con las accones del ben. S,

al manestarse este Atrbuto se le mpde a esa persona que lo

realce, aún así recbe la recompensa por su buena ntencón. Es

decr, Allah, glorfcado sea, es Quen crea el ben y el mal, pero Su

Complacenca está sempre con el ben.



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Se dce en la surah al-Anal que Allah, glorcadosea, se coloca entre la persona y su corazón, y regu-la sus pensamentos y deseos según Su Voluntad.62 Elodopoderoso está más cerca de la persona que su propocorazón, y tene el mandato sobre el corazón que la per-sona msma no tene. an váldo es el Poder de Allah, glo-

rcado sea, que no solamente se stúa entre la persona y los demás, sno tambén entre ella y su corazón, hacendoque desaparezcan en un nstante los más ntensos deseosque haya tendo. Cambando la voluntad, las opnones y preerencas de la persona, la puede volver en la dreccónopuesta. Por eso, cuando Allah pone un velo entre noso-

tros y nuestros corazones, hacendo que venga la muerte,es mposble gnorarlo o luchar contra ello. Por lo tanto,los seres humanos nunca podrán saber lo que les esperaa cada sguente respro que exhalan. (Ver Elmalılı M. Hamd,

IV, 2386-2387, al-Anal, 24)

Abu Musa al-Ansar, que Allah esté satsechocon él, ha transmtdo:

Estábamos de viaje con el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le de la paz. Cuando subíamos lascolinas gritábamos Allahu Akbar, la ilaha illa Allah.Entonces el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y

le de la paz, dijo:

-No hagáis tanta uerza, oh Musulmanes, porqueno estáis llamando a alguien ausente o lejano. Allah está

62 Ver al-Anal, 8:24.



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siempre con vosotros, más cerca que vosotros mismos.(Bujar, Yhad, 131; Muslm, Dhkr, 44)

al como se desprende de las numerosas ayaat y ahadiz que hablan de lo relaconado con ellas, elodopoderoso quere que Sus servos busquen Su prox-

mdad, la msma que la Suya con ellos. Por esa razóndce: “Póstrate y busca proxmdad.” (al-Alaq, 96:19)

Alguen que por medo de muraqabah-i aqra-biyya llega a darse cuenta de que los pensamentosque pasan por su mente Le son conocdos a Allah,glorcado sea, no solamente ntentará alejarse de lo

ncorrecto, sno que tambén ntentará no tener nten-cones erróneas, y estar rmemente asentado en elcamno de la honestdad y recttud.

Como resultado de este tpo de contemplacón lapersona cultva y hace crecer el sentmento de amor y

cercanía con Allah.

4. Muraqabah- muhabbah

(Contemplacón del Amor Dvno)

En esta etapa se contempla la ayah:

“… los amará y por ellos será amado…” (al-Madah,5:54)

Cuando contemplamos la creacón, sentmos unnmenso amor por su Creador. Percbmos su GranObra como un derroche de msercorda y sabduría.



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El gato que duerme en el umbral, el perro que corre enlos alrededores, una rama verde que cuelga en el jardín–todos ellos se vuelven, de repente, muy querdos paranosotros. Nos sentmos jublosos al ver un árbol enlor sabendo que tambén eso es una bendcón delodopoderoso. Nos encontramos contnuamente en

un estado de sncero agradecmento. Cuando recapa-ctamos sobre los ncontables deectos que poseemosdesde la perspectva de Allah, alabado sea, nos conte-nemos de herr a nade y perdonamos con celerdad alos que nos heren. ¿Cómo, s no, voy a pedr el perdónpara mí msmo s no soy capaz de perdonar el más

lgero daño que me hayan ocasonado?

Merecer el perdón de Allah, alabado sea, pormedo de perdonar constantemente a los demás es unandspensable característca de los creyentes esprtual-mente maduros. La verdadera vctora está en perdo-

nar la crueldad surda sn el más mínmo sentmentode rencor. Perdonar por Allah, alabado sea, es una delas más grandes manestacones del Amor Dvno. Snrealzar este esuerzo, cualquer manestacón verbalde amor por el odopoderoso, se quedará en meraspalabras.

Contemplando la ayah que hemos ctado al prn-cpo, el creyente recbe la nspracón proporconal-mente a su entendmento, a su capacdad y sncer-dad, y contnúa esorzándose para llegar al nvel enel que pueda leer el Qur’an entero de manera con-



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templatva. Sguendo conscentemente las sesonesde muraqabah, esta persona drge su mundo nterorhaca el odopoderoso y vacía su corazón de otrasocupacones que no sean Allah, glorcado sea, dán-dole el máxmo valor a Su Mandato y sumergéndoseen el recuerdo Dvno.

El servo que es leal al odopoderoso es como unnño ocupado con su juguete. Se duerme con la alegríade tener un juguete tan bello, y es la prmera cosa en laque pensa y la que busca al despertarse. al será nues-tro estado después de la muerte, en el momento deldespertar, no mucho después, en la tumba, para entraren el plano de la Resurreccón. Por eso necestamostener cudado con lo que ocupa nuestra mente justoantes de caer dormdos. S es Allah, glorcado sea,Quen ha domnado los pensamentos de una personaen vda, entonces la muerte y la Resurreccón tendránlugar con Él, glorcado sea, según Su Mandato y Complacenca.

El Proeta, que Allah le bendga y le de la paz, hadcho:

“Los hombres resucitarán el Día del Juicio en el estado en el que hayan muerto.” (Muslm, Yannah, 83)

“Moriréis como hayáis vivido, y resucitaréis comohayáis muerto.” (Munaw, Faz’ul-Qadr, V, 663)

S los deseos de una persona se drgen haca otroobjeto que no sea Allah, glorcado sea, su muerte y



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su Resurreccón estarán tntados de ese objeto, y en elDía del Juco quedará desamparada.

La práctca del dhikr (recuerdo) y de la contem-placón es esencal para adqurr un perecto estado demuraqabah. El Bendto Proeta, que Allah le bendga y le de la paz, ha dcho:

“Buscad a Allah para que Le podáis encontrar ren-

te a vosotros.” (Ahmad, I, 293)

Para benecarse plenamente de muraqabah, de

la contemplacón y del dhikr , se deben observar losrequstos necesaros y adoptar el comportamentoadecuado, así como llevarlo a cabo en los momentosde más tranquldad, evtando las stuacones en lasque el corazón expermente hambre, enado o sueño.



Todos los seres son espejos

en los que se refejan las Maniestaciones Divinas, que leorece la Mano Todopoderosa al entendimiento y a la conscienciadel hombre. La percepción de la

sabiduría y del misterio refejada

en el espejo depende, por otrolado, de la pureza y nitidez del

espejo del corazón.

