obras completas tomo 021 lenin akal 1977 ocr

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8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr http://slidepdf.com/reader/full/obras-completas-tomo-021-lenin-akal-1977-ocr 1/214 ü OERAS  COMPLETA A K A l  FTlíTflR jt \JL  jIÜLj  JIL \ y X\t

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  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

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    ü

    OERAS

     COMPLETA

    A K A l  F T l í T f l R

    j t \JL  jIÜLj  JIL \ y X \ t

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    2/214

    AKAL EDITOR,

      1977.

    Lorenza Correa,

      13 .

      Madrid-20.

    Teléfonos

     4 50 02 17 - 450 02 87.

    I. S. B. N.

      Obras Completas: 84-336-0071-0.

    I. S. B. N.

     Tomo

      XXI:

      84-7339-283-3.

    Depósito legal:

      M.

     28.209-1977.

    Impreso

      e n

      España. Printed

      in

      Spain.

    Impreso

      en :

     Técnicas Gráficas,

     S. L.

    La s

     Matas,

      5.

      Madrid-29.

    P R Ó L O G O

    E l  tomo  XXI,  integrado  por los  trabajos  q u e  Lenin escribió

    entre febrero

      y

      junio

      de 1914,

      contiene casi todos

      su s

      últimos

    artículos correspondientes  al  período  d el  nuevo ascenso revolu-

    cionario  en  Rusia.

    La  etapa  de su  vida  en el  exilio, durante  la que  vivió  en

    Cracovia

      y en la

      aldea

      d e

      Poronin, donde pasaba

      lo s

      meses

      d e

    verano, tiene particular importancia.  L a  proximidad  d e  Rusia  le

    permitió mantener  un a  estrecha vinculación  y una  corresponden-

    ci a  regular  con las  organizaciones  de l  partido, dirigir cotidiana-

    mente  a  Pravda  y  orientar  d e  cerca  la  actividad  d el  grupo bolche-

    vique  en la IV  Duma.  Lo s  trabajos incluidos  en  este volumen

    reflejan  es a  múltiple labor  d e  Lenin,  su  lucha contra  el  oportu-

    nismo

      en el

      movimiento obrero ruso

      e

      internacional,

      por el

      forta-

    lecimiento  d el  partido  y por la  preparación  de las  masas para

    tina nueva revolución.

    Con el  crecimiento  de la  lucha  de las  masas proletarias  se

    hacía  m ás  aguda  la  necesidad  d e  fortalecer  la  unidad política  d e

    la  clase obrera sobre  la  base  de una  disciplina clasista,  y del pro-

    grama

      y la

      táctica marxistas.

      De ahí la

      permanente actividad

      d e

    Lenin para forjar

      es a

      unidad,

      q u e f u e

      creándose

      y

      haciéndose

      más

    sólida  en el  curso  de una  lucha inconciliable  de los  bolcheviques

    contra

      los

      liquidadores,

      el

      grupo "Vperiod"

      y los

      trostkistas.

      E n

    un a  serie  d e  artículos Lenin desenmascara  la  acción disgregadora

    de  esos grupos  y  tendencias hostiles  a la  causa revolucionaria;

    entre ellos figuran:  Unidad,

      Los

      partidarios

      de

      Vperiod

    y el

    grupo Vperiod ,

      La

      unidad

      de los

      obreros

      y las

      tendencias

    intelectuales  y  otros.

    Este tomo contiene asimismo  u n  conjunto  d e  artículos dedi-

    cados  a la  prensa obrera  y al  papel  q u e  ésta desempeña  en el

    movimiento revolucionario:  De la  historia  de la  prensa obrera  en

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    3/214

    8

    v . i .

      L E N I N

    Rusia

      y  La

      clase obrera

      y la

      prensa obrera,

      son los más  conocidos

    d e  ellos.

    Durante este período Lenin escribió diversos materiales para

    los

      diputados bolcheviques

      de la IV

      Duma,

      q u e

      reflejan

      su

      cons-

    tante preocupación

      por que se

      utilizara

      la

      tribuna parlamentaria

    para  la  agitación revolucionaria; citaremos:

      Proyecto

      de ley

      sobre

    la

      igualdad nacional, Proyecto

      de ley

      sobre

      la

      igualdad

      de las

    naciones

      y

      sobre

      la

     defensa

      de los

     derechos

      de las

      minorías nacio-

    nales,

      El

      problema,

      de la

      política nacional

      y  El

      presupuesto

      del

    ministerio

      de

      Agricultura.

    Ocupan  u n  importante lugar  en el  volumen  los  trabajos dedi-

    cados  a la  lucha contra  la  ideología burguesa, contra  el  revisio-

    nismo

      y el

      oportunismo, entre

      los que

      cabe señalar:

      Un a  nueva

    demolición  de l  socialismo,  Lo que no se  debe copiar  de l  movi-

    miento obrero alemán,

      La

      lucha ideológica

      en el

      movimiento

    obrero.

    E n  vísperas  de la  primera guerra mundial, Leñin consideró

    particularmente importante combatir

      el

      nacionalismo centurione-

    grista,  el  chovinismo  d e  gran potencia  y el  socialchovinismo.  Su

    trabajo  El

      derecho

      de las

      naciones

      a la

      autodeterminación

      contri-

    buyó  a la  educación  d e l  partido bolchevique  en el  espíritu  del

    internacionalismo  y  sirvió  —y aun hoy  tiene plena vigencia—  d e

    guía para  la  actividad  de los  partidos comunistas  y  obreros  d e

    todos  los  países.

    Se   incorporan  po r  primera  vez á  este tomo  los  siguientes  tra-

    bajos:

      Resolución

      del CC del

      POSDR sobre

      la

      creación

      de la

    sección  de  organización para dirigir  el  trabajo ilegal, Nuestras

    tareas

      y el

      Comentario

      a u n  libro  d e  Kózminij-Lanin.

    E L

      CAMPESINADO

      Y E L

      TRABAJO ASALARIADO

    No hay  frase  más en  boga entre  los  populistas  que la de que

    los   marxistas,  al  trazar  u n a  línea divisoria entre  los  obreros  y los

    campesinos  y  oponer  los  primeros  a los  segundos, "enfrentan"  en -

    tre sí a los  trabajadores.  Y no hay  tampoco frase  m ás  falaz;  con

    ella  se  encubre  la  defensa  de los  intereses  d e l  pequeño propie-

    tario,  el  pequeño burgués,  el  explotador  de  obreros asalariados.

    H e

      aquí algunos datos interesantes, tomados

      de la

      estadís-

    tica

      del

      zemstvo

      d e

      Moscú, publicada

      en 1913

      (

    Recopilación  de

    estadística económica,

      fascíc.  V I I ,  Moscú, 1913).  Se  refiere  al

    cultivo  de  frutas  y  hortalizas  en el  distrito  d e  Moscú,  y  abarca  a

    más de

     5.000 familias, divididas

      en

      siete zonas según

      su

      proximi-

    dad a  Moscú  y al  grado  d e  intensidad  del  cultivo  (e s  decir,  in -

    versión  d e  gran cantidad  de  capital  y de  trabajo  en  cada desiati-

    na de  tierra).

    Se ha  estudiado  co n  bastante detalle  el  empleo  de  mano  de

    obra asalariada  por los  campesinos.  ¿A qué  conclusión  se ha

    llegado?

    En las  cuatro primeras zonas,  el  total  d e  familias campesi-

    nas que  contratan obreros  es del 67 por  ciento  (o sea, más de

    do s  tercios  de l  total  de las  familias campesinas);  en las  zonas  res-

    tantes,

      la

      proporción varía

      del 43 al 64 por

      ciento.

      D e

      esto

      se

    desprende claramente  que la  enorme mayoría  de las  explotaciones

    campesinas  de los  alrededores  d e  Moscú  so n  haciendas  d e  peque-

    ño s  capitalistas  qu e  emplean mano  de  obra asalariada.

    M ás

      interesantes

      aun, son los

      datos sobre

      la

      cantidad

      de ha-

    ciendas

      que

      emplean obreros

      p o r

      todo

      el año o por

      temporada.

    Su   proporción  es:

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    4/214

    10

    V. I .

      L E N I N

    Zona  Po r ciento

    I 26,6

    II 16,7

    III 16,4

    IV 19,0

    V 9,9

    VI 5,0

    VII 6,4

    Por

      regla general, cuanto

      m ás

      intensiva

      es la

      agricultura

      en

    el   distrito dado, mayor  es el  porcentaje  d e  campesinos  que em-

    plean obreros

      po r

      todo

      el año y por

      temporada.

    Sin

      embargo,

      los

      datos sobre distritos enteros

      no

      establecen

    u na

      distinción entre

      los

      campesinos pobres

      y los

      ricos

      d e

      cada

    distrito.

      Por eso se

      trata

      d e

      datos

      m uy

      generales,

      q u e

      embellecen

    la

      realidad, pues  encubren

      la s

      contradicciones entre

      la

      miseria

      y

    la

      riqueza, entre

      el

      proletariado

      y la

      burguesía.

    Tomemos

      los

      datos referentes

      a los

      grupos

      de

      haciendas

      cla-

    sificados según

      la

      cantidad

      de

      tierra

      d e q u e

      disponen

      (e s

      decir,

    la

      cantidad

      d e

      tierra bajo cultivo). Estos datos

      so n

      mucho

      más

    fieles

      que los

      datos sobre

      la

      posesión

      d e

      nadiel,

      los

      cuales hasta

    hoy día,

      incluso

      en los

      alrededores

      de

      Moscú,  conservan

      su ca-

    rácter burocrático feudal: entre  lo s  campesinos  q u e  poseen  pe-

    queños nadiel,  los hay  ricos,  q u e  toman tierra  en  arriendo.  Y en-

    tre los

      campesinos

      q u e

      poseen grandes nadíél,

      los hay

      pobres,

      que

    entregan  en  arriendo  su s  nadiel,  y hay  campesinos  q u e  carecen

    d e

      tierra,

      o

      mejor dicho,

      no

      explotan tierra alguna.

