gabriel marcel, existencialismo y personalismo

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Personalismo y existencia GABRIEL MARCEL

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Personalismo y existencia

GABRIEL MARCEL

1889 Nace en París, el 07 de diciembre 1893 Marcel pierde a su madre a los cuatro años de edad, lo que le dejó un profundo sentimiento de pérdida. Fue educado en un ambiente de cariño, aunque sofocante, por su abuela y tía, convirtiéndose esta última en su madrastra:

“Iba yo a cumplir cuatro años cuando la perdí. Independientemente de las pocas imágenes precisas que he podido conservar de ella, siempre la he tenido presente; de

una manera misteriosa, ha estado siempre conmigo. Sin embargo, mi tía, quizás tan dotada, pero muy diferente, debía inevitablemente eclipsarla de hecho [...] extraordinariamente firme,

dominante y que se creía obligada a proyectar la luz hasta los más pequeños rincones de mi existencia”.

Marcel no tenía amigos de juego aunque se inventaba compañeros imaginarios. Ambas educadoras eran judías aunque de religión protestante liberal en cuanto al dogma y muy exigentes en materia moral.Su padre, Henri, era diplomático y consejero de Estado. Después fue nombrado director de la Escuela de Bellas Artes al tiempo que atendía diversos encargos dentro del Museo y de la Biblioteca Nacional. Era agnóstico, aunque apreciaba sobremanera el arte cristiano, en el que introdujo al joven Marcel. Henri aprovechaba sus numerosos viajes al exterior y mostrarle lo mejor del arte europeo. Aprovechaba también para leerle las mejores obras de la literatura, especialmente del teatro de Ibsen.A los siete años escribió su primera obra literaria y en general tuvo buenos resultados en la escuela primaria. Estudió secundaria en el Lycée Carnot de París donde aprendió a tocar el piano. Algunas obras compuestas por él fueron luego escritas por su esposa que se dedicaba a la música.

BIOGRAFÍA

Estudios universitarios:Estudió cuatro años de filosofía en la Sorbona. Los maestros que más influyeron en su preparación fueron V. Delbos para la historia de la filosofía y Lévy-Bruhl con quien preparó su tesis de título Les idées métaphysiques de Coleridge dans leurs rapports avec la philosophie de Schelling ( Ideas metafísicas de Coleridge en sus relaciones con la filosofía de Schelling) presentada en 1909 y publicada íntegra en 1971). Con este trabajo entró en contacto con el idealismo alemán especialmente con Fichte y Hegel aunque desde una postura crítica.También recibió clases de Charles Péguy, Jacques Maritain y Henri Bergson. Este último influyó notablemente en su pensamiento especialmente en sus conceptos de intuición creativa y duración.Desde 1910 comenzó a estudiar a los pensadores ingleses como Bradley y Bosanquet. En 1914 pasó a los estadounidenses como Hocking y Royce. Sus notas personales acerca de estos estudios dejan ver que intentaba hacer una publicación de comentario a esas obras e ideas pero al final la abandonó debido al ambiente positivista y racionalista que reinaba en las universidades. Todos esos apuntes a la vez que proponían su reflexión personal sobre lo leído o estudiado, eran redactados en forma de diario. Sus fragmentos filosóficos (escritos personales desde 1909 a 1914) fueron publicados solo en 1962 y el así llamado «Diario metafísico» (Journal métaphysique) en 1927.

BIOGRAFÍA

Conoció a Xavier Léon que lo invitó a la Société Française de Philosophie y a colaborar en la Revue de Métaphysique et de Morale donde publicó su primer ensayo: Les conditions dialectiques de la philosophie de l'intuition (Las condiciones dialécticas de la filosofía de la intuición).Tras los estudios:1911 Tras terminar la carrera de filosofía, Marcel ejerció de profesor en diversos liceos: Vendôme (1911-12), Lycée Condorcet en París (1915-18), Sens (1919-1922), Lycée Luis-le-Grand también en la capital (1939-1940), Montpellier (1941). Al mismo tiempo se dedicó a la crítica literaria, en especial de las obras de teatro. En 1911 publica el drama La grâce y dos años después Le palais de sable. Sus trabajos fueron interrumpidos por la Primera Guerra Mundial donde, a causa de su incapacidad militar, fue destinado en la Cruz Roja de encontrar militares desaparecidos.Primera Guerra Mundial:Su fe en el idealismo fue decayendo por influencia de filósofos como Bergson, pero de gran importancia fue también su experiencia en la primera guerra mundial, en la que trabaja en el departamento de desaparecidos, cuya misión era informar a los familiares sobre la situación de aquellos soldados de los que no se conocía el paradero. Experimentó entonces de modo muy fuerte la importancia que tenía cada persona concreta y cómo la felicidad de algunas personas podía depender de unas pocas palabras. Lo importante era cada persona concreta e individual, y no las abstracciones.

