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    La deforestacin en el norte de Esmeraldas (Eloy Alfaro y San Lorenzo)Pablo Anbal Minda Batallas*

    Introduccin

    l presente artculo no pretende ser una exposicin exhaustivade los problemas relacionados con la tala del bosque y losaspectos a l vinculados desde la perspectiva forestal, comosuele ser comn en algunos crculos de opinin, que miran en

    el bosque ms que cualquier otra cosa la riqueza forestal con fines deextraccin maderable para dedicarla a la industria de contra chapados yotras aplicaciones que pueda tener en la industria maderera del pas y delexterior.

    Este ms bien se centra en un anlisis socio histrico de cmo laregin fue vinculada a la Sociedad Nacional y como esta (la regin) sevincul con la Sociedad Nacional y los procesos socio econmicos deesta; los procesos socio econmicos e histricos que han tenido y tienenlugar en la regin, la emergencia de actores sociales locales y los efec-tos que estos procesos han tenido sobre la deforestacin del bosque enlos cantones Eloy Alfaro y San Lorenzo.

    1. La regin

    1.1. Ubicacin y caractersticas ecolgicas

    Para comprender la gravedad que implica la deforestacin delbosque en el norte de la provincia de Esmeraldas que corresponde a loscantones Eloy Alfaro y San Lorenzo, es necesario conocer su inmensariqueza ambiental y ecolgica que alberga.

    En general la provincia de Esmeraldas se encuentra ubicada en elnoroccidente del Ecuador, entre las coordenadas de longitud: 78.28 y

    * Coordinador del Proyecto de Desarrollo Rural de la Provincia de Esmeraldas.

    E

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    80.5 y de latitud: 01.27 (N) y 00.01 (S). Limita al Occidente con el oca-no Pacfico, al Norte con el Departamento de Nario Colombia, al Oeste ySur con las provincias de Carchi, Imbabura, Pichincha y Manab.

    En cuanto al clima, Esmeraldas es una provincia que se podracaracterizar como hmeda, cuya pluviosidad anual oscila entre los 800 mm 1200 mm; muy hmeda con una pluviosidad anual de hasta 2000 mm; ysuperhmeda con pluviosidad anual de hasta 5 500 mm. La humedad de laprovincia aumenta tanto hacia el Sur, como al interior y Norte, de tal mane-ra que los cantones Eloy Alfaro y San Lorenzo (al rea a la que se refiereeste artculo) donde se encuentran localizadas la mayor parte de reas pro-tegidas se caracterizan por ser superhmedas.

    La temperatura en toda la provincia se encuentra alrededor de los25C., siendo clido seco y clido hmedo, sobre todo al Norte1.

    Ecolgicamente la zona se encuentra en el rea del Choc Biogeo-grfico que tiene su origen en Panam y se extiende hasta Manab, y en elque se ha identificado uno de los 25 hot spots ms importantes de la Tierra.En el Choc Biogeogrfico Ecuatoriano se han identificado once zonas devida, siendo una de las diez unidades ms biodiversas del Neotrpico. Estamicro regin se encuentra en la zona de vida de Bosque Hmedo Tropical(bht) y Bosque muy hmedo tropical (bmht) (Holdridge, 1983), citado por(Fundacin Natura, 1995).

    Se estima que en esta zona el nmero total de especies de flora llegaalrededor de las 6 300 (aproximadamente el 25% de la flora del pas), de lascuales 1 260 son probablemente endmicas de zona (Dodson & Gentry,1993) citado por (Minda, 1999,9) y existen 650 especies de aves de las 1500 reportadas en el pas.

    La importancia ecolgica de la subregin est determinada porqueen ella se encuentran las reas protegidas ms importantes de la provinciade Esmeraldas como son: la Reserva Ecolgica Cotacachi-Cayapas (conuna superficie de 204 420 ha de las cuales 161 130 corresponden a los can-tones Eloy Alfaro y San Lorenzo); la Reserva Forestal Aw, (con una super-ficie de 101 000 de las que 28 160 se encuentran en el cantn San Lorenzo)y la Reserva Ecolgica Manglares Cayapas-Mataje (con 51 300 ha)a, todas 1 Todos los datos referentes a clima, temperatura, etc. han sido tomados del traba-jo de Sabine Speiser, Tenencia de la Tierra en Esmeraldas, publicado por el FEPPen 1983.2 Esta Reserva ltimamente ha sido declarada reserva Ramsar, con lo cual sumanejo tiene una mayor posibilidad de ser llevado adelante.

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    ellas dentro de los cantones Eloy Alfaro y San Lorenzo. Adems, en elao 1998 se cre el bosque protector del Yalar con una extensin de 1050 ha, como un intento de proteger los humedales de la zona.

    En relacin al bosque, cabe anotar que estos dos cantones tienenuna extensin de 728 600 ha, de la cuales 488 500 pertenecen a EloyAlfaro y 240 100 a San Lorenzo, las mismas que de acuerdo a su uso seencuentran repartidas de la siguiente manera:3

    Cuadro No. 1Aptitud de Uso de la tierra en Eloy Alfaro y San Lorenzo4

    reas de uso especial 244 289,70 hareas de uso agropecuario 211 248,50 haPatrimonio Forestal del Estado 273 061,80 ha

    Fuente: Unidad CoordinadoraElaboracin: El autor

    Es necesario indicar que, al momento la distribucin que consta enel cuadro anterior ya no existe, pues las presiones realizadas por los dis-tintos sectores han determinado que, especialmente las reas de Patrimo-nio Forestal sean cada vez disminuidas, contribuyendo a la deforestacinde la zona.

    1.2. El paisaje humano y cultural del norte de Esmeraldas

    Los cantones Eloy Alfaro y San Lorenzo, se encuentran habitadospor poblacin afro ecuatoriana, la misma que se encuentra asentada enla zona desde el siglo XVI. Esta se encuentra bsicamente situada en losros: Bogot, Tululb, Cachab, Santiago, Cayapas, Onzole, San Loren-zo, Limones, etc. Los indgenas Chachi, cuya presencia en la zona datadel siglo XV (Savoia, 1988), y se encuentran ubicados en los ros: Tulul-

    3 Unidad Coordinadora, 1996, 6.4 Las reas de uso especial corresponden a las reservas antes anotadas.

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    b, en la parte media y alta del ro Cayapas y Onzole e indgenas Embe-r o Epera que se encuentran situados en la parroquia de Borbn e ind-genas Aw que se encuentran dentro de la reserva tnica del mismo nom-bre y cuya ubicacin est en San Lorenzo, y poblacin colona migrantede todo el pas. Tales grupos se han asentado en la regin en distintaspocas, acorde como la zona se fue abriendo al inters nacional y la posi-bilidad de explotar sus recursos naturales y colocarlos en los distintosmercados ya sean locales, nacionales o externos.

    Se debe anotar adems que, en estos momentos, en los dos can-tones se encuentran asentadas importantes empresas dedicadas al culti-vo de la palma africana, empresas de contrachapados que se dedican a laextraccin de la madera; as como un incipiente sector turstico que haempezado a instalarse en el balneario de las Peas; asimismo y comouna consecuencia de la inestabilidad y los conflictos en Colombia, tantoen San Lorenzo como en Eloy Alfaro se da la presencia de inmigrantescolombianos que vienen huyendo de la situacin de violencia del pasdel norte; con lo cual mucho de esa violencia se ha trasladado al nortede Esmeraldas5.

    Todos estos grupos humanos tienen una cultura propia con lacual se acercan a la naturaleza y al bosque. Tanto para los grupos ind-genas, como para los afro descendientes, es vlida la definicin de RenOrellana en el sentido de que la tierra, el bosque no son entendidos comoun bien desagregado de la naturaleza, sino como un todo entramado,donde todos los elementos interactan unos con otros. Como l define:

    No es una cosa, o conjunto de cosas utilizables, explotables, noes un conjunto de recursos, en el sentido utilitario e instrumental, lanaturaleza es un ente vivo que proporciona medios de auto reproduc-cin. Alrededor de esta concepcin el hombre construye un conjunto decreencias y valores, que se expresa en prcticas, hbitos y lenguajes.(Orellana, R: 1999.94)

    5 Durante el ao pasado y en lo que va de este ao los asesinatos de perso-nas se hicieron presentes especialmente en San Lorenzo. De tal manera quela poblacin conjuntamente con al alcalde de la ciudad realizaron una marchapor la ciudad en protesta de los asesinatos que se comenten en la ciudad.Muchos de estos asesinatos fueron reportados por la prensa nacional como elcaso del Teniente poltico de Mataje con el que murieron 7 personas incluidauna nia de 15 aos.