LA MANERA DECONTEMPLAR



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LA MANERA DE CONTEMPLAR

El comportamento de los rectamente gua-

dos en la contemplacón

Abu Bakr, que Allah esté satsecho de él, medta-ba proundamente en una ocasón acerca del Día del

Juco Fnal, el Gran rbunal, el Paraíso y el Inerno,

la Asamblea de los ángeles en las, el enrollamento

del Sol, el desvanecmento y caída de las estrellas, y

la pulverzacón de las montañas. Sobrecogdo por eltemor, se djo a sí msmo:

¡Ojala uera hierba, como la que crece allí, esa que

perece cuando la comen los animales que pasan. (Suyut,

Lubab’un-Nuqul, II, 146; Alus, XXVII, 117)

Entonces le ue revelado al Proeta, que Allah le

bendga y le de la paz:

“Y quen haya temdo la comparecenca ante su

Señor, tendrá dos jardnes.” (ar-Rahman, 55:46)



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En una ocasón en la que Abu Bakr, que Allahesté satsecho de él, había saldo de casa en un díaclaro y soleado, y admraba el celo despejado, el ver-dor de los alrededores, la Obra de Allah, glorcadosea, todo ello creado para Sus servos y de una bellezandescrptble, vo de repente un pájaro posado en una

rama que emtía trnos de una belleza extraordnara.Entrstecdo súbtamente, suspró, y mrando al pájarojamente djo:

¡Qué suerte tienes! Juro que me gustaría estar en tulugar. Te posas donde quieres en ese árbol, comes de sus rutos y luego te vas volando. No te espera un tribunal ni tampoco tienes que temer ningún castigo. Por Allah,que en vez de un ser humano, llamado a dar cuentas,hubiese preerido se una rana al lado de un camino, para que me agarrase y me comiese un camello. (Ibn Ab

Shaybah, Musanna, VIII, 144)

Al, que Allah esté satsecho de él, ha dcho:No hay beneicio en la adoración sin comprensión,

ni comprensión sin temor, ni tampoco en la lectura del Qur’an sin contemplación. (Abu Nuaym, Hlya, I, 77)

Y las sguentes palabras de sabduría venen de

Al, que Allah esté satsecho con él:No hay beneicio en el salah sin concentración, en

el ayuno acompañado de palabras vanas y de un vanocomportamiento, en el conocimiento sin temor, en el saludo sin generosidad, en la hermandad sin protec-



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LA MANERA DE CONEMPLAR ___________________________

ción, en la bendición que no es duradera, y en la súpli-ca que no es sincera. (Ibn Hayar, Munabbihat , p. 31)

Al, que Allah esté satsecho con él, solía perc-brlo todo con el ojo de la contemplacón, y relexona-ba largamente sobre lo que veía. A veces lloraba comoun huérano por temor al odopoderoso, temblandocomo s tuvera ebre. Dedcaba mucho tempo ala adoracón y realzaba regularmente buenas obras.Comía poco, pero gastaba mucho en el camno delben. Valorando el Islam más que nnguna otra cosa,solía decr:

El bien está en cuatro cosas: el discurso, el silencio,la mirada y el comportamiento. El discurso que nosea el recuerdo de Allah es vano. El silencio vacío decontemplación es un error. La mirada sin percepciónes ignorancia. El comportamiento que no conduce a laadoración de Allah es insensatez. Que Allah tenga en Su

Misericordia a aquél cuyo discurso contiene el recuerdoDivino y el bien, cuyo silencio es la contemplación y cuyocomportamiento es rectitud. La gente estará siempre asalvo de las palabras y acciones de tales personas.63

Descrbendo a la verdadera gente del Qur’an, IbnMasud, que Allah esté satsecho de él, djo:

Cuando la gente habla, un haz ( alguen que hamemorzado todo el Qur’an ), es reconocido por su

63 Abû Nasr Sarrâj ûsî, al-Luma’ / İslâm asavvuu , trns. H. Kâml

Yılmaz, Estambul 1996, p. 137-140.



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silencio. Las lágrimas de un haz tienen otra belleza.Un haz está lleno de dignidad, muestra un carácter excelente con su silencio y su contemplación. (Abu Nuam,

Hilyah, I, 130)

Cuando le preguntaron a Umm Darda, que Allah

esté satsecho de ella, qué actos consderaba AbuDarda, que Allah esté satsecho de él, más mportan-tes, contestó:

La absorción en la contemplación auto-correctiva.(Waq bn Jarrah, Zuhd, p. 474)

Amr bn Abdqas, un notable tabi’un (membrode la generacón que conocó a los Compañeros perono al Proeta), ha dcho:

Lo oí de uno o dos Compañeros, pero lo solíandecir muchos:

El brillo de la luz de la e y su intensidad vienencon la contemplación. (Ibn Kathr, I, 448, Suyut, ad- Durr’ul-

Mansur, II, 409, ‘Al Imran, 190’)

Le pderon a Rab bn Hazam, que Allah estésatsecho de él, que descrbese a una persona más vrtuosa que él msmo, a lo que contestó:

Aquel cuyo discurso es dhkr , cuyo silencio es contem- plación y cuya mirada es la mirada del conocimiento. (Ibn

Hanbal, Zuhd, p. 334; Abu Nuam, Hlah, II, 106)

Abu Sulayman Daran ha dcho:



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Acostumbrad a vuestros ojos a llorar y a vuestrocorazón a contemplar.

El apego a este mundo es un velo entre la persona y el Más Allá, y una tremenda pérdida a largo plazo.

Pensar en el Más Allá, por otro lado, hace que nazca en

la persona la luz de la sabiduría y se revitalice el cora-zón. (Imam Ghazzal, Iha, VI, 45)

Yusu Hamadan djo en una ocasón:

Una vez que arraiga en alguien la e contemplativa,

le seguirán buenas obras. Hace alta juntar, como sea,

estas dos cosas –la contemplación y las buenas obras.64

Fudal bn Iyad ha dcho:

La contemplación es como el espejo de la Majestad y de la Soberanía Divinas –maniiesta lo bueno y lomalo. (Imam Ghazzali, Ihia, VI, 44)

Muhammad bn Abdullah, ha dcho:

Hay cinco tipos de contemplación: La contempla-ción de las ayaat de Allah de la que proviene el marah.

La contemplación de las bendiciones de Allah; de ella proviene el amor. La contemplación de las promesas y

recompensas de Allah, de la que proviene el deseo. Lacontemplación de las advertencias y del castigo de Allah,de la que proviene el temor. La contemplación de la

64 Yusu Hamadanî, Rutbat’l-Hayât, trns. Necdet osun, Estambul,

2002, p. 60.



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ingratitud del hombre, de la que proviene la vergüenza y el arrepentimiento.

Concuerdan con lo antes expuesto las sguentespalabras de sabduría:

Una larga contemplación es lo que combina todo

lo bueno y lo correcto. El silencio es paz. Dejarse llevar por lo vano es tristeza y agudo remordimiento. El quesucumba a los deseos de su ego y descuide el Más Alláse expondrá a la vergüenza el Día del Juicio, deseandosu propia aniquilación. (Bayhak, Shuab, VII, 417/10812; IV,

272/5070)

El Río de la Contemplacón fluye

haca la terra fértl

Allah, glorcado sea, le ha otorgado a cada serhumano la capacdad de contemplar. En las pround-

dades de cada persona está esconddo el rugente ríode la contemplacón, sempre en movmento, ncesanteen su curso. Sn drectrces haca dónde lur, quedaabandonado a sí msmo, sn conocer su curso, luyendohaca cualquer lugar –bueno o malo. A veces se perdeen los árdos desertos, mentras que en otras ocasones

lo arrastra el destno desconocdo, un uturo ncerto,yendo a la derva.

La neza esprtual consste en drgr el río de lacontemplacón haca la terra értl para sembrar enella abundantes cosechas. El odopoderoso adverte



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“¿Qué opnón te merece quen hace de su deseosu dos? ¿Vas a ser tú su guardán? ¿O acaso cuentascon que la mayoría de ellos va a escuchar o a entendercuando no son sno como anmales de rebaño o aún

más extravados del camno?” (al-Furqan, 25:43-44)

Un hombre rectamente guado, ha dcho:

“La vda para el hombre sabo es una contnuaexhbcón del Arte Dvno, y un smple consumo y lujura para el neco.”