    E n  todas  la s  zonas,  el  porcentaje  d e  campesinos  sin  hacienda

    q u e

      emplean obreros

      es

      igual

      a

      cero.

      Y se

      comprende.

      El cam-

    pesino

      que no

      explota

      la

      tierra

      es un

      proletario.

    Campesinos

      co n

      haciendas

      d e

      menos

      d e %

      desiatina:

      el

    porcentaje

      d e

      familias

      q u e

      emplean obreros

      va de 0

      (cero)

      a 57

    po r

      ciento (tomamos

      uno de los

      tres subgrupos para

      no

      compli-

    car las

      cosas).

    Campesinos

      con % a 1

      desiatina: familias

      q u e

      emplean obre-

    ros de 0 a 100 por

      ciento.

    Campesinos

      con 1 a 3

      desiatinas: familias

      q u e

      emplean obre-

    ros, de 46 a 100 por

      ciento

      (en

      distintas zonas).

    Campesinos

      con 3 a 5

      desiatinas: familias

      q u e

      emplean obre-

    ros, de 66 a 97 por

      ciento.

    EL   CAMPESINADO  Y EL  TRABAJO ASALARIADO

    11

    Campesinos

      con 5 a 10

      desiatinas bajo cultivo: familias

      que

    emplean obreros,

      de 75 a 100 por

      ciento.

    Esto

      no s

      dice claramente

      que los

      campesinos

      que no

      explotan

    tierra alguna

      so n

      proletarios (trabajadores asalariados).

      Y

     cuanto

    m ás   grande  es la  hacienda,  co n  tanta  más  frecuencia  se  recurre  a

    la

      explotación

      d e

      trabajo asalariado: ¡¡hasta entre

      los

      campesinos

    con 3 a 5

      desiatinas,

      no

      menos

      de los 2/3 del

      total explotan

      t ra-

    bajo asalariado

    Se

      trata

      de un

      hecho sencillo, públicamente conocido

      y evi-

    dente,

      que es

      deformado

      por los

      populistas.

      Lo que

      ocurre

      en

    los

      alrededores

      de

      Moscú ocurre también

      — en

      menor grado—

      en

    todas partes. Todos saben

      q u e

      cada  ciudad

      y

      cada  versta

      de fe-

    rrocarril arrastran  a la  economía campesina  a la  órbita  de l  comer-

    cio y del

      capitalismo.

      Lo s

      "populistas

      d e

      izquierda"

      son los

      únicos

    que se

      niegan

      a ver la

      verdad

      q u e

      refuta

      su

      teoría pequeño-

    burguesa.

    Esta verdad consiste  en que  cada  versta  d e  ferrocarril,  cada

    nueva tienda  que se  abre  en la  aldea,  cada  cooperativa  q u e  faci-

    lita

      la s

      compras,  cada  fábrica,

      etc.,

      arrastra

      a la

      economía

      cam-

    pesina

      a la

      órbita

      de l

      comercio.

      Y

      ello significa

      que e l

      campesi-

    nado

      se

      está dividiendo

      en

      proletarios

      y

      propietarios

      q u e

      contra-

    ta n

      mano

      d e

      obra asalariada.

    No

      puede haber  mejora  alguna

      en la

      economía campesina

    que no

      implique

      un

      aumento

      de la

      explotación

      del

      trabajo asala-

    riado

      en las

      haciendas

      que han

      progresado.

    Por eso, los

      marxistas defienden

      los

      intereses

      de l

      trabajo

      — y

    son los

      únicos

      que lo

      hacen— cuando diferencian

      a los

      proleta-

    rios,

      los

      obreros asalariados, tanto

      en la

      ciudad como

      en el

      campo.

    Los

      populistas,

      en

      cambio, defienden

      (en la

      práctica)

      los in-

    tereses

      d e

      quienes  explotan

      la

      mano

      de

      obra asalariada, cuando

    hablan  del  "campesinado"  y de la  "economía campesina", pues

    mientras  más se  asemeja  el  campesino  a u n  "propietario",-más  ex -

    plota

      el

      trabajo asalariado.

    Los

      intereses

      de la

      burguesía (cuyos pasos siguen ciegamente

    los

      populistas) exigen

      q u e  se

      confunda

      al

      proletariado campesino

    con la

      burguesía campesina.

    Los

      intereses

      del

      proletariado exigen

      que se

      combata

      esa

    confusión.

      Y q u e

      en  todas partes,

      se

      trace

      un a

      línea nítida entre

    la s

      clases, incluyendo

      al

      campesinado.

      Es

      inútil engañarse

      y en-

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    5/214

    1 2

      v . i .  L

    E Ñ I

    M

    gañar  á los  demás hablando sobre  el  "campesinado": tenemos  que

    aprender

      y

      enseñar

      a los

      campesinos

      que aun

      entre

      el

      campesi-

    nado

      se

      agranda

      día a d ía el

      abismo

      q u e

      separa

      al

      proletariado

    de la

      burguesía.

    Piií

      Pravdi,

      núm. 17 , 20 de fe -

    brero  de 1914.

    Firmado:  V. I .

    Se   publica  d e  acuerdo  con el

    texto  d el  periódico.

    E L

      SEÑOR STRUVE

      Y E L

      "SANEAMIENTO

    D E L  GOBIERNO"

    E l  señor Struve  es uno de los más  francos liberales contrarre-

    volucionarios. Resulta,

      por lo

      tanto,

      a

      menudo

      m uy

      instructivo

    prestar atención

      a los

      comentarios políticos

      de un

      escritor

      que es

    ejemplo vivo  de la  exactitud  de l  análisis marxista  del  oportunismo

    (pues  el  señor Struve, como  se  sabe, empezó  por el  oportunismo,

    con una  "crítica  d e  Marx", para caer,  al  cabo  d e  unos años,  en el

    nacional-liberalismo burgués contrarrevolucionario).

    En el  número  d e  enero  d e  Rússkaia Misl  el  señor Struve  ha-

    bla del  "saneamiento  d el  gobierno". Ante todo admite  el  fracaso

    de la

      política

      d e

      Stolipin,

      al

      igual

      que la de

      toda

      la

      reacción

      d e

    1907-1914  y del  octubrismo.  La  reacción "afronta  u n a  crisis",  es -

    cribe  el  señor Struve.  Los  intentos  d e  realizar reformas  ya  supe-

    radas, como convertir  la  Duma  en un  organismo legislativo  con-

    sultivo, según  él  "colocarán  al  gobierno  en la  misma situación  en

    que se  hallaba antes  d e  1905",  con la  diferencia sustancial  de que,

    desde entonces,

      el

      pueblo

      ha

      cambiado.

      "En 1905, las

      simpatías

    y los  instintos  de las  masas populares  se  volcaron hacia  la  intelec-

    tualidad".

    Esto  lo  escribe  u n  partidario  de  "Veji",  u n  enemigo encarni-

    zado  de la  revolución  y u n  representante  de las  teorías  m ás  oscu-

    rantistas. Hasta

      se ve

      obligado

      a

      reconocer

      que las

      masas

      han

    virado hacia  la  izquierda, ¡pero este liberal  no se  atreve  a  decir

    con más

      franqueza, claridad

      y

      exactitud

      a qué

      partidos

      han

      adhe-

    rido cada  una de las  clases dentro  d e  esas masas

    Nuestro- pueblo todavía

      no ha

      adquirido forma

      ni se ha

      diferenciado.

    E l

      hecho

      d e q u e

      durante tanto tiempo haya sido conservador

      y, por as í

    decirlo,  d e  golpe  se  haya vuelto revolucionario,  n o  indica cómo será cuando

    se

      desarrollen todas

      la s

      posibilidades latentes

      en él.

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    6/214

    14

    V. I .  L E N I N

    He -

     aquí

      un

      ejemplo

      de la

      fraseología

      q u e

      emplea

      el bur-

    gués para

      encubrir

      la s  verdades desagradables.  Sin  duda,'  el sen-

    tido  que se da  aquí  a la  palabra pueblo,  es el de  campesinado,

    puesto  que la  burguesía  (sin  hablar  de los  terratenientes)  y la

    clase obrera  h an  adquirido  ya  suficiente forma  y se han  diferen-

    ciado suficientemente.

      E l

      liberal

      no se

      atreve

      a

      reconocer abier-

    tamente

      que e l

      campesinado burgués

      "aún no ha

      adquirido

      for-

    ma",

      a

      pesar  de los  desesperados esfuerzos  de la  nueva política

    agraria.

    "¿Cuál  es la  salida  de la  presente situación?", pregunta  el se-

    ño r  Struve,  y  responde:  "No hay más que una  alternativa:  o el

    constante crecimiento  de la  agitación política,  en la que las cla-

    ses  medias  y los  elementos moderados  que las  representan...  [así,

    pues,  los  elementos moderados "representan"  a las  clases medias.

    Esto  no es muy  inteligible, pero políticamente resulta bastante

    claro; ¿qué elementos "representan" entonces  al  campesinado  y a

    lo s  obreros?] resultarán empujados  d e  nuevo  a un  segundo plano

    por la  presión espontánea  de las  masas populares,  q u e  serán alen-

    tadas  por los  elementos extremistas;  o si no el  saneamiento

      del

    gobierno.

      No nos

      ocuparemos aquí

      de la

      primera salida.

      En las

    condiciones imperant es  en  Rusia adherimos decididamente  al pun-

    to de

      vista

      d e q u e

      para nosotros

      es

      imposible buscar activamente

    es a

      solución

      o

      hasta simplemente desearla..." (¡Gracias

      por la

    franquez a, señor Struve Nuestros liquidadores podrían aprender

    d e  este hombre  su  sinceridad  y su  franqueza,  en vez de  andarse

    por las  ramas, como  lo  hace  L. M. en  Nasha Zariá  d e  enero.)

    . . .