BIOGRAFÍA

Período de entreguerras:En 1919 se casó con Jacqueline Boegner, que era protestante y le pidió que el matrimonio se realizara de acuerdo con los ritos de tal religión. Marcel aceptó. El matrimonio fue estéril por lo que decidieron adoptar a un niño. De este período datan la mayoría de las obras dramáticas de Marcel.Colaboró en la preparación de una antología de textos literarios contemporáneos que fue publicada con el nombre de Les feux croisées en 1926.En 1929 tras largo período de inquietud religiosa e influenciado por sus amigos, Du Bos y Mauriac, se convirtió al catolicismo. De este período de búsqueda religiosa también surge su obra Être et avoir publicado en 1935.En 1933 adquirió un apartamento en la calle Rue de Tournon que le sirvió de residencia hasta su muerte y donde se reunía con un grupo escogido de pensadores católicos con el fin de elaborar una filosofía espiritualista cristiana.Durante este período sus obras filosóficas se alternan y se influencias mutuamente con sus obras dramáticas.Tras la Segunda Guerra Mundial hasta su muerte:En 1946, Jean-Paul Sartre publicó su ensayo “El existencialismo es un humanismo” en el que afirmaba que Marcel era un «existencialista cristiano» cosa que Marcel rechazó pero que le sirvió para ser conocido fuera de Francia. Con motivo de esta disputa, Marcel definió su filosofía como «neo-socrática», expresión que usó innumerables veces durante las conferencias que dio por Europa desde 1949 a 1951.Su producción literaria y dramática prosiguió a buen ritmo en medio de las charlas que daba por las universidades europeas y de la creciente ceguera, hasta que falleció.1973 Muere en París, 08 de octubre a la edad de 84 años

BIOGRAFÍA

PENSAMIENTO

Dramaturgo y filósofo francés. Sostenía que los individuos tan sólo pueden ser comprendidos en las situaciones específicas en que se ven implicados y comprometidos. Esta afirmación constituye el eje de su pensamiento, calificado como existencialismo cristiano o personalismo. Considera que su teatro es parte esencial de su propia indagación filosófica. Marcel es poco sistemático; su pensamiento, sinuoso, trata de plegarse a la realidad, siguiendo sus meandros, conservando la mayor autenticidad posible y una gran fidelidad a las cosas. Su pulcritud intelectual, su veracidad y su falta de frivolidad son muy notorias. Hombre religioso, dominado por el respeto a lo real, hace un uso digno y profundo de sus dotes intelectuales. Desde 1914 habló de «existencia», y se ha llamado «existencialismo cristiano» a su pensamiento, pero ese nombre es rechazado por él. «Hay un plano —escribe Marcel— en que no solo el mundo no tiene sentido, sino en que incluso es contradictorio plantear la cuestión de saber si tiene alguno; es el plano de la existencia inmediata; es necesariamente el de lo fortuito, es el orden del azar.»

PENSAMIENTO

Una distinción decisiva para Marcel es la que hace entre problema y misterio:El problema es para él algo que se encuentra, que cierra el camino; está entero delante de mí. Por el contrario, el misterio es algo en que me encuentro envuelto o comprometido (engagé), cuya esencia consiste en no estar entero delante de mí; como si en esa zona la distinción entre el «en mí» y el «ante mí» perdiera su significación. Marcel considera que los problemas filosóficos no son propiamente problemas, sino más bien misterios en este sentido. Con esto Marcel reconoce las realidades espirituales de modo que no quedaran desvirtuadas por una mirada objetivista. Los misterios son realidades en las que uno habita y de las que no es posible salir ni mirarlas desde afuera aunque sea para estudiarlas, pues se deformarían y desvirtuarían. Para verlas de modo objetivo hay que buscar experiencias concretas y considerarlas desde dentro. Solo entonces es posible acceder al misterio que encierran.