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    Las comunidades afro descendientes, tienen una cultura holsti-ca donde todo est integrado, formando un todo complejo y armnico.Al respecto, Martha Escobar sostiene que:

    Tanto en el plano del pensamiento, como en la vida misma deese grupo, el bien y el mal, lo natural y lo sagrado, la vida y la muerte,el espritu y la materia, lo real y lo imaginario constituyen un continandentro del cual ningn elemento est escindido. As: los hombres, losanimales, las plantas, los elementos, las divinidades, los espritus de losmuertos, las visiones, estn inmersos equitativamente en la totalidad, enesa universalidad, todos los niveles se cruzan e interrelacionan. (Esco-bar, M: 1990).

    Esta perspectiva cultural se expresa en la siguiente figura, en laque se explicita la especializacin cosmognica del uso del territorio yel universo afro ecuatoriano.

    Figura No. 1

    Especializacin Cosmognica del Territorio en el Universo Afro

    Mundo arriba sin pecado

    Mundo divino CIELOCielo Ciol Dios, santos, ngeles,

    querubines, la Virgen

    Cielo estelar Estrellas

    Cielo atmosfrico Nubes, viento, relmpagosMundo terrenal

    Mundo Mundode fuera Cemente Altares Monte Mar adentro

    Oscuro calabozo PurgatorioLimbo

    Candela, almas, condenadas Diablo y su corte de demoniosMundo Humano Infierno

    Mundo abajo del pecado

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    Los campesinos migrantes en general son portadores de una cultura que sepodra definir como ecuatoriana con sus respectivas especificidades,dependiendo del lugar del cual sean originarios, los primeros colonos pro-venientes de Ibarra y el Carchi, se asentaron a partir de la dcada del 60cuando se sostena que:

    El norte de Esmeraldas, es una regin potencial para la coloniza-cin proveniente de las ridas montaas de Carchi e Imbabura. La coloni-zacin es ciertamente una esperanza grande para ingenieros y planificado-res y, aparentemente tambin, para un nmero mayor de serranos de clasebaja... El sueo de una tierra nueva, rica, libre, clida y amistosa, atrajo amucha gente hace unos ocho aos cuando el ferrocarril abri por primeravez, una va entre Ibarra (la capital de Imbabura) y San Lorenzo. De hecho,el ferrocarril todava atrae gente interesada en asentarse en una tierra rica,o en acumular una fortuna y regresar a la sierra

    6

    .

    Ellos se autoidentifican como ecuatorianos genricamente y luegocomo manabas, orenses, etc. Se autodefinen tambin como agricultores,que han venido buscando la tierra para trabajar y poder vivir. Respecto delproblema de la destruccin de la naturaleza ellos estn conscientes que hayque cuidarla.

    Yo como dirigente, y he hablado con varias personas, me hanhecho entender esto, porque yo tengo mis treinta aos, pero nunca me hepercatado de que hay que cuidar los rboles, pero en este momento nosotroshemos aceptado cuidar los rboles, toda la gente que vive en esta comuni-dad est consciente de eso, por eso nosotros pedimos de que se nos ayude,se nos asesore, y si tenemos por ejemplo unas 50 ha estamos de acuerdoque con 30 podemos hacer de agricultura y 20 podemos mantenernos enrboles, que eso nos sirve para beneficio tanto para el Estado, para el medioambiente y para nosotros mismos

    7

    .

    Son esta cantidad de actores que tienen diferentes percepcionesculturales respecto de la naturaleza, el bosque, los recursos naturales, lavida; los que han llevado adelante complejos procesos socio polticos yeconmicos en la regin que a la larga han contribuido a la destruccin pro-gresiva del bosque y de los recursos naturales en su conjunto. Todo estomediado por la presencia del Estado, que en unos momentos ha sido deactor protagnico y en otros de observador casi pasivo, pero nunca ausen-te, aunque lo parezca y otros se lo crean (lo veremos ms adelante).6 C.F.R. Whitten, N., 1997, 37-38.7 Entrevista a Jos Quiroz, quien fue dirigente de un importante grupo de cam-pesinos blancos mestizos de ubicados en la va Borbn San Lorenzo.

  • 2. La visin del Estado sobre el Noroccidente del Ecuador

    Una de las cuestiones que explica los procesos de tala del bosque en elnorte de Esmeraldas, lase destruccin de la naturaleza, y consecuente-mente de las formas de vida de los pueblos asentados en la regin conanterioridad a la conquista y la colonia, es la forma como esta ha sidomirada y construida por parte del Estado Nacional y los sectores domi-nantes, en sus diferentes etapas histricas; porque de esta mirada y deesta construccin, que se realiza desde una cultura especfica y de unosintereses concretos, depende como se incorpora un rea territorial al con-junto de lo que se denomina pas o nacin. Esta incorporacin puede serrealizada desde una perspectiva de equidad y de respeto a las diferenciaso desde la inequidad, la imposicin y la dominacin.

    2.1 La visin de la colonia

    De acuerdo a los datos que conocemos, la regin de lo que hoy es el nortede Esmeraldas, represent para los interese de la colonia un lugar estrat-gico, para sus intereses, pues para la Audiencia de Quito implicaba la posi-bilidad de tener un camino corto al mar, con lo cual lograba la indepen-dencia de los puertos de Guayaquil y El Callao, as como la posibilidad detener puestos para el auxilio a los naufragios que se producan en estazona. Lo mismo que significa hoy: cercana al mar y a los mercados deColombia (Speiser: 1991; 81). (Minda, 1998, 3).

    Por esta razn uno de los primeros proyectos que tuvo la colonia enrelacin a la regin fue la construccin un camino que una esta zona conla Audiencia de Quito de manera efectiva. Con la apertura del camino sebuscaba, adems de tener controlada a la poblacin que se haba mostra-do difcil de someter, especialmente los alzamientos de Alonso de Illescas,quien estableci en Esmeraldas una verdadera Repblica de Sambos y dela cual lleg a ser incluso nombrado gobernador (Savoia, R: 1988); tam-bin aprovechar la existencia de los recursos naturales de la regin parapaliar los problemas econmicos que tena la Audiencia de Quito. Comose colige de un informe del Presidente de la Real Audiencia de Quito de lapoca.

    ...An es susceptible de mayores ventajas la navegacin por elro de Santiago a la mar si se fija la vista poltica y mercantil en los ramosde cacao; algodn blanco y amarillo; maderas exquisitas tanto de cons-

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    truccin como de todas otras especies; Palo Mara, para arboladuras, etc., deque abundan las selvas ricas y vrgenes de este ro. Estos tres artculos bas-taran para eslabonar un lucroso giro con la Capital del Per y con la Metr-poli por Panam y Acapulco, cuya navegacin con estos dos puertos es tanbreve, fcil y segura, aun en tiempo de guerra, como larga y arriesgada la deGuayaquil... (Savoia, R., 260). De esto se colige que el inters no solo erala construccin del camino, sino el aprovechamiento de los recursos natura-les abundantes que existan en la regin.

    La construccin del camino a Esmeraldas, fue intentado variasveces, la primera ruta se abri por primera vez entre 1616 y 1619, bajo ladireccin de Pablo Durango de Delgadillo (Corregidor de Ibarra desde1611), este camino tuvo que cerrarse debido a los constantes ataques de losMalabas. Entre 1623 y 1628 el capitn Francisco Prez trat de reabrir dichocamino, sin conseguirlo, debido a la presencia belicosa de los Malabas y porla oposicin del Virrey de Lima que tema que con este camino se daba atrac-tivos a los Piratas (Speiser: 1991; 81).

    Es Pedro Vicente Maldonado que en 1730 traz un camino que bor-deaba el ro Esmeraldas para evitar la presencia combativa de los Malabas,sin embargo este tambin fue cerrado por orden del Virrey de Lima, despusde 1748 ao de la muerte de Maldonado.

    Posteriormente, en los siglos XVII y XVIII, el rgimen colonial seinteres en la construccin de un Puerto Martimo en la costa del Pacfico,en el extremo noroccidental de los lmites de la Real Audiencia de Quito(San Lorenzo) y en la apertura de una va que partiendo desde Quito arriba-ra al ocano Pacfico, por el delta del Santiago, siguiendo por la cuenca delro Lita. Este proyecto tena el propsito de vincular los centros de produc-cin textil de la sierra norte con los puntos de articulacin comercial conEuropa, ubicados en la costa norte del Pacfico (Popayn y Buenaventura).De este modo se pensaba facilitar y agilizar las exportaciones y evitar ladependencia con los puertos de Guayaquil y el Callao.

    Con esto queda explicitada la visin de la colonia respecto de estaregin; era un espacio para extraer recursos econmicos, de vinculacin conlos mercados; pero adems fue un espacio de conflictos polticos con lasociedad Samba con quienes la Corona tuvo que negociar y hacerles variasconcesiones con la finalidad de incorporarles a la colonia y lograr su lealtad

    8.