      Sólo

      n o s

      resta plantear abiertamente

      a la

      opinión pública

      la

      segun-

    d a  salida, como  u n  problema urgente  q u e  debe  se r  resuelto  po r e l  esfuerzo

    conjunto

      d e

      todas

      la s

      fuerzas progresistas

      y a la vez

      conservadoras.

    D e  esta segunda salida  el  señor Struve  no  puede decir abso-

    lutamente nada,  más que  frases vacías.  La  burguesía quiere  m o-

    deración,  la s  masas  so n  "extremistas":  el  liberal  se ve  obligado  a

    reconocer esto. Pero  el  señor Struve  no se  atreve siquiera  a pen -

    sar en

      cuál debería

      ser la

      estructura (régimen, organización)

      so-

    cial  d el  "gobierno"  que se  debe sanear,  en  cuál debería  ser su

    base  d e  clase,  y en qué se ha  hecho  de los  terratenientes  que rei-

    naron  y  gobernaron  en  forma absoluta antes  que la  burguesía.

    Impotencia, desamparo, carencia total  d e  ideología: tales  son los

    EL   SEÑOR STRUVE  Y EL  SANEAMIENTO  DEL  GOBIERNO

    1 5

    rasgos inevitables

      de la

      burguesía liberal mientras

      se

      arrastre

      (co-

    mo lo

     hacen

      el

      señor Struve

      y Cía.) a los

     pies

      de los

      Purishkiévich.

    P o r

      extraño

      q u e

      parezca —escribe

      e l

      señor Struve—,

      lo

      mejor

      q u e p o -

    demos desear

      al

      gobierno

      e s q u e

      olvide

      q u e

      existieron acontecimientos,

    hechos

      y

      estados

      d e

      ánimo

      q u e

      solemos denominar revolución rusa.

    ¡U n  consejo político excelente, profundo, inteligente  y  serio

    Que "el  gobierno olvide": ¡después  d e  todo  a  veces  los  viejos

    olvidan  lo que les  ocurre  y lo que  sucede  a su  alrededor

    Lo s  decrépitos representantes  d el  senil liberalismo ruso  m i-

    den a los  demás  con su  mismo rasero.

    Pu t  Pravdi,

      núm . 18 , 21 de fe -

    brero

      de 1914 .

    Se

      publica

      d e

      acuerdo

      c on e l

    texto

      d e l

      periódico.

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    7/214

    L O S  POPULISTAS  Y N. K.  MIJAILOVSKI

    El

      décimo aniversario

      de la

      muerte

      de N. K.

      Mijailovski

    (quien falleció

      el 28 de

      enero

      de 1904) dio

      motivo para

      que apa-

    reciera

      u n

      sinfín

      d e

      artículos elogiosos

      en la

      prensa liberal

      bur-

    guesa

      y

      populista

      (e s

      decir, democraticoburgue sa). Nada tiene

    d e  particular  que los  liberales  y  demócratas burgueses exalten  a

    N. K.

      Mijailovski, pero

      no es

      posible dejar

      de

      protestar

      por la es-

    candalosa deformación  de la  verdad  y la  corrupción  de la con-

    ciencia  de  clase proletaria  q u e  significa pretender hacer pasar  a

    Mijailovski como socialista

      y

      afirmar

      que su

      filosofía

     y

      sociología

    burguesas

      so n

      compatibles

      con el

      marxismo.

    Mijailovski

      fue uno de l os

      mejores representantes

      y

      portavo-

    ces de la

      democracia burguesa rusa

      en el

      último tercio

      del

      siglo

    pasado.

      L as

      masas

      de l

      campesinado,

      que es e l

      único representan-

    te

      serio

      y de

      masas

      (sin

      contar

      a la

      pequeña burguesía urbana)

    de las

      ideas democraticoburguesas

      en

     Rusia, dormían

      aún con sue-

    ño

      profundo.

      L a

      mejor gente

      de su

      medio

      y

      aquellos

      que se con-

    dolían profundamente

      de su

      penosa situación,

      los

      raznochintsi*

    —sobre todo estudiantes, maestros

      y

      otros intelectuales—, trataban

    de

      instruir

      y

      despertar

      a las

      adormecidas masas campesinas.

    El

      gran aporte histórico

      q u e

      hizo Mijailovski

      al

      movimiento

    democraticoburgués  por la  emancipación  d e  Rusia, consistió  en

    que se

      dolía hondamente

      de la

      penosa situación

      de los

      campesi-

    nos, en que

      luchó

      co n

      energía contra todas

      y

      cada

      una de las

    manifestaciones

      de la

      opresión feudal

      y

      estimuló

      en la

      prensa

      le -

    gal,  abierta, aunque sólo fuese  co n  alusiones,  la  simpatía  y el res-

     

    Raznochintsi:  en la  sociedad rusa  de lo s  siglos xvin  y x ix ,  intelec-

    tuales  d e  variada extracción social (burguesía, clero, campesinado,  e tc .)

    q u e n o  provenían  de l a  nobleza.  S e  contaban entre ellos numerosos escri-

    tores (Chernishevski, Dobroliúbov,  e t c . ) q u e  fueron demócratas revolucio-

    narios

      y

      apasionados luchadores contra

      la

      autocracia.  (E(J.)

    LO S  POPULISTAS  Y N . K .  MIJAILOVSKI

    17

    peto

      por la

      "clandestinidad"

      en la que

      actuaban

      lo s

      demócratas

    raznochintsi

      m ás

      consecuentes

      y

      decididos,

      y a la que

      Mijailovski

    llegó

      a

      ayudar abiertamente.

      Hoy,

      cuando

      no

      sólo

      lo s

      liberales,

    sino también

      lo s

      liquidadores —tanto populistas (

    Rússkoie  Bo -

    gatstvo)  como marxistas—, tienen

      u n a

      actitud vergonzosa

      y a me-

    nudo renegada hacia  la  clandestinidad,  no  podemos dejar  de re-

    cordar elogiosamente

      el

      aporte

      de

      Mijailovski.

    Aunque

      era un

      fervoroso defensor

      de la

      libertad

      y de las

    masas oprimidas

      d e l

      campesinado, Mijailovski compartía todas

      las

    debilidades

      de l

      movimiento democraticoburgués. Pensaba

      que ha-

    b ía

      algo

      de

      "socialista"

      en la

      entrega

      d e

      toda

      la

      tierra

      a los cam-

    pesinos —esDecialmente  si n  rescate—  y por  consiguiente  se con-

    sideraba

      a sí

      mismo

      u n

      "socialista".

      Por

      supuesto, esto

      es un pro-

    fundo error,

      n u e h a

      sido puesto

      al

      descubierto

      p o r

      Marx

      v ñor la

    experiencia

      d e  todos  los

      países civilizados

      en los que,

      hasta

      la

    caída total

      d el

      régimen

      d e

      servidumbre

      y del

      absolutismo,

      los de-

    mócratas burgueses  siempre  se  creyeron "socialistas".  L a  entrega

    d e

      toda

      la

      tierra

      a los

      campesinos, particularmente

      en las

      condi-

    ciones señaladas,

      es una

      medida

      m u v

      beneficiosa mientras existí

    la

      dominación

      de los

      terratenientes feudales, pero

      es una

      medida

    democraticoburguesa.

      E n

      nuestros días, cualquier socialista digno

    de ese  nombre  lo  sabe. Toda  la  experiencia mundial demuestra

    o u e  cuanta  m ás  tierra  (y más  barata) recibieron  los  campesinos

    de los

      señores feudales, cuanta

      m ás

      "tierra

      v

      libertad" hubo,

      con

    tanta  maxwr rapidez

      se

      desarrolló

      el

      capitalismo

      y con

      tanta

      ma-

    yo r  celeridad  se  puso  d e  manifiesto  la  naturaleza  burguesa  del

    campesino.

      Si el

      señor

      N .

      Rakítnikov  (Viérnaia Misl,

      núm. 3) no

    ha

      comprendido hasta

      hov nue el

      apoyo

      de l

      proletariado

      al cam-

    pesinado iemor.ratícnburgués  contra  lo s  terratenientes feudales  no

    es en

     absoluto "socialismo",

      no nos

      queda

      m á s q u e

      sonreímos ante

    su

      ingenuidad.

      E s

      trabajo aburrido refutar errores

      q u e

      haee tiem-

    p o

     fueron rechazados

      p or

      todos

      los

      obreros

      con

      conciencia

      d e

      clase.

    N o

      sólo

      en el

      terreno

      de la

      economía, sino también

      en el de

    la   filosofía  y la  sociología,  la s  concepciones  d e  Mijailovski eran

    democraticoburguesas , encubiertas

      con

      frases,  supuestamente

      "so-

    cialistas".

      Eso es su

      "fórmula

      del

      progreso",

      su

      teoría

      de la "lu-

    cha por la  individualidad",  etc. E n  filosofía, Mijailovski estaba

    un   paso  más  atrás  q u e

      Chernishevski,

      el más

      grande representante

    del  socialismo utópico  en  Rusia. Chernishevski  era un  materia-

    lista,

      y

      hasta

      el fin de sus

      días

      (e s

      decir, hasta

      la

      década

      del 80

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    8/214

    18

    V. I.  L E N I N

    del

      siglo

      xix) ¡e

      burló

      de las

      pequeñas concesiones

      a l

      idealismo

    y al  misticismo  q u e  hacían  lo s  "positivistas" entonces  d e  moda

    (kantianos, machistas, etc. ). Mijailovski,  en  cambio,  fue a la  zaga

    d e  esos mismos positivistas.  Y  hasta ahora, entre  lo s  discípulos

    d e  Mijailovski, nclusive entre  lo s  populistas  de  extrema "izquier-

    d a "  (como  el  señor Chernov), prevalecen estas concepciones filo-

    sóficas reaccionirias.

    Las

      acciones

      d e

      todas

      las

      clases

      y su

      lucha

      d e

      masas

      en 1905-

    1907 han

      demo;trado

      en

      forma concluyente

      que e l

      "socialismo"

    d e  Mijailovski  y de los  populistas  no es más que  fraseología  d e-

    mocraticoburguesa.  L a  mayoría  de los  diputados campesinos  en

    la I y II  Dumás

      no

      adhirieron  a los  populistas  d e  izquierda, sino

    a los

      "trudoviqu?s"

      y a los

      "socialistas populares". Este

      es un he-

    cho que no  deba  se r  olvidado  n i  deformado.  ¡Y  siguiendo  a los

    marxistas, hasta  lo s  propios populistas  d e  izquierda,  en las per-

    sonas,  p o r  ejemplo,  de los  señores Vijliáev, Chernov  y  otros,  se

    vieron obligados  a  reconocer  el  carácter burgués  de los  socialis-

    ta s  populares tridoviques

    Que los  obreros  q u e  individualmente simpatizan  con los po-

    pulistas

      d e

      izquierda pidan

      a sus

      maestros

      que les

      muestren  todo

    l o que  escribieron  lo s  populistas  d e  izquierda  contra  lo s  "socia-

    listas populares trudoviques"

      en 1906 y 1907.

    E n

      esos

      año;, la

      acción

      d e

      masas

      de los

      campesinos demostró

    en   forma concluiente  que e l  campesinado tiene precisamente  una

    posición democraticoburguesa.  Los  populistas  de  izquierda  son, a

    lo   sumo, sólo  u ra  pequeña  ala de la  democracia campesina  (es

    decir, burguesa)

      d e

      Rusia.

      L os

      obreros

      h a n

      apoyado

      a los cam-

    pesinos (contra  ios  terratenientes feudales)  y los  seguirán  apo -

    yando, pero confundir estas clases, confundir  la  democracia  bu r -

    guesa  con el  proletariado socialista,  es una  aventura reaccionaria.

    Todos  lo s  obreros  co n  conciencia  d e  clase  la  combatirán decidi-

    damente, sobre todo ahora, cuando

      la

      gran experiencia

      de la

      lucha

    d e  masas  de  1905-1907  ha  venido  a  demostrar plenamente  la di-

    ferenciación

      de las

      clases

      y

      cuando esta diferenciación

      se

      hace

    cada  d ía más  evidente  en  nuestras zonas rurales.

    Durante mucho tiempo,  más de  diez años, Mijailovski  fue la

    cabeza visible  y el  alma  d el  grupo  d e  escritores  de  Rússkoie

    Bogatstvo.  ¿Y qué  produjo este grupo  en los  grandes años  d e

    1905-1907?

    ¡Produjo

      lo s

      primeros liquidadores entre

      lo s

      demócratas

    ¡Que

      lo s

      obreros

      q u e

      individualmente simpatizan

      con los po-

    t o s  POPULISTAS  Y N. K.  MIJAILOVSKI

    19

    pulistas  d e  izquierda pidan  a sus  maestros  que les  muestren  el

    número

      d e

      Rússkoie Bogatstvo

      d e

      agosto

      de 1906, y

      todo

      lo que

    escribieron  de los  populistas  d e  izquierda cuando tildaron  a  este

    grupo  d e  "social-kadetes",  etc.

    D el  grupo  d e  Mijailovski salieron  lo s  primeros liquidadores

    que en e l  otoño  de 1906 proclamaron  un  "partido abierto"  y  rene-

    garon  de la  "clandestinidad"  y de sus  consignas,  dos y  tres años

    antes

      de que lo

      hicieran nuestros liquidadores, marxistas.

      ¿Y qu é

    resultó  del  "partido abierto" proclamado  por los  señores Miáko-

    t in ,  Peshejónov  y  demás colegas  d e  Mijailovski? Resultó  la com-

    pleta ausencia  d e  todo partido,  el  completo aislamiento  de l  grupo

    "abierto"

      d e

      populistas oportunistas

      de las

      masas.

    No se  debe atribuir  a  Mijailovski,  q u e  jamás renunció  a la

    clandestinidad  (o  mejor dicho,  q u e  murió poco antes  de que su

    grupo  se  pasara  al  liquidacionismo), toda  la  responsabilidad  por

    el

      miserable

      y

      despreciable oportunismo

      de los

      señores Peshejó-

    nov,

      Miákotin

      y Cía.

      ¿Pero acaso

      no es

      sintomático

      que en el

    núm. 3 de

      Viémaia Misl,  dedicado

      a

      Mijailovski, volvamos

      a en-

    contrarnos  con el  podrido bloque (unión)  de los  populistas  "de

    izquierda"  con los  "social-kadetes"  d e  Rússkoie Bogatstvo?  Y si

    recordamos  lo que  escribió Mijailovski  a  Lavrov  a  propósito  d e

    su

      actitud hacia

      lo s

      revolucionarios,

      ¿n o

      debemos reconocer

      que

    lo s  "social-kadetes"  son, en  líneas generales,  su s  fieles continua-

    dores?

    Nosotros rendimos homenaje  a  Mijailovski  por su  sincera  e

    inteligente lucha contra  el  régimen  d e  servidumbre,  la  "burocra-

    cia"  (pedimos disculpas  po r  este término indefinido),  etc., por su

    respeto  a la  clandestinidad  y por la  ayuda  que l e  prestó, pero  no

    por sus  concepciones democraticoburguesas,  no por sus  tenden-

    cias vacilantes hacia

      el

      liberalismo

      ni por su

      grupo

      d e

      "social-

    kadetes"  d e

      Rússkoie Bogatstvo.

    No es por  casualidad  que los  demócratas burgueses  en  Rusia,

    es   decir,  en  primer término  el  campesinado, vacilen entre  la bur-

    guesía liberal  y el  proletariado; ello  se  debe  a su  posición  de cla-

    se. Es  tarea  de los  obreros liberar  al  campesinado  de la  influen-

    cia de los

      liberales

      y

      combatir

      en

      forma implacable

      la s

      doctrinas

    "populistas".

    F u i

      Pravdi,

      n ú m . 1 9 , 2 2 d e f e -

    brero

      de 1914 .

    Firmado:  V.  Ilín.

    S e

      publica

      d e

      acuerdo

      con e l

    texto

      d e l

      periódico.

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    9/214

    A  PROPÓSITO  DE A.  BOGDÁNOV

    L a  Redacción  h a  recibido  un a  carta firmada  por 13 "bolche-

    viques

      d e

      izquierda"

      y

      fechada

      en

      "Tiflís-Cáucaso",

      en la que pi-

    d en  aclaración sobre  la  actitud  de la  Redacción  co n  respecto  a

    la

      colaboración

      de A.

      Bogdánov.

      Lo s

      firmantes

      se

      autodenominan

    "partidarios ideológicos

      del

      g rupo 'Vper iod 'y

      su

      tono

      es

      clara

    y  definidamente hostil  a  nuestro periódico.

    N o  obstante, consideramos necesario hablar claro  de una vez

    por  todas.

    ¿Por

      qué se ha

      hecho imposible aceptar

      a A.

      Bogdánov como

    colaborador  de los  periódicos  y  revistas obreros  q u e  sostienen  u n

    punto  d e  vista marxista consecuente? Porque Bogdánov  no es un

    marxista.

    Lo s  autores  de la  carta, siguiendo  el  camino  que les  indicó

    el   propio Bogdánov  en su  carta  al  periódico liquidacionista,  t ra-

    tan de  explicar  la  desaparición  de l  nombre  de A.  Bogdánov  de las

    páginas  d e  nuestros periódicos atribuyendo  el  hecho  a  cuestiones

    personales,  a  intrigas  d e  algunos,  etc.  Todo esto  son  simples desa-

    tinos,  que no  merecen  se r  analizados  ni  explicados.  L as  cosas

    so n  mucho  m ás  sencillas  y  claras.

    Si los  autores  de la  carta  se  interesasen,  no por las  "cuestio-

    ne s  personales", sino  por la  historia  de l as  relaciones orgánicas  e

    ideológicas entre

      lo s

      marxistas, sabrían

      que ya en

      mayo

      de 1909

    un a  reunión  d e  bolcheviques  co n  plenos poderes, después  de lar-

    ga y  detenida discusión, declaró  que no se  hacía responsable  d e

    la s  expresiones político-literarias  d e  Bogdánov*.  Si los  autores

    de la  carta concediesen menos valor  a los  chismes  y  escándalos

    pequeñoburgueses  y  prestasen  más  atención  a la  lucha ideológica

    *

      Véase

      V . I .

      Lenin,  Obras completas,

      2» e d . ,

      Buenos Aires,

      E d . C a r -

    tago,

      1970 , t . XV,

      nota

      2 5 .  (Ed.)

    A

      PROPÓSITO

      DE A.

      BOGDANOV

    21

    entre  lo s  marxistas, sabrían  q u e  Bogdánov  ha  creado  en sus  libros

    u n  sistema filosófico-social determinado,  y que  contra  es e  sistema

    —por  ser no  marxista  y  antimarxista—  se han  manifestado  todos

    lo s  marxistas,  sin  distinción  d e  grupos. Todos  los que se  interesan

    por la  historia  de l  marxismo  y del  movimiento obrero  en  Rusia

    saben  — y  quien  no lo  sabe  debe  estudiarlo, debe leer  y  enterar-

    se— que el

      problema

      de las

      colaboraciones

      d e

      Bogdánov

      en un

    periódico obrero está ligado

      a u n

      problema

      d e

      principio mucho

    más

      importante,

      o sea al de la

      relación entre

      la

      filosofía

      d e

      Marx

    y las

      teorías

      d e

      Bogdánov. Este problema

      f u e

      analizado, exami-

    nado  y  desmenuzado  en  libros, folletos  y  artículos.  E l  problema

    de las  colaboraciones  de un  escritor  en la  prensa obrera debe  en -

    focarse desde

      el

      ángulo político,

      es

      decir,

      no

      desde

      el

      punto

      d e

    vista  del  estilo,  el  ingenio  o el  talento como propagandista  del

    escritor, sino desde  e l  punto  d e  vista  de su  orientación general,

    d e

      qu é

      aporta  con sus  teorías  a las  masas obreras.  Los  marxistas

    están convencidos  de que e l  conjunto  de la  labor literaria  de Bog-

    dánov tiende  a  inculcar  en la  conciencia  d e l  proletariado  las con-

    cepciones idealistas, ligeramente retocadas,  de los  filósofos  bu r -

    gueses.

    Si  alguien piensa  q u e  esto  no es así, y que en la  controversia

    sobre

      lo s

      principios filosóficos

      del

      marxismo

      es

      Bogdánov quien

    está  en lo  cierto,  y no  Plejánov  ni  Ilín ° ,  debe salir  en  defensa

    del   sistema  de  Bogdánov,  y no  discutir  q u e  debería darse cabida

    en las  páginas  de la  prensa obrera  a uno u  otro artículo  de  divul-

    gación  d e  Bogdánov. Pero nosotros  no  conocemos entre  los mar-

    xistas  a  nadie  q u e  defienda  el  sistema  d e  Bogdánov.  Su s  teorías

    han  sido combatidas,  no  sólo  por sus  adversarios  d e  "fracción",

    sino también  por sus  antiguos colegas  d e  grupo político.

    Así  están  la s  cosas  e n  cuanto  a  Bogdánov.  Lo s  marxistas  han

    analizado

      su s

      intentos

      d e

      "modificar"

      y

      "corregir"

      el

      marxismo,

      y

    los han

      considerado ajenos

      al

      espíritu

      del

      movimiento obrero

      con-

    temporáneo.  Los  grupos  con los que  antes  é l  cooperó  h an  recha-

    zado toda responsabilidad  por sus  actividades literarias  y d e  otro

    tipo. Después  d e  esto  se  puede pensar  d e  Bogdánov  lo que se

    llín:  seudónimo

      d e V . I .

      Lenin. Como

      V .

      Ilín  firmó

      su

      libro  Mate-

    rialismo  y  empiriocriticismo. Notas críticas sobre  un a  filosofía reacciona-

    ria. (Ed.)

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    10/214

    22

    V. I.  L E N I N

    .uiera, pero pedir  que se le dé  cabida  en las  páginas  de la  prensa

    hrera, cuya misión  es difundir  lo s principios elementales  del mar-

    xismo, revela  u n a  falta  d e  comprensión, tanto  d e l  marxismo como

    de las  teorías  d e  Bogdánov,  o de la  tarea  d e  difundir  la  educación

    marxista entre  la s  masas  de  obreros.

    En lo que

      respecta

      a

      esta tarea

      d e

      educar

      a las

      masas

      d e

    obreros,  a la que se ha  dedicado nuestro periódico,  el  camino  q u e

    seguimos  no  coincide  con el de  Bogdánov, puesto  q u e  diferimos

    na  cuanto  al  concepto  de qué  debe  ser la  educación. Aquí está

    el quid  de la cuestión,  que, con fines interesados,  se vela mediante

    ilusiones  a  hechos  d e  carácter personal.  Los  obreros  q u e  aprecian

    la

      línea

      de su

      periódico deben rechazar, como inmunda basura,

    todos estos intentos  d e  reducir  la  cuestión  a la  "personalidad"  d e

    determinados escritores,

      y

      analizar

      e l

      carácter

      de las

      teorías

      de

    Bogdánov.

      E n

      cuanto comiencen

      a

      hacerlo,

      no

      tardarán

      en

      llegar

    a la

      conclusión

      a que

      hemos llegado nosotros:

      u n a

      cosa

      es el mar-

    xismo  y  otra completamente distinta  la s  teorías  d e  Bogdánov.  U n

    periódico obrero debe eliminar  de la  mente  d el  proletariado  las

    impurezas idealistas burguesas,  y n o  brindarle  en sus  páginas  esa

    indigesta mezcolanza.

    Sin   embargo,  no s  dirán,

      Pravda

      publicó varios artículos  d e

    Bogdánov.  Así fue.

    Pero, como todos comprenderán ahora, este  fue un  error,

    inevitable  en una  empresa nueva como  la  publicación  d e l  primer

    periódico obrero  e n  Rusia.  Lo s  camaradas  que se  hallaban  en -

    tonces  al  frente  d e  esta labor confiaban  en que, en los  artículos

    de  divulgación  q u e  Bogdánov entregaba  al  periódico,  la  propa-

    ganda  del  abecé  del  marxismo eclipsaría  lo s  rasgos específicos

    de las

      teorías

      d e

      Bogdánov. Como

      era de

      esperar,

      no fue as í .

    Después

      de los

      primeros artículos —más

      o

      menos neutrales—

    Bogdánov envió otro

      en el que

      evidentemente trataba

      de con-

    vertir

      el

      periódico obrero

      en

      instrumento

      d e

      propaganda,

      no del

    marxismo, sino  de su  propio empiriomonismo.  Por lo  visto  Bog-

    dánov atribuyó tanta importancia

      a

      este artículo,

      q u e

      después

      d e

    él, es  decir, desde  la  primavera  de 1913, no  volvió  a  enviar  nin-

    ~'in

      otro.

    E l  problema  de las  colaboraciones  d e  Bogdánov  se  convirtió

    en una

      cuestión

      d e

      principios para nuestra Redacción,

      la que lo

    resolvió  en la  forma  que los  lectores conocen.

    A  PROPOSITO  DE A.  BOGDÁNOV

    23

    Ahora unas palabras sobre  el  grupo "Vperiod",  al que  nuestro

    periódico

      ha

      calificado

      d e

      "aventurero"*.

    Debido

      a su

      incapacidad

      d e

      pensar políticamente

      y no

      como

    simples pequeños burgueses,  lo s  autores  de la  carta  v en  también

    aquí

      u na

      alusión personal

      a los

      componentes

      de ese

      grupo.

      T a m -

    bién esto

      es

      absurdo.

      L os

      marxistas llaman "aventurera"

      la

      polí-

    tica  de los  grupos  que no se  ubican  en el  terreno  d el  socialismo

    científico, grupos como,  p o r  ejemplo,  lo s  anarquistas,  lo s  popu-

    listas terroristas,  etc.  Nadie  se  atreverá  a negar  que e l grupo  "Vpe-

    riod"  se  inclina hacia  el  anarcosindicalismo,  o que es  tolerante

    con la  "Construcción  d e  Dios" predicada  po r  Lunacharski,  con el

    idealismo  d e  Bogdánov,  con las  propensiones teorizantes anar-

    quistas  de S.  Volski,  etc. Y como  la  política  d e l  grupo "Vperiod"

    se ha ido  desviando hacia  el  anarquismo  y el  sindicalismo, todo

    marxista  la  calificará  d e  política aventurera.

    Se   trata simplemente  de un  hecho  q u e h a  sido confirmado  por

    la   completa dispersión  d el  grupo "Vperiod".  E n  cuanto renació

    el

      movimiento obrero, este grupo —una amalgama

      de los

      elemen-

    tos más  heterogéneos,  s in una  línea política definida  y s in una

    comprensión

      de los

      principios

      de la

      política

      d e

      clase

      y del mar-

    xismo—  se  desmoronó  p o r  completo.

    E l

      movimiento obrero seguirá adelante bajo

      la

      bandera

      del

    marxismo,

      e

      ignorará

      a

      estos grupos,

      a los

      "empiriomonistas",

    "constructores  d e  Dios", "anarquistas"  etc.

    Pu t  Pravdi,  n ú m . 2 1 , 2 5 d e f e - S e

      publica

      d e

      acuerdo

      con e l

    brero

      d e 1 9 1 4 .

      texto

      d e l

      periódico.

      Véase

      V . I .

      Lenin,  ob. cit,

      t . XX,

      "Carta

      a la

      Redacción".  (Ed.)

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    11/214

    NOTA

      D E L A

      REDACCIÓN

      A L

      ARTICULO

      D E

      VETERANO:

    EL

      PROBLEMA NACIONAL

      Y

      EL

      PROLETARIADO

    LETÓN

    Publicamos

      co n

      satisfacción

      el

      artículo

      de l

      camarada Vetera-

    no* , que  esboza  la  historia  de l  problema nacional letón  en  gene-

    ral y de la

      socialdemocracia letona

      en

      particular.

      Los

      proyectois

    d e

      modificar

      o

      complementar

      la

      resolución

      de la

      conferencia

      d e

    verano (1913)  po r  parte  de los  marxistas letones, serían  muy de -

    seables.

      Lo s

      socialdemócratas letones tenían hacia

      el

      Bund viejas

    simpatías,

      qu e

      comenzaron

      a

      vacilar, primero,

      a

      consecuencia

      d e

    la

      crítica teórica

      de los

      marxistas

      y,

      segundo,

      a

      consecuencia

      de l

    separatismo práctico

      de los

     bundistas,

      en

     especial después

      de

      19061.

    Esperamos

      q u e

      continúe

      la

      discusión entre

      lo s

      socialdemócratas

    letones sobre  el  problema nacional  y que  conduzca  a la  adopción

    d e

      resoluciones definidas.

    Por lo que

      respecta

      a las

      observaciones

      de l

      camarada Vete-

    rano,

      no s

      limitaremos

      a

      señalar

      lo

      siguiente.

      É l

      considera

      q u e

    nuestra referencia

      a

      Suiza**

      no es

      convincente, pues

      la s

      tres

      n a -

    ciones

      q ue

      componen

      es e

      país

      so n

      históricas,

      y han

      sido iguales:

    desde  el  comienzo mismo. Pero  la s  "naciones  sin  historia"  no pue-

    den

      hallar ejemplos

      y

      modelos (fuera

      de las

      utopías), sino

      en las

    naciones históricas.

      E n

     cuanto

      a la

     igualdad

      de las

     naciones,

     es

     algo

    qu e el "TI p o r

      supuesto hasta

      lo s

      defensores

      de la

      "autonomía

      cul-

    tural nacional".  Po r  consiguiente,  la  experiencia  de la  humanidad

    civilizada

      no s

      dice

      que la

      "autonomía cultural nacional"

      es

      super-

    *  Veterano:  P. I .

      Stuclika. Véase

      V. I .

      Lenin,

      ob. cit.,

      "Biografías"

    tomo complementario  3.  (Ed.)

    * *

      Véase

      V. I .

      Lenin,  ob. cit.,

      t . X X ,

      "Notas críticas sobre

      el

      problema

    nacional",

      1.

      Liberales

      y

      demócratas

      en e l

      problema

      de los

      idiomas.  (Ed-)

    NOTA

      DE LA

      REDACCIÓN

      AL

      ARTÍCULO

      DE

      VETERANO

      2 5

    flua  allí donde  existen  u n a  verdadera igualdad  de las  naciones  y

    u n a

     democracia consecuente;

      y

     donde

      no

      existen, queda como

      uto-

    pía . v su

      propaganda

      es la

      prédica

      de un

      nacionalismo refinado.

    Frosveschenie,  n ú m . 2 ,

      febrero

      S e

      publica

      d e

      acuerdo

      con e l

    d e 1 9 1 4 .

      texto

      d e l a

      revista.

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    12/214

    PRÓLOGO  A L A  RECOPILACIÓN

    MARXISMO

      Y

     LIQU1DACIONISMO

    1

    L a

      recopilación

      q u e

      ofrecemos

      al

      lector está compuesta

      d e

    artículos escritos entre

      1909 y 1914. Fue un

      período

      en el

      cual

    el   movimiento obrero pasó  en  Rusia  por  dificultades especialmen-

    t e

      grandes.

      Los

      marxistas,

      si n

      embargo

      no se

      contentaron

      n i po-

    dían contentarse simplemente

      co n

      señalar esas dificultades,

      sim-

    plemente

      con

      lamentarse

      de la

      desorganización general,

      de la

    dispersión,

      etc. E ra

      necesario determinar

      la s

      causas económicas

      y

    políticas

      de la

     desorganización, desde

      el

      punto

      de

      vista

      de la

      etapa

    específica

      del

      desarrollo capitalista

      d e

      Rusia

      y

      determinar

      el sig-

    nificado

      de

      clase

      de la

      tendencia

      m ás

      amplia

      q u e

      reflejaba

      esa

    desintegración,

      es

      decir,

      el  liquidacionismo.

    La

      respuesta fundamental

      a

      esta pregunta,

      d e

      enorme impor-

    tancia para

      el

      movimiento obrero,

      f u e

      dada

      por los

      marxistas

      e n

    diciembre

      de 1908, en

      forma

      de

      resoluciones perfectamente

      con-

    cretas, definidas

      y

      oficiales. Estas resoluciones tenían

      que ser ex-

    plicadas, difundidas

      y

      aplicadas

      a los

      problemas cotidianos

      del

    movimiento económico

      y

      político. Esta tarea

      se

      cumplió

      en los

    artículos

      q u e

      componen

      la

      presente recopilación,

      que, por

      moti-

    vo s  "ajenos  a la  Redacción" está  m u y  lejos, lamentablemente,  d e

    se r

      completa.

    Hoy,

     después

      d e

      casi

      do s

      años

      de

      existencia

      de un

      diario

      m a r -

    xista  en  Petersburgo,  e l  problema  d e l  significado  y la  valoración

    d e l

      liquidacionismo,

      no

      sólo

      en

      teoría, sino también

      en la

      prác-

    tica,  ha  sido sometido  —valga  la  expresión—,  a la  decisión  de los

    propios obreros. Esto

      es muy

      afortunado para

      el

     movimiento obre-

    ro de  Rusia  y u n  importante signo  de su  madurez.  Lo s  obreros

    co n

      conciencia

      d e

      clase están buscando ellos mismos

      la

      verdad

      y

    determinarán

      el

      significado

      d e

      clase

      d e l

      liquidacionismo, utili-

    PROLOGO  A L A  RECOPILACIÓN MARXISMO  Y  LIQUIDACIONISMO 2 7

    zarán

      la

      experiencia práctica

      de su

      movimiento

      d e

      masas para

    verificar

      la

      apreciación

      d e

      aquél,

      e

      idearán métodos adecuados

    para combatirlo.

    E l  objeto  de la  publicación  de la  presente recopilación,  es

    brindar

      u na

      ayuda

      a

      todos

      los

      obreros

      q ue

      estén interesados

      en la

    suerte  d e l  movimiento  de su  clase.  Los  artículos  n o  están publi-

    cados

      p o r

      orden cronológico, sino

      por

      temas,

      en el

      orden (apro-

    ximado)

      de su

      transición

      de la

      teoría

      a la

      práctica.

    Primero (Sección  1 )  están  los  problemas fundamentales,  a

    lo s

      cuales

      hay que dar

      solución

      si

      queremos tener algo parecido

    a una  táctica  y a una  política racionales.  E l  lector encontrará aquí

    u na

      apreciación

      de l

      momento histórico actual

      y del

      significado

    d e  clase  de la  lucha entre  la s  tendencias marxistas; luego  un aná-

    lisis

      del

      problema

      de la

      hegemonía

      de l

      proletariado,

      en

      relación

    con la

      crítica

      de l

      "trabajo" principal

      de los

      liquidadores

      (El mo-

    vimiento social),

      y, por

      último, artículos sobre

      el

      "viraje hacia

      la

    izquierda"

      de la

      burguesía.

    Vienen luego (Sección  2 )  artículos sobre  la  campaña electo-

    ral ,  sobre  lo s  resultados  de las  elecciones  a la IV  Duma  y  sobre

    la

      táctica

      en la

      Duma.

    Después

      d e

      esto (Sección

      3) se

      trata

      el

      problema

      del "pár-

    tido abierto"  y el  problema  de la  unidad, indisolublemente vincu-

    lado

      a

      aquél.

    L a  Sección  4 se  refiere  a la  política obrera liberal  en sus di-

    versas manifestaciones. Después

      de una

      apreciación general

      del

    reformismo, viene  u n  análisis  de los  problemas  de las  "reivindi-

    caciones parciales",

      de l a

      libertad

      de

      asociación,

      de l

      movimiento

    huelguístico

      y de la

      actitud

      de los

      liquidadores hacia

      los

      liberales

    y  viceversa.

    Finalmente,

      el

      último tema (Sección

      5) es el de los

      liquida-

    dores

      y el

      movimiento obrero.

      E l

      lector encontrará aquí

      una

      apre-

    ciación

      de l

      movimiento obrero durante

      lo s

      años 1905-1907, hecha

    por uno de los

     dirigentes

      del

      liquidacionismo (Koltsov)

      en su

      obra

    principal,

      as í

      como

      u n

      análisis

      de la

      actitud práctica

      de los

      obre-

    ro s

      hacia

      lo s

      liquidadores

      y los

      materiales

      m ás

      actuales sobre

      la

    historia

      de la

      formación

      de l

      Grupo Obrero Socialdemócrata

      d e

    Rusia

      en la

      Duma.

    En la

      "conclusión"

      se ha

      hecho

      el

      intento

      d e

      resumir

      la lu-

    cha de

      tendencias

      en el

      movimiento obrero contemporáneo.

    N os   permitimos esperar  q u e  nuestra recopilación ayude  a los

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    13/214

      8

    V. I .  L E N I N

    obreros  a  encontrar  y  estudiar  los  antecedentes  de los  problemas

    en   debate.  Po r  supuesto,  no  hemos podido  incluir  u n a  buena  can-

    tidad

      d e

      material importante.

      Po r

      otra parte,

      en una

      recopilación

    d e  artículos  d e  diversos autores, escritos durante  u na  serie  de

    años,

      las

      repeticiones

      so n

      inevitables.

      Hay , po r

      cierto, matices

    individuales entre  lo s  autores. Pero  en  conjunto, todos  sus  artícu-

    los no son  sino  u n  comentario,  un a  aplicación  d e  resoluciones

    marxistas establecidas cuya aceptación distingue, entre otras

      co -

    sas, a los  obreros marxistas organizados  y con  conciencia  d e  clase

    de los

      liquidadores

      del

      partido obrero

      y d e

      quienes

      se

      apartan

    de él .  Aclarar  y  comprobar estas resoluciones, facilitar  la  formu-

    lación

      de las

      enmiendas

      y

      ampliaciones

      q u e

      pudieran hacerse

      ne -

    cesarias  en el  curso  d el  tiempo,  es uno de  nuestros principales

    objetivos.

    Febrero  de 1914.

    Publicado

      e n 1914 , e n l a

      reco-

    pilación  Marxismo  y  liquidacionis-

    mo ,

      parte

      II ,

      editada

      e n Sa n Pe -

    tersburgo

      po r l a E d .

      Priboi.

    S e

      publica

      d e

      acuerdo

      con e l

    texto

      de l a

      recopilación.

    DISCUSIONES POLITICAS ENTRE  L O S  LIBERALES

    E l  viernes pasado,

      Pu t

      Pravdi  (núm. 18 )  publicó  un  artículo

    tintulado

      "E l

      señor Struve

      y e l

      'saneamiento

      d e l

      gobierno"'*;

      en

    el que  dábamos  a  conocer  a  nuestros lectores  la  apreciación  q u e

    hace

      de la

      situación política

      en

      Rusia

      uno de los más

      francos

      y

    consecuentes liberales contrarrevolucionarios.

    Al día

      siguiente,  Luch  publicó

      u n

      larguísimo artículo "teóri-

    co" del  señor Miliukov "contra"  el  señor Struve,  a  proposito  d e

    es e  mismo artículo sobre  el  saneamiento  d el  gobierno. Sera útil

    detenerse  en la  discusión entre estos  dos  liberales,  en  primer  lu -

    gar ,  porque abarca cuestiones trascendentales  de la  política rusa

    y, en

      segundo lugar, porque revela

      lo s  dos

      tipos políticos

      d e

      diri-

    gentes burgueses.  Y son  tipos  q u e  durante largo tiempo, décadas

    enteras, tendrán importante significación política

      en

      Rusia, tipos

    q u e  tienen  u n a  significación similar  en  todos  lo s  países capitalis-

    tas. Por su

      propio interés,

      el

      proletariado tiene

      q u e

      conocer

      es -

    to s

      tipos.