Desde otro punto de vsta, la contemplacón escomo una espada de doble lo –puede ser buena omala. Puede convertrse en una herramenta para losmás bajos deseos del ego, al gual que servr a los mássublmes propóstos del espírtu. El odopoderosoadverte a los que utlzan esta capacdad para nes

erróneos:

“Nngún alma puede creer s no es con permsode Allah y Él mpondrá el vl castgo a quenes norazonen.” (Yunus, 10:100)

La ncreduldad es la peor sucedad que puede

manchar al ser humano. Quen no ocupa a la mente y al corazón con la relexón sobre las ayaat del Qur’an,nunca se purcará de esta sucedad. Las mentes al-mentadas con la luz de la e y guadas por la revelacónencuentran la manera de conocer al odopoderoso,



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mentras que las que son ncapaces de hacerlo se per-den en el camno de la Verdad. No hay mayor racasoque el de los lósoos que creen haber encontrado la verdad sn haber tomado la Revelacón Dvna comobase.

La optmzacón de la capacdad de contemplar,por otro lado, requere alejar la mente y el corazón delas actvdades vanas que solamente suponen pérddade tempo. Así lo declara el Noble Qur’an:

“Los que de la rvoldad se apartan.” (al-Mumnun, 23:3)

“Los que no prestan atencón a la mentra y cuan-do pasan junto a la rvoldad lo hacen noblemente.”(al-Furqan, 25:72)

El Proeta, que Allah le bendga y le de la paz, hadcho:

“El abandono de las actvdades nútles es el

sgno de un buen Musulmán.” (rmdh, Zuhd, 11; Ibn

Mayah, Ftan, 12)

La medcna más eectva para las enermedadesdel ego es centrar todo el pensamento en cosas bene-cosas y alejarse de todo lo que no sea de nuestra

ncumbenca. El entretenmento con las cosas vanas,abre la puerta del mal y de la depravacón; y los queocupan sus mentes con pensamentos nútles se alejandel ben, y perecen esprtualmente.

Ibn’ul-Yaw ha dcho:



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Si el pensar constantemente en lo lícito (mubah)deja el corazón en la oscuridad, imaginaos el daño quecausará el pensar en lo ilícito (haram). Si incluso el musgo puede cambiar el agua, quitándole su carácter puriicador, imaginaos el agua lamida por un perro.De ahí que digan los mayores: ‘El que tiene el hábito

de hacer cosas ilícitas pierde el sabor de la unión con el Señor ’. (Bursaw, Ruh’ul-Bayan, ‘al-Mumnun, 51’)

S no drgmos nuestras uerzas haca la con-templacón, y hacemos e magnamos el ben, Shaytannos drgrá haca el mal. En consecuenca, seremos

ncapaces de contemplar de manera dgna lo Dvno,y en vez de benecarnos de los regalos del corazón y de la razón que nos ha otorgado el odopoderoso, nosharemos un proundo daño a nosotros msmos.

Por eso el creyente debe estar sempre ocupadopensando en el ben, drgendo su pensamento haca

lo que nos ndca el Qur’an y la sunnah.

La contemplacón acompañada del dhikr

Yusu Hamadan comenta:

El corazón y el dhikr son como el árbol y el agua.

En cambio, el corazón y la contemplación son como el árbol y sus rutos. Sería un error esperar que el árbol lorezca antes de regarlo, así como esperar que los rutossalgan antes de que le crezcan las hojas y se ponga en lor. Nunca dará rutos, no importa lo mucho que lo



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deseemos. Hay un tiempo de alimentar el árbol y decuidarlo. Hace alta regarlo, quitar las hiedras que loenvuelven, las malas hierbas, y luego esperar la luz del sol. Solamente cuando se han dado todas esas circuns-tancias, el árbol toma vida y se adorna con lujosas hojasverdes, y entonces tiene sentido esperar que sus ramas

den rutos, porque signiica que ha llegado el tiempo. (Rutbat’ul-Hayat, p. 71)

Hasan Basr ha dcho:

Los dotados de inteligencia se acostumbran a contemplar por medio del dhikr, y al dhikr por medio de la con-

templación. Finalmente, hablan sus corazones, y cuandosus corazones empiezan a hablar, solamente pronuncian palabras de sabiduría. (Imam Ghazzal, Iha, VI, 46)

El dhikr y la contemplacón nunca se deben sepa-rar. Lo más mportante en cuanto al dhikr es hacerlo demanera contemplatva y conscente. Según comenta el

gran sabo Muhammad Parsa, que Allah le tenga en SuMsercorda, un gran sabo, “cuando decmos la ilaha (no hay dos), uno debería pensar en la muerte de todala Creacón como algo nsgncante, elmnando de lamente todo lo que no sea Allah, glorcado sea, y pur-cando los pensamentos. El corazón debe estar lleno

de la conscenca de ser un servo solamente de Allahy de nade más. Cuando decmos ill-Allah (más queAllah), debemos pensar que la exstenca prmordalde Allah, glorcado sea, es a la vez eterna y que Él esel Únco al que podemos volvernos con amor. Con esto,



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los atrbutos de belleza del odopoderoso ( yamali) seempezan a manestar en el corazón.”

Bahauddn Naqshband, que Allah le tenga en Su

Msercorda, ha dcho:

El objetivo del dhkr no es solamente repetir ‘Allah’ y

‘La laha ll-Allah’. Es ir desde las causas a la Causa, y darsecuenta de que todas las bendiciones provienen de Él .

La verdad del dhikr , en otras palabras, es elevar-

nos por encma de la gnoranca haca los horzontes

de quen atestgua la verdad.

Mawlana Rum, que Allah le tenga en SuMsercorda, ha dcho:

Allah, el Uno y el Único, nos ha dado permiso para

recordarle (dhikr), diciendo:

¡Recordad a Allah! El Dhkr hecho solamente con

la lengua, sin sentirlo y sin contemplar, es deiciente. El

Dhkr que procede del ondo de un corazón que admira,

está destilado –sin rases ni palabras. (Mathnaw, v. 2, parea-

do: 1709, 1712)

Con el tempo, crece el amor Dvno en la persona

que recuerda los Nombres y los Atrbutos de Allah,

glorcado sea, de manera contemplatva. El asunto

está en que no solamente repetmos la palabra ‘Allah’,



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sno que colocamos el amor a ‘la Palabra’ en el cora-zón, el centro del entendmento.

Por medo del dhikr y de la contemplacón, se

alcanza prmero muhabbatullah, el amor Dvno, y

por medo de muhabbatullah uno empeza a tener el

conocmento de Allah; es decr, una mejor compren-són de los Nombres y Atrbutos Dvnos. En conse-

cuenca, Allah, alabado sea, a Su vez ama a la persona

y le orece Su amstad. Se ha transmtdo en un hadiz

al-qudsi:

Los rectos de entre mis siervos y los que amo de

entre mi Creación son aquellos que Me recuerdan; Yo

los menciono a cambio de que Me recuerden. (Ahmad,

III, 430)

El dhikr está conormado por tres aspectos un-

damentales: la lengua, el cuerpo y el corazón. El dhikr

de la lengua consste en recordar a Allah, glorcadosea, por medo de Sus Nombres y Atrbutos, glor-

cándole, leyendo Su Palabra y suplcándole. El dhikr

del cuerpo consste en ocupar cada uno de nuestros

membros con lo que se le había ordenado, alejándolos

de las malas accones. En cuanto al dhikr del corazón,Elmalılı Hamd Yazır ha comentado:

“El dhikr del corazón consste en recordar a Allah

de manera sncera, de corazón, y éste llega de tres

ormas:



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1) Pensar en las pruebas que atestguan la Esenca y los Atrbutos de Allah, glorcado sea, y buscarlas respuestas a las dudas que puedan entrar en elcorazón en cuanto a Su Soberanía.