    8 Para una comprensin de la problemtica de la sociedad zamba entre el sigloentre los siglos XVI y XVIII se recomienda el texto ya citado de Roco Rueda:Zambaje y Autonoma.

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    2.2. La visin del Estado en la Repblica

    El Estado ecuatoriano, ya en la vida republicana, tampocorenunci a la incorporacin de Esmeraldas (especialmente el Norte) aldominio pleno del aparato estatal, para lo cual se utilizaron distintosmecanismos. El fin de alguna manera era el mismo: uso y posesin delos recursos y sujecin de la poblacin.

    En 1857 la empresa Land Ecuador Company, mediante contratocon el Estado ecuatoriano, cuyo presidente era Jos Mara Urbina obtu-vo en San Lorenzo del Pailn la cantidad de 100 000 ha de tierra, igualcantidad que obtuvo en Atacames, con lo cual se pretenda pagar unaparte de la deuda inglesa de la independencia. Dicha adjudicacin per-mita a la empresa explotar todos los recursos, sin que nada ni nadietenga posibilidad alguna de presentar reclamo. Al respecto el contrato deadjudicacin (pg. 604) dice: ...transfiere... todo el dominio y propie-dad de la predichos terrenos, con todas sus acciones tiles, derechos rea-les, personales y mixtos y que nadie la inquietar, despojar, ni move-r pleito alguno, sobre su propiedad, posesin, uso y ms derechos ane-xos (cit. por Speiser en Op.cit., 67). Esto le permiti a la empresa, a msde la explotacin directa de los recursos, arrendar a distintas casascomerciales para que exploten los distintos productos, sobre todo los quetenan demanda en el mercado internacional, entre ellos la tagua, el cau-cho, la cscara de mangle y maderas, construyendo as el primer encla-ve econmico en la regin y su vinculacin con le mercado mundial; ypor supuesto, el primer momento de una deforestacin selectiva, pues laempresa extraa maderas finas para la venta al exterior, igual que la talade mangle para la extraccin de su corteza.

    A lo largo de todo el siglo XIX y XX el Estado no cej en suintento de una total incorporacin de la regin al modelo de desarrollode la sociedad nacional, con la finalidad de extraer los recursos existen-tes en ella, al margen de los efectos que estos procesos tengan para laspoblaciones locales y la naturaleza de la que ellos dependen en altamedida para su supervivencia. Los proyectos ms significativos en laRepblica han sido:

    a) La construccin del ferrocarril

    Otro hecho importante que alter drsticamente a la sociedad yal entorno natural de la regin, es la construccin del ferrocarril Ibarra-

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    San Lorenzo y del puerto martimo en San Lorenzo. Propuesta, que datadesde la colonia y obedece a similares propsitos: a) Necesidad de esta-blecer un puerto para el comercio internacional de bienes producidos en lasierra centro y norte del Ecuador, con el fin de abaratar costos de transpor-te y romper con la dependencia con los grupos econmicos guayaquileos;b) acceder a los abundantes recursos naturales del bosque hmedo tropi-cal y c) abrir en la regin espacios de colonizacin, como alternativa parasolucionar conflictos de tierra surgidos en otras regiones del pas, resulta-do de procesos histricos de concentracin de la propiedad, con el despla-zamiento de poblacin pobre de las reas rurales.

    La construccin del tendido vial y la llegada del ferrocarril tuvoefectos significativos sobre la poblacin y el entorno natural, que se tradu-jo en:

    * Desplazamiento de poblacin local de las reas colindantes al tendidovial del ferrocarril.

    * Apropiacin de tierras por trabajadores y colonos en reas colindantes ala va, avalado y propiciado por el Estado. La Empresa de Ferrocarriles,determina y delimita como zona de colonizacin una franja de 10 kil-metros de territorio a cada lado de la va.

    * Procesos sostenido de deforestacin, orientada a: a) delimitacin dereas de posesin de migrantes, b) implementacin de sistemas agrco-las y ganaderos en pequeas escalas y c) comercializacin de madera(para durmientes de la va del ferrocarril) (Robalino, M, 2003).

    b. La entrega de las concesiones madereras Proyecto DEFORNO

    Una vez creadas las condiciones bsicas,

  • Estudio que establece la existencia de abundantes recursos fores-tales susceptibles de ser extrados para su comercializacin, evidencia lasfalencias tcnicas y financieras para alcanzar el propsito; que deben sersuperadas con la participacin del Estado, empresa privada y organismosinternacionales.

    Este estudio, quiz sea el factor subjetivo de mayor impactosobre el bosque en la zona norte de la provincia de Esmeraldas, en tanto,le convierte en rea de alta potencialidad de extraccin forestal (en unmilln de ha de monte alterado e inalterado existen cerca de 50 millonesde metros cbicos de madera potencialmente comercial en rboles de 40cm ms de dimetro y de 500 especies forestales, de las cuales hay 230con potencial comercial) (Robalino: M, 2004, 8-10).

    Para este efecto era necesario: garantizar seguridad sobre la tenen-cia de la tierra forestal, preparar personal profesional y tcnico, obtenerasesoramiento tcnico de organismos internacionales y de pases conmayor desarrollo en el tema, disponer de mano de obra local calificada,mejorar la gestin forestal estatal, incentivar la inversin mediante trata-miento especial, construir y mantener infraestructura vial, mejorar los sis-temas tecnolgicos de explotacin y procesamiento, establecer nuevasindustrias y mejorar la competitividad de las empresas nacionales. Estodetermin que el Estado el 5 de octubre de 1966 promulgue la Ley deConcesiones Forestales y entreg 14 concesiones forestales en el norocci-dente del Ecuador, con lo cual se daba paso a la deforestacin intensivacon fines comerciales.

    El proyecto palmicultor

    Este es uno de los proyectos de mayor envergadura en cuanto serefiere a la tala del bosque y es una continuacin de la dinmica de pene-tracin del gran capital agro industrial a la zona; pues en base a un estu-dio realizado por la ORSTOM en la dcada del 70 y que estableci unmapa de uso del suelo, donde se determina que las tierras del cantn SanLorenzo son aptas para el cultivo de palma africana. A partir del ao de1998 se empez la implementacin de este proyecto que tiene comofinalidad la implantacin de entre 30 y 40 000 ha de palma africana(Minda: P, 30).

    Este Proyecto, ha producido uno de los efectos ms graves enrelacin a la deforestacin; no solo por cuanto para su establecimiento

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    tiene que realizar una tala rasa del bosque, con lo que destruye todaforma de vida de los ecosistemas, sino por la cantidad enorme de con-flictos que cre y sigue creando con las comunidades vecinas, sobre todopor los procesos de compra de tierras, tanto de las comunas afro ecuato-rianas e indgenas, as como por las compras a personas individuales

    9.

    Esto ha sido ms grave cuanto que, las comunidades y algunas personasque vendieron sus tierras, en muchos casos se dedicaron a invadir las tie-rras de otras comunidades, con la finalidad de reponer lo vendido o sim-plemente dedicarse al trfico de tierras

    10.

    El efecto de este proyecto no termina ah; mediante decreto Eje-cutivo 2961 del 8 de agosto de 2002, presidente de la repblica GustavoNoboa modific las reas de Patrimonio Forestal, ampliando la fronteraagrcola en aproximadamente 40 000 ha con lo cual el proyecto tiene lasposibilidad de expandirse y el bosque sufrir una mayor deforestacin atala rasa en la extensin antes indicada.

    Todos los proyectos antes reseados, no en toda su magnitud,configuran una visin del Estado y de la sociedad nacional sobre laregin de permanente penetracin y de incorporacin de sus recursos yde su poblacin a los circuitos del capital nacional e internacional depen-diendo de las coyunturas de los precios. Este complejo proceso de incor-poracin - resistencia de la poblacin a los proyectos emprendidos porlas elites nacionales es la causa de la deforestacin del bosque en el nortede Esmeraldas y que se trata en detalle en el siguiente apartado.

    3. La deforestacin en el norte de Esmeraldas

    De acuerdo a Sierra: (1996, 9-17) para comprender el problema dela deforestacin existen dos generalizaciones, con nfasis en los agentesde cambio de uso del suelo y en el uso del recurso, estas son:Deforestacin causada principalmente por la expansin de la fronteraagrcola.

    9 Para un anlisis completo de los conflictos ver mi estudio identidad y Con-flicto: La Lucha por la Tierra en el Norte de Esmeraldas 10 Este es el caso de la comunidad de Ricaurte que vendi sus tierras a unaempresa palmicultora y posteriormente tuvo conflictos de invasin de tierrascon la Reserva Aw.