    E l  señor Struve,  en  estos últimos años  h a  expuesto  su s  opinio-

    nes con  particular claridad  en el  libro  Veji

    ss

    .  Son las  opiniones

    de un  liberal contrarrevolucionario,  d e u n  partidario  de la  reli-

    gión  (y del  idealismo filosófico, como  el  camino  m ás  seguro  y

    "erudito" para llegar  a  ella)  y  enemigo  de la  democracia.  Son las

    opiniones claras  y  precisas,  no de un  individuo, sino  d e u n a  clase,

    puesto  que en  realidad  todo  el  conjunto  de la  burguesía octubris-

    ta y  hádete  en  Rusia  la s  suscribió  de 1907 a 1914.

    E l  fondo  de la  cuestión  es que la  burguesía oetubrista  y ka-

    dete  h a  virado hacia  la  derecha  y se ha  alejado  de la  democra-

    cia. El

      fondo

      de la

      cuestión

      es que

      esta burguesía teme

      más al

    4

      Véase

      el

      presente tomo, 13-15.

      Ed.)

    15 0

      Véase

      V . I .

      Lenin,  ob. cit.,

      t . XV,

      nota

      2 4 .

      (Ed.)

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    14/214

    30

    V. I .

      L E N I N

    pueblo  que a la  reacción.  E l  fondo  de la  cuestión  es que  este

    viraje hacia  la  derecha  n o f u e  casual; sino fruto  de la  lucha  d e

    clase entre

      la

      burguesía

      y el

      proletariado.

      E l

      fondo

      de la

      cuestión

    es que  Struve,  y  después Maklákov,  h an  expuesto  co n  mayor fran-

    queza  q u e  otros kadetes  la  verdad acerca  de su  clase  y de su

    partido.

    Y

      esta verdad

      ha

      resultado

      m u y

      desagradable para

      los

      diplo-

    máticos.

      de l

      partido kadete

      (con el

      señor Miliukov

      a la

      cabeza),

    q u e

      estiman necesario coquetear

      con la

      democracia,

      en la

      creen-

    cia de que la

      democracia

      no ha

      agotado todavía

      su

      papel

      y que

    la

      burguesía quizá tendrá

      q u e

      vivir

      y

      actuar

      en un

      medio creado,

    no

      sólo

      por los

      Purishkiévich, sino

      —no lo

      quiera

      el

      destino—

      por

    la

      democracia,

      por la

      "chusma",

      por "la

      calle",

      por los

      obreros.

    Aunque

      la

      línea

      d e l

      señor Miliukov

      es la

      misma

      que la del

    señor Struve

      y el

      señor Maklákov, trata

      d e

      encubrirla,

      d e

      presu-

    m ir  ante  el  público,  d e  engañar  a la  democracia  y  llevar  a  ésta

    de las  riendas.  Por eso  simula  no  estar  d e  acuerdo  co n  "Veji",  no

    estar

      d e

      acuerdo

      co n

      Struve, refutar

      a

      Maklákov, cuando

      en rea-

    lidad  n o  hace  más que  enseñar  a  Struve  y a  Maklákov  el  arte  d e

    ocultar  m ás  ingeniosamente  su s  ideas.

    L o

      principal

      de l

      largo artículo

      de l

      señor Miliukov contra

    Struve

      es su

      acusación

      de que

      Struve

      h a

      caído

      en una

      "confusión

    irremediable".

    Fuerte

      y

      rotundo,

      ¿no es

      verdad?

    Ahora bien,

      ¿en qué

      consiste

      la

      confusión?

      En la

      creencia

    optimista"

      d e

      Struve

      de que el

      gobierno puede

      se r

      saneado,

      al

    tiempo

      q u e

      afirma

      que e l

      gobierno nada aprende

      de las

      "conmo-

    ciones"  y con  ello  la s  hace inevitables.  L a  salida, según  el  señor

    Struve,  es la  "agitación"  o el  saneamiento  de l  gobierno.  Por lo

    que a la

      primera salida

      se

      refiere,

      el

      señor Struve

      no la

      quiere

    "buscar activamente",  n i  siquiera "desear".

    E n

      efecto, Struve está confundido, pero

      también  lo  está  el

    señor Miliukov,  completa

      y

      absolutamente. Porque

      el

      partido

      ka -

    dete —del

      q u e

      Miliukov

      es el

      jefe— tampoco puede "desear"

      la

    primera salida

      ni

      "buscarla activamente".

    Esto

      lo

      demuestran,

      no las

      palabras

      ( e n

      política

      es

      estúpido

    juzgar

      a las

      personas

      y a los

      partidos

      por sus

      palabras), sino

      los

    hechos,

      es

      decir,  toda

      la

      historia

      del

      partido kadete desde

      1905

    hasta

      1914,

      casi

      u n a

      década.

    E l  partido kadete teme  más  unirse  con los  obreros  (en las

    DISCUSIONES POLÍTICAS ENTRE

      LOS

      LIBERALES

      3 1

    Cuestiones  d e l  programa mínimo,  se  comprende)  q u e  depender  d e

    los

      Purishkiévich.

    Esto

      se

      aplica

      a

      todo

      el

      partido,

      a

      toda

      la

      burguesía kadete

    y  octubrista,  y  Miliukov resulta sencillamente ridículo cuando

    intenta reprochárselo sólo  a  Struve.

    L a  experiencia  de la  historia  no s  muestra  en  todos  los  países

    que la  burguesía deseosa  d e  progreso vacila entre unirse  con los

    obreros

      o

      depender

      de los

      Purishkiévich.

      E n

      todos

      los

      países

      cuanto

      m ás

      civilizados

      y

      libres

      m ás

      notorio

      es el

      fenómeno—

    se  observan  do s  tipos  de  políticos burgueses.  U no  gravita abier-

    tamente hacia  la  religión, hacia  los  Purishkiévich, hacia  la  lucha

    abierta contra

      la

      democracia,

      y

      trata

      de dar un

      fundamento

      teó-

    rico consecuente

      a

      esta tendencia.

      E l

      otro tipo

      se

      especializa

      en

    encubrir

      es a

      misma tendencia  coqueteando

      con la

      democracia.

    E n

      todas partes

      hay

      Miliukov diplomáticos,

      y los

      obreros

      de-

    b e n

      aprender

      a

      descubrir

      al

      instante

      la

      "pata

      de la

      sota".

    Pu t

      Pravcli,

      n ú m . 2 5 , 1 d e m a r .

    7.0 de 191 4.

    S e

      publica

      d e

      acuerdo

      con el

    texto

      d e l

      periódico.

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    15/214

    E L  CAMPESINADO "TRABAJADOR"  Y LA

    COMERCIALIZACIÓN  D E L A  TIERRA

    Los   discursos  de los  populistas  d e  izquierda sobre  el cam-

    pesinado "trabajador"  son una  impostura  ta n  escandalosa  y una

    tentativa  ta n  flagrante  de  corromper  la  conciencia  socialista  d e

    lo s

      obreros,

      que es

      necesario analizarlos

      una y

      otra

      vez.

    Cuanto  m ás  ostentación hacen nuestros populistas  d e  izquier-

    da de su  trivialidad  y de sus  discursos almibarados, tanto  más

    importante  es  responderles  co n  datos concretos sobre  la  econo-

    m ía   campesina.

    Nada elude tanto  el  populista  d e  izquierda como  lo s  datos

    concretos  sobre  la  burguesía campesina  y el  proletariado  cam-

    pesino.

    Tomemos entonces

      los

      datos

      de la

      última estadística

      de los

    zemstvos sobre  lo s  campesinos  de los  alrededores  d e  Moscú*.

    L a  agricultura  h a  adquirido allí  un  carácter comercial bastante

    pronunciado, debido  al  extraordinario desarrollo  del  cultivo  d e

    frutas  y  hortalizas.  Y  este ejemplo  d e u n a  zona  q u e  está  más

    desarrollada  en lo que  respecta  a la  dominación  de l  mercado,  re -

    vela,  co n  toda evidencia, cuáles  son los  rasgos

      fundamentales

      d e

    toda  economía campesina bajo  la  dominación  del  capitalismo.

    L a

      primera zona

      d e

      economía campesina

      en las

      afueras

      d e

    Moscú (tomamos sólo  u n a  zona, porque  las  estadísticas, lamenta-

    blemente,

      no

      proporcionan resúmenes generales) abarca

      más de

    dos mil  haciendas campesinas.  E l  número  es lo  bastante elevado

    como para permitirnos estudiar  la s  relaciones típicas entre  el pro-

    letariado

      y la

      burguesía dentro

      del

      campesinado "trabajador".

    "

      Lenin

      se

      refiere

      a la

      Recopilación económica  y  estadística. Fascícu-

    lo VII. La  horticultura  y la  fruticultura  en el  distrito  de  Moscú.  Moscú,

    19X3.  (Ed.)

    I X

      CAMPESINADO TRABAJADOR

    Y LA

      COMERCIALIZACION

      .

    33

    E s

      interesante señalar

      que en esa

      zona

      se

      desarrolla

      u na

      agri-

    cultura capitalista,  en  tierras  de  mediana calidad,  co n  haciendas

    en   extremo pequeñas, puesto  q u e  2.336 familias campesinas  tie-

    n en  4.253 desiatinas  d e  tierra  d e  nadiel,  o sea un  promedio  de

    menos  de dos  desiatinas  p o r  hacienda.  Si  agregamos  1.761  desia-

    tinas  d e  tierra tomada  en  arriendo  y  descontamos otras  62 5  dadas

    en  arriendo, obtenemos  u n  total  d e  5.389 desiatinas,  o sea un pro-

    medio

      d e

      menos

      de dos

      desiatinas

      po r

      hacienda.

      ¡Y sin

      embargo,

    las dos  terceras partes  de los  campesinos emplean trabajo  asa-

    lariado

    Cuanto  m ás  alto  es el  nivel técnico  d el  cultivo, cuanto  más

    intensiva  es la  agricultura, cuanto mayor  es la  influencia  del mer-

    cado,  m ás  frecuentemente  se  encuentra  la  gran  producción  en  pe -

    queñas  parcelas. Esto  lo  olvidan siempre  lo s  profesores burgue-

    ses y  nuestros populistas  de  izquierda,  que t an  entusiasmados  es -

    tán con las  haciendas pequeñas  (por la  cantidad  de  tierra)  y

    ocultan  el  carácter capitalista  de las  pequeñas haciendas moder-

    nas que  emplean mano  de  obra asalariada.

    Examinemos  el  comercio  que se  realiza  con la  tierra  de na-

    diel.  Las  cifras sobre  la  tierra tomada  y  dada  en  arriendo indican

    q u e  este comercio  es muy  considerable. Cerca  de la  mitad  de la

    tierra arrendada

      es de

      nadiel.

      E n

      total

      se dan en

      arriendo

      625

    desiatinas

      d e

      tierra

      d e

      nadiel

      y se

      toman

      en

      arriendo otras

      845.

    Está claro  que e l  antiguo sistema  d e  tenencia  de la  tierra basado

    en los  nadiel,  que por su  carácter  se  identifica  con la  servidum-

    bre y el

      feudalismo,

      se

      convierte

      en un

      obstáculo  para

      el

      movi-

    miento mercantil moderno  y  para  la  circulación capitalista.  E l

    capitalismo  está destruyendo  el  antiguo sistema  d e  tenencia  de la

    tierra basado  en los  nadiel.  L a  agricultura  no se  adapta  al  sistema

    oficial  d e  nadiel  y  exige libertad  d e  vender  y  comprar tierra,  li-

    bertad

      d e

      tomar

      y dar

      tierra

      en

      arriendos, conforme

      a las

      exigen-

    cias  del mercado,  a las necesidades  del  sistema económico burgués.

    Tomemos  el  proletariado campesino.  E n  esta categoría  de-

    bemos incluir,  en  primer lugar,  a 405  familias (sobre 2.336)  q u e

    n o  disponen  de  tierra  o que  disponen  de no más de  media desia-

    tina. Estas  40 5  familias disponen  de 437  desiatinas  d e  tierra  d e

    nadiel. Pero estos  so n  campesinos pobres, casi ninguno posee

    caballo;  n o  están  en  condiciones  d e  cultivar  la  tierra.  Dan en

    arriendo  37 2  desiatinas  — la  mayor parte  de su  tierra—  y se con-

    vierten  en  obreros asalariados:  de las 405  familias,  37 6  "propor-

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    16/214

    3 4

    V. I .  L E N I N

    cionan", obreros rurales

      u

      obreros industriales

      q u e

      abandonan

      la

    agricultura.

    Tomemos

      la

      burguesía campesina

      m ás

      rica.

      E n

      este sector,

    52 6  familias tienen haciendas  de más de  tres desiatinas:  se  trata

    ya de una  agricultura capitalista,  co n  cultivo  d e  frutas  y  hortali-

    zas. De  esos  52 6  agricultores,  50 9  emplean obreros.  Lo s  trabaja-

    dores miembros

      de la

      familia suman 1.706,

      y

      emplean

      1.248 asa-

    lariados (contratados

      por año o por

      temporada),

      si n

      contar

      los

    jornaleros (51.000 jornadas

      d e

      trabajo).

    Estas familias disponen  de un  total  de 1.540  desiatinas  d e

    tierra

      — un

      promedio

      d e

      menos

      d e 3

      desiatinas

      d e

      tierra

      de na-

    diel

      por

      familia—, ¡pero entregan

      e n

      arriendo sólo

      42 y

      toman

      en

    arriendo 1.102,  de las  cuales  51 2  desiatinas  so n  tierra  de  nadiel

    Al

      concentrar"

      la

      tierra

      d e

      esta manera, estos campesinos "traba-

    jadores",

      q u e

      disponen

      de un

      promedio

      d e

      tres  trabajadores  miem-

    bros  de la  familia

      po r

      hacienda,

      se

      están trasformando

      en bur-

    gueses típicos,

      con un

      promedio

      de 2Va

      obreros  asalariados

      por

    hacienda,

      y

      cerca

      d e

      cien jornadas

      d e

      trabajo.

      L a

      compra

      y la

    venta

      de los  productos  de la

      tierra conduce

      a l

      desarrollo

      de la

    compra

      y la

      venta

      de la

      propia tierra  (toma

      y

      entrega

      en

      arrien-

    d o ) y a la

      compra

      y la

      venta

      de la

      fuerza

      de

      trabajo.

    Considérese ahora  la  afirmación  de los  populistas  de  izquier-

    da, de que la

      abolición

      de la

      propiedad privada

      de la

      tierra equi-

    vale

      a

      "retirar"

      la

      tierra

      de la

      circulación comercial.

      Se

      trata

      d e

    u n a

      pura fábula pequeñoburguesa.

      E n

      realidad ocurre justamente

    lo

      contrario: dicha abolición incorporaría

      la

      tierra

      a la

      circula-

    ción comercial

      en

      proporciones

      más

      vastas

      q u e

      nunca. Quedaría

    libre

      el

      capital

      q u e

      ahora

      se

      invierte

      en la

      adquisición

      d e

      tierra,

    desaparecerían

      los

     obstáculos feudales

      y

      burocráticos para

      la

      libro

    trasferencia

      de la

      tierra

      d e

      unas manos

      a

      otras,

      y el

      capitalismo,

    es

      decir,

      la

      entrega

      d e

      tierra

      en

      arriendo

      por el

      proletariado

      y la

    "concentración"

      d e

      tierra

      en

      manos

      de la

      burguesía,

      se

      desarrolla-

    ría con

      mayor rapidez

      aun.

    Esta medida, beneficiosa como medio

      d e

      lucha contra

      los te-

    rratenientes feudales,  los  populistas  d e  izquierda tratan  de  hacerla

    pasar

      por

      "socialismo", aunque

      en

      realidad

      es una

      medida

      bur-

    guesa.

      Es

      indiscutible

      que los

      proletarios campesinos

      y la bur-

    guesía campesina tienen intereses  comunes  contra

      los

      terratenien-

    tes. Eso lo

      sabe cualquier obrero marxista; pero  oscurecer

      1...

    comprensión

      de los

      antagonismos

      d e

      clase

      q ue

      existen cutre

      - i

    EL   CAMPESINADO TRABAJADOR Y LA   COMERCIALIZACIÓN  . . . 3 5

    proletariado  y la  burguesía hablando  de l  campesinado "trabaja-

    dor",

      significa colocarse

      de l

      lado

      de la

      burguesía, significa pasarse

    a los  enemigos  del  socialismo.

    L a  agricultura  de los alrededores  de  Moscú  no s muestra  —co-

    mo con

      lente

      d e

      aumento—

      lo que

      está sucediendo

      en

      toda

      R u-

    sia en

      forma

      m ás

      suave

      y

      menos definible.

      E n

      todas partes

      es ya

    excepción  el  campesino  que no se  contrata  o que no  contrata  a

    u n

      "trabajador". Cada

      día,

      hasta

      en las

      regiones

      m ás

      remotas,

    vemos

      que el

      comercio

      se

      desarrolla

      y se

      agranda

      el

      abismo

      que

    separa  a los  proletarios (obreros asalariados)  de los  pequeños  p ro-

    pietarios,

      de la

      pequeña burguesía,

      de los

      campesinos.

    Es

      tarea

      de l

      proletario urbano desarrollar

      un a

      clara compren-

    sión

      d e

      este antagonismo

      d e

      clase,

      que en el

      campo

      es

      velado

      pol-

    la s  peculiaridades  de la  agricultura  y las  supervivencias  de la ser-

    vidumbre.  Es  tarea  de la  burguesía, cuyos pasos siguen tontamen-

    te los  populistas  d e  izquierda pequeñoburgueses  dificultar  la com-

    prensión

      de

      este antagonismo

      de

      clase mediante frases vacías,

      sin

    contenido

      y

      profundamente falsas sobre

      el

      campesinado "traba-

    jador".

    Pu t  Pravdi,

      núm. 2 '8 , 2 do ma r -

    z o do 1914 .

    Firmado:  V. I.

    JO  publí'.a

      d o

      acuerdo

      con oí

    texto

      d ol

      periódico.

  • 8/15/2019 Obras Completas Tomo 021 Lenin Akal 1977 Ocr

    17/214

    Q U É

      PREOCUPA

      A LOS

      LIBERALES

    Ultimamente

      se

      viene hablando mucho

      de l

      renacimiento

      del

    liberalismo  en  relación  con los  discursos  de V .  Maklákov  en la

    Duma

      y de sus

      artículos

      en los

      periódicos,

      en

      favor

      de l

      "nuevo"

    plan destinado

      a

      unificar

      la

      táctica

      de los

      kadetes

      y los

      octubris-

    tas. El

      banquete

      del

      zemstvo

      en

      Moscú reforzó estos rumores.

    H a y q u e  señalar  que se ha  subrayado  en  forma especial  el

    hecho

      de que ,

      inclusive

      V.

      Maklákov,

      el más

      moderado

      de los li-

    berales,  co n  inclinaciones  al  octubrismo,  ha  perdido  "la fe en la

    posibilidad

      d e

      encontrar

      una

      salida

      al

      atolladero

      si n

      llegar

      a ex-

    plosiones

      y

      cataclismos revolucionarios".

      Así lo

      dijo literalmente

    en   Riech,  órgano principal  de los  liberales,  el  señor Shingariov,

    quien, junto

      con el

      señor Miliukov,