PROBLEMA Y MISTERIO:

Otro de los puntos importantes que Marcel desarrolló, en el que coincide plenamente con otros personalistas, es la dimensión de la corporeidad. El problema del cuerpo es planteado como la condición de «ser encarnado»; esto quiere decir aparecer como este cuerpo, sin identificarse ni distinguirse. El cuerpo es manifestación del nexo que me une al mundo, y puedo decir «yo soy mi cuerpo». Lo existencial se refiere al ser encarnado, al hecho de estar en el mundo; y esto es un chez soi; el sentir no es una pasividad, sino una participación. Marcel ha reflexionado profundamente sobre la situación, el sacrificio y el suicidio, la paternidad y su relación con el cuidado corporal del hijo —y de ahí la posibilidad de la paternidad adoptiva—; finalmente, de la «fidelidad creadora». COMUNIDAD Y AISLAMIENTOMarcel, a diferencia de otros existencialistas, hizo hincapié en la participación en una comunidad en vez de denunciar el aislamiento humano. No sólo expresó estas ideas en sus libros, sino también en sus obras de teatro, que presentaban situaciones complejas donde las personas se veían atrapadas y conducidas hacia la soledad y la desesperación, o bien establecían una relación satisfactoria con las demás personas y con Dios.

EL SER ENCARNADO:

Gabriel Marcel planteó la cuestión de la copresencia o intersubjetividad, y para esto criticó al cogito cartesiano. Para G. Marcel , Descartes encierra al ego (en francés Moi es decir en castellano traducible ya no como deíctico sino como un pronombre-adjetivo "mí") en "su concha": El "Yo Pienso" de descartes es un molde que no puede deshacerce por sí mismo. El yo cartesiano en su individualidad se bloquea en sí mismo sin haber alcanzado ninguna transcendencia: es imposible el diálogo desde el ego cartesiano, es imposible el discurso sin la copresencia, desde ese ego el otro no puede dialogar ya que el otro no es aceptado como un Tú (otro Yo) y esto hace incompleto a todo Yo (hablando del Yo pronominal expresado en francés con la palabra moi, no con el subalterno "yo" deíctico llamado en francés je). FAMILIA:En cuanto a la familia, Marcel tras reflexionar en su experiencia de temprana muerte de su madre, afirmaba que la familia era una especie de símbolo de una realidad personal mucho más rica y profunda donde el amor recíproco y la mutua donación son la base o fundamento. En ese mundo, el niño ve un refugio de recuerdos felices donde vuelve cada vez que hace falta. En el caso de los que morían hacía notar al mismo tiempo su lejanía (ya no están) y su cercanía (la nostalgia).

INTERSUBJETIVIDAD:

Tras la primera y Segunda guerra mundial, Marcel trabajó para que los horrores y las tragedias de la guerra no sucedieran nunca más. Partiendo de la tesis de Nietszche según la cual “Dios había muerto” , Marcel la acepta esta pero aclara que quien había muerto no era el Dios vivo, sino el abstracto de la teodicea. Al perder a Dios, el hombre perdía el sentido y las referencias de su vida. Ya no era posible encontrar respuestas a preguntas radicales. Y esto conducía a mayores aberraciones y a la degradación porque el hombre perdía la conciencia de su dignidad y su trascendencia. Estudia a la persona y elabora una serie de categorías que reflejaban la espiritualidad y elmundo interior de los hombres: Disponibilidad, donación, responsabilidad, compromiso, apertura, intersubjetividad, presencia, vocación, respuesta, llamada, encuentro. De ellas destaca la disponibilidad, la persona se caracteriza por estar dispuesta, accesible y abierta ante los demás- Y esta disponibilidad es libertad pues el “homo viator”, es un ser que se construye a sí mismo en el camino de la vida, pero no a lo sartreano, sino con puntos de referencia. Par aél la libertad solo es comprensible por algo más grande que ella, la Gracia. También toca la capacidad de recogimiento de la persona, con la que se interioriza a sí misma y es capaz de trascenderse.Nos acercamos al centro de su antropología: la consideración del hombre como Imago Dei, como apertura y referencia a Dios, una dimensión que confiere a la persona un valor sagrado e inviolable, y fundamenta de modo definitivo su dignidad. Marcel consideraba que a partir de esa base, se podía poner un freno a la crisis cintemporánea ya que el hombre, si quería, podía recuperar su esperanza al tener un punto de referencia preciso. Esta es una de las razones por las que se le denominó el filósofo de la esperanza.