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    Deforestacin causada principalmente por la tala comercial de madera.En relacin a la primera generalizacin basndose en varios mode-

    los como el de Henkel, Sierra afirma, que est acorde con los modelosmultifase de colonizacin pionera y de cambio en el uso del suelo y delos recursos naturales. En este caso los agentes de cambio seran campe-sinos pobres que emigran de zonas econmica y ecolgicamente depri-midas, que abren (deforestan) la frontera agrcola.

    El modelo de Henkel, de acuerdo a Sierra (op cit, 10) tendra lassiguientes etapas:

    Una fase pionera que empieza con actividades de tumba y acti-vidades agrcolas limitadas.

    En una segunda fase, luego de los primeros uno diez aos delasentamiento original, durante la fase de comercializacin, se incremen-ta la accesibilidad a los mercados y la tumba se acelera para lograr quetanta tierra como sea posible entre a producir.

    La tercera fase es la de consolidacin, se hace evidentes las limi-taciones ecolgicas para el desarrollo agrcola. Muchos colonos abando-nan sus fincas y se mudan a otra frontera agrcola de colonizacin; mien-tras los ms exitosos consolidan sus tierras.La fase final, la fase de revitalizacin, es intensiva en capital y se pre-senta mientras llega la agricultura a gran escala.

    Por su parte la segunda generalizacin tendra, dos fases a saber:En la primera fase, las operaciones madereras selectivas a gran esca-

    la abren vas en el bosque primario para la extraccin de tipos especfi-cos de madera. En el proceso, entre el 50 y 75 % del dosel del bosque sedestruye por la tumba y construccin de vas; mientras que en unasegunda fase, tras la tala comercial se produce el asentamiento de fin-queros migrantes a travs de vas abiertas en la fase previa y de tala debosques ya usados selectivamente. Ahora, lo ms importante, es que lasvas no solamente hacen posible el acceso a nuevas tierras, sino que latala misma reduce los costos del asentamiento ya que la tierra previa-mente talada requiere de menor trabajo que un bosque intacto (Sierra: R,op cit, 11). Esto es justamente lo que ha sucedido en San Lorenzo con elproyecto palmicultor, pues de alguna manera, las empresas palmiculto-ras compraron tierras que haban sido previamente taladas de maneraselectiva con fines de extraer madera que tena valor comercial.

    Una cuestin importante a seal es que estos dos modelos no sepresentan puros, si no de manera simultnea, la clave est en saber cual

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    de los factores expansin agrcola o tala comercial del bosque guan elinicio de la del bosque.

    Un aspecto de vital importancia me parece importante sealar yes que como lo seala Sierra citando Rudel para cualquiera de estas dosgeneralizaciones se presenta un modelo institucional de la deforestaciny que l denomina el modelo de coaliciones de crecimiento/ institucio-nes lderes.Se desarrollan arreglos sociales especficos para facilitar el acceso a latierra en la frontera agrcola. En estos arreglos, agentes con recursos esdecir, el Estado, empresas, individuos ricos, de manera intencional ono, facilitan el avance de campesinos pobres a la frontera. Las coalicio-nes de crecimiento son organizaciones cuyo objetivo recoger esfuerzosincluyendo el soporte poltico, econmico y administrativo para llevaradelante el asentamiento y la adquisicin de tierras. Las institucioneslderes actan unilateralmente para abrir una regin y los colonos poten-ciales toman ventajas de estas acciones. En este contexto las empresasmadereras han sido tradicionalmente conceptualizadas como las institu-ciones conductoras porque abren vas hacia la frontera y facilitan elingreso de los finqueros (Sierra, op cit, 13).

    Lo anotado en la cita anterior tiene una aplicacin exacta a losucedido en el norte de Esmeraldas, solo falta anotar el rol decisivo queha tenido el Estado en proceso de deforestacin de la Regin como sever ms adelante.

    3.1. El perodo antes de 1970

    De los estudios que se conocen sobre la regin (Rivera, 1986;Espeiser, 1991; Whitten, Jr 1997; Sierra, 1996.) todos coinciden enanotar que antes de 1970 no haba empezado la tala agresiva del bosqueen el norte de Esmeraldas, si bien se extraan maderas finas desde lapoca misma de la colonia: Esto es as por cuanto este perodo coincidecon el de extraccin de materias primas que haba empezado prctica-mente desde la colonia vinculadas al mercado externo, como la tagua, laextraccin de oro, la cscara de mangle, caucho, maderas finas, balsa,etc., que necesitaban que el bosque se mantenga en pie para poder seguirextrayendo sus recursos. Y si bien se haba instalado el cultivo del bana-no, ste tuvo importancia en lo que es la Comuna Ro Santiago Cayapas,ro Onzole, ro Bogot y el rea de influencia de la carretera de va

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    Esmeraldas La Tola, de tal manera que para 1974 solo el 6% de la hoyadel Santiago estaba bajo algn tipo de prctica agrcola (Sierra, Op cit,50).

    El perodo de deforestacin se intensifica a partir en la dcadadel 70 cuando se sientan las bases para llevar adelante un proceso deexplotacin expansivo, pero tambin intensivo del bosque. Para la pocaya se haba terminado la construccin del ferrocarril, con el cual la zonase abri a la colonizacin. Est la poca donde la migracin creci demanera significativa, la misma que obedeca a una poltica del Estadocomo una forma de desactivar los conflictos sociales que se empezabana producir en otras regiones del pas.

    Desde 1950 hasta 1974 la poblacin en el cantn San Lorenzopasa de 20 470 habitantes a 41 352, con una tasa de crecimiento anualsuperior al 3.5%, La cabecera parroquial de San Lorenzo desde 1962hasta 1974 incrementa su poblacin de 2 382 a 6 767 (4 385, en 12 aos),con una tasa de crecimiento superior al 14%, la cabecera parroquial deBorbn en el mismo perodo pasa de 581 habitantes a 1 228. La activi-dad agrcola en 1962 asimilaba a 7169 trabajadores en 1974 a 6 494; elcomercio, en el mismo perodo, pasa de 264 a 567, servicios de 577 a710 y la industria manufacturera de 574 a 1 801 (Robalino: op cit, 11).

    Pero lo ms significativo en trmino de la deforestacin tieneque ver con la Ley de Concesiones Forestales de 5 de octubre de 1966,que permite concesionar el bosque a empresas madereras para su extrac-cin

    11. El impacto de estas concesiones se har sentir en la siguiente

    dcada cuando prcticamente se triplic las reas deforestadas. Lo cualtambin signific la destruccin de los ecosistemas, de la economa y delas formas sociales de los pueblos indgenas y afro ecuatorianos asenta-dos en al regin (me detendr ms adelante sobre el tema). A continua-cin presento los datos correspondientes a las concesiones realizadas.

    11 En total fueron 14 concesiones que se entregaron por 554 000 ha, 13 de lascuales estaban en el noroccidente, con un total de 402 000 ha (Carrasco: E,1983, 60) citando un documento del MAG de 1978.

  • 110

    Cuadro No. 2Concesiones vigentes en el noroccidente 1978

    N o m b r ede lacompaa

    P l a n t aindustrial

    Concesinha

    Fecha deconcesin

    reaexplotadapor ao

    Reforesta-cin

    P a g oderechoss u p e r f i -ciarios

    P l i w o o dEcuatoria-na S. A.

    Q u i t o ,Quinind,Canand

    12 280 13-VI-73 1.350 Canceladojn/77

    GuayaquilPliwood

    Guayaquil 43 477 7-V-68 No No*

    IndustriaMadereraRobalino

    Quito, SanLorenzo

    10 806 2-III-73 1.300 No Parcialretrasado

    IndustriaF o r e s t a lCayapa

    G u a y a -quil, EloyAlfaro

    212 699 8-VII-68 No No**

    EDINCA Quito,SanLorenzo

    5 100 8-VIII-68 No tomposesin

    FORESA StoDomingo,Quinind

    10 502 31-III-76 No***

    Fuente: Carrasco: E., 1983: 64Elaboracin: El autor

    * No cumpli ni una sola de las clusulas contractuales. Para la fechamantena una deuda con el Estado de 541 518,54 (en sucres de eseentonces).

    ** La concesin abarcaba ms del 60% de los bosques de Eloy Alfaro ySan Lorenzo. Adeudaba por derechos superficiarios 218 230,70(sucres) al 30 de junio/76.

    *** Adeuda 73 514,oo al 31-dic./77, por derechos superficiarios. Seabastece comprando madera a los colonos que no se posesionaron departe del rea concesionada.

    A continuacin presento, cual era la situacin de las concesiones en tr-mite para el ao de 1978.

  • 111

    Cuadro No. 3Concesiones en trmite 1978

    Compa-a

    Plantai n d u s -trial

    Superfi-cie ha

    Capacidadindu m

    3 /ao

    Ubicacinde la conce-sin

    Observaciones

    Chapas yMade ra sS. A.

    San Lorenzo

    25 000 11 000 Borbn* 99.4% de las accio-nes son de IndCayapas.Se deja insubsisten-te el trmite.

    CREART Borbn ,M o n t e -c r i s t i ,G u a y a -quil

    31 600 8 000 Borbn* Como fbrica cerren Borbn en 1975por problemaslaborales, reabrien 1977.

    CODESA Esmeral-das

    31 400 20 000 Quinind Se ha suspendido eltrmite.

    E C U A -D O R I AM LUM-BRE O

    Borbn,G u a y a -quil

    9 532 8 000 Borbn Aumento de la con-cesin negada.La mayor parte dela concesin estcolonizada.

    TADESA Esmeral-das

    20.000 18.000 Viche- Quinind

    Fuente: Carrasco Op cit, 65Elaboracin: El autor

    Adems de las industrias asentadas tanto en Borbn como en SanLorenzo, para esa fecha tambin se asentaron en los mismos centrospoblados una cantidad considerable de aserraderos de rueda, que conjun-tamente con la presencia de motosierras, completaban el crculo de latala del bosque con fines comerciales. Todo esto tuvo un efecto econ-mico obvio, cre un centro dinmico de comercio y de movimiento depersonal que implic la colonizacin con fines de agricultura, comoveremos en el siguiente acpite.

  • 112

    3.2. El Perodo 1983- 1993

    Este es el perodo en que de acuerdo a Sierra, se increment latala del bosque, pues prcticamente se triplic pues pas de 56 552 ha en1983 a 152 227 ha en 1993. En este perodo se cumplieron varios presu-puestos para la ampliacin de la tala del bosque, tanto por tala comer-cial, as como por colonizacin. Entre otras, se termin de construir lacarretera Esmeraldas-Borbn, con lo cual se facilit la transportacin dela madera por vehculo directamente hasta Quito.

    En este perodo la tala se adentro hacia las partes altas de los rosOnzole, Cayapas, Santiago. Se configuraron tres reas con altas tasas dedeforestacin superiores al 70% o ms: a lo largo del ro Santiago entreBorbn y Maldonado; de Maldonado a tierra adentro siguiendo el este-ro Santa Mara; as como a lo largo del ro secundario Zapallo Grande yel valle del Sade. (Sierra: op cit, 51) el otro 30% estara concentrado enel ro Onzole, y la costa, a lo largo del Santiago en rea de influencia deSelva Alegre y en el bajo ro Canand. El resto del rea fue deforestadoantes de 1983

    Cuadro No. 4Deforestacin en el perodo

    Tipo de uso 1983 Cambio 1983-1993 1993Ha % Ha % Ha %

    Deforestado 56.00 10.4* 95 675 -17.5** 152 227 27.9**

    Bosques 489 628 89.6 -19.5*** 393 953 72.1

    Total Bosques 546 180 100 46 180 100

    Otro 11 273 11 273

    Total rea de estudio 557 453 557 453

    Fuente: Sierra, R, 1996, 124Elaboracin: El autor

    * Basado en el rea original boscosa de 546 180 ha (557 453-11 273)** Basado en el rea de bosque para 1983*** Humedales, humedales drenados, etc.

  • 113

    No obstante la informacin presentada por Sierra, si tomamos losdatos de la Unidad Coordinadora: 1996, 6. La tasa neta de deforestacinsera mucho ms alta por causa de la colonizacin, pues:

    Hectreas segn datos existentes, el ex IERAC (hoy INDA), entremarzo de 1971 a septiembre de 1992, ha titulado 239 407 ha distribui-das en 1 742 propiedades, a esto hay que sumarle las nuevas titulacionesque ha realizado el INDA (hasta 1996) 60 000 ha a la comuna Ro San-tiago - Cayapas12, 10 400 ha a la comuna Playa de Oro. Todo esto suma309 807 ha, superando en 98 829 la superficie bajo su administracin. Ams de esto, existen reclamos de adjudicacin por parte de la Federacinde Trabajadores del Noroccidente de Esmeraldas por 93 829 ha y decinco centros Chachi por 11 100.

    3.3. De 1993 hasta la presente

    Desde 1993 hasta el presente, la deforestacin en el Norte deEsmeraldas, se ha vuelto realmente dramtica. Esta se ha visto estimula-da por la apertura de vas, que ha permitido una explotacin mucho msintensiva que la que se vena realizando, pues en este perodo la reginse vio integrada al resto pas con un sistema vial de primer orden. Seconcluy la va Ibarra - San Lorenzo13, as como la Marginal de la Costa,que une el sur de Manab con Esmeraldas y San Lorenzo hasta Matajeen el lmite con Colombia; pasando por Borbn y Maldonado. Pero ade-ms se construy la va Maldonado - Selva Alegre; as mismo se termi-n el ramal que conecta Ricaurte-Santa Rita y San Francisco por unaparte y por otra el ramal San Lorenzo-Yalar-Concepcin-Winbicito;San Lorenzo-Ricaurte y otros ramales.

    Esta red vial que responde hasta cierto punto a demandas deintegracin de las propias comunidades locales, han sido sin duda elmotor para la tala del bosque con fines comerciales y tambin para el

    12 En realidad, la comuna Ro Santiago - Cayapas, an no tiene el ttulo de pro-piedad de sus tierras, este se encuentra esperando el fallo de ltima instanciaen el MAG (Ministerio de Agricultura y Ganadera).13 Con esta va se cumpli al fin el viejo sueo de la apertura del camino aEsmeraldas que las elites de la Sierra Norte haban mantenido desde la pocade la colonia.

  • 114

    cambio del uso del suelo con fines de produccin de tipo agrcola y agroindustrial. En trminos de la explotacin maderera se pas de un tipoartesanal realizado por las comunidades locales a uno mecanizado con lapresencia de tractores forestales con el cual el dao al bosque es anmayor (Ramrez, A: 2000, 13).

    En relacin a la tasa de deforestacin para el perodo en referen-cia, Ramrez, estableciendo un porcentaje de la deforestacin nacionalde 150 000 ha por ao, de las cuales Esmeraldas aporta con un porcen-taje de entre el 15 y 20% , la deforestacin para Esmeraldas sera deentre 22 500 a 30 000 ha por ao de las cuales el 60% corresponde alnorte de la provincia, por lo tanto la tasa de deforestacin sera del ordende 13 500 a 18 000 ha por ao, es decir que en los diez aos se defores-t de 135 000 ha a 180 000 ha prcticamente el doble que en la dcadaprecedente (Ramrez: op cit, 17). Este mismo autor, realiza clculos entorno al tiempo de duracin del bosque que l sita en 18 aos, si semantiene la tasa actual de deforestacin mnima de 13 500 ha y de refo-restacin mxima de 10% al ao, por lo tanto en 25 aos cuando ya noexistan bosque primario en la zona norte, los nicos espacios boscososseran 35 000 ha de bosques plantados. Todo esto en un ambiente de totaldesorden en cuanto se refiere a presencia de la autoridad forestal y capa-cidad para aplicar la Ley y el control forestal correspondiente: De ahque sostengo, que la zona norte es un rea sin presencia real del Estado,donde cada actor acta y hace aquello que cree ms conveniente para suspropios intereses, pero que a largo plazo termina por perjudicar a laregin14.

    Sin embargo, de acuerdo a (Janka & Lobato: 1998, 8), la situa-cin de Esmeraldas sera tpica de otras regiones de Amrica Latina. Con

    14 Los intereses ms visibles son los de las empresas, los intermediarios loca-les y los dueos del bosque. Casi siempre los intermediarios de la madera sehan opuesto a toda forma de control por parte de la autoridad forestal. Ellos seopusieron cuando se estableci la Nueva Normativa Forestal y presionaronpara que se les asigne un cupo de 10 000 m3 para ser movilizados con las licen-cias de rboles remanentes. Tambin se movilizaron cuando en San Lorenzose quiso obligar a las empresas palmicultoras para que apliquen la ley ambien-tal y fueron tambin los que aparecieron dando la cara en el reciente conflictoen torno al control forestal que realizaba la SGS. En muchos de estos casostambin han logrado involucrar a las comunidades locales (Cuaderno de campodel autor).

    Juan MontaoResaltado

  • 115

    autoridades que carecen de fuerza para instrumentar alternativas, campe-sinos confrontados y divididos, muy dbilmente organizados; madererosque solo ven sus intereses ms inmediatos, as como ONGs aisladas ycon efectos muy puntuales.

    Estos mismos autores han calificado a la situacin de Esmeral-das como:

    De gran desorden. Desorden motivado por la dispersin de lasacciones e intereses de los organismos y actores que confluyen ah, cre-ndose de facto una reparticin de su territorio en una serie de divisio-nes espaciales entre estos mismos actores. Todo esto en medio de unambiente general de inseguridad e imprevisibilidad que limita seriamen-te la actividad empresarial y dificulta toda accin de gobierno.Las consecuencias de lo anterior son la destruccin de los recursos de laregin, la extraccin del capital natural de la zona, la mnima reinversinen el lugar, lo que ha conducido a la pobreza extrema de su poblacin ya su fcil manipulacin poltica, adems del riesgo de enfrentamientospolticos y sociales en el futuro. La mayora de estos actores desean queesto cambie: Es evidente que actuando por s mismos, actuando aislada-mente, no tienen la capacidad de operar el cambio y de transformar estasituacin. Contribuyen, por el contrario, a la situacin descrita (Janka &Lobato: op cit, 9).

    3.4. Los impactos de la tala del bosque

    Se pueden identificar varios efectos de la tala del bosque, sien-do entre ellas las siguientes:

    En primer lugar la tala del bosque con fines comerciales halogrado desarticular las formas tradicionales de acceso de la poblacinlocal a la naturaleza y sus recursos, pasando de una relacin de econo-ma de subsistencia, a una relacin de dependencia con los mercados ysus productos y si bien Sierra: Op cit 54-60 sostiene que las poblacioneslocales tanto Chachi, como afro ecuatorianos, as como colonos recinllegados pudieron manejar una doble estrategia, al vincularse al merca-do y mantener las actividades de subsistencia, obteniendo de la relacincon el mercado recursos para dedicarlos a las prcticas de subsistenciasconvirtiendo estas en una especie de estop de recursos, en la prctica

  • 116

    parece que esa relacin termin por hacer a las poblaciones localesdependientes de los recursos del mercado y debido a su permanente ten-dencia a la baja de los productos del bosque en el mercado local y nacio-nal, la poblacin termin por empobrecerse hasta niveles alarmantes.Como se desprende del anlisis de dos indicadores sociales: ndice depobreza y educacin.

    Cuadro No. 5Indicadores de pobreza

    Cantn % de pobreza % de pobreza extrema

    Sector Sector Total Sector Sector Totalurbano rural urbano rural

    San Lorenzo 76.1 % 87 % 81% 23 .1% 37. 1% 29.%

    EloyAlfaro 76.3% 86% 83.9% 27.4% 35.3% 33:6%

    Promedioprovincial 46.3% 66.3% 69.1% 10.7% 24.1% 14.1%

    Fuente: Censo 2001Elaboracin: el autor

    Veamos a continuacin los indicadores de educacin:

    Cuadro No. 6Indicadores sobre educacin

    Indicadores San Eloy Provincia PasLorenzo Alfaro de Esmeraldas

    Analfabetismo en mayores de 15 % aos. 21.8 24.5 14.5 11.7Aos promedio de escolaridad en la poblacin adulta. 4.5 3.9 5.7 6.7Poblacin con acceso a educacin superior %. 6.3 5.4 10.9 14.1

    Fuente: INFOPLAN 1999Elaboracin: El autor

  • 117

    Existen comunidades, como el caso de la parroquia Telembdonde el ndice de analfabetismo alcanza hasta al 90% de la poblacin(Censo del 2001).

    Otro de los impactos que ha tenido la tala del bosque, ha sido losconflictos que ha generado entre las comunidades, dentro de las mismascomunidades y entre individuos particulares y las comunidades. Esto seproduce por cuanto al no existir bosque cercanos para talar y vender, laspersonas invaden los terrenos de los vecinos y se producen los conflic-tos; pero otro tipo de conflictos se presentan porque las empresas inten-tan arrendar el bosque de las comunidades para realizar la explotacin desus bosques por un tiempo determinado, a cambio de ciertos serviciossociales como educacin, salud o la apertura de vas. Ese ha sido el casode las comunidades Chachi del Encanto, Capul y Gualp15. Pero tambines la forma de operar que tienen los contratistas de las empresas. Nor-malmente realizan convenios con las comunidades para extraer la made-ra, por la que les pagan un precio mnimo y a cambio les ofrecen el pagode maestros en las escuelas (el pago rara vez supera los 100 USA pormes) este pago dura solo hasta que el maderero est realizando la extrac-cin; una vez que esta termina, tambin termina el pago al maestro, quesiempre es alguien de la misma comunidad. En otros casos la negocia-cin implica la apertura de un camino que solo es transitable en el vera-no16.

    Un tercer nivel de impacto tiene que ver con el hecho de que lasempresas madereras, en muy pocas ocasiones realizan la explotacin delbosque de manera directa, por lo tanto no se responsabilizan de daos aterceros, ni por el pago de prestaciones sociales, ni seguros contra acci-dentes de sus trabajadores17. La estrategia que utilizan para el efecto esmantener contratos con un conjunto de actores que son los siguientes:

    15 Para el anlisis de estos conflictos ver Robalino, M, 1997:361-400.16 Estos caminos de todas maneras tendra que hacerlo el maderero paraextraer la madera, pero logra por esta negociacin un subsidio por parte de losdueos del bosque en su inversin, con lo cual el precio que cobran los dueosdel bosque se vuelve irrisoria.17 Carrasco Op cit, 63 narra un testimonio desgarrador de obrero de unaempresa que accident, pidi permiso para hacerse atender, el mismo no le fueconcedido. El obrero sali a su domicilio despus de concluir su jornadamuriendo despus de una hora.

  • 118

    1. Comunidades negras, con formas de trabajo familiar, respon-sables de la recoleccin y el transporte del producto, hasta el sitio deentrega a la empresa. 2. Compiladores contratados, que median entre el productor y la empre-

    sa, responsables de mantener la relacin directa con los productores yrecolectores, compilar y calificar el producto en la rivera del ro ytransportarlo; y

    3. trabajadores asalariados, contratados por la empresa, para la recolec-cin, calificacin, embalaje y ms tareas administrativas.

    4. Intermediarios externos a quienes se les provee de mquina forestalpara realicen la extraccin y entreguen la madera en el patio (Sierra:Op cit; Ramrez, 2000).

    Pero el impacto mayor tiene que ver con la destruccin de los eco-sistemas de la regin, que ha implicado un cambio radical del uso delsuelo, con un impacto profundamente negativo para la vida de las comu-nidades locales, prdida de mucha de la biodiversidad que como hemosvisto en muchos casos es endmica del lugar.

    4. Hacia el manejo sustentable del bosque (un intento fallido)

    Debido al ritmo vertiginoso que tom la deforestacin en Esme-raldas, particularmente en el norte de Esmeraldas, en el ao de 1996 elgobierno nacional por medio del desaparecido INEFAN establece con-tacto con el PPF (Proyecto de Polticas Forestales de la GTZ del Gobier-no de Alemania), se intent influir para el cambio en las polticas fores-tales de Esmeraldas. Esto dio como resultado la conformacin de la Uni-dad Coordinadora para el manejo sustentable de los bosques de Esme-raldas liderada por el Gobernador de la provincia de ese entonces Eduar-do Beltrn Nicola.

    La Unidad Coordinadora desde su inicio intent y logr sentaren una sola mesa a varios de los actores del quehacer forestal en la pro-vincia: estos actores fueron algunas empresas madereras, representadaspor AIMA (Asociacin de Industriales Madereros), ONGs y proyectosque trabajaban en la zona, tcnicos y especialistas de los proyectos, orga-nizaciones comunitarias locales y autoridades estatales vinculadas al

  • 119

    rea forestal y su manejo18. Su objetivo bsico era definir una estrategiaque permita el manejo del bosque a largo plazo, en base a la racionaliza-cin del manejo forestal, el establecimiento de planes de manejo, y elestablecimiento de mecanismos para la comercializacin de la maderapor parte de los propios actores del bosque, siempre y cuando estos pro-vengan de bosque con planes de manejo legalizados por la autoridadforestal correspondiente.

    El nuevo modelo de manejo forestal tena como base la expe-riencia que la cooperacin haba realizado en Mxico en el Estado deQuintana Roo19. Este modelo de manejo forestal tiene como base la pla-nificacin de las reas forestales en las cuales se establecen reas pro-duccin forestal permanente, con cuarteles de aprovechamiento anuales,reas de reserva y dimetros de corta mnimo para las especies comer-ciales, as como reas para la actividad agrcola. El modelo buscaba tam-bin la creacin de un frente de organizacin para la comercializacin dela madera y un sistema de administracin forestal del bosque por partede las comunidades20 de tal manera que estas tengan su propio equipotcnico, tal como ocurre con las Sociedades Forestales en Quintana Rooy Campeche en Mxico. Se trata de ir valorizando la selva para que loscampesinos tengan inters en ir creando un sistema de control espacialque defienda las reas de aprovechamiento forestal frente a otros usos(Janka & Lobato: op cit, 11).

    El modelo empez a implementarse en la provincia a partir delao de 1996, cuando se trabaj con 5 comunidades que tenan un reaforestal de 8 500 ha y se logr comercializar 100 m3 de madera rolliza,con un incremento de los precios de 22 dlares a 35, lo que tuvo unimpacto positivo en las economas de las comunidades; pero cre preo-cupacin en los intermediarios que eran los que ganaban este margen.

    Para el ao 1998 cuando ya se haba creado la Red ForestalComunitaria, se trabaj con 19 comunidades en un rea de 65 000 ha y

    18 Dos actores bsicos y de mucha influencia a nivel local que no fueron invi-tados son los intermediarios de la madera aglutinados en la Asociacin demadereros y los campesinos mal identificados como colonos.19 Se trata del Plan piloto Forestal implementado en el Sur del Estado de Quin-tana Roo.20 Para un estudio completo del modelo ver: Argelles A y Armijo N 1995;Janka: 1998, 1999; Zabin 1998; Taylor, 1998.

  • 120

    se lograron comercializar en Borbn 3 500 m3 de madera rolliza a unprecio de 58 USA21. Para el ao siguiente se intent trabajar con 29comunidades u un rea forestal de 80 000 ha, de las cuales se tena pre-visto extraer entre 6 000 y 10 000 m3 de madera rolliza a un precio deentre 50 y 60 USA; pero ah empezaron los problemas y esto no se cum-pli22.

    Posteriormente, al siguiente ao, con la finalidad de continuarcon la propuesta de la comercializacin y el apoyo al manejo forestalsostenible, tres instituciones que venan trabajando en el proceso: CIDE-SA, FEPP y PPF-GTZ conformaron el Consorcio (COFOR). Este Con-sorcio logr articular a 19 comunidades, las mismas que tenan bajo sucontrol 48 366 ha (Ramrez: op cit, 18). Este consorcio realiz dos ejer-cicios de comercializacin en dos aos consecutivos, pero con resulta-dos negativos, por lo que el mencionado Consorcio se deshizo.

    La terminacin del proyecto SUBIR con su consecuente salidade la regin, la disminucin de fondos para otras ONGs que encontrabantrabajando en la zona, marcaron el decaimiento de esta propuesta, que atodas luces pareca ser una alternativa para el manejo del bosque. En estemomento, queda perseverando en el intento el Proyecto MFE (Proyectode Manejo Forestal Esmeraldas) financiado por la GTZ, que se ejecuta atravs del componente manejo sostenible de bosques y reas protegidas.Las lneas de accin estn relacionadas con: Fortalecimiento de organizaciones locales y regionales. Consolidacin del co-manejo de reas protegidas. Desarrollo e implementacin de modelos replicables para el manejo

    sostenible de bosques. Apoyo al MAE para la formulacin e implementacin de polticas y

    normas

    Fortalecimiento de las capacidades locales.

    21 Este fue el precio inicial, sin embargo por los problemas del fenmeno delNio que implic la destruccin de la carretera Esmeraldas- Borbn los preciosde la madera cayeron hasta llegar a 40 USA el m3.22 Los problemas se presentaron fundamentalmente en la comercializacin yen obtencin de la madera para la comercializacin. El Proyecto SUBIR sentsu posicin en el sentido de que solo se podra comercializar madera que pro-venga de planes de manejo, previamente aprobados por la autoridad forestal.Esto ms los problemas de la comercializacin dejaron sin sustento el trabajoque se vena realizando.

  • 121

    El objetivo planteado es que las comunidades y propietarios de bos-ques del norte de la provincia de Esmeraldas, manejan sus recursosforestales y agroforestales en una forma autnoma y sustentable.

    La estrategia del MFC es: manejo sostenible de bosques, certifica-cin forestal, agroforestera y fortalecimiento organizacional. El progra-ma pretende contribuir para el manejo sostenible de los recursos natura-les y para el desarrollo y aumento de la calidad de vida de la poblacin.

    El proyecto se ejecuta en tres comunidades: una de poblacinAfro Ecuatoriana (Arenales) y dos Chachi (Capul y Gualp). Esto indi-ca claramente que la propuesta del manejo sustentable del bosque haperdido impulso, tanto por parte de las instituciones, como de las comu-nidades. Tanto es as que la propia Unidad Coordinadora se encuentra enuna fase reconstitucin y de orientacin de sus acciones.

    Si se tratara de establecer las razones por las cuales esta pro-puesta no prosper como se esperaba, anotara las siguientes.

    a) En primer lugar no estuvieron todos los actores. Por ejemplo, no par-ticip la Comuna Ro Santiago Cayapas que es el lugar de donde msmadera se extrae y posee 61 800 ha de bosque. Sus dirigentes siem-pre jugaron a favor de ciertas empresas o varios de ellos eran interme-diarios entre las comunidades y las empresas.

    b) Este modelo, se constitua en una amenaza para los intermediarios dela zona por lo que estos recurrieron a todos medios posibles con el finde boicotearlo.

    c) El modelo de comercializacin implementado era demasiado lento yburocrtico, que no satisfizo las expectativas de los productores loca-les. El modelo implicaba pago en cheques, la no entrega de anticipos,demora de por lo menos 10 das para cobrar despus de una entregade madera. Pero sobre todo pona en riesgo las alianzas de tipo sim-blico y parental que histricamente haban mantenido con los inter-mediarios de la zona. Estos entregan anticipos de contado y por largotiempo, brindan apoyos extra comercial, como puede ser cuando lafamilia de un proveedor se enferma, le apoyan con medicinas, alimen-

  • 122

    tacin e incluso con licor y equipos de msica o los uniformes de losequipos de ftbol en la poca de fiestas23.

    d) Existieron discrepancias entre las instituciones lderes. En muchoscasos la posicin del Proyecto SUBIR no coincida con las del PPF ylas del FEPP, por decir un ejemplo.

    e) Falt apoyo y liderazgo de parte del Estado para sacar adelante la pro-puesta y la pregunta de fondo sera, estaban convencidas de estemodelo las empresas, los otros actores del quehacer forestal de laregin y las mismas comunidades?

    Al respecto Argelles y Armijo sostienen que:

    El Plan de manejo busca reducir al mnimo los riesgos ecolgicos de losaprovechamientos forestales, esto se debe a que no existe una metodolo-ga experimentada de manejo de bosques tropicales en Mxico. Tambintrata de minimizar los riesgos econmicos del desarrollo de la empresaforestal campesina. Se toma como premisa que no ser redituable el nego-cio, se desalentaran los propsitos conservacionistas de los campesinos.La aceptacin por parte de los campesinos es una precondicin necesariapara que el plan de manejo tenga posibilidades de implementarse.

    Es posible que algunas de las premisas consignadas en la citaanterior, los productores locales hayan sentido que no se estaban cum-pliendo y por lo tanto no se arriesgaron a jugarse enteros por un modeloque no era familiar para ellos. Es una clara lgica de accin racional enla economa que calcula las perdidas y las ganancias.

    Otro elemento que puede explicar por qu no se avanz ms,tiene que ver con un aspecto estratgico que ha sido sealado por Janka& Lobato: op cit, 10, en el sentido de que:

    Tanto las ONGs como las entidades gubernamentales no handejado atrs ciertas posiciones poco realistas que se convierten fcilmen-te en ficciones. En condiciones como las de Esmeraldas se pretenden

    23 El autor trabaj de 1995 al 2001 en la zona y pude registrar varias de lassituaciones anotadas. El modelo de comercializacin planteado es un modeloclaramente de tipo monetario para no decir capitalista, que no toma en cuentalos aspectos culturales y simblicos de los actos econmicos que realizan laspersonas.

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    desde el principio, iniciar con propuestas que, a corto plazo, vayan alograr el desarrollo sustentable o un desarrollo integral. Los hechos handemostrado que as, con este enfoque, no se ha podido avanzar. EnEsmeraldas se han instrumentado muchos proyectos nacionales e inter-nacionales que con una visin integral han pretendido enfrentarse desdeel principio a todos los problemas con muy poco xito.

    Efectivamente en la regin se han desarrollado una serie inmen-sa de proyectos de todo tipo, pero siempre el nfasis est puesto en laconservacin, el medio ambiente y la superacin de la pobreza: Jankaestablece en 25 millones de dlares los fondos obtenidos; sin embargo larealidad de depredacin del bosque y de pobreza se mantiene tercamen-te inalterable.

    4.2. Hacia una nueva estrategia ambiental

    Frente a la situacin de tala insostenible del bosque y la degra-dacin del ambiente, nuevamente varias Organizaciones e institucionesse plantean una estrategia para el manejo ya no solo del bosque, sino detoda la biodiversidad existente en la Regin del Choc. Esta nueva estra-tegia est liderada o apoyada por la WWW sede Colombia y busca arti-cular y concertar con todos los actores de la regin polticas que permi-tan manejar los recursos y mejorar las condiciones de vida de la pobla-cin.

    El mes de julio del 2003 se reunieron en Esmeraldas, en unamesa de dilogo para definir una estrategia para el manejo de la biodi-versidad en la Regin, la misma que defini las reas para la elaboracinde la estrategia y son las siguientes. Fortalecimiento de los actores. Manejo sostenible de los recursos naturales, en cuyo contenido debe

    incluirse su valoracin econmica. Ordenamiento territorial. Aplicacin de polticas y normativas. Derechos sociales: educacin, salud y seguridad alimentaria. Financiamiento24.

    24 Los datos provienen de la memoria de la mesa de dilogo realizada enEsmeraldas el 9 de junio de 2003

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    Los criterios para el diseo de esta estrategia es mucho ms amplia quela anterior, por cuanto plantea en primer lugar incorporar a los actoresdel poder poltico local.

    El proceso debe incorporar a todos los gobiernos seccional ylocal de la provincia, esto es al Consejo Provincial, Municipios y JuntasParroquiales.

    La estrategia debe ser formulada con la participacin de todoslos actores de la provincia, entre los cuales se debe incluir a la comuni-dad. Este paso puede evitar los errores del pasado.

    4.3. Las propuestas de las Organizacin afroecuatorianas e indge-nas frente a la destruccin de la naturaleza

    A partir de la dcada de los 90 empez en todo el Pacficocolombiano un movimiento organizativo de las comunidades negras,con miras a consolidarse como un movimiento social, el mismo queentre sus demandas tiene como ejes las demandas por el territorio, laidentidad tnico-cultural y la demanda de un espacio territorial para ejer-cer su poder poltico territorial (Escobar, A: 2001; 1999) dentro de loslmites que establece la constitucin y las leyes de la Repblica.

    Un proceso parecido se inici en nuestro pas, con las comuni-dades afro ecuatorianas del norte de Esmeraldas que ellos denominanProceso de Comunidades Negras o El Proceso. Entre las demandasdel Proceso de Comunidades Negras, se encuentra la demanda del terri-torio, el mismo que estara consignado en el concepto de Tierras dePosesin Ancestral que reconoce la Constitucin Poltica del Estado ensu artculo 84.

    El territorio (sostienen), es donde estn asentados todos lospueblos negros, y (sobre el cual le asiste) el derecho ancestral para ser yhacer, con todas sus riquezas cultural, biolgica, social y poltica25.

    La clave del concepto de territorio radica entonces la capacidadque el pueblo tenga para decidir de manera autnoma sobre sus recursosy riquezas. Las tierras sobre las cuales se ejercer el poder territorial sonlas del Asentamiento ancestral, el mismo que estara orientado por unadoctrina, y que es considerado un conjunto de ideas y principios con los

    25 Ibdem.

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    que un grupo de hombres viven en armona con el universo y lo ayudana entender de mejor manera su propio ser, su existencia y la de todos losseres del universo.

    Lo tradicional tambin es filosofa, porque es ante todo una formade vivir y de pensar que el hombre recibe de su grupo social como unaenseanza que se recibe de generacin en generacin, etc. Siendo as, elAsentamiento Tradicional o Ancestral es el derecho elemental que ungrupo tnico tiene a vivir de acuerdo a su doctrina y con su propia filoso-fa en una tierra que por historia y por derecho de posesin le pertenecedesde su nacimiento como pueblo o como grupo (Garca, Juan, 1994).

    Este conjunto de ideas, que es para los afro descendientes a la vezfilosofa, se aplicar para la administracin del territorio por medio de lascircunscripciones territoriales o palenques, que ha sido definido de lasiguiente manera:

    Circunscripcin territorial afroecuatoriana o palenque, es elespacio fsico, poltico, administrativo delimitado donde se ejercencolectivamente los derechos polticos, econmicos, sociales, culturales yadministrativos del pueblo afroecuatoriano; comprende la totalidad delhbitat natural que ocupa y posee ancestralmente el pueblo afro ecuato-riano en donde desarrollan sus particulares formas de vida, sus diferen-tes manifestaciones sociales, polticas, econmicas y culturales26.

    Los elementos de la circunscripcin territorial seran:Territorio geogrfico determinado;poblacin afroecuatoriana;identidad de pueblo;autoridades propias;autonoma poltica y administrativa;instituciones administrativas propias; y, patrimonio27

    De tal manera que frente a los procesos de destruccin de lanaturaleza, del cual la deforestacin es solo un elemento, las organiza-ciones locales plantean un proyecto de autonoma poltica que les permi-ta con apego a su cultura manejar la naturaleza y sus recursos dentro deun modelo de desarrollo con identidad cultural que no ponga en riesgola naturaleza. Este modelo estara inspirado en aquello que sostiene queel capital no busca la sostenibilidad de la naturaleza, sino la sostenibili-

    26 Consejo Regional de Palenques, 199 3.27 Ibdem, 3.

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    dad del capital. Porque como sostiene Martnez Alier (Citado por Esco-bar: 1999, 82).

    La idea de que el crecimiento econmico es bueno para elambiente no puede ser aceptada Un crecimiento econmico generali-zado puede agravar, en vez de disminuir la degradacin ambiental, aun-que la misma riqueza permita destinar ms recursos a proteger elambiente causados por ella misma

    Esta idea parte del anlisis de que la destruccin de los recursosnaturales est directamente asociada al modelo de desarrollo que unasociedad se plantea. En el caso que nos ocupa la deforestacin del nortede Esmeraldas, tiene como premisa una relacin entre la sociedad nacio-nal y la naturaleza, en que esta (la naturaleza) es vista como un conjun-to desagregado de recursos (agua, aire, bosque) etc., los mismos quepueden ser utilizados como formas de capital hasta su agotamiento. Sintomar en cuenta que dentro de esa naturaleza conviven una serie de ele-mentos de los cuales el hombre es uno ms y que para las culturas loca-les, como indgenas y afro ecuatorianos el agotamiento de la naturaleza,es parte el agotamiento de la vida por cuanto, su vida, su cultura estligada a ella.

    En este sentido, la propuesta de las organizaciones locales, lide-radas por el Consejo Regional de Palenques, lo que buscan es articularpropuestas de desarrollo, que tomen en cuenta la cultura y la relacincon la naturaleza, lo que implica pensar en una relacin de mayor equi-dad, participacin y respeto a las culturas locales y sus visiones del des-arrollo. Por lo tanto el tema de manejo de los recursos naturales, el con-trol y acceso a los mismos deja de ser una cuestin tcnica (que lo es enel nivel operativo) para convertirse en una cuestin de poder y por lotanto esencialmente poltica.

    Al respecto, mi opinin es que este proyecto no es fcil llevarloadelante, debido principalmente a que la misma poblacin ha sido divi-dida por los actores econmicos y polticos que operan en la regin, quehace que no miren sus intereses de manera coherente y a largo plazo; deesta situacin coyunturalista sacan ventaja los interesados en explotar elbosque y la naturaleza a toda costa.

    Pablo de la Torre (presidente de FEDARPOM SL), tiene fe quees posible articular un proceso poltico que parta de la base de las cultu-ras locales y que se pueda realizar una aprovechamiento racional del

  • bosque (con mltiples racionalidades ms bien sera, porque hasta ahoraha estado presente una sola, la de la extraccin capitalista) para que loque queda del bosque primario pueda ser salvado. l est de acuerdo conArturo Escobar, cuando sostiene que:

    Las comunidades locales necesitan hoy en da experimentarcon formas productivas y organizativas alternativas y, al mismo tiempo,practicar una resistencia semitica y cultural de la reestructuracin de lanaturaleza efectuada por la ciencia y el capital en su fase ecolgica. Elbalance de estas dos prcticas poltico-culturales es precario, pero losmovimientos sociales parecen abocados a ello

    28.

    De mi parte pienso que para revertir esta tendencia, el Estadodebe establecer polticas que tiendan a ello. Pero es ms importante quela sociedad nacional no permanezca indiferente; pues el problema de ladestruccin de la naturaleza, al fin y al cabo es un problema de la huma-nidad.

    127

    28 Conversacin personal con Pablo de la Torre, con miras a la preparacin deeste artculo. Uno de los pasos que la organizacin ha empezado a dar pararealizar esta resistencia cultural y discursiva, es la puesta en marcha de laescuela de formacin de lderes Martn Luther King. Porque como l dice si noformamos a las nuevas generaciones en una perspectiva distinta, no tenemosposibilidades.