2) Contemplar los derechos que Allah, glorcado

sea, tene sobre nosotros y en nuestras oblgaco-nes en cuanto que servos; pensar en Su Mandatoy en Sus prohbcones, las pruebas que las conr-man y la sabduría que subyace en ellas.

3) Contemplar la Creacón, tanto nterna comoexterna, y la sabduría que subyace en su exsten-

ca de manera que le permta a uno darse cuentaque cada partícula consttuye un espejo del renoDvno. A los ojos que mran correctamente eneste espejo, las luces de este reno brllan, y sola-mente un destello de esta luz de una mlésmade segundo, adqurdo conscentemente, vale elmundo entero.

El dhikr a este nvel no tene n. A este nvel unoperde la conscenca de sí msmo y de lo que tenea su alrededor –toda su conscenca se perde en elReal, hasta el punto en el que no queda nada n de

las palabras de dhikr n de la persona que hace dhikr .Solamente percbmos el objeto del dhikr , es decr elReal. Aunque hay muchos que hablan de este nvel,los que lo han alcanzado no tenen nterés en hablarde él.” (Hak Dîn Kur’an Dl , [al-Bakara, 152])



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odos los seres son espejos en los que se relejanlas Manestacones Dvnas, que les orece la Manoodopoderosa al entendmento y a la conscenca delhombre. La percepcón de la sabduría y del msterorelejada en el espejo depende, por otro lado, de lapureza y ntdez del espejo del corazón.

El amanecer: El tempo más adecuado parael dhikr y la contemplacón

Un amante habla a menudo del amado. Alguenque habla con recuenca de algo empeza a sentr cada

vez un mayor aecto haca ello. El amor se mde por elgrado de sacrco mostrado por el amado. El abando-nar la cómoda cama y el agradable sueño al amanecerpara buscar reugo en Allah, glorcado sea, es una delas más supremas ndcacones de tal amor.

Merece la pena notar que la Msercorda Dvna

y el perdón se desbordan al rayar el alba. Los ruseño-res, nsprados por esta abundanca Dvna, entonansus trnos más dulces, y las lores se abren exhbendoncontables matces de color, emtendo las más dulcesragancas. ¡Qué pena de seres humanos, éstos que cadadía se perden el gran estín de la Msercorda Dvna!

El tempo más precado del día es el amanecer–corresponde a la tercera parte de la noche. El ama-necer marca un momento en el que la mente estámás alejada de las pequeñas preocupacones; cuandoel corazón se nclna haca la pureza, el nterés por las



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cosas mundanas se deblta y todo queda envuelto enun apacble slenco. Es el momento en el que descendela Msercorda Dvna y el Señor del Unverso está máscerca de Su servo. Separado de las vanas preocupaco-nes, el corazón se vuelve haca el odopoderoso en elsentdo más auténtco de la palabra.


“¡Oh tú que te envuelves en el manto! ¡Permanecerezando por la noche a excepcón de un poco! La mtado algo menos o algo más. Y recta el Qur’an pausada-mente. Realmente vamos a depostar en t palabras de

peso. Y en el seno de la noche hay mayor quetud y esmás certera la dccón. Durante el día llevas a cabo unalarga actvdad.” (al-Muzzamml, 73:1-7)

En oposcón a la serendad del amanecer, el díaes un perodo de bullco durante el cual se tende aperder la concentracón. Alguen que no aprovecha al

máxmo las horas de la noche no podrá, probablemen-te, dsrutar de la esprtualdad de volverse haca elodopoderoso durante el día, cuando esté dstraído porlas actvdades del momento.

El amanecer es un tempo deal para la adoracónmentras que el día es una maravllosa bendcón para

servr al ben y ganarse la vda. Al amanecer, el creyen-te debe estar con el Real, mentras que durante el díadebe ocupar su tempo con lo públco; pero nclusoentonces, no debe perder la conscenca de estar juntoal odopoderoso.



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El Bendto Proeta, que Allah le bendga y le de lapaz, dedcaba sempre este precoso tempo del ama-necer, este perodo tan rco e nsprador, al salah, a larectacón del Qur’an, a la súplca y a la contemplacón,ncluso cuando estaba muy enermo, sn poder soste-nerse de pe con sus propas uerzas.65

Nuestro amado Proeta, que Allah le bendga y lede la paz, valoraba especalmente el amanecer como elmejor tempo para la contemplacón. Permanecía depe, llorando, hasta el punto que sus pes se hnchaban,y se quedaba postrado durante horas.

Imam Hasan bn Rushaq ha dcho:

No existe mejor llave para abrir las esclusas del

océano de la contemplación y las puertas del Real quedespertarse al amanecer y dedicarse a las actividades que

conllevan un progreso espiritual. En ese tiempo el hombre

se aleja de los intereses mundanos, de las preocupaciones y ambiciones. Es el tiempo más apropiado para la intimi-

dad con el Señor. El cuerpo ha descansado y se ha reres-cado, ha vuelto a estar en orma. Es un periodo especial entre la noche y el día. La temperatura es agradable, la

brisa suave. La luz cubre la oscuridad al amanecer. Por

la noche ocurre a la inversa –la oscuridad se come la luz.(Ver Abu Ghuddah, Zamanın Kıymeti p. 86)

El Noble Qur’an dce:

65 Ver Abu Daud, atawwu’, 18.



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“Levantan su costado de los lechos para nvocar asu Señor con temor y anhelo y dan de la provsón queles damos.” (as-Sayda, 32:16)

Entre los actos más aprecados por Allah, glor-cado sea, se encuentra el arrepentmento duranteel amanecer, pensar en el castgo Dvno, recordar lamuerte, plancar buenas obras en los días venderos y contemplar el Qur’an. A los que pasan sus amaneceresde esta manera y son generosos, el odopoderoso les haprometdo excepconales recompensas:

“Nade sabe la rescura de ojos que les espera como

recompensa por lo que hceron.” (as-Sayda, 32:17)

El Proeta, que Allah le bendga y le de la paz, hanterpretado esta ayah de la sguente manera:

Allah el Todopoderoso, ha dicho: Para mis siervos justos he preparado regalos que nunca ojo humano havisto, ni oído ha escuchado, ni mente jamás ha podidoimaginar. (Bujar, Bad’ul-Khalq, 8; asr. 32/1; awhd, 35; Muslm,

Yannah, 2-5)

Esto ndca que los obsequos que nos esperan enel Paraíso que todavía permanecen velados son muchomás grandes que los que conocemos. Según algunas

transmsones, n squera los ángeles n los proetastenen pleno conocmento de ellos.



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CONCLUSION

La contemplacón:

La llave haca la Verdad y la salvacón

Llegar a la Verdad es solamente posble por medode la contemplacón. ¿Cómo puede alguen que actúade manera cega y sorda con respecto a la PresencaDvna encontrar el camno recto? Con razón se dce:“Lo que no desperta el sentmento, no es conoc-mento.”

Así descrbe Allah, glorcado sea, el estadomental de los ncrédulos, ncapaces de encontrar laVerdad:

“ú no vas a hacer que los muertos ogan o quelos sordos escuchen la llamada cuando se apartan des-

entendéndose.” (an-Naml, 27:80)

Una mente entrenada por la Dvna Revelacón,a salvo de los nundados medos, delros y deseos,combnada con el esuerzo de mtar al Proeta, queAllah le bendga y le de la paz, va haca el ben y la



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Verdad. Dejando a un lado todos los mlagros querealzó el Proeta, que Allah le bendga y le de la paz,solamente la relexón acerca de su nvel moral y subondad basta para convencernos de la honestdad y del ben de todo a lo que nvtaba. Como resultado deesta relexón, y con la ayuda Dvna, uno se salva de la

tranía del ego y los callejones sn salda de la razón.

La suerte de los que se hayan merecdo el Fuegodel Inerno la descrbe el odopoderoso de la sguen-te manera:

“Estando en él grtarán: ¡Señor nuestro! Sácanos

y obraremos con recttud y no como hcmos antes.¿Acaso no os concedmos una vda larga en la quepudera recapactar quen lo hcere, y acaso no os lle-garon advertdores? ¡Así, pues, gustad! No habrá nadeque deenda a los njustos.” (al-Fatr, 35:37)

Sgnca esto que el hombre puede alcanzar laVerdad y la salvacón eterna por dos camnos:

1) Sguendo el Qur’an y la Sunnah, obrando acor-de a sus enseñanzas, mtando al Noble ProetaMuhammad, que Allah le bendga y le de la paz, y someténdose al Real por medo de la nspracón

y la certtud que hayan recbdo de ellos;2) Utlzando su capacdad de contemplacón y sen-

sbldad en la dreccón del Qur’an y de la Sunnahpara encontrar la Verdad, a la que deberán some-ter su ego.



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CONCLUSION _______________________________________________

La alta de obedenca haca ahl’ul-haqiqah, laneglgenca en el entrenamento de la mente, y el

segumento de sus tortuosos camnos, llevará necesa-

ramente a un trágco nal.

La verdadera contemplacón:la afrmacón de la exstenca necesara

Como lo hemos apuntado anterormente, es mpo-

sble para un ser humano comprender la Esenca de

Allah, glorcado sea. El únco conocmento aberto a

los seres humanos son los cnco sentdos, la razón y el

corazón, pero todas sus capacdades tenen un límte.

Con esos medos lmtados no exste, sencllamente,

nnguna manera de comprender al Uno Absoluto,

Prmordal y Eterno. Los medos lmtados pueden

llevar solamente a un entendmento lmtado.

Entretenerse en actvdades que sobrepasan la

capacdad del hombre, como lo puede ser el pensar

en la Esenca del odopoderoso y la búsqueda de la

solucón al engma y al mstero del destno, está, por

lo tanto, prohbdo por el Qur’an y la Sunnah. Al gual

que la neglgenca en la contemplacón de las realda-des Dvnas es una nvtacón al desastre, no conocer

nuestro lugar y dedcarse a los pensamentos que exce-

den nuestra capacdad natural, pueden tambén llevar

a la destruccón.



N192


Por ello el Bendto Proeta, que Allah le bendga y le de la paz, ha dcho:

Contemplad la Creación de Allah y sus bendiciones pero no penséis en Su Esencia porque nunca podréishacer justicia a Su Poder, tal como se lo merece. (Ver

Daylam, II, 56; Hatham, I, 81; Bahak, Shuab, I, 136)

El gran Ibn Arab ha dcho:

Cualquier cosa que se le pueda ocurrir a tu mente

con respecto a Allah…, sabe que Él es algo dierente.

Como lo hemos comentado anterormente, y tal y como lo enseña el Islam, uno de los atrbutos esenca-les del odopoderoso es mukhalaatun’n-lil-hawadiz ,es decr no parecerse a nada de la Creacón. El hechode que Le llamemos sabio, un atrbuto que utlzamos

para descrbr tambén a los seres humanos, no seconverte en shirk gracas a nuestra creenca en Sumukhalaatun’n-lil-hawadiz.

En contraposcón a la mposbldad de llegar auna comprensón de la Realdad Esencal de Allah,glorcado sea, tenemos la posbldad de llegar a una

certeza nteror de Su Uncdad y Exstenca, basada enlas manestacones de Sus Atrbutos en el Unverso y en los enómenos. Esto está dentro de la comprensónhumana, que, como todo lo demás en la Creacón,tene un límte. Y esto es sucente ante la Mrada



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CONCLUSION _______________________________________________

Dvna para ser aceptado como mu’min –creyente.Los sabos Musulmanes han dcho a menudo por esarazón: “La cma del conocmento es el conocmentode Allah.”

La comprensón de los seres humanos les permte

osclar solamente entre el atrbuto y aquello a lo quese reere –desde la obra haca su creador; desde elarte haca el artsta; y desde el eecto haca su causa.Observando a los seres creados, cada uno de ellos esrealmente una obra de arte, el hombre puede llegar auna comprensón de la Majestad, del Esplendor y de la

Msercorda del odopoderoso, hasta donde le permtasu capacdad. Uno solamente puede coger del océanodel conocmento de Allah lo que le permta su cubo.

Mawlana Rum ha dcho:

Un día se despertó en mí el deseo de ver en los hom-

bres la luz de Allah. Era como si quisiera ver el océano,en una gota; el Sol, en una mota.

Relexonar sobre los atrbutos, los actos y laobra del odopoderoso con un corazón puro y unantencón sncera, evta la ncreduldad. Ésta empezaa manestarse cuando cesa la actvdad ntelectual y el

sensble equlbro del corazón queda alterado. Alguenque mantene una mente actva, no puede caer en lancreduldad; ncluso s esta persona hubera tomadocontacto con el mundo de la ncreduldad, la posb-ldad de que pudera salrse de él sería muy alta. Un



N194


buen ejemplo de ello lo tenemos en Ibrahm, paz sobreél, quen, a pesar de haber nacdo en un ambente enel que renaba la ncreduldad, nalmente reconocó laExstenca y la Uncdad de Allah, glorcado sea, en vrtud de sus capacdades ntelectuales y de su mundonteror, lo que el Qur’an descrbe plenamente.

La ncreduldad es mposble en alguen que escapaz de pensar rectamente. Mantener que algo noexste no pone n, de nnguna manera, a la dsputa.Hacen alta pruebas convncentes y clara evdenca.¿Y qué propósto puede tener semejante aseveracón

cuando está en juego el mstero de la vda, de la muer-te y del Unverso entero? Es gual que el caso de los queno se dan cuenta que suren un hambre devastador acausa de la extrema debldad de sus cuerpos. Negar elhambre consttuye de hecho una prueba de la grave-dad del caso. Alguen cuyo sstema nervoso está para-

lzado o bajo los eectos de la anestesa, nunca se darácuenta de que se ha pnchado con un clavo o cortadocon un cuchllo. Los que hacen, sn ser conscentes deello en lo más mínmo, que su espírtu enerme, estándescrtos por Allah, glorcado sea, como “cegos,sordos y mudos”.

El odopoderoso ha puesto en el ser humano lapredsposcón a creer y el deseo de buscar la verdad.El alejamento de la e y de la verdad, y el olvdo, provenen, pues, de la ceguera y de la sordera esprtuales.En cualquer otro caso, ncluso el espírtu de un ncré-



N195

CONCLUSION _______________________________________________

dulo está preparado para entender, o al menos recbralgún vslumbre de la verdad; pero esta característca,propa de la naturaleza humana, queda soocada poruna dscapacdad esprtual que no le permte quesalga a lote, como en el caso de los sueños que hemostendo y que no logramos recordar.

El espírtu humano tene una nclnacón naturalhaca la creenca, una necesdad que se manesta ya enla nñez como un hambre que necesta sacarse. Un nñoque observa cómo su padre hace el salah, por ejemplo,no pregunta acerca de los detalles, sno más ben ntu-

ye la grandeza del odopoderoso, y en un ntento deexpresar esa grandeza y ante la mposbldad de hacerloen térmnos abstractos, recurre a la descrpcón ísca.Pregunta cuántos Allah hay y quere saber lo que pasadespués de la muerte, tene curosdad por cómo es elCelo y el Inerno. Está en una constante búsqueda sn

otra razón que el hambre esprtual que está ncrustadoen su naturaleza prmgena. Cuando esta característcasale a lote, la persona se converte en mu’min –creyen-te. Cuando se queda encarcelada en las prounddadesde la conscenca, como un pájaro enjaulado, la ncre-duldad para a ser su naturaleza de acto. Después de

muchos años de cautvero, un pájaro ya no puede volar;ncluso cuando obtene la lbertad no levanta el vueloporque sus alas se han atroado. Cuando se le mpdea la e salr más allá de la conscenca, la capacdad decreer se cega con el tempo.



N196


Debemos por lo tanto hacer todo lo posble porconocer a Allah, glorcado sea, Quen nos creó de lanada. Para alcanzar la sabduría y el conocmento, y por este camno al odopoderoso, es necesaro enten-der correctamente Sus Atrbutos y Manestacones.

S Allah, glorcado sea, nntamente Sabo entodos Sus Actos, hubese revelado al Bendto Proeta,que Allah le bendga y le de la paz: “lee en el nombre detu Señor, Quen no tene parentes n compañeros”, laposbldad de guía para las mentes acostumbradas a lancreduldad, habría dsmnudo ya que estás palabrashabrían dado lugar a muchas objecones. Sn embargo,el odopoderoso empezó Su Revelacón enatzandoun atrbuto ndsputable –el de Creador:

“¡Lee en el nombre de tu Señor que ha creado!”(al-Alaq, 96:1)

Los dólatras, que de sobras sabían que los ídolosno creaban nada, empezaron a darse cuenta del hechode que era Allah, alabado sea, el Verdadero Señor, elÚnco que se merece la alabanza y el agradecmento.

Badaw, un ntérprete excepconal, comenta:

Allah el Más Grande nos recuerda en la surah al-

Alaq que ue Él Quien elevó al hombre del nivel másbajo al nivel más alto. De esta manera, llama nuestraatención, en primer lugar, a la creación, un acto quedirige la mente hacia el Todopoderoso. En segundolugar, recalca la lectura-escritura, que implican la capa-



N197

CONCLUSION _______________________________________________

cidad de oír al Todopoderoso. En otras palabras, une lasdos ciencias –la racional y la narrativa.

El odopoderoso hzo de la contemplacón de SuCreacón un medo a través del cual los ncrédulos rec-ben el honor de la e. Para los creyentes, por otro lado, lessrve como medo de aumentar la certeza de su e.

Todo está fluyendo y cambando

odo en el Unverso está sometdo a un camboconstante, a un contnuo cambo de aparenca. En el ventre de la madre, por ejemplo, un coágulo se conver-

te en un trozo de carne, y este en carne y huesos. odolo perceptble, desde las estrellas y planetas hasta lasplantas, está sujeto a un proceso de ncesante cambo.

Dentro de cada átomo se da un ncreíble movmen-to. Los electrones gran como s uera una danza, a una velocdad uera de toda magnacón. La velocdad de losprotones y neutrones, que están comprmdos en unamasa menor, es ncluso más asombrosa –más de 60.000km. por segundo. Esta velocdad hace que se parezcan agotas de líqudo en ebullcón que echan espuma a causadel nmenso calor que desprenden.

Los versos que vamos a ctar a contnuaconexpresan cómo ncluso una partícula basta para ponerde releve la conexón entre el arte y el Artsta:

No hace alta el Universo entero para conocerteUnamota pequeña es prueba suiciente…



N198


El hecho de que en un mlímetro cuadrado –que vendría a ser el tamaño de una cabeza de aller- haya100 trllones de átomos nos puede servr de aproxma-cón a la naturaleza del Poder que puso el Unverso enmovmento. Hace alta una Causa Real para que se detodo este cambo y todo este movmento, y esa causa,

la únca y actuante, no es otra que Allah odopoderoso,el Creador Supremo. Es absolutamente nconcebbleque este asombroso desle de acontecmentos notenga su orgen en un Dseñador portentoso y que, porlo tanto, lo achaquemos a la casualdad.

Todo en la Creacón tene un propósto

Es evdente que la cosa más nsgncante queexste en el Unverso ha sdo creada sguendo un planprecso. al como lo hemos apuntado anterormente:

De los rayos que llegan desde el Sol y son-

relejados por la Luna, los organsmos rec-ben su luz y pueden desarrollarse. El mov-mento de la erra y de la Luna alrededordel Sol marca el tempo, y del de la erraalrededor de su eje provenen las estacones;

las noches, los días y los meses venen mar-cados por el gro de la Luna alrededor de laerra.

El are que respramos se ltra en nuestros-

pulmones y lmpa la sangre. Es un proceso



N199

CONCLUSION _______________________________________________

de ácl acceso ya que supone una necesdadde prmer orden.

Empujando a las nubes, los ventos llevan-

la lluva allí donde hace alta, ertlzandola terra y los árboles, regulando el calor, y lmpando el are.

Los benecos de los mares y océanos son-

ncontables.

La mportanca de todos estos benecos, y demuchos más, para la vda humana, es evdente. Unamrada contemplatva dedcada a ellos sería sucen-te para revelar la enorme sabduría y propósto quesubyace en cada elemento de la Creacón. El suponerque todo ello es meramente la concdenca de nume-rosas casualdades, es elmnar del pensamento cual-quer rastro de lógca. Es sn duda alguna la obra deAllah, glorcado sea, nntamente Sabo, Poderosoy Elevado.

Cosas dferentes están hechas

del msmo materal

En el ondo, las cosas que vemos y que nos pare-

cen derentes, son en realdad guales. odas estánhechas de matera. Los derentes elementos ormanparte del msmo contendo. Los objetos espacales,por ejemplo, están hechos de la msma matera, y sn embargo tenen una dentdad, una poscón, una



N200


densdad y una duracón derentes. Algunos son ríos,otros extremadamente calentes.

Las plantas y los anmales están consttudos de

elementos como el ntrógeno, el carbono, el oxgeno y

el hdrógeno, pero no exste una conexón entre estos

elementos y la vda, sobre todo en cuanto a caracterís-tcas como el conocmento, la voluntad, el poder, el

oído o la vsta.

odos ellos son la Obra Dvna. La dversa y per-

ecta gama de organsmos que vemos en el Unverso

conorma la Obra del Artsta Majestuoso. No puede

ser que un Ser Que trae a la exstenca tantas obras

maestras pueda parecerse a alguna de ellas. Él es

wayib’ul-wuyud –Aquel cuya necesdad de exstenca

provene de Él Msmo.

En verdad que no es dícl, para alguen que pen-

sa, encontrar a su Señor y admrarle. Por medo de lacontemplacón, un ncrédulo encuentra la e, mentras

que un creyente la pereccona y se eleva en la escala

de mariatullah y muhabbah.

El camno de marifatullahLos sabos musulmanes han dcho que la prmera

oblgacón que se le encomendó a la humandad ue

la de volverse haca la contemplacón como medo de

acercarse al conocmento de Allah.



N201

CONCLUSION _______________________________________________

El objetvo más general y básco del Noble Qur’anes lbrar a la mente y al corazón de la nvasón de cual-quer pensamento que no sea Allah, glorcado sea, y drgrlos haca mariatullah.

El hombre ue creado para conocer y servr al

odopoderoso. No hay otro medo mejor para cumplrcon este objetvo que el dhikr y la relexón. La adora-cón es la esenca de la vda humana. El dhikr , por otrolado, es una de las mejores maneras de adorar a Allah,glorcado sea. El dhikr y la contemplacón son comohermanos gemelos nseparables.

Lo más mportante para el ser humano es, snlugar a dudas, alcanzar la elcdad y la paz eternas.Los otros deseos resultan nsgncantes en compara-cón con éste; y el medo más apropado para lograrloes mariah.

El conocmento centíco consste en la com-prensón de un acontecmento dado, junto con suscausas y eectos. Mariah, por otro lado, produce lacomprensón añadda de la Dvna Voluntad que semanesta en este acontecmento. Por esa razón, elconocmento de Allah, glorcado sea, se ha deno-

mnado mariatullah, que mplca comprender laExstenca del odopoderoso hasta donde lo permteel conocmento.

Tadhakkur (recuerdo-pensamento) tene por elloprordad sobre el taqwah (temor, pedad) en la surah



N202


al-Mumnun, ayaat 84-87, ya que es a través de la con-templacón y la sensbldad esprtual como el hombreadquere el conocmento de valor, a través del cual llegael reconocmento de Allah, glorcado sea, que mbuyea cada uno de nosotros con la necesdad de abandonarcualquer tpo de rebeldía contra Su Voluntad. Nngún

acto tene valor sn el conocmento de Allah.

Así pues, mariatullah es el conocmento másnoble. Yunad Bagdad ha dcho:

Si supiera de algún otro conocimiento bajo el Sol,otro que el que añoran los estudiosos de mariah, no me

ocuparía de nada más y me dedicaría enteramente abuscarlo.

Ibn Qayym al-Yawzyya ha dcho algo parecdo:

“En el Qur’an, Allah, glorcado sea, nvta a Susservos a que adqueran mariatullah de dos maneras:

1) Observando lo creado por Él y relexonandosobre ello;

2) Contemplando y relexonando sobre lasayaat del Noble Qur’an.

El prmer grupo consta de los Sgnos vsbles delSeñor, mentras que el segundo consste en lo vsble,lo audble, y lo pensable.” (Ibn Qayym, Fawad, p. 31-33)

La concentracón en estos aspectos esprtualesy en la contemplacón, nos lleva a la e nvestgadora



N203

CONCLUSION _______________________________________________

(al-iman’ut-tahq-iqi) y al propósto de la exstenca. Loexpresa el sguente poema:

El vasto Universo, el Gran Libro de Allah, impo-nente, Mires la letra que mires –Allah es su signiicado.

La contemplacón debe llevar a la práctcaPara alcanzar la verdad por medo de la con-

templacón, del dhikr y de muraqabah, es necesaroponer todo el conocmento adqurdo en práctca. Pormucho que uno pense en las Verdades Dvnas y lasayaat del Noble Qur’an, su contemplacón no sgn-

cará nada a no ser que ponga en práctca lo que acabade aprender, porque la práctca es la relexón externade la contemplacón y de la sensbldad esprtual.

Lo comenta Imam Ghazzal:

“El conocmento, el ruto de la contemplacón,

mplca alcanzar un estado de mente (hal ), que desem-boque en la práctca de las buenas obras. Una vez queel conocmento queda arragado en el corazón, ésteempeza a cambar, y cuando esto ocurre, lo msmopasa con los actos realzados por los membros. Laaccón, por lo tanto, depende del estado de la mente,

y el estado de la mente, del conocmento, y el cono-cmento, de la contemplacón. Esto sgnca que lacontemplacón es a la vez el prncpo y la llave detodas las cosas buenas. La verdadera contemplacónes aquélla que nos conduce de lo eo, a lo bello; de la



N204


avarca, a la abstnenca y satsaccón. Es el tpo decontemplacón que produce percepcón y taqwah.”(Imam Ghazzal, Iha, VI, 47)

Por medo de la contemplacón y de la toma deconscenca llevadas a la práctca, el hombre se curade la enermedad que supone ver las maravllas delUnverso de manera smple. El hombre común quedampresonado al contemplar cuadros pntados porotros hombres –al n y al cabo unas meras mtaconesde la naturaleza, pero no sente lo msmo observandola Creacón y conectándola con su Creador. Lo que

debería causarle un proundo asombro lo ve como unacontecmento corrente y ordnaro.

Por otro lado, los rectamente guados, cuyos cora-zones se han purcado, no se dejan llevar por laadmracón de los cuadros hechos por artstas quesólo buscan ganarse la ama, sno que se vuelven haca

el Artsta Verdadero y Su Obra Maestra. Dsrutanpercbendo el Arte Dvno bordado en las nconta-bles maravllas de la naturaleza. Observan la ncreíblegama de colores que desplegan las lores y las hojasncrustadas en ramas y arbustos, el sn n de olores y ormas que tenen los árboles, los derentes sabores de

los rutos que ha producdo la msma terra, los mara- vllosos dbujos de las alas de las marposas, y lo com-para con la ngualable creacón humana. Escucha lasmsterosas palabras de la slencosa lengua (lisan’ul-hal ) de las Maravllas Dvnas, como lo son la vsta y



N205

CONCLUSION _______________________________________________

el entendmento, a las que los demás ven como algoordnaro.

Para estas personas, el Unverso entero es comoun lbro que quere ser leído. Después de haber trans-cenddo el conocmento escrto, se dedcan al cono-cmento del corazón, como lo hzo Mawlana Rum,quen, sendo un sabo dedcado a los lbros y a losasuntos de su Madrasa Salyuk, quedó nesperadamen-te encenddo por la llama del místco dervche Shamsy se encontró abrasado por el amor. Renacdo de estasllamas, empezó a leer el msteroso dbujo del Unversocon el ojo del corazón, dejando a los lbros en el lugarque se merecen, n más arrba n más abajo. Después,se materalzó su obra maestra, el Mathnaw –un grtoamoroso que proyecta los msteros del Qur’an, delUnverso y del hombre.

¡Qué grande es la alegría de los servos justos

quenes, por medo del renamento del corazón y dela razón guada e lumnada por la luz de la e, llevan vdas dedcadas a la contemplacón y la esprtualdad,sendo capaces de lograr mariatullah!



N206

EPÍLOGO

En la actualdad, muchas personas, ajenas a supropa hstora y cultura, buscan la paz en los progra-

mas de desarrollo personal mportados del Occdente,

o en la medtacón y ejerccos de yoga que provenendel Lejano Orente. Qué pocos saben que la verdade-ra paz, que tan desesperadamente ansían, solamentese encuentra en el dhikr , el taakkur , el tahassus y

muraqabah –tan nsstentemente recomendados porIslam como las llaves que abren las puertas haca el

Conocmento y la Verdad Dvnos.

Una contemplacón nutrda por la sensbldad

nteror es la uente de la expansón esprtual y dela paz nteror. Solamente ella nos puede llevar a la

sabduría; y el prncpo de la sabduría lo consttuye

el temor de Allah, glorcado sea, acompañado derecttud y asombro. La contemplacón, pues, le lleva al

creyente al placer y al amor del odopoderoso.

Quen relexona adecuadamente sobre elUnverso y los acontecmento que tenen lugar en él,



N207

EPÍLOGO ____________________________________________________

será capaz de contestar a estas preguntas “¿Qué es la vda?”, “¿Por qué he sdo creado?”, “¿Cuál es la verdaddetrás del tempo que pasa?”, “¿Qué camno lleva a laelcdad?”, “¿Qué debo buscar?”, “¿Cómo debo vvr?”,“¿De dónde he vendo y haca dónde voy?”… alesconsderacones le alejan a esta persona de los deseos

mundanos y la drgen haca el camno que lleva a laelcdad eterna.

En este modesto lbro hemos relejado solamen-te una ínma parte del mstero, sabduría y verdadcontendos en el Unverso, en el hombre y en el NobleQur’an, apoyándolo con los modernos descubrmen-tos centícos. ¿Quén puede saber qué msteros y qué conocmento llegaremos a desvelar en un uturopróxmo para penetrar aún más en la luz que lumnael nnto Poder Dvno.

Lo que hemos menconado aquí no son más que

unos cuantos ejemplos proporconales al modesto tama-ño del lbro. enemos la esperanza de que con estosejemplos nuestros lectores puedan, nsha-Allah, expandren sus corazones el horzonte de su contemplacón demanera que les permta abarcar a todos los seres y acon-tecmentos, y extraer muchas perlas del conocmento y

sabduría del océano que es mariah.Qué Allah, glorfcado sea, nos conceda nmen-

sos horzontes de contemplacón. Qué refresquenuestros corazones dándonos la capacdad de leerla sabduría subyacente en el Qur’an, en el Unverso



N208


y en el hombre con el ojo de la percepcón. Qué nosncluya en Sus servos bendtos que vven muraqa-

bah y llegan a marifatullah.

Amn.



N209

CONTENIDO

INRODUCCIÓN ....................................................................................... 5

LA CONEMPLACIÓN EN EL ISLAM ............................. 15

Los límtes de la razón ........................................................................... 15El papel del corazón ................................................................................. 18

La mportanca de la contemplacón ....................................... 22

El Proeta de Allah contemplaba constantemente ...... 23

LA CONEMPLACIÓN DEL UNIVERSO ..................... 31Contemplando los celos .................................................................... 33

Las Galaxas .................................................................................................... 34

El sstema solar.............................................................................................. 36

El rmamento en constante expansón................................. 38

Los sete celos ............................................................................................... 39

Abandonar la contemplacónlleva al racaso exstencal ................................................................. 42

La atmósera .................................................................................................... 47



N210


La presón atmosérca........................................................................... 52La armonía entre el río y el calor .............................................. 53

Los ventos......................................................................................................... 53

Otros benecos del are ...................................................................... 55

Un ltro Dvno............................................................................................ 56

Un techo protector .................................................................................... 57

Las ondas de rado ..................................................................................... 58

Nubes, lluva y neve ................................................................................ 60

Contemplando el suelo ........................................................................ 63

Las plantas ......................................................................................................... 65Los vastos mares .......................................................................................... 69

El agua .................................................................................................................. 70

La sabduría en el reno anmal..................................................... 71

La abeja................................................................................................................. 73

La maravlla del nstnto ...................................................................... 75

La creacón en parejas ............................................................................ 77

La contemplacón de las bendconesdel odopoderoso....................................................................................... 78

Cualquer oportundad es buena para contemplar ...... 81Cada partícula habla del odopoderoso .............................. 81

LA CONEMPLACIÓN DEL HOMBRE .......................... 89

La maravllosa sutleza de la Creacón ................................... 89



N211

CONENIDO ________________________________________________

Los huesos ........................................................................................................ 92Los membros del cuerpo ................................................................... 94

La Compasón y la Msercorda del odopoderoso ... 96

La cara y las huellas dactlares ....................................................... 98

La maravlla que es el gen................................................................ 100

¿Por qué ue creado el hombre?................................................. 102

El mstero de la muerte, soluconado ................................. 104

La contemplacón de la muerte .................................................. 107

Cómo contemplaban la muerte los Compañeros .....109

Los benecos de contemplar la muerte............................ 111Preparándose para el estremecmento de la muerte...113

LA CONEMPLACIÓNEN EL QUR’AN ...................... 121

Allah enseñó el Noble Qur’an...................................................... 122

odos los lbros son Un Lbro ..................................................... 123La lectura contemplatva del Qur’an ..................................... 124

La lectura del Qur’an de los Compañeros........................ 131

La lectura del Qur’an de los rectamente guados ......133

Ejemplos de la contemplacón en el Noble Qur’an ....135

Surah al-Waqah ....................................................................................... 140

La creacón del hombre ..................................................................... 141

La muerte y la resurreccón .......................................................... 141

Las semllas y las plantas .................................................................. 142



N212


El agua resca ............................................................................................... 142El uego.............................................................................................................. 143

Las estrellas y la Revelacón........................................................... 144

El Noble Qur’an ......................................................................................... 145

La muerte ......................................................................................................... 145

A los muertos les espera una de estas tres stuacones ...146

Buscando reugo en el odopoderoso ............................... 147

Surah an-Naml ........................................................................................... 147

Surah ar-Rum ............................................................................................. 149

La neglgenca en la contemplacón de las ayaat delQur’an .............................................................................................................. 151

Permanecer contnuamente en estado de muraqabah..154

El camno más corto haca Allah ............................................. 154

Alcanzando muraqabah .................................................................... 157

1. Muraqaba- ahadyya(La contemplacón de la Uncdad de Allah) ................ 158

2. Muraqabah- Mayyya(La contemplacón del Acompañamento Dvno).................160

3. Muraqaba- Aqrabyya

(La contemplacón de la Proxmdad Dvna).............. 162

4. Muraqabah- muhabbah(Contemplacón del Amor Dvno)........................................ 165



N213

CONENIDO ________________________________________________

LA MANERA DE CONEMPLAR ....................................... 171El comportamento de los rectamente guadosen la contemplacón .............................................................................. 171

El Río de la Contemplacón luye haca la terra értl ...176

La contemplacón acompañada del dhkr........................ 180

El amanecer: El tempo más adecuadopara el dhkr y la contemplacón .............................................. 185

CONCLUSION .......................................................................................... 189

La contemplacón:La llave haca la Verdad y la salvacón ................................ 189

La verdadera contemplacón:la armacón de la exstenca necesara ............................. 191

odo está luyendo y cambando.............................................. 197

odo en la Creacón tene un propósto ............................ 198

Cosas derentes están hechas del msmo materal ....199

El camno de maratullah............................................................... 200

La contemplacón debe llevar a la práctca ..................... 203

EPÍLOGO........................................................................................................ 206

CONENIDO.............................................................................................

209



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la contemplacıón en el islam

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