LA DIGNIDAD DE LA PERSONA

En su Journal Metaphysique o Diario metafísico, Marcel abogaba por una filosofía de lo concreto que reconociera que la encarnación del sujeto en un cuerpo y la situación

histórica del individuo condicionan en esencia lo que se es en realidad. Marcel propone una «filosofía concreta», determinada por la «mordedura de lo real», en la cual son

temas la muerte, el suicidio, la traición; la creencia en el tú es esencial dentro de ella; el ser es el lugar de la fidelidad, que significa un compromiso desmesurado y la esperanza

como crédito infinito; estas ideas, y la fe en la inmortalidad personal, están trabadas estrechamente con el amor, y se expresan admirablemente en la frase de un personaje

de Marcel: Toi que j'aime, tu ne mourras pas.Los textos de su Diario metafísico, reflejan tanto sus estudios de filósofos y corrientes de

pensamiento, —escrito a modo de diario— como sus experiencias personales. La segunda parte del Journal trata de su experiencia de la guerra y evoca su idea de la trascendencia de la existencia encarnada por medio de un análisis fenomenológico

propio.Esta metodología fue desarrollada ulteriormente cuando oponía la «fenomenología del

tener» a la «fenomenología del ser» que lo pone en las puertas de la metafísica.

DIARIO METAFÍSICO:

Su análisis de la situación del hombre contemporáneo también se apoyó en la distinción entre ser y tener. En la corporeidad , Marcel hace ver que el

hombre es cuerpo, no que tiene un cuerpo. De igual manera usa esta distinción para criticar el desmezurado desarrollo de la civilización

industrial y técnica en relación con el desarrollo humano. Marcel critica el preocuparse por tener cada vez más, en vez de esforzarse por ser más, ya que a la postre, esto no hace mas que agravar la crisis de sentido puesto

que en las cosas nunca se puede encontrar una plenitud existencial.

DISTINCION ENTRE SER Y TENER

Marcel distinguió la reflexión primaria, que tiene que ver con los objetos y las abstracciones. Esta reflexión alcanza su forma más elevada en la ciencia y la

tecnología. La reflexión secundaria -usada por él como método- se ocupa de aquellos

aspectos de la existencia humana, como el cuerpo y la situación de cada persona, en los que se participa de forma tan completa que el individuo no puede

abstraerse de los mismos. La reflexión secundaria contempla los misterios y proporciona una especie de verdad (filosófica, moral y religiosa) que no puede ser verificada mediante procedimientos científicos, pero que es confirmada mientras

ilumina la vida de cada uno.

REFLEXIÓN PRIMARIA Y

REFLEXIÓN SECUNDARIA:

Sus libros más importantes son: Journal métaphysique, Diario metafísico

(1923) Etre et avoir, [Ser y tener (1933) Du refus á l'invocation, Del rechazo a la

invocación (1940) Homo viator Homo viator (1944) y, sobre todo, Le mystére de l'étre; El

misterio ontológico (1959) Entre sus obras teatrales: Le seuil invisible, Le quatuor en fa diese, Un homme de Dieu, Le monde cassé, Le dará, Le fanal, La soif, Le signe de la croix, L'émissaire.

Ediciones en español (1987). Aproximación al misterio del ser: Posición

y aproximaciones concretas al misterio ontológico . La condición del intelectual en el mundo

contemporáneo. (1969). Diario metafísico. Ediciones Guadarrama. ISBN 978-84-250-0083-6.

(1967). Dos discursos y un prólogo autobiográfico . Editorial Herder. ISBN 978-84-254-0119-0.

(1967). En busca de la verdad y de la justicia . Editorial Herder. ISBN 978-84-254-0118-3. (1971). Filosofía para un tiempo de crisis .

Ediciones Guadarrama. ISBN 978-84-250-0136-9. (1971). Incredulidad y fe. Ediciones Guadarrama.

ISBN 978-84-250-0124-6. (1971). El misterio del ser. Edhasa. ISBN 978-84-

350-0027-7.Obras selectas. Biblioteca de Autores Cristianos.

ISBN 978-84-7914-547-7. (1995). Ser y tener. Caparrós Editores. ISBN 978-

84-87943-31-7.

OBRAS:

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA, por JULIÁN MARÍAS Págs422 a428.32.aEDICIÓN Biblioteca de la Revista de Occidente Calle Milán, 38. MADRID1a edición: 1941; 32.a edición: 1980

EL PERSONALISMOJuan Manuel BurgosEditorial Palabra, 2da. edición Madrid, 2003 pp. 124 a 128

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA: IV Filosofía Contemporánea Mario Fazio, Francisco Fernández LabastidaEditorial Palabra, MADRID, 2004.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: